"Qué tienes tu que mi amistad procuras..."
Jesús es presentado al pueblo por Pilato, quien no logra convencer al gentío que Jesús es inocente.
¡He aquí al Hombre! ¡Ecce Homo!
En este momento, se produce un fenómeno que siempre que me he parado a pensar en él,
saco la misma conclusión: La Historia de Jesús es real como la vida misma.
Barrabás es bandido y asesino.
Sobre Jesús, Pilato se pregunta: ¿Qué mal ha hecho?
La multitud responde: ¡Crucifícale!
¿Qué ha sucedido? Ayer, hoy y siempre, este fenómeno tiene una única respuesta:
La multitud ha sido manipulada.
Cuántos casos se han dado, parecidos, con los "Jesús" de turno.
La Historia nos ofrece sucesos similares con la misma reacción de la multitud.
Yo, que recuerdo todo esto me acerco a Jesús humilde, callado; como decía el profeta Isaías: "Maltratado, varón de dolores, no abrió la boca como cordero llevado al matadero..."
El que lleva en sus espaldas las señales del Pecado de Mundo: Violencia y humillación, tiene aliento para acercarse a mi y a ti y ofrecernos su amistad y compañía.
Yo, al mirarle, cara a cara, sólo puedo decir con el poeta:
¿"Qué tengo yo que mi amistad procuras?. ¿Qué interés se te sigue Jesús mío, que a mi puerta cubierto de rocío, pasas las noches del invierno a oscuras?"
D. Manuel Tirado Fernández.
Párroco-consiliario
