En estos días se han incorporado al altar del Señor las jarras con las cuatro piñas de flor imitación talco que ha adquirido la hermandad.
30 mayo 2025
28 mayo 2025
MARÍA... MADRE
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE MAYO DE 2025
Termina mayo, y volvemos a las plantas del Señor Humilde a vivir este tiempo pascual que avanza y nos llena de alegría en el mes de María, Divina Pastora.
También hemos conocido al nuevo Papa León XIV, al que deseamos un pontificado inspirado por la fuerza del espíritu Santo, y como él mismo repitió en su primera intervención, un pontificado lleno de Paz en el mundo.
Hoy, un bello texto del Papa Francisco nos invita a reflexionar sobre María, Madre y Maestra en nuestro caminar cristiano.
Ofrecemos esta oración por todas las madres del mundo; por aquellas que sufren el dolor de la pérdida de un hijo, aquellas que son incomprendidas, poco valoradas, que luchan para sacar adelante a sus familias, aquellas que a pesar de haberse dado no reciben el amor de los suyos.
Comencemos sin
perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURA: Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 1, 39-47.
En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.
¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»
Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu - se alegra en Dios mi salvador
- Palabra de Dios.
MÚSICA: Quiero decir que sí. Athenas, Verónica Sanfilippo, Kairy Marquez.
https://www.youtube.com/watch?v=3pu-FeretC8
REFLEXIÓN: María… Madre.
“María es madre y una madre se preocupa sobre todo por la salud de sus hijos… ¿Qué quiere decir esto? Pienso sobre todo en tres aspectos: nos ayuda a crecer, a afrontar la vida y a ser libres.
1. Una mamá ayuda a los
hijos a crecer y quiere que crezcan bien, por ello los educa a no ceder ante la
pereza - que también se deriva de un cierto bienestar –, a no conformarse con
una vida cómoda que se contenta sólo con tener algunas cosas. La mamá cuida a
los hijos para que crezcan más y más, crezcan fuertes, capaces de asumir
responsabilidades, de asumir compromisos en la vida, de tender hacia grandes
ideales.
2. Una mamá, además piensa en la salud de sus hijos, educándolos también a afrontar las dificultades de la vida. No se educa, no se cuida la salud evitando los problemas, como si la vida fuera una autopista sin obstáculos. La mamá ayuda a los hijos a mirar con realismo los problemas de la vida y a no perderse en ellos, sino a afrontarlos con valentía, a no ser débiles, y saberlos superar, en un sano equilibrio que una madre “siente” entre las áreas de seguridad y las zonas de riesgo. Y esto una madre sabe hacerlo. Lleva al hijo no siempre sobre el camino seguro, porque de esta manera no puede crecer. Pero tampoco solamente sobre el riesgo, porque es peligroso…
3.Un último aspecto: una buena mamá no sólo acompaña a los niños en el crecimiento, sin evitar los problemas, los desafíos de la vida; una buena mamá ayuda también a tomar las decisiones definitivas con libertad…
Pero ¿Qué significa libertad? Por cierto, no es hacer todo lo que uno quiere, dejarse dominar por las pasiones, pasar de una experiencia a otra sin discernimiento, seguir las modas del momento. Libertad no significa, por así decirlo, tirar por la ventana todo lo que no nos gusta. La libertad se nos dona ¡para que sepamos optar por las cosas buenas en la vida!”
“María no nos deja solos; la Madre de Cristo y de la Iglesia está siempre con nosotros. Siempre camina con nosotros, está con nosotros (…) María nos acompaña, lucha con nosotros, sostiene a los cristianos en el combate contra las fuerzas del mal.
La que ha recibido el don más precioso de parte de Dios, como primer gesto de respuesta se pone en camino para servir y llevar a Jesús. Pidamos a la Virgen que nos ayude también a nosotros a llevar la alegría de Cristo a nuestros familiares, compañeros, amigos, a todos…
Estamos llamados, cada uno de nosotros, a anunciar el Evangelio y promover con alegría la cultura del encuentro. La Virgen María es nuestro modelo. En su vida ha dado el ‘ejemplo de aquel amor de madre que debe animar a todos los que colaboran en la misión apostólica de la Iglesia para engendrar a los hombres a una vida nueva’.
Y henos aquí, llegados al término de estas meditaciones sobre la figura de María. Es cierto que también todos los Evangelistas nos hablan de María con la intención última de decir lo que desean acerca de Jesús. Sus discursos acerca de Cristo encuentran en ella luz y apoyo. Pero ninguno pudo prescindir de ella para hablar de Jesús y presentárnoslo como Evangelio, que, es decir: como anuncio de salvación.
María no es el Evangelio. No hay ningún evangelio de María. Pero sin María tampoco hay Evangelio.
Ella no sólo es necesaria para envolver a Jesús en pañales y lavarlos... No
sólo es necesaria para sostener los primeros pasos vacilantes de su niño sobre
nuestra tierra de hombres. Su misión no sólo es contemporánea a la del Jesús
terreno, sino que va más allá de su muerte en la Cruz: acompaña su Resurrección,
el surgimiento de su Iglesia y es Esperanza en nuestros días.
1. ¿Es María tu nexo con Jesús, interventora y mediadora en los momentos de tu vida?
2. ¿Sabemos que María, Madre de Dios y nuestra no nos abandona, como hizo con su Hijo Jesús en su pasión y muerte?
3. ¿Vemos en Ella un ejemplo de servicio que nos mueve a ser misioneros del Evangelio?
4. ¿Valoramos su sencillez, su saber estar, su entereza, y su alegría?
5. ¿Apostamos como María, y nos dejamos llenar por lo que Dios quiere para nosotros?
6. ¿La hacemos presente en acontecimientos familiares, cenas, fiestas, etc… o nos avergonzamos de manifestar nuestro a mor a la Madre de Cristo?
MÚSICA: Cómo tú quiero ser.
https://www.youtube.com/watch?v=zTh1q_78wPU
ORACIÓN FINAL: Dios te Salve.
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura
y esperanza nuestra: Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle
de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a
nosotros esos tus ojos misericordiosos y, después de este destierro, muéstranos
a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima! ¡oh piadosa!
¡Oh dulce Virgen María!
V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de nuestro Señor Jesucristo.
PADRE NUESTRO/AVE MARÍA/ GLORIA
26 mayo 2025
25 mayo 2025
24 mayo 2025
DESEAMOS UNA FRUCTÍFERA MISIÓN A LA HERMANDAD DEL RESUCITADO
22 mayo 2025
19 mayo 2025
SAN ANTONIO VUELVE A LA PARROQUIA
Nos llena de alegría saber que en la tarde de hoy la imagen de San Antonio ha vuelto a la parroquia tras unos meses de ausencia. Ha sido restaurado por D. Sebastián Montes Carpio gracias a una donación particular. Como podemos observar, se ha creído más oportuno situarlo al lado de la Capilla de la Humildad dada su iconografía franciscana. De esta manera, San Rafael ocupa el lado contrario, potenciando el giro escultórico del Custodio de Córdoba. Que San Antonio de Padua nos llene de la sencillez y la humildad de Cristo en nuestras vidas.
18 mayo 2025
15 mayo 2025
13 mayo 2025
FIRMADA LA EJECUCIÓN DE LOS NUEVOS CANDELABROS ARBÓREOS
12 mayo 2025
NUEVAS JARRAS DE FLORES DE TALCO PARA EL SEÑOR
"Eltalcoconventual Las Flores del Convento"
11 mayo 2025
10 mayo 2025
¡FELICIDADES DIVINA PASTORA!
Con esta bella imagen (Óleo de Enrique Sánchez Collado, 2025) que corona el retablo de nuestro sagrado Titular, queremos felicitar a María, Madre nuestra y Divina Pastora de muchas generaciones que crecieron en el redil de las Madres Religiosas Franciscanas.
08 mayo 2025
05 mayo 2025
04 mayo 2025
03 mayo 2025
01 mayo 2025
30 abril 2025
LOS PIES Y LA MANOS DE JESÚS
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE ABRIL DE 2025
Termina abril, y volvemos a las plantas del Señor Humilde a vivir este tiempo pascual que nos habla de Resurrección, de vida, de nuevas oportunidades de ser, de crecer y de llevar la alegría de Jesús a todos los que nos rodean.
También ha sido un tiempo de despedida de nuestro querido Papa Francisco, ejemplo de sencillez, de iglesia a pie de suelo y de amor por los más necesitados.
Hoy, reflexionaremos sobre un bello texto que nos invita a mirar los pies y las manos de Jesús Resucitado.
Ofrecemos esta oración por todos aquellos que han resucitado a una vida nueva, que han cambiado sus rumbos y sus actitudes atendiendo a la buena nueva que Jesús Resucitado nos trae. También por todos los difuntos que durmieron en la esperanza de la Resurrección y por nuestro querido Papa Francisco, que ya descansa tras le enfermedad en los brazos de Cristo.
Comencemos sin
perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURA: Lectura del Santo Evangelio según San Juan 20, 19-31
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos
en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró
Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se
llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino
Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás: «Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la
vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es
el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
Palabra de Dios.
MÚSICA: Aleluya
https://www.youtube.com/watch?v=WhHlWxiXiEw
REFLEXIÓN: Las manos y los pies de
Jesús.
Jesús resucitado se aparece a sus discípulos y, ante sus dudas, miedo e
inseguridad, les invita a mirar sus manos y sus pies:
“¿Por qué os turbáis? ¿Por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y ved… (…) Y, diciendo esto, les mostró las manos y los pies”. (cfr. Lucas 24, 38-40)
Siempre hemos escuchado que, al mostrarle las huellas de su Pasión, Jesús les enseñaba que no era un fantasma; que era el mismo que había sido crucificado y que ahora se mostraba resucitado y glorioso.
Orando esta Palabra, me he quedado con esta frase: “Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona”, y me he preguntado por qué precisamente las manos y los pies. Podía haber dicho: “Mirad mi rostro, mis ojos; escuchad mi voz, soy yo”. Pero no… les invita a mirar sus manos y pies.
Jesús había recorrido los caminos con sus discípulos. Cuántas horas de cansancio, subiendo y bajando; de conversación compartida, de camino hecho oración gozosa y dolorida ante el trabajo por el Reino…durante largos y largos días, meses, años… Sí, los discípulos conocían bien los pies de Jesús. Le habían visto gastarse y desgastarse por Amor en el camino, saliendo al encuentro del necesitado, del que le buscaba, del que anhelaba recibir de Él el agua que se convertiría en fuente que brota para la vida eterna (cfr. Juan 4, 13-14)
Los discípulos conocían también muy bien las manos de Jesús: manos sanadoras, suaves, que acarician, que abrazan, que curan, que consuelan, que sostienen con fuerza, que levantan, que restauran…
Mirar los pies y las manos de Jesús es mirar el Amor de Dios hecho Carne, hecho Palabra, hecho Vida eterna por mí, por ti, por todos.
Y siento la invitación a que los pies de Jesús sean los míos: a tener pies embarrados, cansados, doloridos, pero siempre prestos a salir al encuentro del que tiene hambre y sed de Dios, por muy lejos que esté, por muy malo o largo que sea el camino.
Y siento el anhelo de que las manos de Jesús sean las mías, dejando que Él acaricie, sostenga, ame, apriete fuerte o dulcemente las manos del hermano, el rostro del hermano, el cuerpo del hermano necesitado del consuelo y del abrazo de Cristo.
Jesús nos lavó los pies, a nosotros, a sus discípulos en la Cena del Jueves
Santo. Sí, Señor, creo que empiezo a comprender.
“Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? (…) Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros” (Juan 13, 12-15)
Si Él ha sido nuestro servidor, estamos llamados a servir.
Si Él nos perdona, perdonemos y bajémonos de nuestro orgullo.
Si Él trae la paz, seamos instrumentos de paz para nosotros y para los que
nos rodean.
Si Él Resucita a la vida, resucitemos nosotros al Amor de Dios y al de
nuestros hermanos. Resucitemos siendo mejores personas y mejores cristianos.
Miremos los pies y las manos ensangrentados del Cristo de la Humildad y
volvamos la vista a sus ojos misericordiosos que siempre nos traen la ESPERANZA
de la Resurrección.
MÚSICA: Canta Aleluya. Dumas&Mary.
https://www.youtube.com/watch?v=Wst4BOgUhJ0
ORACIÓN FINAL: Alegre la mañana que nos
habla de Ti.
ALEGRE LA MAÑANA QUE NOS HABLA DE TI. ALEGRE LA MAÑANA
1. En nombre de Dios Padre, del Hijo y del
Espíritu
salimos de la noche y estrenamos la aurora;
saludamos el gozo de la luz que nos llega,
resucitada y resucitadora.
2. Tu mano acerca el fuego a la sombría tierra,
y el rostro de las cosas se alegra en tu
presencia.
Silabeas el alba igual que una palabra.
Tu pronuncias el mar como sentencia.
3. Regresa, desde el sueño, el hombre a su
memoria,
acude a su trabajo, madruga a sus dolores;
le confías la tierra, y a la tarde la encuentras
rica de pan y amarga de sudores.
4. Y tú te regocijas, Oh Dios, y Tú prolongas
en sus pequeñas manos tus manos poderosas.
Y estáis de cuerpo entero los dos así creando,
los dos así velando por las cosas.
PADRE NUESTRO/AVE MARÍA/ GLORIA
29 abril 2025
PROCESIÓN DE LA DIVINA PASTORA
Con alegría, y como miembros de la familia franciscana, otro año más anunciamos la procesión de la Divina Pastora y San Francisco, que tendrá lugar mañana miércoles a las 11H. Que Ella, la Pastora de nuestras almas y el "Santo de Asís" sigan siendo nuestro modelo de Humildad y fraternidad.