TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Este mes hemos vivido la Festividad de la “Reina del Carmelo”, la Solemnidad del Apóstol-Peregrino y la Festividad de los abuelos de Jesús: Joaquín y Ana.
Todos ellos, supieron de la importancia del Reino, y trabajaron para que los planes de Dios salieran adelante. Y no de manera fácil o como si de un cuento de hadas se tratase. Sino afrontando circunstancias difíciles, momentos de temor y de incomprensión. Decisiones inciertas, pero siempre llenas de confianza en Dios. Por ello, esta apuesta por el reino, será el tema de reflexión y oración en este encuentro de Julio.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos aquí.
MÚSICA:
Todo lo haces
nuevo. Athenas
ft. Verónica Sanfilippo
https://www.youtube.com/watch?v=qdv3N8bgXIk
LECTURA DEL EVANGELIO
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo (13,44-46):
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El Reino de los Cielos se parece a
un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder, y,
lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El Reino de
los Cielos se parece también a un comerciante en perlas finas, que, al
encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.»
Palabra del Señor.
MÚSICA AMBIENTAL DE ORACIÓN
https://www.youtube.com/watch?v=Rzpb4EBP4Us
REFLEXIÓN
Jesús quiso que sus discípulos valorarán en todo lo posible la importancia del reino de los cielos en su vida. El Señor buscó por todos los medios que sus seguidores entendieran el valor incalculable que tenía y lo hizo por medio de ilustraciones claras y precisas.
“El reino de los cielos” fue su expresión favorita para luego señalar “es semejante” o es comparado con algún relato esclarecedor. En el caso de la parábola o historia de la perla de gran precio la mente judía captó el sentido exacto de su significado porque era común encontrar mercaderes ocupados en buscar esa clase de artículos.
Toda la historia gira en torno al mercader, algunas versiones traducen la palabra “mercader” como “vendedor” o “comerciante”. Sea como fuere, este, busca, halla, vende y compra.
La historia de Jesús comienza con un mercader que “busca buenas perlas”, lo que irremediablemente nos lleva a considerar que existen perlas no tan buenas o definitivamente malas. Las perlas son muy valoradas en la joyería desde los tiempos antiguos. En la época de Jesús ya se valoraban mucho.
Este mercader, entonces, no era un comerciante o vendedor común. Estaba abocado a buscar lo mejor y no se conformaba con cualquier clase de perla.
El mercader halla una perla preciosa
La búsqueda del mercader rinde sus frutos cuando al fin logra encontrar una perla de gran precio, pero aún no ha concluido su labor. Es interesante notar que la historia contada por Jesús nos lleva a pensar que lo valioso nunca está a la mano y siempre, como una ley en la vida, hay que esforzarse para encontrarlo.
El comerciante ni se cruzó de brazos ni se sentó a esperar que llegara la perla. Tuvo que salir a buscarla.
El mercader vende todo lo que tiene por la perla preciosa
El mercader está ante una perla cuyo valor sobrepasa su presupuesto y se ve obligado a vender todas sus posesiones con tal de adquirirla. Él puede renunciar a tenerla, pero sabe que está ante una oportunidad única y tal vez irrepetible, por eso decide comprarla aunque en esa decisión se vaya toda su riqueza.
¿Qué lo lleva a esta determinación? Lo lleva la seguridad de estar ante algo que tiene muchísimo valor y difícilmente podrá encontrar otra igual como esa y por eso renuncia a todo lo que tiene sabiendo que en la vida hay oportunidades que se presenta sólo una vez.
Al final de cuentas el mercader lo único que está haciendo es invertir. Él sabe que su inversión la recuperará con creces. Hoy se queda sin nada, pero mañana tendrá lo que necesita.
El mercader compra la perla preciosa
Finalmente el mercader haciendo un esfuerzo superior compra la perla. No estaba en condiciones de hacerlo, pero finalmente lo ha hecho y tiene en su posesión algo muy valioso que en la primera oportunidad rendirá sus frutos o traerá bendición a su existencia.
Jesús usó está historia para enseñarnos varias verdades.
El evangelio tiene un valor incalculable. El reino de los cielos es algo valiosísimo para quienes le dan cabida en su vida o para aquellos que deciden ser seguidores de Cristo. Contrario a lo que muchos pensaban en aquella época y hoy algunos piensan, esto no es una perdida.
Se tiene que dejar todo o se tiene que pagar un precio. Por supuesto que es un precio alto porque ese es su valor. Lo que se encuentra a la mano o abunda no necesariamente tiene valor. El evangelio vale y vale mucho. Hay que “pagar” con una vida incondicional al Rey de ese reino.
Demanda esfuerzo. Vivir para Dios jamás podrá ser sinónimo de cruzarse de brazos y sólo esperar. Hay un “hacer y un quehacer” que sus seguidores deben realizar.
Reflexión personal:
- ¿Cuáles son esas perlas falsas o de poco valor
por las que dejamos de hacer lo más importante?
- ¿Esperamos que el reino venga o trabajamos por
él?
- ¿Solos conscientes de que lo valioso nunca está
a mano… que cuesta esfuerzo y sacrificio?
-¿Somos capaces de dejar
lo que tenemos, venderlo y alejarnos para obtener el Reino de la Salvación?
- ¿Vale la pena entregar nuestra vida para hacer llegar el Reino de Dios a los demás?
MÚSICA:
Hasta la locura. Pablo Martínez.
https://www.youtube.com/watch?v=8Tm744_jKZw&list=RD8Tm744_jKZw&start_radio=1&t=27
SALMO 27: El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré?
1. El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme?
2. Cuando los malvados avanzan contra mí para devorar mis carnes, cuando mis enemigos y adversarios me atacan, son ellos los que tropiezan y caen.
3. Aun cuando un ejército me asedie, no temerá mi corazón; aun cuando una guerra estalle contra mí, yo mantendré la confianza.
4. Una sola cosa le pido al Señor, y es lo único que persigo: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y recrearme en su templo.
5. Porque en el día de la aflicción él me resguardará en su morada; al amparo de su tabernáculo me protegerá, y me pondrá en alto, sobre una roca.
6. Me hará prevalecer frente a los enemigos que me rodean; en su templo ofreceré sacrificios de alabanza y cantaré salmos al Señor.
7. Oye, Señor, mi voz cuando a ti clamo; compadécete de mí y respóndeme.
8. El corazón me dice: «¡Busca su rostro!» Y yo, Señor, tu rostro busco.
9. No te escondas de mí; no rechaces, en tu enojo, a este siervo tuyo, porque tú has sido mi ayuda. No me desampares ni me abandones, Dios de mi salvación.
10. Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recibirá en sus brazos.
11. Guíame, Señor, por tu camino; dirígeme por la senda de rectitud, por causa de los que me acechan.
12. No me entregues al capricho de mis adversarios, pues contra mí se levantan falsos testigos que respiran violencia.
13. Pero de una cosa estoy seguro: he de ver la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes.
14. Pon tu esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor!
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE AGOSTO 2020
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Este mes hemos vivido entre otras festividades la Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen y el Santo Peregrino Franciscano, San Roque.
Pero para la oración de hoy nos remitiremos a uno de los evangelios más duros y directos, a la Palabra de Dios clara e hiriente, que llama a la conversión, a la necesidad de no quedarse con la apariencia, con lo externo…. lo que importa es el interior, el corazón y la conciencia limpia.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos aquí.
MÚSICA:
Ten piedad Señor.
Coro Cantaré
https://www.youtube.com/watch?v=AujdBAJ3G_c
LECTURA DEL EVANGELIO
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo (23,27-32):
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y
fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros encalados! Por fuera
tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre;
lo mismo vosotros: por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos
de hipocresía y crímenes. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que
edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos,
diciendo: "Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos
sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas"! Con esto
atestiguáis en contra vuestra, que sois hijos de los que asesinaron a los
profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!»
Palabra del Señor.
MÚSICA AMBIENTAL DE ORACIÓN
https://www.youtube.com/watch?v=Rzpb4EBP4Us
REFLEXIÓN
La expresión sepulcros blanqueados es una metáfora que emplea Jesús en el Evangelio de San Mateo para comparar a los fariseos con sepulcros blanqueados, relucientes por fuera, pero llenos de podredumbre repugnante y vomitiva en su interior. Esta metáfora y sus variantes, como blanquear sepulcros, blanqueador de sepulcros, etc. se sigue empleando para tachar a alguien de hipócrita, farsante, fariseo, inconsecuente con sus ideas, alguien que predica agua y bebe vino. Sepulcro blanqueado es sinónimo de ocultamiento de la corrupción.
Jesús fustiga el pecado de hipocresía. Aparentar por fuera lo que no se es por dentro, como había condenado los árboles que sólo tienen apariencia y no dan fruto. Jesús desautoriza a las personas que cuidan su buena opinión ante los demás, pero dentro están llenos de maldad. Personas que de palabra se distancian de los actos de corrupción, pero en realidad la siguen practicando en cuanto se les presenta la ocasión.
Una de las cosas que más aborrece y condena el Señor, es la hipocresía y el disimulo. Sobre todo en aquellos que nos consideramos sus discípulos.
Porque, ¿Qué es un hipócrita sino aquél que se comporta de manera contraria a lo que piensa, fingiendo ser algo que no es?
Por eso, se dirige el Señor de manera tan dura a escribas y fariseos, que al conocer los unos como los otros La Palabra de Dios y creyendo vivir a los ojos de los demás, conforme a ella, sus hechos declaraban lo contrario.
De ahí que el Señor recomendara que todo lo que dijeran y enseñaran, escribas y fariseos, se guardara e hiciera, pero que se tuvieran en cuenta sus obras, (sus vidas) para no hacer lo que ellos hacían
Sepulcros blanqueados, que son las palabras que utilizó el Señor Jesús para definir a los escribas y a los fariseos, por si de alguna manera pudiéramos aplicárnoslas nosotros, los que trabajamos para el Señor, porque al igual que ellos, somos o nos consideramos catedráticos de la Palabra, diciendo y enseñando lo que se debe o no se debe hacer, pero que en ocasiones, en muchas, no nos aplicamos a nosotros mismos, lo que decimos y enseñamos.
Disimulando (aunque no todos) lo “que se cuece en nuestro interior”, sin ser capaces de abrir nuestro corazón ante nadie, para que nuestra” blanca imagen” no quede en entredicho. Añadiendo carga sobre carga y pesar sobre pesar.
Sería bueno, tal vez, recordar aquello de, médico cúrate a ti mismo, porque los que hemos sido llamados por el Señor, deberíamos ser los primeros en vivir sin disimulos, con transparencia, sin temor al qué dirán, viviendo y practicando todo aquello que predicamos, porque incluso a los que se les llamó sepulcros blanqueados, al reconocer su error, llegaron a ser verdaderos discípulos de Jesucristo. Tal como le aconteció a Nicodemo, hombre principal y fariseo, y a Pablo, fariseo de fariseos que persiguió con mucho celo, a la iglesia de Jesucristo, convirtiéndose de perseguidor en perseguido.
Sepulcro blanqueado, es sinónimo de apariencia de vida donde no la hay, de querer adornar y disimular todo lo que deberíamos haber desechado y no lo hemos hecho. Y que no se ha desechado (los que lo tengan) por no querer perder el “status” del que se disfruta, por miedo al qué dirán o qué pensarán de nosotros, cuando verdaderamente lo que nos tendría que preocupar es lo que piense y diga de nosotros el Señor Jesucristo.
Porque lo que dejó dicho el Señor Jesucristo, sobre que fueran a él todos los cargados y trabajados para darles descanso, no era sólo para “las ovejas” o para los perdidos, sino que era para todos los que lo necesitaran… ya fueran apóstoles, profetas, evangelistas, pastores o maestros.
En caso contrario, si se está cargado, la carga
se hará cada vez más pesada, sobre todo para “los ministros” al tener que
presumir o aparentar lo que no se tiene.
Reflexión personal:
- ¿Somos conscientes de que hemos sido y somos
sepulcros blanqueados en muchos momentos de nuestra vida?
- ¿Vivimos de la apariencia y siempre pendientes
del qué dirán de nosotros?
- ¿Vivimos lo que proclamamos? ¿Podemos ser
ejemplo de cristianos?
- ¿Aparentamos, mentimos y
disfrutamos haciendo juicios de los demás?
- ¿Nos acercamos a Jesús como Pastor que
es capaz de aliviarnos de nuestras cargas, de nuestros miedos, de nuestro
egoísmo e hipocresía?
MÚSICA:
Hazme un instrumento de
tu paz.
https://www.youtube.com/watch?v=NjixkdqVUKo
Oración de Sanación
Dios mío, ven y toca mi corazón e inflámalo con la fuerza de tu amor.
Quiero aprender a decir NO a esas situaciones complicadas que me llenan de angustia y turban mi alma dejando que el miedo entre a mi vida.
Solo Tú puedes guiar a mi corazón capacitándome con grandes talentos para seguir adelante y reflejar el rostro de tu compasión habitando dentro de mí.
Invoco tu Santo Espíritu para que me ayude a pensar lo que digo, hacer lo que me propongo, obrar según tu voluntad. Gracias por tu amor. Amén
Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos. (Salmos, 84:5)
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE SEPTIEMBRE 2020
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Este mes hemos recibido en la Parroquia a nuestra patrona, nuestra Madre de la Estrella y hemos vivido entre otras festividades como la Natividad de la Santísima Virgen, la Exaltación de la Cruz y los Dolores.
Pero en la oración de hoy nos remitiremos a uno de los evangelios que nos hablan de la Fe y reflexionaremos si tenemos conciencia de ella… ¿Tenemos Fe?
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos aquí.
MÚSICA:
Tan cerca de mí -
(Yuli & Josh) Cover
https://www.youtube.com/watch?v=MCzC7pvc8-U
LECTURA DEL EVANGELIO
Lectura del Santo Evangelio
según San Lucas (17,5-6):
Dijeron los apóstoles al Señor: "Auméntanos la fe" El Señor dijo:
Si tuvierais una fe como un grano de mostaza, habríais dicho a este sicómoro:
Arráncate y plántate en el mar, y os habría obedecido.
Palabra de Dios.
MÚSICA AMBIENTAL DE ORACIÓN
REFLEXIÓN
¿Crees que no tienes fe?
"Te invito a hacer un análisis de tu entorno y de ti mismo sobre lo que sientes por ti y por los que te rodean en tu cotidianidad, ya sea a distancia o por cercanía. Tal vez estés sentado y te vienen a la mente tus padres, hijos, hermanos, sobrinos, primos, tíos, amigos, gente que ya no está en este mundo terrenal, sin embargo, siguen y seguirán trascendiendo por el legado que lograron sembrar en ti y en los demás, tus mascotas, las plantas y flores que cuidas…Mientras tu mente hace este recorrido, en un instante, experimentas los sentimientos que evocan a cada persona. Sin duda, habrá una mezcla de ellos y el común denominador que une los buenos pensamientos de todos los seres vivos que nos rodean y nos hacen sentir bien es el AMOR.
El hecho que todos los días hagas tu rutina y te enfrentes al mundo tiene un sentido y es el AMOR ya sea por ti mismo o por los demás, por buscar siempre que a quien más amas y te importen estén bien y cada día en la medida de lo posible mejor en todo aspecto.
Tú tienes fe
Yo te afirmo que Jesús está vivo en todo momento y en cada instante de la vida de cada uno de los seres vivos. Dios es la verdad absoluta y perfecta que para nuestra salvación nos entregó a su Hijo Redentor, Jesucristo que fue crucificado, muerto y sepultado y RESUCITÓ para nuestra gloria eterna, Prueba fehaciente que Él venció a este mundo. Hay que entender el término “resucitar” más allá de la simple reanimación física de un cadáver pues Jesús resucitó y sigue vivo y seguirá por toda la eternidad y está entre nosotros. Simplemente es cuestión de observarlo con los ojos de la fe. ¿Qué es la Fe? La fe es tener la certeza de tener algo que aún no se puede tener o ver.
Eso es la fe y vivirla significa practicar la esperanza y caridad en el día a día con nosotros mismos y con todos los que nos rodean. ¿Crees que no tienes Fe? Te voy a demostrar que en algún momento la has practicado y en algo muy sencillo que lo puedes extrapolar como gustes. El hecho que estés leyendo este artículo, me demuestra tu fe pues sabes leer. Alguien te enseñó o quizás eres un superdotado que lo hiciste por ti mismo pero sin duda empezaste con algo que no tenías (no sabías leer) y terminaste leyendo. Así con todo lo que emprendes, persigues y luchas. La fe no es cuestión “mágica” pues para que lo sepas los creyentes católicos en lo que menos creemos es en las cosas “mágicas,” eso va en contra de la naturaleza de Cristo.
Jesús está vivo en el amor que le tienes a tu familia, amigos, animales y ese amor te perfecciona y te hace asemejarte a ÉL. Basta de creer que el creyente católico viene a este mundo a sufrir pues eso es una interpretación errónea de las enseñanzas de Cristo. Creas en lo que creas, nadie está exento de sufrimiento y adversidades, sin embargo, sí está en tu libertad decidir qué hacer con ese sufrimiento. Jesús está vivo en la transformación positiva de las personas que logran convertir lo “malo” en oportunidades de ser mejores personas que los acercan más a Jesús mismo, en ser dignos de Él. Sin embargo, con tu libre albedrío, también tienes la opción de elegir un camino que te aleja de Él, sin duda, será el que no implique esfuerzo interno y a la larga te creará más problemas y adversidades que, finalmente, te vuelven a colocar en la disyuntiva de elegir a Jesús (AMOR) o no.
El amor lo es todo, es el motor que nos impulsa a ser mejores
Jesús está vivo en cada concepción, nacimiento, matrimonio, empresas, incluso en la ciencia. Me ha tocado escuchar que mucha gente cuando se les pregunta la religión que profesan (cuestiones estadísticas) muy a la defensiva responden “Yo creo en la Ciencia”. En principio, la actitud defensiva sale sobrando, cada quien es libre de decir y creer lo que mejor le viene, sólo que Dios es TODO. La ciencia puede ser descubierta y entendida por el hombre gracias a una inteligencia absoluta y perfecta que la creó. Ese principio creador absoluto, eterno, perfecto y verdadero es Dios y Jesús al ser Dios (Santísima Trinidad) está vivo en todo descubrimiento científico y tecnológico.
El sentido de la vida
¿Qué sentido tendría la vida misma sin el amor? No tendría sentido, se cae en una desesperanza, fatiga y desasosiego. El amor lo es todo, es el motor que nos impulsa a ser mejores y esforzarnos y ahí está Jesús pues Él es el amor más perfecto que existe.
Jesús está en la magnificencia de la naturaleza misma en todas las especies de plantas y animales que ni siquiera hemos podido llegar a conocer en su totalidad. Está en el sueño reparador que te da un corazón y ánimos nuevos de seguir adelante pese a las dificultades, está en tu hijo o sobrino que ves crecer y adquirir una personalidad única e irrepetible en todo el universo.
Está en el sentido del humor, en la caridad, en la buena voluntad, en la inteligencia y dominio de las enseñanzas de los profesionales. Jesús está vivo en todo instante y en todo momento para que tú y yo podamos tener vida eterna después de ésta y que todo esto que estamos viviendo, hemos vivido, tu esfuerzo, sacrificios, dolores, errores y logros, tengan SENTIDO.
Deja a un lado esa soberbia que te impide verlo y sentirlo, déjalo ser Jesús y que lo veas y te acerques a ese camino que Dios tiene para cada uno de nosotros que es estar con Él, nuestro creador. Al final del día siempre es más fácil saber y reconocer que en las buenas y en las malas siempre está ahí, contigo, cuidando y protegiendo de ti aun cuando lo niegas y rechazas.
El Premio Nobel de Física de 1932, Weiner
Heisenberg, dejó esta frase para reflexionar “El primer sorbo de la copa de la
ciencia te vuelve ateo, pero en el fondo del vaso Dios te está esperando”.
Reflexión personal:
- ¿Crees que tienes Fe?
- ¿Sabes cuál es el sentido de tu vida?
- ¿Vivimos desde la perspectiva de la Esperanza?
- ¿Somos sensibles a las
manifestaciones de Dios?
MÚSICA:
Tú estás aquí -
Jesús Adrián Romero feat. Marcela Gándara
https://www.youtube.com/watch?v=-ALOwx-RHm4
Señor, te pido valor y lucidez para afrontar
todas mis dificultades, no dejes que mi ánimo decaiga. Tú eres mi fortaleza y
mi roca fuerte, mi escudo protector ante la adversidad. Que nunca quedemos
confundidos los que en Ti ponemos nuestra fe y nuestra esperanza.
Mi corazón quiere sentir en todo momento que se llena de tu confianza y con todas sus fuerzas quiere salir dispuesto a servir y a comprometerse con el logro de todos mis sueños.
Ayúdame a dar lo mejor de mí, a entregarme plenamente a la bondad y pureza de tu amor, a centrarme en tu Palabra que abriga, que sostiene, que impulsa y alienta a superar todo obstáculo y dificultad que se presente.
Ayúdame a explorar la profundidad de mi ser, a escudriñarme bien a fondo y encontrar todos esos talentos que has sembrado en mí, para conseguir el éxito y la felicidad en todas y cada una de las tareas que me toca realizar.
En tu Nombre, y con tu ayuda, sé que puedo
vencer, porque nadie que ha confiado en Ti, en tu compasión y en tu misericordia,
ha salido defraudado.
Amén
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE OCTUBRE 2020
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Acabamos este mes y hemos compartido la alegría de la Festividad de San Francisco y Mariana, la profundidad mística de Santa Teresa y la Fiesta de María en su advocación del Rosario, el rezo cristiano por antonomasia.
Y todos ellos, todos estos ejemplos de vida tienen un denominador común, la confianza en Dios a través de la Oración. Y este será el tema que nos una en el encuentro de esta noche.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos aquí.
MÚSICA:
Kary Maldonado - Te
Busqué
https://www.youtube.com/watch?v=Xk-ATOYKZnM
LECTURA DEL EVANGELIO
Lectura del Santo Evangelio
según San Lucas 6, 12-19
En aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a
Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a
doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y
Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago
el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote; Judas el de Santiago y Judas Iscariote,
que fue el traidor.
Después de bajar con ellos, se paró en una llanura con un grupo grande de
discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de
Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara
de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados,
y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los
curaba a todos.
Palabra de Dios.
MÚSICA AMBIENTAL DE ORACIÓN
REFLEXIÓN
Traemos hoy para nuestra reflexión este extracto de una homilía del Papa Francisco que nos habla de la Oración:
Hay un dicho entre nosotros que dice así: Dime cómo rezas y te diré cómo vives, dime cómo vives y te diré cómo rezas, porque mostrándome cómo rezas, aprenderé a descubrir el Dios que vives y, mostrándome cómo vives, aprenderé a creer en el Dios al que rezas; porque nuestra vida habla de la oración y la oración habla de nuestra vida. A rezar se aprende, como aprendemos a caminar, a hablar, a escuchar. La escuela de la oración es la escuela de la vida y en la escuela de la vida es donde vamos haciendo la escuela de la oración.
Y Pablo a su discípulo predilecto Timoteo, cuando le enseñaba o le exhortaba a vivir la fe, le decía acuérdate de tu madre y de tu abuela. Y a los seminaristas cuando entran al seminario muchas veces me preguntaban Padre pero yo quisiera tener una oración más profunda, más mental. Mira sigue rezando como te enseñaron en tu casa y después poco a poco tu oración irá creciendo como tu vida fue creciendo. A rezar se aprende como en la vida.
Jesús quiso introducir a los suyos en el misterio de la Vida, en el misterio de su vida. Les mostró comiendo, durmiendo, curando, predicando, rezando, qué significa ser Hijo de Dios.
Los invitó a compartir su vida, su intimidad y estando con Él, los hizo tocar en su carne la vida del Padre. Los hace experimentar en su mirada, en su andar la fuerza, la novedad de decir: Padre nuestro.
En Jesús, esta expresión no tiene el gustillo de la rutina o de la repetición, al contrario, tiene sabor a vida, a experiencia, a autenticidad. Él supo vivir rezando y rezar viviendo, diciendo: Padre nuestro.
Y nos ha invitado a nosotros a lo mismo. Nuestra primera llamada es a hacer experiencia de ese amor misericordioso del Padre en nuestra vida, en nuestra historia. Su primera llamada es introducirnos en esa nueva dinámica de amor, de filiación. Nuestra primera llamada es aprender a decir «Padre nuestro», como Pablo insiste, Abba.
[...] Somos invitados a participar de su vida, somos invitados a introducirnos en su corazón, un corazón que reza y vive diciendo: Padre nuestro. ¿Y qué es la misión sino decir con nuestra vida, desde el principio hasta el final, que es la misión sino decir con nuestra vida: Padre nuestro?
A este Padre nuestro es a quien rezamos con insistencia todos los días: y que le decimos en una de esas cosas no nos dejes caer en la tentación. El mismo Jesús lo hizo. Él rezó para que sus discípulos -de ayer y de hoy- no cayéramos en la tentación.
¿Cuál puede ser una de las tentaciones que nos
pueden asediar?
¿Cuál puede ser una de las tentaciones que brota
no sólo de contemplar la realidad sino de caminarla?
¿Qué tentación nos puede venir de ambientes muchas veces dominados por la violencia, la corrupción, el tráfico de drogas, el desprecio por la dignidad de la persona, la indiferencia ante el sufrimiento y la precariedad?
Creo que la podríamos resumir con una sola palabra: resignación. Y frente a esta realidad nos puede ganar una de las armas preferidas del demonio, la resignación. ¿Y qué se le va a hacer?, la vida es así.
Una resignación que nos paraliza y nos impide no
sólo caminar, sino también hacer camino;
Una resignación que no sólo nos atemoriza, sino
que nos atrinchera en nuestras [...] aparentes seguridades;
Una resignación que no sólo nos impide anunciar,
sino que nos impide alabar. Nos quita la alegría, el gozo de la alabanza.
Una resignación que no sólo nos impide proyectar,
sino que nos frena para arriesgar y transformar.
Por eso, Padre nuestro, no nos dejes caer en la tentación.
Papá. Padre, papá, abba. Esa es la oración, esa es la expresión a la que Jesús nos invitó.
Padre, papá, abba, no nos dejes caer en la tentación de la resignación, no nos dejes caer en la tentación de la asedia, no nos dejes caer en la tentación de la pérdida de la memoria, no nos dejes caer en la tentación de olvidarnos de nuestros mayores que nos enseñaron con su vida a decir: Padre Nuestro.
Reflexión personal:
- ¿Cómo vives? ¿Crees que esa forma de vida
influye en tu oración?
- ¿Entiendes la trascendencia de decir
Padrenuestro?
- ¿Cuáles son nuestras tentaciones diarias,
nuestras resignaciones, nuestros temores a enfrentar?
- ¿Nos resignamos con lo que nos viene o luchamos
por superar las adversidades?
MÚSICA:
Yo creo en Ti. Pablo Martínez / Ana Bolivar.
https://www.youtube.com/watch?v=2tV2drG1GPE
ORACIÓN DE SAN FRANCISCO
Oh Señor, hazme instrumento de tú paz.
Donde hay odio, que yo lleve el Amor.
Donde hay ofensa, que yo lleve el Perdón.
Donde hay discordia, que yo lleve la Unión.
Donde hay duda, que yo lleve la Fé.
Donde hay error, que yo lleve la Verdad.
Donde hay desesperación, que yo lleve la
Esperanza.
Donde hay tristeza, que yo lleve la Alegría.
Donde están las tinieblas, que yo lleve la Luz.
Oh Maestro, haced que yo no busque tanto:
Ser consolado, sino consolar.
Ser comprendido, sino comprender.
Ser amado, sino amar.
Porque:
Es dando, que se recibe.
Perdonando, que se es perdonado
Muriendo, que se resucita a la Vida Eterna.
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE NOVIEMBRE 2020
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Acabamos este mes y hemos compartido la alegría de la Solemnidad de Todos los Santos, en contraste, la tristeza o añoranza de nuestros seres queridos en la Conmemoración de los Fieles Difuntos y hace tan solo unos días, celebramos la Solemnidad de Cristo Rey del Universo, que cierra el año litúrgico.
Hoy traemos un tema difícil, del que nos gusta hablar poco, pero que quizá por ello implique no darle la naturalidad que posee. Reflexionaremos sobre el Dolor; la visión de algunos autores y de la Biblia respecto a este aspecto de la vida misma.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos aquí.
MÚSICA:
Sin Dolor - Lilly
Goodman
https://www.youtube.com/watch?v=SoXyBHc1dqk
LECTURA DEL EVANGELIO
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas (21,12-19):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las
cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi
nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.
Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra
defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente
ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».
Palabra del Señor
MÚSICA AMBIENTAL DE ORACIÓN
REFLEXIÓN
Tras la lectura de este Evangelio que nos trae la Esperanza de la Eternidad, vamos a sumerginos en el tema de hoy, el Dolor.
La pérdida de alguien que queremos. El divorcio. Un fracaso profesional. Una enfermedad incurable. Decisiones que traen consecuencias tristes. La muerte de un pariente cercano. El miedo. La tristeza. Los años que pasan. La soledad. La culpa.
Estas – entre otras – son algunas de las causas por las cuales el dolor viene a instalarse en el entramado de la vida. A veces, no avisa. Otras, lo presentimos. Pero nunca estamos preparados para manejarlo con alguna ventaja. Siempre nos sobrepasa por alguna parte. Tiñe de gris los días y las noches. Las noches, sobre todo…
Siempre ha sido parte de nosotros. Por eso, no termina de sorprendernos por qué siempre la gente le teme tanto.
“Desde el minuto atroz en que nacemos, cuando del tibio seno materno somos lanzados literalmente al frío, al calor, al dolor, a la supervivencia, la realidad se muestra renuente a darnos alegría como un estado permanente. No es raro, por lo mismo, que tengamos la idea de que todas las cosas agradables, dulces, felices, son pasajeras. Aprender a vivir en paz con el sufrimiento, es el primer indicio de que estamos alcanzado la madurez.”
Hay que admitir que es una pieza de literatura bastante pobre, sobre todo la última frase; parece charla de campamento, pero tiene una pizca de verdad: la alegría no dura siempre y eso sí es algo difícil de aceptar, especialmente en una cultura que rinde culto al bienestar y el placer. Si no estás feliz, eres un perdedor. Libros de auto ayuda, psicoterapias, medicamentos, lecturas devocionales, ejercicios espirituales y otros recursos son invocados fervientemente para disolver la dura materia del dolor
¿Alguien puede entender que a veces no queremos y no necesitamos consuelo? ¿Qué queremos asistir a la cátedra del dolor y permitirnos aprender algo que la alegría no enseña? Eso sí. Convengamos que si el dolor no enseña nada, no sirve para nada
Amado Nervo, el ilustre poeta mexicano, terminó de escribir estos versos y les puso por título: «El vaso»:
Pobre amigo, ya pronto se vaciará tu vaso.
No pienses que fue un vaso más grande que los
otros.
Hay en el mundo tanto dolor, que toca mucho
a cada alma; la tuya recibió su porción
bien servida…; mas, ¡ay!, cuántas almas mejores
padecieron la dura preferencia de Cristo,
que sólo a los más grandes concede el privilegio
de los grandes dolores.
Tal vez el poeta al afirmar que el dolor es un privilegio, estuviera pensando en las palabras de Santiago en su epístola universal, de que debemos considerarnos dichosos cuando tengamos que enfrentarnos a diversas pruebas; o en la declaración de San Pablo de que «los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento». Y tal vez, al referirse al dolor que se padece alrededor del mundo, estuviera recordando las palabras de aliento de San Pedro, de que nuestros hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos, y que estos sufrimientos sólo durarán un poco de tiempo.
Así como se vaciaría pronto el vaso del dolor de aquel «pobre amigo» de Amado Nervo, también habría de vaciarse pronto el vaso del poeta mismo; sólo tres años y medio después de dirigirle esos versos. Y lo cierto es que muy pronto, más pronto de lo que muchos nos imaginamos, ha de vaciarse igualmente el vaso de cada uno de nosotros.
Gracias a Dios, San Pablo afirma que en nada se comparan nuestros sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros. Pero es San Juan quien nos describe esa gloria. Dice así: «Vi… la ciudad santa, la nueva Jerusalén, Oí una potente voz que… decía: “¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! … Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor…”». El mismo Dios que nos concede el privilegio del sufrimiento pasajero nos ofrece también la dicha de la gloria eterna sin dolor alguno. Pero sólo enjugará las lágrimas de los que nos identifiquemos con Él tanto en la agonía como en el éxtasis.
Millones de personas han padecido sufrimientos indecibles, que muchos de nosotros no experimentaremos jamás. Tendremos los nuestros, sin duda, porque, tras el pecado original, nos acompañan las injusticias, el dolor y la muerte. Esta realidad pone a prueba la fe de muchos. Si existe un Dios bueno y omnipotente, ¿por qué permite el mal y el sufrimiento, especialmente el de los inocentes?
La Iglesia enseña que no hay una respuesta fácil al problema del dolor y del mal, sino que “el conjunto de la fe cristiana constituye la respuesta”. “No hay un rasgo del mensaje cristiano que no sea en parte una respuesta a la cuestión del mal”. Contemplemos, pues, las verdades de la fe para advertir cómo cada una ilumina el misterio del dolor.
Advertiremos esta disyuntiva radical: o ateísmo o fe. O no existe un Dios, porque un Ser bueno no toleraría el mal, si pudiera impedirlo; o ese Dios existe, pero, por ser infinitamente bueno nos deja la libertad con la que nosotros introducimos el mal en el mundo. Solo Él, por ser todopoderoso, puede ordenar todos los acontecimientos hacia el bien de sus hijos: incluso nuestras culpas.
Si optamos por la fe, las dificultades no disminuyen, porque las enseñanzas del Evangelio chocan frontalmente con el espíritu del mundo, volcado a los ídolos del tiempo presente, sobre todo a los placeres. La persona mundana huye del dolor como del máximo mal. El cristiano, en cambio, sabe que solo hay un verdadero mal en el mundo: el pecado, estar lejos de Dios, y entonces abraza el dolor porque es como la otra cara del amor.
Sócrates dice que más vale padecer la injusticia que cometerla. En cristiano: es preferible morir antes que consentir en un solo pecado, que ofende a Dios y daña al prójimo y al alma. Y aun así pecamos. El mismo dolor de haber pecado nos lleva a echarnos en los brazos de la Misericordia de Dios; por ejemplo, cuando nos confesamos, y también cuando ofrecemos el sufrimiento como penitencia, unido a la Santa Cruz.
Cristo murió en la Cruz para redimirnos. Quien quiera ser su discípulo debe tomar la Cruz cada día. Ofrecemos a Dios el sufrimiento, no como un fin o un bien en sí, sino como un camino de purificación, la «senda estrecha» para ir al Cielo.
Sin el sufrimiento no es posible ser felices en
este mundo, porque no se puede ser feliz sin amar, y nadie puede amar sin
sufrir por aquellos a quienes ama y sin servirlos sacrificadamente. Sufre quien
procura aliviar activamente el dolor de los demás, como el buen samaritano.
Jesús ha ido por delante: ofreció en la Cruz su dolor para aliviar el nuestro;
se compadeció de las multitudes; corrigió los errores de los fariseos y de los
discípulos; padeció hambre, sed, sueño, cansancio, ultrajes, traición, y todo
por liberarnos de la esclavitud del pecado y alcanzarnos la vida eterna.
Reflexión personal:
- ¿Es posible amar y ser amado, luchar por la justicia, socorrer al que sufre, practicar la misericordia y la caridad, vivir honestamente, rechazar las tentaciones, sin aceptar el sufrimiento?
- ¿Busco yo unirme a la Cruz del Señor, en el
servicio que alivia el sufrimiento, en el propio dolor ofrecido, en el trabajo,
en la penitencia, en la Santa Misa que hace presente el Sacrificio del
Calvario?
MÚSICA:
Majo y Dan - Llévame a la Cruz / Nadie Igual
https://www.youtube.com/watch?v=MK2cxt9_i30
ORACIÓN ANUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES
Te presento todas mi necesidades, angustias, tristezas, miserias y sufrimientos.
Oh Madre de los dolores y reina de los mártires,
que tanto sufriste al ver a tu Hijo flagelado, escarnecido y muerto para
salvarme, acoge mis plegarias.
Madre amable, concédeme una verdadera contrición de mis pecados y un sincero cambio de vida.
Nuestra Señora de los Dolores, que estuviste
presente en el calvario de Nuestro Señor Jesucristo, permanece también presente
en mis calvarios.
Por piedad, oh abogada de los pecadores, no dejes de amparar mi alma en aflicción y en el combate espiritual que estoy atravesando en todo momento.
Nuestra Señora de los Dolores, cuando los dolores y los sufrimientos lleguen, no me dejes que me desanime.
Madre de los dolores, envuélveme en tu sagrado manto y ayúdame a pasar por el valle de lágrimas.
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, ¡Dios te salve! A ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea pues, señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María.
Permanece con nosotros y danos tu auxilio, para que podamos convertir las luchas en victorias, y los dolores en alegrías.
Ruega por nosotros, oh Madre, porque no eres sólo la Madre de los dolores, sino también la Señora de todas las gracias.
Nuestra Señora de los Dolores, fortaléceme en los
sufrimientos de la vida. Amén.
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE DICIEMBRE DE 2020
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Acabamos este mes y hemos compartido el Tiempo de Adviento, la alegría de la Solemnidad de nuestra Madre, la Inmaculada Concepción, y desde hace tan solo unos días, celebramos la Navidad; el mejor regalo de Dios al mundo.
Ese será el tema en el que nos centremos hoy, meditaremos sobre el Milagro de la Navidad; a través de la carta de D. Enrique Benavent Vidal. Obispo de Tortosa.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos
aquí.
MÚSICA:
Verónica Sanfilippo - Ha
Traído la Esperanza
https://www.youtube.com/watch?v=EYaH2r_AcVE
LECTURA DEL EVANGELIO
Lectura del Santo Evangelio según San Juan (1,1-18):
En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio junto a Dios. Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo. En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció. Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron. Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo:
«Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo». Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.
Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos ha
llegado por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.
Palabra del Señor
MÚSICA AMBIENTAL DE ORACIÓN
REFLEXIÓN
El Adviento ha llegado a su fin. El pasado viernes celebramos la fiesta de Navidad, día de nuestra salvación. En el corazón del ser humano hay un deseo de paz que él mismo no puede realizar: necesitamos ser redimidos. Sabemos que no podemos salvarnos a nosotros mismos e instintivamente no queremos abandonarnos a la desesperación, a la resignación o al escepticismo. La humanidad necesita que alguien la salve desde fuera. Durante el Adviento hemos hecho nuestro el grito del Pueblo de Dios, que es también el grito de toda la humanidad, pidiendo a Dios que actúe: «Ojalá rasgases el cielo y descendieses» (Is 63, 19).
Celebrar la Navidad es confesar que este deseo hecho plegaria no ha caído en el vacío, que ha sido escuchado: Dios nos ha dado una paz que el mundo no puede dar; en la oscuridad ha brillado una luz de esperanza; a una humanidad que, si permanece encerrada en sí misma, no tiene otro camino que el absurdo o la desesperación, se le ha abierto una ventana que le permite contemplar la realidad con una mirada nueva. Navidad es un milagro. Esa noche, de un modo inesperado, en el silencio, en una gran pobreza y soledad, aconteció lo que toda la humanidad estaba esperando. Tal vez no sucedió como muchos piensan que deben ser los momentos importantes, pero el actuar de Dios no se somete a los esquemas humanos.
Dios ha venido a salvar al hombre por unos caminos insospechados: ha querido experimentar Él mismo la fragilidad de una humanidad que necesita ser salvada. Ha querido caminar con nosotros por los caminos oscuros de nuestras pobrezas y miserias; ha querido sentir en su propia carne la sed de salvación. Comenzó su camino buscando un lugar en Belén para nacer, vivió en pobreza, sufrió una condena injusta y murió ajusticiado en una cruz. De este modo ha hecho suyos todos nuestros anhelos y nos ha concedido que su vida se convierta en nuestra salvación. La fe nos permite superar el círculo viciado en el que nos perdemos cuando únicamente confiamos en las propias fuerzas.
Puede celebrar la Navidad quien tiene la humildad de renunciar a vivir únicamente desde sí mismo y para sí mismo; quien se arriesga a vivir desde la Gracia de Dios; quien sabe que no le salvará lo que tiene, ni lo que hace, ni lo que sabe, ni lo que puede, ni lo que consigue con sus propios medios, ni lo que ha conseguido a lo largo de su vida… Solo la humildad de Dios tiene poder de salvación. Quien cree en el milagro de la Navidad puede vivir de gracia. Navidad es la fiesta de los pobres y los humildes, porque Dios se ha hecho uno de ellos.
En esa humildad se revela la verdadera dignidad
humana: la grandeza del ser humano no está en su orgullo, ni en sus
pretensiones de superioridad, ni en su afán de grandeza, sino en aceptar la
propia pequeñez y abrirse al amor salvador de Dios. Por ello la Navidad no es
la fiesta del boato ni del consumo, sino la celebración del amor de Dios que,
al revelarnos su bondad, funda un nuevo humanismo y nos enseña a construir el
mundo desde unos nuevos valores.
Reflexión personal:
-¿Somo conscientes del que los caminos del Señor son inescrutables?
-¿Renunciamos a vivir únicamente desde nosotros mismos y para nosotros mismos para vivir la Navidad?
-¿Vivenciamos el Misterio de Belén desde la interioridad y la admiración del “Milagro de la Navidad?
-¿Celebramos una Navidad que hace presente la
Humildad de un Dios que se hace Hombre?
MÚSICA:
Il Divo - Hallelujah (Alelujah)
https://www.youtube.com/watch?v=VzB8xC_CwH8
ORACIÓN FINAL:
Danos alegría, paz, salud, pan… durante toda nuestra vida. Danos fuerza y ternura para ser hombres y mujeres justos donde haya buenos días y muchas noches-buenas, como la que hemos celebrado con nuestras familias el 24 de diciembre.
Queremos decirte una vez más, Señor, que creemos en ti desde nuestro corazón de niños, creemos en ti desde nuestra fe de adultos.
Actúa en medio de nosotros, hombres y mujeres en la Historia, para hacerla tu Reino; para que vivamos reconciliados en la bondad, el amor, la sensibilidad, la justicia… Signos reales de que nuestro corazón será el pesebre donde Tú naces una vez más.
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE ENERO DE 2021
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Empezamos un nuevo año y hoy cumplimos ya tres desde que el grupo de oración se puso en marcha en enero de 2018.
Este mes, hemos cerrado el tiempo de Navidad y ya el Tiempo Ordinario nos sumerge en esa normalidad también necesaria, en ese rutina diaria en el que asimilar lo vivido en los momentos festivos y fuertes de los cristianos.
Hoy, reflexionaremos sobre la importancia del tiempo, efímero y valioso a la vez.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos
aquí.
MÚSICA:
Abel Pintos - De
Solo Vivir
https://www.youtube.com/watch?v=MvqeRZq86zo
LECTURA DEL EVANGELIO
¿Qué dice la biblia acerca del manejo del tiempo?"
El manejo del tiempo es importante debido a la brevedad de nuestras vidas. Nuestra trayectoria en esta tierra es significativamente más corta que lo que nos inclinamos a pensar. Como David tan acertadamente señala, "Hazme saber, Señor, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo cuán frágil soy. He aquí, diste a mis días término corto, y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive" (Salmo 39:4-5).
El apóstol Santiago hace eco de esto: "Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece" (Santiago 4:14). En efecto, nuestro tiempo en la tierra es fugaz; de hecho, es infinitamente pequeña en comparación con la eternidad. Para vivir como Dios quiere que vivamos, es esencial que aprovechemos al máximo nuestro tiempo.
Moisés ora, "Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría" (Salmo 90:12). Una buena manera de adquirir sabiduría, es aprender a vivir cada día con una perspectiva eterna. Nuestro Creador ha puesto la eternidad en nuestros corazones (Eclesiastés 3:11). Sabiendo que tendremos que dar cuenta a Aquel que nos da el tiempo, debemos motivarnos para usarlo bien. C. S. Lewis entendió esto: "Si leemos la historia, veremos que los cristianos que más hicieron por el mundo presente, fueron precisamente los que más se ocuparon del venidero".
En su carta a los Efesios, Pablo advirtió a los santos, "Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos" (Efesios 5:15-16). Vivir sabiamente implica usar cuidadosamente nuestro tiempo. Sabiendo que la mies es mucha, que los obreros son pocos (Lucas 10:2) y que el tiempo se reduce rápidamente, sería de mucha ayuda hacer un mejor uso de nuestro tiempo para dar testimonio, tanto con nuestras palabras y nuestro ejemplo. Debemos pasar tiempo amando a los demás de hecho y en verdad (1 Juan 3:17-18).
MÚSICA AMBIENTAL DE ORACIÓN
REFLEXIÓN
“Cuenta una historia que el sabio Confucio animó a uno de sus discípulos a caminar por el bosque.
Mientras el maestro paseaba distraídamente, silbando y observando los árboles y los pájaros con los que iba cruzándose por el camino, su acompañante parecía nervioso e inquieto. No tenía ni idea de adónde se dirigían.
Harto de esperar, finalmente el discípulo rompió su silencio y le preguntó: “¿A dónde vamos?”. Y Confucio, con una amable sonrisa en su rostro, le contestó: “Ya estamos”.
Hemos terminado esa época del año donde la palabra “vacaciones” está en su máximo apogeo. ¡Sí, ha sido el momento de hacer un parón en la rutina diaria y cambiar de aires!.
Parece algo obvio asociar vacaciones a disfrute pero no siempre es así.
¿Cuántas veces estando en la toalla, tomando el sol o haciendo senderismo por alguna ruta, te has pillado pensando en aquellas cuestiones no resueltas que te has dejado pendientes? O acaso, ¿te ha pasado estar dándole vueltas a todo lo que tienes qué hacer, cuando regreses a tu trabajo, mientras te tomabas algo viendo una magnifica puesta de sol?
¿Y qué pasa con ese preciso instante de tomar el sol, hacer senderismo o ver una puesta de sol? ¿Qué sentía tu piel con ese calorcito al estar en la toalla? ¿Qué olores y sonidos había en el bosque? ¿Qué colores destacaban mientras el sol se escondía en el horizonte?.
Parece complicado dar respuesta a estas sencillas preguntas, si estás dale que te pego a la cabeza. Esto te impide apreciar todos estos detalles que hacen de cada una de estas situaciones, momentos especiales y por supuesto, de poder disfrutar de ellos.
Para vivir realmente la vida y no solo pasar por ella y para poder disfrutarla, se hace necesario vivir en el aquí y en el ahora, cuestión que, en numerosas ocasiones, se olvida. Prevalece la mirada bien hacia el pasado, rememorando viejos tiempos o hacia el futuro, planificándolo. ¿Y el presente?
Si no le das ese espacio y ese hueco, con tu atención consciente, a lo que tienes delante de ti, a lo que está pasando en ese instante preciso en el que está ocurriendo, es como si no hubiera ocurrido, como si no hubiera existido. De alguna manera, es como si la vida pasara por delante de tus narices, sin que te des cuenta de ello, sin que te subas a ese tren. Eso sí, el tiempo no espera y va pasando.
Leído así, en frío, parece algo tremendista, aunque estoy seguro que, al igual que a mí, no te pilla de sorpresa y te resulta familiar el hecho de no acordarte de muchos detalles de episodios de tu vida, precisamente por eso, por estar con la cabeza en otro lugar.
Por ello, tomemos conciencia de cada momento, de cada instante, de cada oportunidad de disfrute: en la rutina del día a día o en los felices días de vacaciones. Por que “La felicidad no está en otro lugar sino en este lugar, no en otra hora, sino en esta hora”.
Reflexión personal:
-¿Hemos convertido nuestra vida en una rutina aburrida? ¿Vivimos realmente la vida o solo pasamos por ella?
-¿Damos importancia a cada instante, cada momento, cada día?
-¿Vivenciamos el momento presente o lo enturbiamos con recuerdos o sueños de futuro?
-¿Somos conscientes de que para disfrutar la vida, se hace necesario vivir en el aquí y en el ahora? ¿Confiamos a Dios nuestras tareas y momentos?
- ¿Ponemos nuestro tiempo a disposición de los
planes de Dios?
MÚSICA:
Jarabe de Palo - Eso que tú me das
https://www.youtube.com/watch?v=hE6CsyWv8Zs
ORACIÓN FINAL:
Si amas, ama con todo el corazón, con todas las fuerzas, con toda intensidad.
No cabe ninguna exageración
Si escuchas, si vives el silencio, vívelo intensamente, con todas las fuerzas, con toda la atención. Dios es el Dios de toda la totalidad.
Todo lo que vivas hoy, este día, este instante, vívelo intensamente, enteramente.
Por eso dice Él: “Proclamad y anunciad a todos los pueblos”... a todas las culturas, a todo el cosmos.
Y todo te puede colmar por más que sea pequeño. Lo más pequeño te colmará si lo vives así, a fondo, del todo.
El que Dios sea el Dios de la totalidad, no quiere decir que no sea también el Dios de este instante. Vive este instante con atención, que no te encuentre distraído. Si algo no te has de permitir es vivir distraído.
Así lo más diminuto será para ti como una inmensa llanura.
Cada día, no tiene otro igual, ni un instante otro igual. Cada mañana es única. Por eso, esta mañana es un gran tesoro para ti, este instante es otro tesoro.
Si te vas de él, si te distraes, no volverá otro igual.
Todo lo que viene a ti, cualquier suceso,
cualquier día, cualquier mañana, vívelo intensamente.
Fray José Fernández Moratiel
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ACCIÓN DE GRACIAS POR TRES AÑOS DE VIDA DEL GRUPO
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE FEBRERO DE 2021
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Cerramos Febrero y hemos vivido la Festividad de la Presentación de Jesús en el Templo y desde mediados de mes vivimos ya el Tiempo de Cuaresma.
Hoy, reflexionaremos sobre la importancia de nuestra actitud ante la oferta cuaresmal de empezar de cero, de atrevimiento al cambio, de oportunidad de crecimiento.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos
aquí.
MÚSICA:
Una vez más rezaré
https://www.youtube.com/watch?v=OCgjdDYUiyk&list=PLACW_Xb9PKskOKXSgWPo3SRm-53EtA7q9&index=4
LECTURA DEL EVANGELIO Juan 8:1-11
"Cada uno se fue a su casa; y Jesús se fue al monte de los Olivos. Y
por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les
enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer
sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta
mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó
Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían
tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía
en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les
dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra
contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en
tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno,
comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la
mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la
mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no
peques más."
Palabra de Dios
MÚSICA AMBIENTAL DE ORACIÓN
REFLEXIÓN
Buscamos novedades. Lo hacemos en la prensa de cada día, en esa noticia de siempre que cada mañana vuelve a sorprendernos. Buscamos en los catálogos de las firmas comerciales, en la música que escuchamos o en las tiendas que frecuentamos. Si no hay novedades las redes sociales no funcionan, ni tienen futuro los vendedores de última tecnología. Lo que compramos ayer es hoy viejo, y convierte en antiguos a quienes lo usan. ¡Y nada es peor que vivir atrasado!
Pensamos que lo nuevo nos viene de fuera: lo deseamos, lo valoramos, lo compramos y lo pagamos con lo que aún no tenemos. Y parece que es la novedad la que nos tiene a nosotros, la que nos cambia, motiva y genera circunstancias distintas a lo que vivimos. Tristemente, día tras día, todo vuelve a ser igual y se nos pone en marcha la misma dinámica de decepción. Quizás porque no somos del todo capaces de comprender que la mayor novedad está en nosotros mismos, y tenemos la capacidad de hacer de cada instante una oportunidad única y de dirigir a las personas que nos rodean una mirada de esas que crean y renuevan.
Lo nuevo, lo realmente alternativo es la misericordia. El juicio y la condena nos tienen dando vueltas siempre al mismo círculo de inquietud y amargura, con los mismos tonos grises de siempre y escasas perspectivas de futuro. Pero mirarnos a nosotros mismos desde la clave del perdón, imaginando nuevas y distintas posibilidades y luchando por ellas, eso nos abre a una manera más digna de crecer y recrearnos. Igualmente, mirar la realidad que nos rodea poniendo corazón donde otros ven miseria permite que el mundo avance, que las personas tengan futuro, que todo pueda ser diferente. Lo realmente profético, en esta época y siempre, es la misericordia y la bondad: ellas tienen la clave para embellecer esta tierra.
Lo que hace nuevas a las personas, lo que las rejuvenece, son los encuentros que mantienen con otros. No se compran ni se pagan pero siempre sorprenden y humanizan. La soledad egoísta amarga y envejece. La imagen de quien, teniéndolo todo, no es capaz de abrirse a nadie y repasa el territorio de lo seguro, representa a muchos de nuestra época. La mujer del evangelio, sin más nombre que el pecado que ha cometido, es rescatada desde dentro, mientras comparte el silencio con un desconocido que no la juzga, sino que la entiende y le ayuda a entenderse a sí misma. El encuentro acerca una mirada de ternura, empuja a salir del círculo en el que uno se encierra y que solo puede ser abierto por otros.
Lo nuevo, por contradictorio que parezca, arranca del pasado y encuentra ahí la prueba de su autenticidad, como si lo bueno ya estuviese escrito en nuestra historia. Así lo siente Israel. El profeta de cualquier época anuncia que las grandes experiencias de vida están siempre volviendo y haciéndose mejores, más reales. Sin un pasado consistente, sin algo bueno ya vivido, solo pueden construirse fantasías, utopías sin fuerza. La mujer, tras la conversación con Jesús, recobra la certeza de su propia grandeza y estrena un camino mejor en su vida, que ya había vivido y que estaba escondido en su interior.
Empezar de nuevo implica, además, tomar decisiones. Romper los círculos de
los que tanto nos cuesta salir, por más que lo intentamos, requiere estar muy
convencido de todo lo bueno que nos espera fuera. Ponderar que vale más lo que
aún está por llegar que la rutina en la que giro inútilmente. La protagonista
del evangelio no recibe de Jesús perdón ni tampoco curación de sus tendencias
equivocadas. Recibe valor para estrenar la vida plena que ella merece y que ha
ido posponiendo. Esa felicidad, profundamente nueva, que no se compra ni se
hipoteca, porque está escondido en lo más sagrado de la condición humana.
Dominicos
-
¿Cómo me llevo con las “novedades externas”? ¿Estoy dedicando demasiado
tiempo y preocupaciones a medios digitales, informaciones y curiosidades,
compras, objetos, agobio por tener más, etc.? ¿No me estará quitando todo esto
mi libertad y fortaleza interior?
-
¿Cómo me llevo con mi propia “novedad interior”? ¿Soy consciente de que mi
vida es un proceso en avance, o la percibo como un círculo en el que todo se
vuelve siempre igual? ¿Qué me hace vivir estancado?
-
¿Valoro la misericordia? ¿La muestro de alguna manera hacia mí mismo?
¿Cuándo me muestro falto de ella al juzgarme personalmente? ¿Y cuándo juzgo a
los demás y todo lo que me rodea?
MÚSICA:
Qué bonita la vida. Dani Martín.
https://www.youtube.com/watch?v=HUGuH7NPb4g
ORACIÓN FINAL:
Está en mi corazón el deseo de amarte.
Está en mi interior el deseo de buscarte.
Está en mis silencios el deseo de escucharte.
Pero no siempre amo,
no siempre te busco,
no logro silenciarme para escucharte.
Entonces Señor,
hazme dispuesto a amarte.
Por ello te pido
ayúdame a hallarte.
Entonces Jesús,
dispón de mi corazón para oír tu voz .
Puedo tenerlo todo pero sin ti no hay vida.
Puedo ocupar mi mente y evitar el buscarte
pero Tú siempre me recuerdas tu fidelidad,
que me amas a lo grande.
Es la nueva vida que cambia al más incrédulo
en recibir tu amor y perdón…
Por este corazón que desea amarte
te pido nueva vida para ser
instrumento de amor en cada día.
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓ DE MARZO 2021
Y ORACIÓN DE HERMANDAD MIÉRCOLES SANTO
Paz y Bien
Hoy es un día especial, es Miércoles Santo y a estas mismas
horas estaríamos llegando a la Parroquia para hacer esta Oración de Hermandad y
posteriormente realizar Estación de Penitencia.
Muchos son los sentimientos encontrados, muchos los
recuerdos, muchas las personas que ya no están… pero sin embargo hemos de
guardar todo ello en nuestro corazón y dar gracias por ser portadores del mayor
de los mensajes de Cristo, la Humildad.
La Humildad por la que se ama al hermano; sin clases sociales
y sin etiquetas. La Humildad que abre
puertas, que establece cauces de entendimiento entre las personas. La Humildad
que está atenta a las necesidades del otro. La Humildad en la que uno reconoce
sus errores y defectos.
La Humildad que iguala, que acerca, que se hace necesaria en
el día a día, en los asuntos difíciles y en lo sencillo. La Humildad que acoge,
que está al servicio… simplemente ser ejemplos de la Humildad de Dios que
entrega a su único Hijo para salvar al hombre.
MUSICA:
En su mesa hay amor.
Barrabás
Aquel día, desde hora temprana, se oía desde la calle un
tumulto extraño. No sé qué hora sería, cuando un par de hombres de la guardia
romana bajaron hasta mi celda. Era el día de la Pascua, y a Pilatos le
interesaba mantener la tradición judía de liberar un preso en esa fecha.
Afortunadamente yo era el único, mi soledad en las mazmorras valía mi libertad.
De haber habido otro, el pueblo tendría que elegir entre los dos y seguro que
votarían en mi contra. Soy consciente de que yo era uno de los hombres más
odiados de Jerusalén.
Todo esto pensaba mientras subía las escaleras que, desde los
calabozos llevaban a la pequeña explanada que se abría delante del
palacio. De pronto, la desesperación. En
el mármol del Pretorio había gotas de sangre. Alguien había sido azotado en la
media columna de alabastro. Había otro reo. Aquella chusma vociferante tendría
que elegir. Mal se ponían las cosas para mí…
Al llegar a la parte alta del Pretorio, quedé estupefacto. En
la plaza había un gentío enorme. Los gritos de la gente arreciaron con mi
presencia. Pilatos estaba nervioso. Al otro lado un hombre alto, de unos
treinta años, le habían trenzado un corona de espinas y se la habían ceñido a
la frente. Vestía, quiero recordar un manto rojo. Me miró fijamente. No le
había visto en mi vida. El a mí, creo que tampoco. Él iba a ser el culpable de
que yo no alcanzara mi libertad. De pronto Pilatos se adelantó, alzó las manos
y se hizo un silencio tenso, estremecedor.
¿A quién queréis que os suelte…? No le dejaron terminar. ¡A
barrabás!, ¡A barrabás!
Un sudor frío recorrió todo mi cuerpo… ¡la gente había
perdido mi libertad! Pero que mal había hecho ese desgraciado que todos,
absolutamente todos, los sumos sacerdotes, los fariseos, los escribas, todos
habían pedido mi libertad.
No sé qué fue de aquel hombre. Los guardias romanos soltaron las cadenas que me prendían y yo corrí con toda la fuerza de mis piernas hasta más allá de las murallas de la ciudad. Algunos días después me dijeron que había muerto crucificado. La gente empezó a decir que había muerto por mí. Pero no fui yo quién grito que lo crucificasen. Cierto es que su muerte valió mi libertad. En ese sentido si murió por mí. Pero después de algún tiempo, me pregunto… ¿Murió por mí? … ¿O fue por ti?
PREGUNTAS PARA LA
REFLEXIÓN
- Barrabás fue la primera persona que pudo decir
literalmente: “Jesucristo murió por mí”. Y nosotros… ¿Creemos que Jesús murió
por nosotros?
- Barrabás quedó libre por aquellos que clamaban su nombre y
por la dejadez de un gobernante “que se lava las manos”. ¿Cuántas veces pasamos
de alzar la voz por la injusticia o callamos porque es más cómodo?
- ¿De qué lado nos ponemos en los momentos difíciles?
¿Buscamos la justicia en las cosas sencillas, en todo lo que hacemos?
- ¿Cuántas veces salimos airosos de situaciones en las que
merecíamos ser reprochados por nuestra actitud?
- Esta Semana Santa rememoraremos la pasión, muerte y
resurrección de Jesús, ¿Qué supondrá para ti? ¿Te quedarás solo en lo externo?
¿No será eso injusto?
- ¿Aprovecharás para acercarte al Sagrario, para orar por
quienes sufren las injusticias?
MUSICA
Tan cerca de mi.
ORACIÓN FINAL
Está en mi corazón el deseo de amarte.
Está en mi interior el deseo de buscarte.
Está en mis silencios el deseo de escucharte.
Pero no siempre amo,
no siempre te busco,
no logro silenciarme para escucharte.
Entonces Señor, hazme dispuesto a amarte.
Por ello te pido ayúdame a hallarte.
Entonces Jesús, dispón de mi corazón para oír tu voz.
Puedo tenerlo todo pero sin ti no hay vida.
Puedo ocupar mi mente y evitar el buscarte
pero Tú siempre me recuerdas tu fidelidad,
que me amas a lo grande.
Es la nueva vida que cambia al más incrédulo
en recibir tu amor y perdón…
Por este corazón que desea amarte
te pido nueva vida para ser
instrumento de amor en cada día.
Feliz y sentido Miércoles Santo, Feliz Semana Santa hermanos,
y feliz y vivida Resurrección de Cristo.
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE ABRIL DE 2021
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Abril nos ha regalado la celebración de la pasión, muertes y sobre todo la Resurrección de Ntro. Señor Jesucristo, sin la que nada tendría sentido, y de ella vamos a hablar en este encuentro.
La Pascua no es una fiesta más. En el cristianismo primitivo era la única fiesta revivida domingo tras domingo. Es la fiesta del Viviente y de la vida. La celebración del triunfo de Jesús sobre el abandono, el dolor y la muerte.
Cierto es que el Resucitado es el mismo crucificado. Lleva en su cuerpo glorioso los vestigios de su Pasión, esas heridas que nos han curado. La resurrección no ha borrado mágicamente las experiencias de muerte que aún quedan en nuestras personas y en nuestra historia. Pero es una promesa del Padre de que nosotros también las venceremos.
Por ello, celebramos la Pascua no sólo con esperanza, también con una gran certeza: Dios nos libera radicalmente del mal y nos compromete con la liberación. Estamos llamados a vivir como resucitados, buscando y sirviendo los bienes de arriba, los valores del evangelio, una vida en plenitud.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos
aquí.
MÚSICA:
Un canto a la
vida. Vanesa Martín.
https://www.youtube.com/watch?v=q6c7ev6GfsA
LECTURA DEL EVANGELIO
Lectura del Santo
Evangelio según San Juan 20, 1-9
El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer,
cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien
Jesús amaba, y les dijo:
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían
juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó
primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los
lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los
lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al
sepulcro; vio y creyó.
Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de
resucitar de entre los muertos.
Palabra de Dios
MÚSICA AMBIENTAL DE ORACIÓN
REFLEXIÓN
La losa quitada del
sepulcro
La mañana de la Pascua fue una mañana de sorpresas para los amigos de Jesús. Anteriormente, Marcos nos hablaba de un grupo de mujeres preocupadas por quién les ayudaría a mover la losa que cubría el cuerpo del Señor. Pero la losa estaba ya corrida. Y un joven les anunciaba que había resucitado. Hoy es María Magdalena quien en un primer momento piensa que alguien se ha lo ha llevado del sepulcro.
¿No les quedará a los suyos ni el consuelo de contemplar el rostro del amigo y de cuidar sus despojos?
Tuvieron que esperar a que Juan entrase en el sepulcro y cayera en la cuenta de que había ocurrido lo que el propio Jesús les había anunciado: que resucitaría de entre los muertos. Juan vio y creyó. Los relatos de la tumba vacía son una forma muy bella de expresar que, de ahora en adelante, como alguien ha dicho, la única reliquia de Jesús es la comunidad cristiana.
Una comunidad que no nació de una ilusión colectiva, sino de la experiencia
compartida de que Jesús ha resucitado. Fue una experiencia que tuvo su proceso.
No excluyó el miedo de las mujeres, las dudas de Tomás o el desánimo de los de
Emaús. Pero el Espíritu abrió puertas, disipó temores, y afianzó su fe en que
de otra manera, menos sensible, pero no menos real, Él sigue caminando con
ellos, comiendo con ellos, regalándoles su presencia y su palabra y
convocándoles a su misión, la de anunciar que la muerte no ha interrumpido la
historia, sino que la ha transformado.
¿No sabemos dónde le han puesto?
María Magdalena expresa su desconcierto lamentándose de que no sabía dónde habían puesto al Señor. Pero ella, apóstola de apóstoles, supera pronto el dolor de la distancia. Y en la palabra del Maestro que la llama a la serenidad y al futuro le descubre vivo y comprometido con la vida de la gente. Que para eso vino al mundo. Y para ello sigue en él.
Los cristianos sabemos “donde le han puesto”: donde dos tres se reúnen en su nombre ahí está Él. Resucitándole, el Padre le ha puesto en el corazón de cada comunidad y de cada creyente, en las personas convencidas de que la historia no se acaba porque queda mucho por hacer en ella, en los dramas de quienes reclaman nuestra solidaridad, en la energía de quienes no se resignan a perder su libertad ni su dignidad. Jesús está donde hay vida y ganas de vivir y compromisos para que vivan todos.
Nosotros somos sus testigos si seguimos abriendo caminos con Él para que el Reino llegue a nuestra historia. La Pascua que repetimos no es sólo un rito anual con el que romper la monotonía de lo cotidiano. Es rememorar los orígenes de nuestra fe desde la experiencia de que, como Él, hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos.
Celebramos la Pascua renovando la fe y el amor hacia este Dios que no es un Dios de muertos, sino de vivos. Y volcando nuestro amor, cuidado y compañía, hacia aquellos que aun sufriendo los vestigios de la muerte aspiran a una vida en plenitud. ¡Feliz Pascua de Resurrección!
Para reflexionar:
-
¿Eres consciente de que la Resurrección de Jesus marca un antes y un
después en la promesa de Dios a los hombres?
-
¿Estamos antentos a aquellos que sufren los vestigios de la muerte y somos
para ellos aliento de esperanza?
-
¿Tenemos conciencia de que la Resurrección nos habla de eternidad, de
desapareción del dolor y de amor absoluto?
-
¿En qué se nota en tu vida diaria que Jesús ha resucitado?
MÚSICA:
Il Divo - Hallelujah
https://www.youtube.com/watch?v=VzB8xC_CwH8
ORACIÓN FINAL:
La noche de la cruz se ha iluminado para siempre
Jesús,
hermano, amigo, Señor.
Nuestra débil historia de mujeres y hombres
a menudo desconcertados, se ha llenado de luz.
Nos has amado, Jesús,
hasta morir en una muerte indigna;
pero ese amor tuyo, pleno, total, definitivo,
ha abierto las puertas de la vida para siempre.
En todas partes, Jesús,
en las personas, en los acontecimientos,
podemos descubrir la fuerza luminosa de tu vida.
Y por eso ahora, al celebrar tu resurrección,
afirmamos con todo vigor nuestra fe en ti:
Tú eres el Hijo de Dios,
Tú eres el enviado del Padre para salvarnos,
Tú nos llenas de tu mismo Espíritu,
a nosotros, a toda la Iglesia,
y a todos los hombres y mujeres del mundo entero.
Es Pascua, Jesús, hermano, amigo, Señor.
Es Pascua, y tu vida es vida para toda la
humanidad.
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE MAYO DE 2021
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Mayo, el mes de María, nos trajo la celebración de la Cruz, diferentes festividades de advocaciones de la Virgen: Fatima, Divina Pastora, María Auxiliadora y la de nuestro Patrón, todas ellas nos alegraron el tiempo de Pascua hasta llegar a Pentescostés, la fiesta del Espiritu. Y hoy, de mano de este vendrá nuestra reflexión.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos
aquí.
MÚSICA:
El espíritu de
Dios está en este lugar
https://www.youtube.com/watch?v=VK0oL0s5KK4
LECTURA DEL EVANGELIO
Lectura del Santo Evangelio
según San Juan 20, 19-23
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos
en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró
Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se
llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan
perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos». Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Imagina que vas remando en una barca… Avanzas, pero poco a poco y con mucho esfuerzo. Despliegas las velas… El viento empuja la barca y vas más aprisa. La barca es tu vida; vas remando con esfuerzo hacia la meta, hacia el ideal: ser más, hacer más bien, ser buena persona. ¡Despliega las velas!… El Espíritu, como viento fuerte, te moverá y te hará avanzar más rápido hacia el amor.
Acabamos de celebrar Pentecostés: la fiesta del Espíritu. En el primer Pentecostés había doce apóstoles en torno a María la madre de Jesús. Aquello fue una fiesta; gentes, lenguas, culturas y nacionalidades entendían un mismo lenguaje: las maravillas de Dios.
No era una docena de líderes voluntaristas que, a base de talento y decisión, habían resucitado a Cristo y se proponían ahora aniquilar el pecado del mundo. Eran doce cobardes, pobres, incultos y pecadores, a quienes Dios había hecho testigos sorprendidos de las maravillas culminadas en la Resurrección.
No podían callar lo que habían visto y oído: un “poder” nuevo que perdonaba los pecados, creaba comunión y ponía alas en los pies para salir a proclamarlo: “Como el Padre me envió, así también os envío yo… Recibid el Espíritu Santo; a quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados…”.
¿Por dónde nos quiere llevar hoy el viento del Espíritu? Pues por los mismos caminos de aquel primer Pentecostés, que partiendo de Jerusalén –“kilómetro cero” de la andadura misionera y evangelizadora- llevó a los primeros seguidores del Señor por todo el orbe.
Hoy, como entonces, podemos individualizar cuatro destinos. Atenas: es el ámbito del pensamiento, la cultura y el saber, la atmósfera en que a menudo crece la increencia, el agnosticismo o la indiferencia religiosa, nuevos areópagos donde entablar el diálogo racional y creyente. Jericó: el camino que nos conduce hacia el apaleado, el caído, el marginado y empobrecido; camino que siempre nos llevará junto a las víctimas de las mil y una injusticias, de los mil y un dolores que afligen a la humanidad. Roma: aquellos núcleos donde se gestan las decisiones sociopolíticas de nuestro tiempo, como se gestaban las de entonces; son las asociaciones, sindicatos, los partidos políticos… Y Emaús: simboliza el camino del cansancio, el desaliento, el escepticismo, la frustración o el desengaño respecto a todo lo religioso; ¡cuántos -Dios mío- cercanos a nosotros se encuentran aquí! Y en definitiva… todos los caminos, porque siguen siendo muchos los hombres y mujeres que o no conocen esta Buena Noticia o vagan sin sentido por este mundo. Y… ¿cómo lo van a conocer y encontrar si no hay quien los oriente?
¡Vale la pena dejarse
conducir por el Espíritu! Sé valiente y no te desanimes si alguna vez, habiendo
decidido navegar mar adentro, has plegado velas y has remado con desilusión hacia
la orilla. Quizás te has vuelto atrás asustado cuando no has visto tierra -la
tierra de tus seguridades de la que has partido- o cuando se ha levantado ante
ti alguna tempestad. ¡Ten ánimo! ¡Déjate guiar y conducir por Él, y Él hará de
tu vida algo verdaderamente maravilloso!
Luis Emilio Pascual Molina
Para reflexionar:
-
Cuando decimos que alguien no tiene
espíritu, opinamos que es una persona muerta, que no muestra interés, que está
carente de entusiasmo y de evida. ¿Tenemos Espíritu nosotros?
-
¿Dejamos sentir el Espíritu como ese
viento suave que nos acaricia y como el huracán que nos remueve y da fuerza?
-
¿Lo comprendemos y vivenciamos como
aliento de Dios en nuestra vida?
-
¿Tenemos constancia del Espíritu como
fuerza, como energía que nos mueve y nos encamina a la vida eterna?
MÚSICA:
Cindy Esparza – Espíritu
https://www.youtube.com/watch?v=S1IOxbj28Ic
ORACIÓN FINAL:
ORACION AL ESPIRITU SANTO
Oh Espíritu Santo, Amor del Padre, y del Hijo,
Inspírame siempre
lo que debo pensar,
lo que debo decir,
cómo debo decirlo,
lo que debo callar,
cómo debo actuar,
lo que debo hacer,
para gloria de Dios,
bien de las almas
y mi propia Santificación.
Espíritu Santo,
Dame agudeza para entender,
capacidad para retener,
método y facultad para aprender,
sutileza para interpretar,
gracia y eficacia para hablar.
Dame acierto al empezar
dirección al progresar
y perfección al acabar.
Amén.
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE JUNIO DE 2021
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Junio, nos trajo la celebración de una de las Fiestas más importantes para
los cristianos, la Celebración de Corpus, también las de San Juan Bautista, San
Pedro y San Pablo, etc..
Pero hoy nuestra reflexión no vendrá guiada por el tiempo litúrgico ni por las festividades. Hablaremos del “Beneficio del fracaso” a través de un fragmento del Discurso de la escritora JK. Rowling.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos
aquí.
MÚSICA:
El se quedó conmigo. Jesús Adrián Romero
https://www.youtube.com/watch?v=OikEgb3GXZ8
LECTURA
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 22, 3-16
«Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad; me
formé a los pies de Gamaliel en la exacta observancia de la ley de nuestros
padres; he servido a Dios con tanto celo como vosotros mostráis hoy. Yo
perseguí a muerte este Camino, encadenando y metiendo en la cárcel a hombres y
mujeres, como pueden atestiguar en favor mío el sumo sacerdote y todo el
consejo de los ancianos. Ellos me dieron cartas para los hermanos de Damasco, y
me puse en camino con el propósito de traerme encadenados a Jerusalén a los que
encontrase allí, para que los castigaran.
Pero yendo de camino, cerca ya de Damasco, hacia mediodía, de repente una
gran luz del cielo me envolvió con su resplandor; caí por tierra y oí una voz
que me decía:
“Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?
Yo pregunté:
“¿Quién eres, Señor?”.
Y me dijo:
“Yo soy Jesús el Nazareno a quien tú persigues”.
Mis compañeros vieron el resplandor, pero no oyeron la voz que me hablaba.
Yo pregunté:
¿Qué debo hacer, Señor?
El Señor me respondió:
“Levántate, continúa el camino hasta Damasco, y allí te dirán todo lo que
está determinado que hagas”.
Como yo no veía, cegado por el resplandor de aquella luz, mis compañeros me
llevaron de la mano a Damasco.
Un cierto Ananías, hombre piadoso según la ley, recomendado por el
testimonio de todos los judíos residentes en la ciudad, vino a verme, se puso a
mi lado y me dijo:
“Saúl, hermano, recobra la vista”.
Inmediatamente recobré la vista y lo vi.
Él me dijo:
“El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conozcas su voluntad, veas al Justo y escuches la voz de sus labios, porque vas a ser su testigo ante todos los hombres de lo que has visto y oído. Ahora, ¿Qué te detiene? Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su nombre”».
REFLEXIÓN
Tomando como introducción la Conversión de San
Pablo, vamos a unirla a este fragmento de la Escritora de Harry Potter que nos
habla del fracaso:
…Llegado
el momento, todos tenemos que decidir lo que para cada uno supone el fracaso,
pero el mundo está ávido de ofrecerles una serie de criterios si ustedes se
dejan. Así que es justo decir que, solo siete años después del día de mi
graduación yo había fracasado de una manera monumental. Un matrimonio excepcionalmente
corto implosionó, y yo estaba desempleada, madre soltera y tan pobre como se
puede ser en la moderna Gran Bretaña, sin ser un “sin techo”. Los temores que
mis padres habían sentido por mí, y que yo misma había sentido, se convirtieron
en realidad y me posicionaban como el mayor fracaso que conocía.
No seré yo quien les diga que el fracaso es divertido. Esa época de mi vida fue muy oscura, y no tenía ni idea de que llegaría a suceder lo que algunos medios recientemente han llamado un “final de cuento de hadas”. No sabía entonces cuál largo iba a ser el túnel, y durante mucho tiempo cualquier luz al final de él era más una esperanza que una realidad.
¿Por qué hablo entonces de los beneficios del
fracaso? Simplemente porque el fracaso significó un camino hacia lo no
esencial. Dejé de pretender que era algo distinto a lo que era en realidad y
dirigí toda mi energía a terminar el trabajo que realmente me importaba. Si
hubiese triunfado en alguna otra faceta, posiblemente no habría tenido éxito en
la única faceta de la que siempre me he sentido parte. Había sido liberada,
pues mis más grandes miedos se habían materializado, pero aún estaba con vida.
Aún tenía una hija a la cual adoraba, una máquina de escribir y una gran idea.
Y entonces, el suelo contra el que me había estampado se convirtió en el
cimiento sobre el que reconstruí mi vida.
Tal vez ustedes nunca fracasen del modo que yo lo
hice, pero algunos fracasos en la vida son inevitables. Es imposible vivir sin
fracasar en ocasiones, a menos que vivas tan cautelosamente que en realidad no estás
viviendo, en cuyo caso fracasas por defecto.
El fracaso me dio una seguridad interior que
nunca había experimentado aprobando exámenes. El fracaso me enseñó cosas acerca
de mí misma que no hubiese podido aprender de otra manera. Descubrí que tengo
una gran fuerza de voluntad y más disciplina de la que esperaba. Y también
descubrí que tenía amigos cuyo valor era mucho mayor que el precio de los
rubíes.
Ser consciente de que has emergido del fondo con
más sabiduría y más fuerza afianza para siempre tu capacidad de supervivencia.
Uno nunca se conoce a sí mismo, ni conoce la solidez de sus relaciones hasta
que ambas sean puestas a prueba ante la adversidad. Ese conocimiento es un
verdadero regalo por haber sido obtenido con esfuerzo, y vale más que cualquier
calificación obtenida anteriormente.
Por lo tanto, si pudiera viajar en el tiempo me
diría a mí misma, con 21 años, que la felicidad personal reside en saber que la
vida no es una lista de adquisiciones o de logros. Las calificaciones
académicas o su currículum no son su vida, aunque conocerán a muchas personas de
mi edad o más mayores que confunden ambos aspectos. La vida es difícil,
complicada e incontrolable, pero la humildad de saber esto les permitirá
superar cualquier vicisitud.
Para reflexio
- ¿Puedes decir tu, que no has fallado nunca?
-¿Habías pensado en el fracaso como beneficio, como un punto de partida, como un momento de humildad y de conocimiento interior?
-¿Vivimos, como dice la autora, tan cautelosos en no fallar que dejamos de vivir?
-¿Aprendemos de nuestros fallos o nos regodeamos en el dolor y en el victimismo?
-¿Practicamos la misericordia de Dios con los que se equivocan, en los que son capaces de retomar el camino y de crecer como personas o nos valemos del juicio rápido con el que falla?
-¿Han sido los santos personas que no fallan? ¿Han sido personas perfectas o personas que han reconducido sus vidas hacia la perfección?
MÚSICA:
Color Esperanza – Diego Torres-varios
https://www.youtube.com/watch?v=GqOvxbFLwjY
ORACIÓN FINAL:
¡Señor, tu eres mi roca, mi auxilio, mi fuerza! ¡Te dirijo mi súplica, Señor, para que me ayudes a superar las amarguras que me generan mis fracasos! ¡Necesito sentirte cerca, Señor, y ofrecerte mi pobreza y mi nada! ¡Señor, Tu conoces lo que anida en mi corazón y las buenas intenciones! ¡Sabes, Señor, que muchas veces las cosas no salen por mi cabezonería! ¡Ayúdame a comenzar de nuevo cogido de Tu mano, haciendo las cosas con humildad y mayor madurez, para gloria tuya! ¡Espíritu Santo, enséñame a amar a los demás como a mi mismo y juzgarme como lo haría con los demás! ¡Y cuando me vayan bien las cosas no permitas caer en el orgullo ni en la tristeza cuando fracase! ¡Recuérdame, Espíritu de Dios, que el fracaso es el primer paso hacia el triunfo! ¡Lléname de serenidad, alma de mi alma, para hacer siempre el bien! ¡Ayúdame a superar las amarguras de mis fracasos y sentirte siempre cerca de mi! ¡Concédeme la gracia de aferrarme a Ti con la esperanza de que ofrecerás tu inestimable ayuda cuando todo a mi alrededor parezca derrumbarse! ¡Ven a socorrerme, Espíritu Santo, con tu gracia y con la del Señor! ¡Tú conoces perfectamente lo que este pobre corazón siente! ¡Tú sabes las veces que he fracasado y no deseas que me muestre triste y paralizado; al contrario te pido que me ayudes a tener la fortaleza para seguir adelante y enriquecer mi esperanza! ¡Te pido Espíritu Santo, que por medio del Padre que me concedas tu eficaz auxilio y tener la alegría y la fuerza de comenzar todo de nuevo sin detenerme en el camino llevando aridez e inutilidad a mi vida! ¡Si el fracaso se presenta, déjame creer Dios mío, que me lo ofreces para adquirir una madurez humana y espiritual!
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE JULIO DE 2021
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne
al lado del Señor.
Julio, nos trajo la celebración de festividades importantes; como de la Ntra. Sra. Nuestra Madre, María Stma. del Carmen, la de Santiago Apóstol y la de los abuelos de Jesús; Joaquín y Ana.
Todo ellos, firmes en la fe, apostaron por el Reino como sucede en la bella
Parábola del Tesoro y la Perla.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos aquí.
MÚSICA:
Busca a Dios - José Daniel
https://www.youtube.com/watch?v=I6EjCmwuZWg
LECTURA:
Lectura del Santo Evangelio
según San Mateo (13,44-52):
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra. El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Entendéis bien todo esto?»
Ellos le contestaron: «Sí.»
Él les dijo: «Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es
como un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.»
Palabra de Dios.
REFLEXIÓN:
Jesús nos habla en parábolas de comprar y vender,
de tesoro y perla preciosa, para que
intuyamos lo que es el Reino de los cielos. En el relato evangélico vemos que
uno habiendo encontrando un tesoro en un campo, lleno de alegría, va a vender
todo lo que tiene y compra el campo.
Vemos que un comerciante en perlas finas al encontrar una de gran Valor vende todo lo que tiene y la compra.
Con parábolas, dice Jesús que el Reino de los cielos se parece a un tesoro que aparece de manera imprevista ante el que está en el campo, no dice el texto que haya ido a buscar un tesoro, nos dice que estaba ahí escondido y lo encuentra… al encontrarlo hace cuanto está en su mano: esconderlo (protegerlo) vender lo que tiene, para comprar el campo (que no es suyo) y así hacerse con el tesoro.
También dice el Evangelio que el Reino de los cielos, se parece a un comerciante en perlas finas, que como fruto de una actividad, encuentra una perla de gran valor; vende cuanto tiene y la compra.
Las dos parábolas tienen en común que:
1. Los que han encontrado, se llenan de alegría.
En los dos casos se da la sorpresa ante lo encontrado.
Ambos se deciden inmediatamente por vender todo para comprar el tesoro o la perla.
Tanto el que está en el campo como el comerciante están en su trabajo diario.
La diferencia entre una y otra es que:
1. El tesoro lo encuentra sin haber ido a buscarlo
El comerciante, si busca perlas finas y encuentra una perla de gran valor
¿A qué pude orientarnos el mensaje con el tesoro y la perla?
Las parábolas son semejanzas para intuir lo que es el reino: la Vida nueva por la que merece la pena entregarlo todo.
La vida como el tesoro es regalo del cielo, que lo encuentra sin haber ido a buscarlo. Es el modo en parábolas, de decirnos que la vida es regalo del cielo, que viene a nuestra existencia.
Pero la Vida verdadera también hay que buscarla, como la busca y la encuentra el comerciante en perlas finas. Tenemos que esforzarnos para hacer nuestro, el tesoro hacer nuestra la perla, es decir, hacer nuestra la Vida del resucitado que se nos ofrece en nuestra existencia y que no es equiparable a ningún otro valor.
El tesoro no es tuyo, la perla no es tuya, tienes que comprarla. Tienes que saber invertir, tienes que vender todo y negociar. Conseguir el tesoro a cambio de lo que sea. Si no renuncias a nada, si no vendes; nunca tendrás Vida plena. Entre tantas perlas finas, entre tantas cosas buenas que tiene la vida tienes que buscar, discernir, prestar tu esfuerzo, por encontrar lo definitivo.
La felicidad del reino es la del ser, frente al tener. Por eso la opción por el reino es radical, y el encuentro, altera todos los cálculos de la persona humana.
El encuentro es también un factor sorpresa que nos sitúa ante la Vida o la ausencia de vida.
El encuentro es: Alegría por el descubrimiento de la Vida nueva, que nos hace decir esto sí es Vida, esto sí merece la pena; es descubrir a Cristo como fuente de vida, a Dios como padre-mama que te ama, descubrir ese tesoro escondido en el campo de la Iglesia. En tu vida llamada a la plenitud.
Se sabio, descubre el gran tesoro de tu vida que en el Evangelio se llama Reino.
También narra Jesús la parábola de la red, donde cabe toda clase de peces (todos cabemos) y nos pregunta: "¿Entendéis bien todo esto?¨ pregunta que parece invitación a discernir para:
Apostar por El Reino; es lo único que puede dar Vida plena y salvar la vida del riesgo de malograrla para siempre (para no vivir en el llanto permanente de haber perdido la oportunidad).
Hablo de la pesca, juicio de Dios... al final saldrán los ángeles discernirán que no todo vale. Dios que es sabio al final separará al malo del bueno.
La parábola apunta a la necesaria convivencia aquí de personas buenas y malas.
A nivel personal, la selección equivale a evaluar, a revisión de vida, a saber elegir, a discernir y quedarnos con lo bueno que tenemos cada uno, con todo lo que ayude a vivir y dar vida.
Entender desde la sabiduría del Espíritu y el cariño de un padre, que en Jesús nos ha llegado gratuitamente la salvación, por iniciativa de Dios, que en Él tenemos una Vida nueva y plena. Es el tiempo de la decisión, aprovechad la oportunidad, no dejéis que se os escape.
Para reflexionar:
-
¿Nos damos cuenta de que el encuentro fortuito
o buscado del tesoro o la perla es el encuentro verdadero de Jesús?
-
¿Somos conscientes de que para conseguir
el tesoro hay que renunciar, vender y sacrificar bienes y aspectos aspectos de
nuestra vida?
-
¿Comprendemos que la Vida verdadera también hay que buscarla, como la busca y la encuentra el
comerciante en perlas finas?
-
¿Apostamos por el Reino en nuestra vida
diaria?
MÚSICA:
Celebra La Vida-Axel
https://www.youtube.com/watch?v=M9vBUar9koc
ORACIÓN FINAL: SALMO 138
Te daré gracias, Señor, de todo corazón;
te cantaré himnos delante de los dioses.
Me arrodillaré en dirección a tu santo templo
para darte gracias por tu amor y tu verdad,
pues has puesto tu nombre y tu palabra
por encima de todas las cosas.
Cuando te llamé, me respondiste,
y aumentaste mis fuerzas.
Todos los reyes del mundo te alabarán
al escuchar tus promesas.
Alabarán al Señor por lo que él ha dispuesto,
porque grande es la gloria del Señor.
Aunque el Señor está en lo alto,
se fija en el hombre humilde,
y de lejos reconoce al orgulloso.
Cuando me encuentro en peligro,
tú me mantienes con vida;
despliegas tu poder y me salvas
de la furia de mis enemigos.
¡El Señor llevará a feliz término
su acción en mi favor!
Señor, tu amor es eterno;
¡no dejes incompleto lo que has emprendido!
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE AGOSTO DE 2021
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
El verano termina y tras este tiempo de esparcimiento, de descanso y de días de relax con nuestras familias, vamos hoy a centrarnos en la Oración como hilo conductor en estos momentos tan difíciles para nuestros hermanos de Afganistan y Haití.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos
aquí.
MÚSICA:
Pide y se te dará – Hermana Glenda
https://www.youtube.com/watch?v=uBpZs4xIyqg&list=OLAK5uy_lHlkXDqEjF_2n0eywvilff15yaz9XKMyc&index=67
LECTURA:
Lectura de la Carta de San
Pablo a los Tesalonicenses 1:11-12
Por eso oramos constantemente por ustedes, para
que nuestro Dios los considere dignos del llamamiento que les ha hecho, y por
su poder perfeccione toda disposición al bien y toda obra que realicen por la
fe.
Oramos así, de modo que el nombre de nuestro
Señor Jesús sea glorificado por medio de ustedes, y ustedes por él, conforme a
la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
Palabra de Dios.
REFLEXIÓN:
El poder de la Oración
Un barco naufragó en una tormenta y sólo dos hombres pudieron nadar hasta
una isla desierta. Los dos hombres no sabían qué hacer y decidieron que ambos
debían orar a Dios.
Decidieron que para saber cuál de los dos haría las oraciones más eficaces
iban a separarse; y, así, decidieron establecerse en lados opuestos de la isla.
Lo primero por lo que oraron fue por alimentos. A la mañana siguiente, el primer hombre vio un frondoso árbol de frutas en su territorio, del cual pudo comer. El segundo hombre no recibió nada.
Varios días después el primer hombre se sintió solo y oró por una mujer que le acompañase.
Al próximo día, otro barco naufragó y la única sobreviviente fue una mujer que llegó a su territorio y allí se estableció como su compañera.
Los dos hombres siguieron orando y el primero pidió en sus oraciones casa, ropa y más alimentos. Como por arte de magia el primer hombre recibió todos sus deseos, mientras el segundo nada recibía.
Finalmente, el primer hombre oró por un barco de manera que él y su compañera pudieran dejar la isla. Al día siguiente, un barco llegó milagrosamente al lado donde él vivía, y decidió dejar al segundo hombre abandonado en la isla, pues consideró que sus oraciones no habían recibido la bendición de Dios y por eso no habían sido respondidas.
Cuando el barco zarpaba de la isla escuchó una voz resonando desde los cielos que le preguntó:
-¿Por qué dejaste a tu compañero abandonado en la isla?
El primer hombre respondió a la voz:
-Mis bendiciones son sólo mías porque fui yo quien las pidió. Las súplicas de mi compañero no fueron escuchadas por Dios, porque Dios no tenía nada para él.
La voz le respondió:
-Estás totalmente equivocado, él sólo tuvo una súplica que yo le respondí.
A lo cual el primer hombre preguntó:
-Dime entonces, ¿qué pidió él para que yo le deba algo en pago?
La voz le respondió:
-Él oró sencillamente para que todas tus súplicas fueran concedidas.
REFLEXIÓN:
1. ¿Es la oración nuestro motor como cristianos?
2. ¿Sabemos encontrar y buscar los momentos para ella en esta vida llena de ruidos?
3. ¿Qué pedimos a Dios?
4. ¿A quién tenemos presentes en nuestras oraciones?
5. ¿Somos empáticos, o por el contrario, somos egoístas y pedimos solo por nuestros problemas y necesidades?
6. ¿Ponemos por delante al hermano sufriente y abatido por sus circunstancias?
7. ¿Entendemos que la Oración por los demás y en comunidad es fuente de fraternidad y agrada al Padre?
MÚSICA:
Imagine-John Lennon (Boyce Avenue piano acoustic cover)
https://www.youtube.com/watch?v=qrpvq6xef2A
ORACIÓN FINAL:
Oremos por los que sufren y por la paz en el mundo:
Por las victimas del terremoto de Haití.
Por la paz en Afganistán.
Por el fin de la violencia difusa en América Central.
Por el fin de las tensiones en Bielorrusia.
Por la paz y la reconciliación
en Burundi.
Por el fin del terrorismo y de la persecución contra los cristianos en
Burkina Faso.
Por los acuerdos de paz de Colombia.
Por la paz en la región de Kivu, en la República Democrática del Congo.
Por el fin de las tensiones en la península coreana.
Por el fin del conflicto de Etiopía.
Por la paz y el fin de toda violencia
en Iraq.
Por la estabilidad y la convivencia pacífica en el Líbano.
Por la paz en Libia.
Por el fin del conflicto de Mali.
Por México y el fin de la violencia que provoca el narcotráfico
Por Birmania.
Por el fin de los ataques y de la violencia en el norte de Mozambique.
Por la paz y el fin del terrorismo
en Nigeria.
Por la paz en la República Centroafricana.
Por la paz y el fin de toda violencia en Siria.
Por el fin del conflicto del Cáucaso.
Por la paz en Somalia.
Por los acuerdos de paz en Sudán del
Sur.
Por la paz y la reconciliación
en Ucrania.
Por la reconciliación y el fin de la violencia en
Venezuela.
Por la paz en Yemen.
Por la paz y el fin de toda violencia
en Tierra Santa.
Por la liberación de todos los que están secuestrados en
Oriente Medio o en cualquier otro lugar del mundo.
Por los gobernantes, para que lleven al mundo por caminos de paz y de diálogo.
Te pedimos, Señor, por los que sufren y por la paz en el mundo y en la vida de todos nosotros. Acoge, acompaña y bendice a los más pobres, a los refugiados y a las víctimas de las guerras. Mantennos unidos a ti a la luz de tu resurrección. Amén.
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE SEPTIEMBRE DE 2021
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Septiembre nos regaló la presencia en esta nuestra Parroquia de nuestra Patrona,
la Stma. Virgen de la Estrella y fechas importantes en el calendario cristiano:
como el Dulce Nombre de María, la Exaltación de la Cruz o la Festividad de los
Dolores.
Hoy nos reunimos de nuevo y reflexionaremos sobre la felicidad a través de una bella historia que uniremos al Evangelio.
Comencemos la Oración ofreciéndola por nuestros hermanos de Afganistan y Haití, sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos aquí.
MÚSICA:
Todo es posible - Andrea
https://www.youtube.com/watch?v=mWPNARzMU0I
LECTURA:
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo (4, 25-5, 12)
Y lo siguieron grandes multitudes desde la Galilea y Decápolis, y Jerusalén
y Judea, y de Transjordania. Viendo, pues, las multitudes, subió a la montaña
y, habiéndose sentado él, se le acercaron sus discípulos, 2 y, abriendo su
boca, les enseñaba diciendo:
Dichosos los pobres con espíritu, porque de ellos es el Reino de los
cielos. Dichosos los que gimen, porque ellos serán consolados.
Dichosos los indigentes, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los
hambrientos y sedientos de la justicia, porque ellos serán saciados. Dichosos
los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios
de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los agentes de paz, porque
ellos serán llamados hijos de Dios. Dichosos los perseguidos a causa de (su)
justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos sois cuando os
insulten y persigan y digan toda calumnia contra vosotros por causa mía.
Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa (es) grande desde los
cielos: pues así persiguieron a los profetas predecesores vuestros. Palabra de
Dios.
REFLEXIÓN:
La felicidad de no pedirle nada a la vida: El hombre feliz
Había una vez un rey muy anciano que enfermó. Era un hombre muy poderoso, y
se resistía a morir, así que mandó llamar a los mejores médicos del reino. Como
ninguno consiguió dar con el remedio a su mal, ordenó traer médicos de todo el
mundo, pero la respuesta siempre era la misma:
– Es usted muy anciano, majestad, y no hay remedio contra la edad. Morirá en poco tiempo pero porque su vida llega a su fin.
El rey, a pesar de todas estas explicaciones, mandó traer a un hombre muy sabio que vivía lejos, en una montaña. Estaba considerado como el hombre más sabio del planeta. Después de hablar un poco con el rey, le dijo:
– Solo conseguirá curarse si encuentra al hombre más feliz del reino y se pone su camisa. Tendrá que ser aquel que sea feliz con lo que tiene, que no le pida nada a la vida.
El rey se puso muy contento. ¡Al fin tenía un antídoto! Así que mandó a sus consejeros buscar a aquel hombre.
Y ellos encontraron muchos que decían ser ricos y felices, pero cuando les preguntaban si echaban de menos algo, siempre respondían. ¡Nunca estaban del todo satisfechos!
Hasta que una noche, en unas tierras lejanas, los consejeros escucharon a un hombre en un bar dar un golpe en la mesa con una cerveza en la mano y decir: ¡Yo no le pido más a mi vida!
Era un hombre bastante pobre, porque tenía el abrigo remendado y los pantalones raídos, pero sin duda, podía ser el que buscaban.
– Necesitamos que nos acompañes. El rey te está buscando. Puedes curarle y hacerte muy rico- le dijeron.
– ¿Rico? Yo ya soy rico y feliz. ¿Para qué viajar tan lejos para salvar a un rey viejo? Estoy bien donde estoy, gracias.
– No lo has entendido… te hablamos de oro, mucho oro.
Pero no había manera. ¡Imposible sobornar a ese hombre! Definitivamente, era el que buscaban. No había nadie tan feliz con lo que tenía. Así que los consejeros decidieron llevárselo a la fuerza. Le dieron un golpe, lo metieron en un saco y se fueron de vuelta al castillo.
Cuando lo vio, el rey dijo: ¡Rápido, quitadle la camisa y dádmela para que me cure!
Pero entonces, los consejeros, al quitarle el abrigo al pobre, solo encontraron un viejo chaleco.
– Majestad… es tan pobre que no tiene camisa…
El rey entonces, expulsando un largo gemido, murió.
Los consejeros se dieron cuenta entonces de lo que el sabio quería decir:
no existe en el mundo ninguna persona que tenga todo lo que desea y necesita.
PREGUNTAS-REFLEXIÓN
– Siempre queremos más: Quienes tienen bienes materiales, o quieren más o ansían los bienes que no se pueden tocar y no saben cómo conseguir. Quienes no tienen los suficientes bienes materiales, creen ser felices con lo que tienen pero en realidad esconden una carencia. Aún así, en esta historia es más feliz el hombre pobre y sin camisa que el rico rey al que no parecía bastarle su riqueza. Al fin y al cabo, los bienes materiales aportan menos felicidad que aquellos que solo nos llenan por dentro.
– El verdadero sentido de ‘ponerse la camisa’ del pobre: El sabio le dijo al rey la verdad, solo que él no supo interpretar sus palabras. Creía que el sabio se refería a ponerse la camisa de otra persona, algo físico. Pero en realidad, el sabio quería decirle que debía sentir como el hombre pobre. Es decir, le hablaba de empatía, de ponerse en su lugar, de ser capaz de ver cómo ese hombre veía y sentir la plenitud que él sentía. Esa era la única ‘cura’ para el rey, porque en realidad su enfermedad no estaba relacionada con ningún mal físico. Su enfermedad era espiritual.
– La enfermedad del rey: el rey tenía muchos años y sus ‘achaques’ eran normales. Para ellos no había ninguna cura. Sin embargo, su verdadera enfermedad tenía que ver con el espíritu: no era capaz de ser feliz, y eso sí era un problema. Deseaba más y más vida porque la que había tenido no le había llenado lo suficiente. La única forma de curar ese mal era ‘ver’ con los ojos de una persona realmente feliz, aquel que no quiera más, que viva el presente en plenitud, que se conforme con lo que la vida le da a cada momento.
– La muerte llega para todos, no desperdiciemos la vida: debemos prestar más atención a los bienes que nos llenan por dentro y no a los bienes materiales que nos aportan una felicidad superflua. Así, cuando la vida llegue a su fin, no sentiremos esa necesidad imperiosa de vivir de nuevo. Aceptaremos el final como bien aceptamos todo lo demás en la vida. La vida, al fin y al cabo, se trata de una aceptación constante con lo que nos ofrece.
MÚSICA:
Atacados - Felicidad
https://www.youtube.com/watch?v=GiiDT_87NDA
ORACIÓN FINAL:
Oración para ser feliz
Hoy seré feliz. Expulsaré de mi espíritu todo pensamiento triste. Me sentiré más alegre que nunca. No me lamentaré de nada. Hoy agradeceré a Dios la alegría y la felicidad que me regala. Hoy trataré de ajustarme a la vida. Aceptaré al mundo como es y procuraré encajar en él. Si sucede algo que me desagrada, no me mortificaré ni me lamentaré, agradeceré que haya sucedido. Porque así se puso a prueba mi voluntad de ser feliz.
Hoy seré dueño de mis sentimientos, de mis nervios y de mis impulsos. Para triunfar tengo que tener dominio de mi mismo.
Hoy trabajaré alegremente con entusiasmo y pasión, haré de mi trabajo…una diversión. Comprobaré que soy capaz de trabajar con alegría. Disfrutaré mis pequeños triunfos, no pensaré en los fracasos.
Hoy seré amigable. No criticaré a nadie. Y si comienzo a criticar a una persona, cambiaré la critica por elogios. Toda persona tiene sus defectos y sus virtudes. Olvidaré los defectos y concentraré mi atención en las virtudes. Hoy evitaré las discusiones desagradables.
Hoy voy a eliminar dos plagas de mi vida: la prisa y la indecisión. Hoy viviré con calma, con paciencia; porque la prisa es el enemigo de una vida feliz y triunfante. No permitiré que la prisa me abrume.
Hoy tendré confianza en mi mismo porque Dios está conmigo. Hoy haré frente a todos los problemas con decisión y valentía y no dejaré ninguno para mañana. Hoy no tendré miedo. Actuaré valientemente… el futuro me pertenece.
Hoy tendré confianza en que Dios ayuda a los que luchan y trabajan. Hoy no envidiaré a los que tienen mas dinero o más salud que yo. Contaré mis bienes y no mis males. Compararé mi vida con la de otros……que sufren más.
Hoy trataré de resolver los problemas de hoy. El futuro se resuelve así mismo. El destino pertenece a los que luchan. Hoy tendré un programa que realizar. Si algo queda sin hacer, no me desesperaré, lo haré mañana.
Hoy no pensaré en el pasado. No guardaré rencor a nadie, practicaré la ley del perdón. Asumiré mis responsabilidades y no echaré las culpas a otras personas de mis fracasos.
Hoy comprobaré que Dios me ama y me premia con su amor.
Hoy haré un bien a alguien. Buscaré a alguna persona para hacerlo sin que lo descubra, seré cortés y generoso. Al llegar la noche comprobaré que Dios me premió con un bien, con un día de plena felicidad.
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE OCTUBRE DE 2021
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Termina Octubre y hemos vivido fiestas especiales de bellas advocaciones de la Virgen, como el Rosario y el Pilar. Y también la celebración de San Francisco, el 25 Aniversario de la Beatificación de María Ana Mogas y la Festividad Santa Teresa de Jesús. Todos ellos testimonios de docilidad y confianza en Dios. Sobre esto reflexionaremos hoy
Comencemos la Oración ofreciéndola por nuestros hermanos de la Palma, sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 13,22-30
En aquel tiempo, Jesús pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se
encaminaba hacia Jerusalén.
Uno le preguntó: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?».
Él les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que
muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y
cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo: “Señor,
ábrenos”;
pero él os dirá: “No sé quiénes sois”.
Entonces comenzaréis a decir: “Hemos comido y bebido contigo, y tú has
enseñado en nuestras plazas”.
Pero él os dirá: “No sé de dónde sois. Alejaos de mí todos los que obráis
la iniquidad”.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a
Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os
veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y
se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán
primeros, y primeros que serán últimos»
Palabra de Dios.
MÚSICA:
El alfarero. Evan Craft ft. Marcela Gándara
https://www.youtube.com/watch?v=YZ4eLnA0pBA
REFLEXIÓN:
“Sólo sacos de tierra”
Érase una vez un niño que vivía con su padre junto a un gran presa que se había construido cercano al nacimiento de un río. Este dique era muy importante para proteger una pequeña villa que había a las faldas de la montaña; especialmente al comienzo de la primavera, cuando las abundantes lluvias y el deshielo hacían su presencia en este bellísimo valle perdido de las montañas.
Todos los días el padre iba a trabajar a la montaña detrás de su casa y volvía por la tarde con una carretilla llena de tierra.
«Pon la tierra en los sacos, hijo», decía el padre. «Y amontónalos frente a la casa».
Si bien el niño obedecía, también se quejaba. Estaba cansado de la tierra. Estaba cansado de las bolsas. ¿Por qué su padre no le daba lo que otros padres dan a sus hijos? Ellos tenían juguetes y juegos; él tenía tierra. Cuando veía lo que los otros tenían, enloquecía.
«Esto no es justo», se decía. Y cuando veía a su padre, le reclamaba:
«Ellos tienen diversión. Yo tengo tierra».
El padre sonreía y con sus brazos sobre los hombros del niño le decía:
«Confía en mí, hijo. Estoy haciendo lo que más conviene».
Pero para el niño era duro confiar. Cada día el padre traía la carga. Cada día el niño llenaba las bolsas.
«Amontónalas lo más alto que puedas», le decía el padre mientras iba por más.
Y luego el niño llenaba las bolsas y las apilaba. Tan alto que no ya no podía mirar por encima de ellas.
«Trabaja duro, hijo», le dijo el padre un día, «el tiempo se nos acaba».
Mientras hablaba, el padre miró al cielo oscurecido. El niño comenzó a mirar fijamente las nubes y se volvió para preguntarle al padre lo que significaban, pero al hacerlo sonó un trueno y el cielo se abrió. La lluvia cayó tan fuerte que escasamente podía ver a su padre a través del agua.
«¡Sigue amontonando, hijo!»
Y mientras lo hacía, el niño escuchó un fuerte estruendo. El agua del río irrumpió a través de la presa hacia la pequeña villa. En un momento la corriente barrió con todo en su camino, pero los sacos de tierra que habían apilado delante de su casa dio al niño y al padre el tiempo que necesitaban.
«Apúrate, hijo. Sígueme».
Corrieron hacia la montaña detrás de su casa y entraron a un túnel. En cuestión de momentos salieron al otro lado, huyeron a lo alto de la colina y llegaron a una nueva casita.
«Aquí estaremos a salvo», dijo el padre al niño.
Sólo entonces el hijo comprendió lo que el padre había hecho. Había provisto una salida. Antes que darle lo que deseaba, le dio lo que necesitaba. Le dio un pasaje seguro y un lugar seguro.
A veces no entendemos al Padre. Pero Él sabe lo que hace. No te quejes de
los sacos de tierra que has tenido que cargar. Un día sabrás que Dios estaba
trabajando para tu futuro.
PREGUNTAS-REFLEXIÓN
Una de las cosas que más nos cuesta aceptar son los caminos que Dios tiene “preparados” para cada uno de nosotros. Es muy habitual que intentemos llevar a Dios por nuestros caminos y no por los que Él tenía previsto. Cuando hacemos esto, lo único que demostramos es nuestra poca inteligencia, nuestra falta de confianza y nuestra escasa docilidad a su voluntad. Todos los días le decimos a Dios “hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”, pero luego, a la hora de la verdad, da la impresión que eran palabras huecas, dichas con los labios pero no con el corazón.
Cuando venimos a este mundo podemos “elegir” entre tres caminos muy diferentes: Uno, el de caminar de espaldas a Dios. Si así lo hacemos, Él mismo nos advierte lo que nos ocurrirá: “El que no está conmigo está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama” o en este otro pasaje: “Esforzaos para entrar por la puerta angosta, porque muchos, os digo, intentarán entrar y no podrán. Una vez que el dueño de la casa haya entrado y haya cerrado la puerta, os quedaréis fuera y empezaréis a golpear la puerta, diciendo: «Señor, ábrenos». Y os responderá: «No sé de dónde sois…; apartaos de mí todos los servidores de la iniquidad». Allí habrá llanto y rechinar de dientes”
Una segunda opción es intentar vivir con Dios pero siguiendo cada uno su propio camino, y no el que Dios le había preparado. Y ya sabemos lo que les ocurre a quienes no siguen los caminos de Dios: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. “El que me sigue no anda en tinieblas”.
Y una tercera opción, que fue la que Cristo adoptó personalmente y al mismo tiempo nos enseña a nosotros: “Porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió”. Camino que también siguió la Virgen María: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu Palabra” y el que han tomado todos los santos.
Una cualidad que tuvieron todos ellos fue la docilidad; es decir, permitieron que Dios “dirigiera y moldeara” sus vidas. La docilidad es una virtud muy bella y al mismo tiempo muy difícil de vivir, pues es el resultado de la conjunción de muchas otras, tales como: amor, nobleza, humildad, confianza, generosidad. Son tantas las virtudes que entran en juego para ser “dóciles” a los planes de Dios, que es frecuente que falte alguna. Ser dóciles no quiere decir entender los planes de Dios, sino confiar en Él, en su amor; reconocer las debilidades de uno, y estar seguro que Dios siempre lo puede hacer mejor que nosotros si le dejamos manos libres para actuar.
“Como el barro en manos del alfarero, así sois vosotros en mi mano”.
MÚSICA:
La mano generosa.
https://www.youtube.com/watch?v=6-i_q1CRnqA
ORACIÓN FINAL: Oración de San Francisco de Asís
Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión.
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza.
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.
Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar,
ser comprendido, cuanto comprender,
ser amado, cuanto amar.
Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE NOVIEMBRE DE 2021
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Termina Noviembre y hemos vivido fiestas de contraste; la Solemnidad de los Santos y la Conmemoración de los Difuntos. Y hace tan solo unos días, también la celebración de Cristo Rey del Universo en Dios. Por ello, hoy hablaremos de ese nuestro rey con las palabras del Dr. Lockridge.
Comencemos la Oración ofreciéndola por nuestros
hermanos de la Palma, sin perder la actitud de silencio con la que siempre
venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del santo Evangelio según San Juan 18, 33b-37
En aquel tiempo, Pilato dijo a Jesús:
«¿Eres tú el rey de los judíos?».
Jesús le contestó:
«¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?».
Pilato replicó:
«¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a
mí; ¿qué has hecho?».
Jesús le contestó:
«Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia
habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es
de aquí».
Pilato le dijo:
«Entonces, ¿tú eres rey?».
Jesús le contestó:
«Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al
mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi
voz».
Palabra de Dios.
MÚSICA:
Aqui Estas. Way Maker
https://www.youtube.com/watch?v=Dj8gGf7-FVI
REFLEXIÓN: ¡Este es mi rey!
La Biblia dice que mi rey:
Es el rey de los judíos,
Él es el rey de Israel
Él es el rey de Justicia
Él es el rey de los siglos
Él es el rey de los cielos
Él es el rey de Gloria
Él es el rey de Reyes
Y el señor de Señores
¡Este es mi Rey!
Me pregunto ¿Lo conoces?
Mi rey es un rey Soberano
No hay manera de medir su amor ilimitado
Él es perdurablemente fuerte
Él es totalmente sincero
Es eternamente firme
Es inmortalmente lleno de gracia
Es imperialmente poderoso
Es imparcialmente misericordioso
¿Lo conoces?
Él es el mayor fenómeno
que ha cruzado el horizonte de este mundo
Él es el Hijo de Dios
Él es el salvador de los pecadores
Es la pieza central de la civilización
Él es incomparable
Él no tiene precedente
Es la idea más elevada de la literatura
Es la más alta personalidad en la filosofía
Él es la doctrina fundamental de la verdadera teología
Él es el único calificado para ser el Salvador todo suficiente
Me pregunto ¿Lo conoces?
Él suple de fortaleza a los débiles
Está disponible para los tentados y los afligidos
Él se compadece y salva
Él fortalece y sostiene
Él guarda y guía
Él sana a los enfermos
Él limpia a los leprosos
Él perdona a los pecadores
Él absuelve a los deudores
Él liberta a los cautivos
Él defiende a los débiles
Él bendice a los jóvenes
Él sirve a los desafortunados
Él guarda a los ancianos
Él recompensa a los diligentes
Él embellece a los humildes
¿Lo conoces?
Él es la clave del conocimiento
Él es la fuente a la sabiduría
Él es la entrada a la libertad
Él es el sendero hacia la paz
Él es el camino de justicia
Él es la autopista hacia la santidad
Él es la puerta a la gloria
¿Lo conoces?
Bueno, su vida es incomparable
Su bondad es ilimitada
Su misericordia es eterna
Su amor nunca cambia
Su palabra nos basta
Su gracia es suficiente
Su reino es justo
Su yugo es fácil y ligera su carga
Me gustaría describírtelo...
Pero Él es indescriptible
Es incomprensible
Es invencible
Es irresistible
No puedes sacarlo de tu mente
No te lo puedes quitar de las manos
No puedes sobrevivir sin Él
Y no puedes vivir sin Él
Los fariseos no podían soportarlo
Pero se dieron cuenta que no podían detenerlo
Pilatos no pudo encontrar ninguna falta en Él
Herodes no pudo matarlo
La muerte no pudo con Él
Y la tumba no lo pudo retener
¡Este es mi Rey!
¡Este es mi Rey!
PREGUNTAS-REFLEXIÓN
¿Es Jesús nuestro rey o nos dejamos llevar por otros ídolos como el consumismo, la critica fácil, el orgullo?
¿Entendemos que el reinado de Jesús se basa en la humildad y en el servicio a los demás?
¿Sabemos que el camino de la Cruz, el del sacrificio, es el camino que debemos recorrer para lograr, con ayuda de Jesús, que Él sea el Rey de nuestra vida?
¿Conocemos que la celebración de Jesucristo Rey del Universo nos conduce hacia una experiencia mística, la de unirnos tanto a Jesús que sintamos que Él ocupa todo nuestro interior y, así, pase a ser nuestro Rey en esta vida?
¿En qué se nota que Cristo es Rey de tu vida?
MÚSICA:
Te alabo Señor. Kairoi
https://www.youtube.com/watch?v=-KpBeLDvMCQ
ORACIÓN FINAL: Cántico de las Criaturas. San Francisco de Asís
Altísimo y omnipotente buen Señor, tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición. A ti solo, Altísimo, te convienen y ningún hombre es digno de nombrarte.
Alabado seas, mi Señor, en todas tus criaturas, especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas. Y es bello y radiante con gran esplendor, de ti, Altísimo, lleva significación.
Alabado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas, en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo, por todos ellos a tus criaturas das sustento.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego, por el cual iluminas la noche, y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.
Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sostiene y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.
Alabado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor, y sufren enfermedad y tribulación; bienaventurados los que las sufran en paz, porque de ti, Altísimo, coronados serán.
Alabado seas, mi Señor, por nuestra hermana muerte corporal, de la cual ningún hombre viviente puede escapar. Ay de aquellos que mueran en pecado mortal. Bienaventurados a los que encontrará en tu santísima voluntad porque la muerte segunda no les hará mal.
Alaben y bendigan a mi Señor y denle gracias y sírvanle con gran humildad
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE DICIEMBRE DE 2021
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Termina Diciembre y con él un año complicado, aunque siempre caminamos llenos de esperanza y de la luz de Cristo que acaba de Nacer. Hoy tenemos la suerte de haber recibido una carta personal dirigida a todos los que estamos aquí.
Comencemos
la Oración ofreciéndola por nuestros
hermanos que sufren la soledad, la pobreza y la enfermedad, sin perder la
actitud de silencio con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Evangelio según San Lucas. (2,1-20)
En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que
se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando
Quirino gobernaba la Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen.
José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de
Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse
con María, su esposa, que estaba embarazada.
Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María
dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un
pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.
En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños
durante la noche.
De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los
envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les dijo: «No
teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el
pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el
Mesías, el Señor.
Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto
en pañales y acostado en un pesebre».
Y junto con el Angel, apareció de pronto una multitud del ejército
celestial, que alababa a Dios, diciendo: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la
tierra, paz a los hombres amados por él».
Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a
otros: «Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha
anunciado».
Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido
acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este
niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de que decían los
pastores.
Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón.
Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que
habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.
Palabra de Dios.
MÚSICA:
Noche de Paz
https://www.youtube.com/watch?v=PhYyMndHPLg
REFLEXIÓN: Carta del Niño Jesús a los hombres
Querido Amigo:
Hola, te amo mucho. Como sabrás, otra vez ha llegado la fecha en que festejan mi nacimiento.
El año pasado hicieron una gran fiesta en mi honor y me da la impresión que este año ocurrió lo mismo. A fin de cuentas llevan meses haciendo compras para la ocasión y casi todos los días han salido anuncios y avisos sobre lo poco que faltaba para que esta fiesta llegara.
La verdad es que se pasan de la raya, pero es agradable saber que por lo menos un día del año, piensan en mí. Ha transcurrido ya mucho tiempo cuando comprendían y agradecían de corazón lo mucho que hice por toda la humanidad.
Pero hoy en día, da la impresión de que la mayoría de la gente apenas sabe por qué motivo se celebra mi cumpleaños.
Por otra parte, me gusta que la gente se reúna y lo pase bien y me alegra sobre todo que los niños se diviertan tanto; pero aún así, creo que la mayor parte no sabe bien de qué se trata. ¿No te parece?
Como lo que sucedió, por ejemplo, el año pasado. Al llegar el día de mi cumpleaños, hicieron una gran fiesta, pero ¿puedes creer que ni siquiera me invitaron? ¡Imagínate! ¡Yo era el invitado de honor! ¡Pues se olvidaron por completo de mí!
Resulta que habían estado preparándose para las fiestas durante dos meses y cuando llegó el gran día me dejaron al margen. Ya me ha pasado tantísimas veces que lo cierto es que no me sorprendió.
Aunque no me invitaron, se me ocurrió colarme sin hacer ruido. Entré y me quedé en mi rincón. ¿Te imaginas que nadie advirtió siquiera mi presencia? Ni se dieron cuenta de que yo estaba allí.
Estaban todos bebiendo, riendo y pasándolo en grande, cuando de pronto se presentó un hombre gordo, vestido de rojo y barba blanca postiza, gritando: "¡jo, jo, jo!".
Parecía que había bebido más de la cuenta, pero se las arregló para avanzar a tropezones entre los presentes, mientras todos los felicitaban.
Cuando se sentó en un gran sillón, todos los niños, emocionadísimos, se le acercaron corriendo y diciendo: “¡Santa Claus!” Cómo si él hubiese sido el homenajeado y toda la fiesta fuera en su honor.
Aguanté aquella "fiesta" hasta donde pude, pero al final tuve que irme. Caminando por la calle me sentí solitario y triste. Lo que más me asombra de cómo celebra la mayoría de la gente el día de mi cumpleaños es que en vez de hacerme regalos, se obsequian cosas unos a otros y, para colmo, casi siempre son objetos que ni siquiera les hacen falta.
Te voy a hacer una pregunta. ¿A ti no te parecería extraño que al llegar tu cumpleaños todos tus amigos decidieron celebrarlo haciéndose regalos unos a otros y no te dieran nada a ti? ¡Pues es lo que me pasa a mí cada año!
Una vez alguien me dijo: "Es que tú no eres como los demás, a ti no se te ve nunca; ¿Cómo es que te vamos a hacer regalos?". Ya te imaginarás lo que le respondí.
Yo siempre he dicho: "pues regala comida y ropa a los pobres, ayuda a quienes lo necesiten. Ve a visitar a los huérfanos, enfermos y a los que estén en prisión. Todo lo que regales a tus semejantes para aliviar su necesidad, lo contaré como si me lo hubieras dado a mí personalmente" (Mateo 25,34-40).
Lamentablemente, cada año que pasa es peor. Llega mi cumpleaños y sólo piensan en las compras, en las fiestas y en las vacaciones y yo no pinto para nada en todo esto. Además cada año los regalos de Navidad, pinos y adornos son más sofisticados y más caros, se gastan verdaderas fortunas tratando con esto de impresionar a sus amistades.
Esto sucede inclusive en los templos. Y pensar que yo nací en un pesebre, rodeado de animales porque no había más.
Me agradaría muchísimo más nacer todos los días en el corazón de mis amigos y que me permitieran morar ahí para ayudarles cada día en todas sus dificultades, para que puedan palpar el gran amor que siento por todos; porque no sé si lo sabes, pero hace más de 2 mil años entregué mi vida para salvarte de la muerte y mostrarte el gran amor que te tengo.
Por eso lo que pido es que me dejes entrar en tu corazón. Llevo años tratando de entrar, pero hasta hoy no me has dejado. "Mira yo estoy llamando a la puerta, si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos". Confía en mí, abandónate en mí. Este será el mejor regalo que me puedas dar. Gracias
Tu amigo, Jesús.
PREGUNTAS-REFLEXIÓN
-
¿Cómo has celebrado la Navidad?
-
¿Ha sido Jesús, Dios hecho hombre, el centro de esta celebración?
-
¿Qué le regalas a Él por su venida, su cumpleaños?
-
¿Qué ofreces a los demás por este motivo?
-
¿Qué queda en tu corazón, más allá del ruido, la música, las luces y toda
la parte física de la Navidad?
MÚSICA:
Feliz Navidad. Mikel Bublé y Thalia
https://www.youtube.com/watch?v=ZMELwQejZbc
ORACIÓN FINAL: Adoración al Niño Jesús
Os adoro, amable Niño del pesebre, el más humilde y el más grande de los hijos de los hombres y el más pobre y el más rico, el más débil y el más poderoso.
Os bendigo, porque os habéis dignado descender hasta mí, para ser mi modelo en la práctica de todas las virtudes, mi guía en las dificultades de la vida y mí, consuelo en los días de aflicción.
Os amo, porque venís a mí con amor infinito; con amor generoso, al que no cansan mis ingratitudes; con amor obsequioso, que se anticipa a los tardíos impulsos de mi corazón; con amor paciente, que espera mi conversión para amarme más tiernamente aun. Por eso, con el corazón lleno de agradecimiento, de rodillas al pie de este lecho de paja, os adoro, bendigo y amo, con todo el fervor de mi alma, y me atrevo a levantar mis ojos hasta mi Dios, que se digna mirarme.
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE ENERO DE 2022
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a
celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del
Señor. Y hoy especialmente tenemos que estar alegres ya que celebramos cuatro
años de andadura desde aquel primer mes de 2018.
Termina Enero
y arranca un nuevo año lleno de propositos. Este será el tema de esta noche: la
capacidad de generar propósitos y esperanza en nuestra vida.
Ofrecemos
esta oración por nuestros hermanos que están comprometidos con los propósitos
de la Iglesia. Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre
venimos aquí.
LECTURA:
Evangelio según San Juan 15:16-17
Jesús les dijo: "Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los
eligió a ustedes y los preparé para que vayan y den fruto, y ese fruto
permanezca. Así es como el Padre les concederá todo lo que le pidan en mi
Nombre. Ámense los unos a los otros: esto es lo que les mando".
Palabra de Dios.
MÚSICA:
Al final. Lilly Goodman
https://www.youtube.com/watch?v=sesss3X4a1w
REFLEXIÓN: La vida es un propósito constante. Un cuento sobre dragones y esperanza de Jonathan Alwars
Hace mucho tiempo, un gigantesco dragón se acercó a una imponente ciudadela. Los habitantes entraron en pánico imaginando una lucha imposible contra semejante adversario. Todos se concentraron en las mazmorras de castillo con los víveres necesarios.
- Aquí no podrá entrar, sin duda. Fuerte y profunda es la roca de los cimientos, paredes de impenetrable piedra refuerzan los laterales y poderosa madera compone la puerta de entrada. Desistirá y cansado huirá hacia otras latitudes.
Mientras, con todos los habitantes guarecidos en los sótanos, el dragón gritaba:
- ¡Ha del castillo! Un poco de agua para este dragón sediento, pues todos los ríos, lagos, charcas y fuentes en kilómetros a la redonda no disponen de agua salubre con la que poder mitigar mi sed. Tened piedad de mí y yo la tendré de vosotros.
Pero nadie atendió sus súplicas. Furioso, quemó con la potencia de su fuego el puente del foso. Este había quedado extendido, pues la puerta principal se encontraba protegida por sendos portones de blindado metal. Grata fue su sorpresa al descubrir una fuente de agua que manaba de un caño que se encontraba muy por encima de las infectas aguas del foso. El dragón bebió hasta saciarse. Ante el silencio del exterior los habitantes abandonaron los subterráneos creyendo que éste había huido, y cuál fue su sorpresa al comprobar que el único acceso con el exterior del castillo había sido destruido.
- Has inutilizado nuestra salida. ¿Qué has hecho dragón a la vez que nosotros nos protegíamos de tu presencia?
- Mantener un firme propósito mientras vosotros abristeis la puerta hacia la
desesperanza.
REFLEXIÓN
Nada está escrito hasta que se vive.
Nada resulta previsible hasta que sucede.
Nada es certidumbre, pues la vida es una casualidad imprevista.
A inmensa resulte la barrera, mayor ha de ser la fuerza dirigida para
aferrarse al propósito. El propósito no entiende de felicidad o pesadumbre, y
navega sobre ambos sin importar el equilibrio emocional de quien lo posee. El
propósito, proyecto, plan o aspiración, salva al suicida de atentar contra sí,
reflota al depresivo de su congoja, anima al desánimo, fuerza al inactivo y
disipa la indiferencia de vivir, sobre aquellos que contemplan la existencia al
igual que el limitado recorrido de un cinturón sobre una polea. El propósito es
el motor de las emociones, y en definitiva aporta el combustible necesario para
obtener los sueños.
La clase de propósito no importa, cada persona poseerá el suyo terminando por convertirse en un bien personal e intransferible: existirán propósitos similares pero nunca iguales entre mismos individuos. Si el propósito no provoca daño sobre quien lo impulsa o sobre aquellos que transitan próximos a él, siempre será entendido como un buen propósito con independencia de cuál sea su intención, origen o naturaleza.
La ausencia de propósito hiela la vida y oscurece el futuro por medio de un
presente sombrío. En tal modo, se conquista la desesperanza, se alimenta la
tristeza en el sufrimiento, se expulsa la felicidad y se cae dentro de un bucle
interminable cuyos muros anticipan una escapada infranqueable.
PREGUNTAS-REFLEXIÓN
-
¿Cuáles son los propósitos en tu vida, o más fácil aun, tu propósito actual?
-
¿Vives en la desesperanza?
-
¿Sabes que Dios tiene un propósito para ti?
-
¿Entiendes que nada sucede por casualidad y que todo está en los planes de
Dios para cada uno de nosotros?
-
¿Entiendes que la desesperanza es igual a sufrimiento
sin propósito?
-
¿Sabes que alcanzar esos propósitos en ocasiones no es sencillo, pero que
ÉL está contigo en los momentos difíciles de esfuerzo y sacrificio?
MÚSICA:
Tu Dios. Tienes un plan.
https://www.youtube.com/watch?v=f38uYg5e3ic
ORACIÓN FINAL: Amado Dios, por favor permíteme alcanzar mis metas.
Amado Dios, hoy me presento ante Ti a elevar esta oración que nace desde mi corazón, pues confío en tu bondad y sé que mi suplica será escuchada. Tú me conoces desde siempre y también conoces mis problemas, mis ilusiones, mis grandes anhelos y mis necesidades. Hoy más que nunca necesito tu ayuda y tu bendición.
Te suplico que camines a mi lado y me des fuerza y sabiduría para avanzar firme por el camino de la vida y poder convertir todos mis sueños en hermosa realidad. Por favor permíteme alcanzar aquellas metas que tanto anhelo.
Señor, te pido que me permitas alcanzar paz y bienestar, para poder brindar una vida plena y feliz a mi familia y a todas las personas que amo.
Por favor, en cada nueva mañana lléname de vigor para cumplir con mis obligaciones, de sabiduría para hacerlo de la mejor manera y de amor y humildad, que son los valores que engrandecen cualquier triunfo.
Amado Dios, cada día trabajaré por alcanzar mis metas y sin importar las circunstancias seguiré firme y adelante, pues buenas cosas vienen para aquellos que creen, cosas mejores para aquellos que son pacientes, pero las más grandes bendiciones vienen para aquellos que nunca se rinden.
Hoy pongo mi destino en tus amorosas manos. Lo entrego completamente a Ti y voy a vivir cada día lleno de dicha y esperanza, en tu hermosa paz y refugio.
Tú sabes lo que es mejor para mi vida, por favor orienta mis pasos y guíame por senderos de éxito, plenitud y prosperidad, aleja el enemigo mal intencionado y por favor líbrame siempre de todo mal.
Padre celestial, termino esta oración con la alegría de saber que Tú has escuchado mi suplica y que muy pronto de Ti recibiré una respuesta; que hoy y siempre se haga tu voluntad en mi vida, Amén.
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE FEBRERO DE 2022
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Termina Febrero y hemos vivido fiestas como la Presentación de Jesus en le templo, en la que Jesús se hace presente y nos invita a dar testimonio, desde la palabra y desde los hechos.
Pero hoy, vamos a parar y hacernos la siguiente pregunta ¿Para qué sirve rezar? Para responderla, reflexionaremos sobre este texto de Alfonso Aguiló.
Ofrecemos esta oración por nuestros hermanos que no saben rezar, que desconocen como dirigirse a Dios, nuestro Padre. O que han caído en la repetición vana de oraciones sin sentido.
Comencemos sin
perder la actitud de silencio con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Evangelio según San Mateo 6, 7-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se
imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro
Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros orad así:
“Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal”.
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro
Padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre
perdonará vuestras ofensas».
Palabra de Dios.
MÚSICA:
Majo y Dan ft. Marcos Vidal - Cara a Cara
https://www.youtube.com/watch?v=JP-ynoI9HTY
REFLEXIÓN: La sordera de Dios
«Me siento engañada. Me habían dicho que Dios era bueno y protegía y amaba a los buenos, que la oración era omnipotente, que Dios concedía todo lo que se le pedía.
»¿Por qué Dios se ha vuelto sordo a lo que le pido? ¿Por qué no me escucha? ¿Por qué permite que esté sufriendo tanto?
»Empiezo a pensar que detrás de ese nombre, Dios, no hay nada. Que es todo una gigantesca fábula. Que me han engañado como a una tonta desde que nací».
Esta queja, amarga y crispada, de una mujer afligida por una serie de desgracias, corresponde a un tipo de quejas de las más antiguas que se escuchan contra Dios.
Y al hecho
de ser actitudes muy poco apropiadas para la oración, se une el hecho de que,
en muchos casos, lamentablemente, son las primeras palabras que esa persona
dirige hacia Dios en mucho tiempo. Y si no reciben rápidamente un consuelo a su
medida, tacharán a Dios de ser sordo a sus peticiones. Son ese tipo de personas
—decía Martín Descalzo— que tienen a Dios como un aviador su paracaídas: para
los casos de emergencia, pero esperando no tener que usarlo jamás.
Visión utilitarista de Dios
Al parecer, su dios era algo que servía para hacerla feliz a ella, y no ella alguien destinada a servir a Dios. Su dios era bueno en la medida que le concedía lo que ella deseaba, pero dejaba de ser bueno cuando le hacía marchar por un camino más costoso o difícil.
Con la oración, nos dirigimos a Dios y le expresamos nuestras inquietudes y preocupaciones. Es cierto que con la oración Dios nos concede lo que le pedimos, pero solo cuando eso que pedimos sea lo que realmente necesitamos. No tendría sentido que nos concediera cosas que no nos convienen, y el hombre no siempre acierta a saber qué es realmente mejor para él. La buena oración no es la que logra que Dios quiera lo que yo quiero, sino la que logra que yo llegue a querer lo que quiere Dios.
Tratar a Dios como a un fontanero, del que solo nos acordamos cuando los grifos marchan mal, denotaría una visión utilitarista de Dios. Amar a Dios porque nos resulta rentable es confundir a Dios con un buen negocio, una instrumentalización egoísta de Dios. Un dolor, por grande que sea, puede ser el momento verdadero en que tenemos que demostrar si amamos a Dios o nos limitamos a utilizarlo.
Es verdad que el sufrimiento es a veces difícil de aceptar y de entender. Pero nuestros sufrimientos —ha escrito la Madre Teresa de Calcuta— son como caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que nos volvamos a Él, y para hacernos reconocer que no somos nosotros los que controlamos nuestras vidas, sino que es Dios quien tiene el control, y podemos confiar plenamente en Él.
Son muchos los males que afligen al mundo y a nuestra propia vida, pero eso no debe llevarnos al pesimismo, sino a la lucha por la victoria del bien. Y esta lucha por la victoria del bien en el hombre y en el mundo nos recuerda la necesidad de rezar.
La oración... ¿no es hablar solo?
Una profesora explica a sus alumnos de nueve años un ejercicio práctico.
Un grupo debe sembrar unas semillas en dos macetas y ponerlas junto a la ventana del aula.
Luego, ese mismo grupo se encargará de regar todos los días el primero de esos dos tiestos. El resto de los alumnos se dedicará a rezar para que germine lo que han sembrado en el segundo, pero sin echar una sola gota de agua.
El resultado en las mentes de los chicos es fácil de imaginar: el aplastante peso de la realidad les hace ver que rezar es una gran ingenuidad, puesto que de la primera maceta pronto brotó una hermosa planta, y en cambio, de la segunda, la oración no consiguió absolutamente nada.
He recordado esta anécdota, que sucedió realmente, porque a veces nos hacemos una idea de la oración casi tan extraña como la que aquella profesora quería inculcar en sus alumnos.
La fe y la esperanza cristianas no son ese balido paciente de ovejas cobardes con que algunos parecen identificarlo:
El que reza
no puede pretender que Dios haga el trabajo que le corresponde hacer a él.
La oración
no es una simple espera de que alguien venga a resolver lo que nosotros hemos
de resolver.
Ni es la
aceptación cansina de errores o injusticias que estaría en nuestra mano atajar.
Tampoco es un vano y supersticioso intento de obtener un poder oculto sobre los bienes de este mundo.
Rezar no es una especie de diálogo de un maníaco con su sombra. La oración es algo muy distinto, y millones de seres humanos han encontrado en ella a lo largo de los siglos, no solo consuelo, sino una luz y una fortaleza grandes.
La oración
enriquece enormemente a cualquier persona que la practique. Buscar unos minutos
al día de pausa cordial para el encuentro con Dios en el fondo del alma,
elevándose un poco por encima del trajín y el ruido de nuestras actividades
cotidianas, dejando por un rato esas preocupaciones que agobian (o precisamente
tratando de ellas en la presencia de Dios); y tomar, por ejemplo, el Evangelio,
o cualquier libro que nos ayude a elevar nuestro pensamiento hacia Él; y leer
una frase, unas pocas líneas, y dejarlas calar dentro de sí, como la lluvia cae
sobre la tierra. Eso, aunque solo sea unos pocos minutos, pero cada día, a la
vuelta de poco tiempo produce un sorprendente enriquecimiento interior.
PREGUNTAS-REFLEXIÓN
- ¿Cómo es tu relación con Dios en la Oración?
¿Utilizamos a Dios cuando nos conviene, en las circunstancias difíciles, según nuestras necesidades?
-
¿Reconocemos que Dios tiene el control de nuestras vidas?
-
¿Encargamos a Dios en nuestra oración los esfuerzos y trabajos que debemos
de realizar nosotros?
-
¿Buscas esos momentos, ese rato de encuentro diario?
MÚSICA:
Busca a Dios - José Danie
https://www.youtube.com/watch?v=I6EjCmwuZWg
ORACIÓN FINAL:
Señor, te pido valor y lucidez para afrontar todas mis dificultades, no dejes que mi ánimo decaiga. Tú eres mi fortaleza y mi roca fuerte, mi escudo protector ante la adversidad. Que nunca quedemos confundidos los que en Ti ponemos nuestra fe y nuestra esperanza.
Mi corazón quiere sentir en todo momento que se llena de tu confianza y con todas sus fuerzas quiere salir dispuesto a servir y a comprometerse con el logro de todos mis sueños.
Ayúdame a dar lo mejor de mí, a entregarme plenamente a la bondad y pureza de tu amor, a centrarme en tu Palabra que abriga, que sostiene, que impulsa y alienta a superar todo obstáculo y dificultad que se presente.
Ayúdame a explorar la profundidad de mi ser, a escudriñarme bien a fondo y encontrar todos esos talentos que has sembrado en mí, para conseguir el éxito y la felicidad en todas y cada una de las tareas que me toca realizar.
En tu Nombre, y con tu ayuda, sé que puedo vencer, porque nadie que ha confiado en Ti, en tu compasión y en tu misericordia, ha salido defraudado. Amén
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE MARZO 2022
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE MARZO DE 2022
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Cerramos marzo, y en esta Cuaresma que ya da a su fin dedicaremos lo oración de hoy a la Paz, a la unidad por los hermanos y hermanas que sufren la guerra en el mundo, y en especial la de Ucrania.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos
aquí.
MÚSICA:
Una plegaria de Paz. Athenas.
https://www.youtube.com/watch?v=FAQS6s_Ff-0
LECTURA DEL EVANGELIO
Lectura del Santo Evangelio de hoy según San Juan (14,27-31a):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «La paz os dejo, mi paz os
doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no turbe vuestro corazón ni se
acobarde.
Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
“¡Señor, hazme un instrumento de tu paz!”
El santo de Asís se dirige a Dios para hacerle una súplica muy especial, pues solo Él, con su sabiduría y misericordia infinita, es capaz de inflamar los corazones de los hombres para hacer cosas que superan en mucho la pequeñez de la naturaleza humana, obras titánicas como ser un medio para lograr la paz en el seno de la sociedad donde vivimos.
Actualmente vivimos en un mundo marcado por la violencia, las guerras causan sus estragos en Medio Oriente, África y Ucrania; el terrorismo mantiene angustiada a la población de Europa y Estados Unidos; en México la lucha contra los narcotraficantes es aprovechada también por todo tipo de delincuentes. Los noticieros nos presentan noticias de tiroteos, asesinatos en escuelas y casas por todo el mundo. Se escuchan muchos casos de maltrato entre los esposos, a los padres ancianos o a los niños. Pero también muchas personas están inconformes consigo mismas y por eso se auto maltratan, no tienen armonía en su ser, les falta la paz interna.
Al tiempo que deseamos la paz, la vemos tan lejana, como si fuera una utopía, por lo que muchas veces nos sentimos impotentes para hacer algo efectivo a su favor, por eso además de orar para que impere la paz en el mundo, es conveniente convertirnos en agentes de la misma, haciendo acciones que ayuden a la conciliación de las personas y de uno mismo, con actos que pueden parecer muy pequeños, pero pueden ser efectivos con grandes consecuencias posteriormente.
Hablamos de la paz, lo que conocemos como el “sosiego y buena correspondencia de unas personas con otras, especialmente en las familias, en contraposición a las disensiones, riñas y pleitos.” Pero además de la vida social, también se refiere a la vida interna de la persona, y por eso el Diccionario de la Real Academia nos proporciona otra acepción: “Virtud que pone en el ánimo tranquilidad y sosiego, opuestos a la turbación y las pasiones.” En pocas palabras, nos lleva a una situación de ausencia de conflicto en el alma del individuo y en sus relaciones con los demás.
Así, el Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña como “el respeto y el desarrollo de la vida humana exigen la paz. La paz no es sólo ausencia de guerra y no se limita a asegurar el equilibrio de fuerzas adversas. La paz no puede alcanzarse en la tierra, sin la salvaguardia de los bienes de las personas, la libre comunicación entre los seres humanos, el respeto de la dignidad de las personas y de los pueblos, la práctica asidua de la fraternidad. Es la “tranquilidad del orden” (San Agustín, De civitate Dei 19, 13). Es obra de la justicia (cf Is 32, 17) y efecto de la caridad (cf GS 78, 1-2).”
“La paz terrenal es imagen y fruto de la paz de Cristo, el “Príncipe de la paz” mesiánica (Is 9, 5). Por la sangre de su cruz, “dio muerte al odio en su carne” (Ef 2, 16; cf Col 1, 20-22), reconcilió con Dios a los hombres e hizo de su Iglesia el sacramento de la unidad del género humano y de su unión con Dios. “El es nuestra paz” (Ef 2, 14). Declara “bienaventurados a los que construyen la paz” (Mt 5, 9).”
Ahora bien, pide ser un instrumento, una herramienta que se deja manipular según la voluntad de quien la lleva en su mano y por lo tanto no puede hacer cosa distinta. Aquí me viene a la mente esa parte del Padre Nuestro “hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”. Un abandono total a los designios amorosos del Maestro de Nazareth, quien nos recalcó como principales mandamientos de la ley divina: El primero, “amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas”, y el segundo “amarás a tu prójimo como a ti mismo”. En esta línea, San Francisco pide le permita hacer una serie de actos amorosos según las circunstancias lo vayan requiriendo como consecuencia de las flaquezas de la naturaleza humana.
Phillip H. Brubeck G.
PREGUNTAS REFLEXIÓN
-
¿Eres instrumento de Paz? ¿Medias en los
conflictos u omites inmiscuirte en problemas?
-
¿Eres capaz de dar el primer paso para
reconciliarte?
-
¿Estás en Paz contigo mismo?
-
¿Eres consciente de la importancia de la
Paz en lo pequeño ahora que vemos la Guerra injustificada en las noticias?
-
¿Eres sensible? ¿Sientes el desgarro de
nuestros hermanos en esta guerra o la ves como una de las muchas películas de
violencia?
-
¿Participas de la Paz a través de la
Oración?
MÚSICA:
Imagine. John Lennon (Boyce Avenue piano acoustic
cover)
https://www.youtube.com/watch?v=qrpvq6xef2A
ORACIÓN FINAL: Oración de San Francisco
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión.
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que allá donde desesperación, yo ponga la
esperanza.
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.
Maestro, que yo no busque tanto ser consolado,
cuanto consolar,
ser comprendido, cuanto comprender,
ser amado, cuanto amar.
Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra
a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.
Amén.
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE ABRIL DE 2022
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Alegres por la recién estrenada Pascua nos volvemos a reunir para dar gracias por el mayor regalo de Dios a los Hombres, su Hijo.
Ofrecemos esta oración por nuestros hermanos que entregan su vida por el mensaje del amor, la paz, la solidaridad y la entrega a los más necesitados.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del Santo Evangelio según San Juan 3, 16-21
Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que
cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que
el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque
no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios.
Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la
tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal
detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras.
En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que
sus obras están hechas según Dios. Palabra de Dios.
MÚSICA:
Kairy Marquez -Amor de Dios
https://www.youtube.com/watch?v=hjBIDA8j-xM
REFLEXIÓN: Seguid predicando este modo de vida
Los apóstoles, con valentía, anunciaban al pueblo la resurrección de Jesús,
y muchos creían en sus palabras. Las autoridades judías estaban molestas con
esta situación y les encarcelaron para que dejasen de hablar de Jesús
resucitado.
Estando en la cárcel, “por la noche, el ángel del Señor les abrió las puertas y los sacó afuera pidiéndoles que siguiesen predicando este modo de vida”. Lo que volvieron a hacer porque no podían callar, tenían que seguir predicando a Jesús. Las autoridades les volvieron a detener con la misma prohibición de hablar de Jesús. Sabemos bien que libres no hicieron caso a esta prohibición y gastaron su vida escuchando a su Maestro: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio”. La mejor noticia que podían ofrecer a sus oyentes.
A lo largo de estos XXI siglos de cristianismo, los seguidores de Jesús muerto y resucitado, se han encontrado con diversas actitudes de las autoridades o del mismo pueblo, actitudes de acogida, y actitudes de rechazo y de prohibición. Pero los cristianos, viviendo distintas circunstancias, de una manera o de otra, han seguido predicando la buena noticia de Jesús, la mejor noticia de todos los tiempos. Un grupo numeroso de esos cristianos han pagado y siguen pagado con su vida, con su martirio, este proclamar a Jesús, que les espera después de su muerte para regalarles la vida de total felicidad y para siempre.
Todo lo que hizo Dios fue movido por el amor, no por la malicia, por la vanidad. Todo lo que sale de las manos de Dios es producto del amor, porque Dios es Amor, no sabe más que amar.
De entrada, en el dialogo de Jesús con Nicodemo le recuerda que Dios nos envió a su hijo movido por el amor. “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su hijo único”. Y ¿para qué le mandó hasta nosotros? No para condenar, para castigar a los habitantes de la tierra, sino para todo lo contrario para salvarlos a todos “para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna”.
Esta fue la intención amorosa de Dios con el envío de su hijo Jesús. Pero no quiere salvarnos sin nuestra colaboración. Nos deja libres para aceptar o rechazar su sublime regalo. Ahí está la grandeza y a la vez la tragedia de toda persona humana. Ejerciendo nuestra libertad podemos aceptar a Jesús, su salvación, la vida plena y eterna, siguiendo los pasos que él nos indica; o podemos ejercer nuestra libertad rechazando su regalo, al mismo Jesús y a todas sus indicaciones. En nuestras manos está el elegir.
PREGUNTAS-REFLEXIÓN
-
¿Nos acercamos en nuestra vida a la luz de Cristo?
-
¿Proclamamos su mensaje alegres y orgullosos de ello?
-
¿Reconocemos el gran regalo que Dios nos hace?
-
¿Cuál es nuestra actitud ante el Cristo Resucitado?
-
¿Nos mueve el amor?
-
¿Hacía donde nos lleva nuestra libertad de elección?
MÚSICA:
Resucitar-Jesús Cabello
https://www.youtube.com/watch?v=xDJne5t7Ar0
ORACIÓN FINAL:
Muerte y resurrección
Al morir mi amigo algo de mí que ya era él se fue.
Algo de mí resucitó en él.
Algo de él que todavía es yo se quedó.
Algo de él espera en mí resurrección.
El tiempo al andar parece devorar todo el amor.
Pero cuanto más aleja en el pasado mi recuerdo,
más me acerca al encuentro sin distancia del futuro.
Aunque en mí cada día tiene su poda, su espera y su cosecha,
para él ya toda la historia se cumplió, yo llegué con él, y allí estoy.
Gracias, Señor.
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE MAYO DE 2022
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a
celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Termina Mayo, mes de María y hoy vamos a meditar, a exaltar las palabras del Ave María, para que al rezar, seamos conscientes de la fuerza y la profundidad de esta oración a la Madre de Jesús.
Ofrecemos esta oración por todos los que ponen en María su confianza.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 1, 26-38
Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa
de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate,
llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se conturbó por estas palabras, y
discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María,
porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a
dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.El será grande y será
llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;
reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin». María
respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le
respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado
Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su
vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque
ninguna cosa es imposible para Dios». Dijo María: «He aquí la esclava del
Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel dejándola se fue.
Palabra de Dios.
MÚSICA:
Alégrate María - Marcela de Maria
https://www.youtube.com/watch?v=PX44vprqMnA
REFLEXIÓN:
Dios te salve
Te saludo con todo mi amor y con toda la alegría de mi corazón. Dios te
salve, Bendita.
Y bendícenos a nosotros, los hijos de la Bendita entre todas las mujeres. Todos
tus hijos del mundo, en las ciudades, en los valles y montañas de los cinco
continentes te saludan a diario cuando rezan el avemaría. Yo me uno a ese coro
de hijos amantes y felices.
Oh Madre bendita. Sí, bendita mil veces, bendita para siempre. Dios te
salve.
María
Me encanta pronunciar tu nombre porque es el tuyo: María, Virgen María. Tu
nombre ha poblado de bellas iglesias las ciudades y las montañas. Lo pronuncian
con grandísimo amor y ternura los jóvenes, los adultos y los niños.
Tu nombre lo llevan con orgullo santo millones de mujeres del mundo
cristiano. Porque te aman y porque quieren parecerse a Ti.
Necesitamos de verdad en nuestro mundo muchas Marías que tengan un corazón parecido
al tuyo.
María bendita, míranos con tus ojos purísimos, y llénanos de tu perfumada
presencia, de tu ternura inmensa, de tu fe y de tu amor.
Dios te salve, María…
Llena eres de gracia
Cántaro que rebosa de la gracia, de la vida de Dios, de su amor inefable,
de su santidad.
Más santa y pura que todos los santos, más que los querubines y serafines. Por
eso la belleza de tu alma y de tu rostro son el encanto de tu Dios.Y el encanto
de nosotros también.
Nos colma de tanta alegría saber que nuestra madre es tan santa, tan bella,
tan pura y sencilla.
Así te saludó el ángel: Llena de gracia, impresionado de tu alma.
Dios te salve, María, llena eres de gracia…
El Señor es contigo
Esta frase de la Biblia siempre va después del “No tengas miedo”.
Desde que naciste Dios ha estado contigo, porque te cuidó como a su perla
preciosa, a su rosa exquisita. Él te preparó desde muy niña con sus manos para
que fueras después su Madre. Todo el amor infinito de Dios cuidando a María.
Estuvo contigo en tus años de infancia cuidando a la niña más bella y en la
adolescencia preparando tu alma y tu cuerpo bendito y santísimo para la
maternidad.
El Señor está contigo: Te lo dijo un arcángel y él sabía lo que decía.
Contigo estuvo en los años de tu embarazo, dentro de tu seno, haciéndose un
niño por amor a nosotros. Toda tu vida terrena estuvo contigo.
Y Tú estuviste con Él. Fuiste madre, nueva Eva, corredentora. Estuvo
contigo en la cruz, muriendo junto a Ti. También estuviste Tú con Él, hasta que
murió en el patíbulo y pasó de los brazos muertos de la cruz a los brazos vivos
y amorosos de su madre.
Estuvo contigo en los años de tu soledad, santificando a su madre
amadísima, para que llegara al cielo resplandeciente como el sol. Contigo está
y estará por toda la eternidad.
Dios te salve, María, llena eres de gracia, El Señor es contigo….
Bendita Tú eres entre todas las mujeres
Tú eres la imagen perfecta, única de la mujer que quiso crear.
Por eso, las mujeres deben parecerse a Ti, modelo preciosísimo de la mujer.
Llamarse como Tú es una buena elección. Pero parecerse a Ti debe ser su
ideal.
Modelo de niña y mujer, adorable modelo de madre y esposa.
Porque Tú pasaste por todas las etapas del crecimiento de la mujer, enseñando
cómo se puede ser una gran mujer, una mujer santa, un apóstol de Jesús, y,
además, una mujer feliz...
Con muy poco presupuesto, en una casita humilde, pero donde estaba Dios, y
donde Dios está nada hace falta.
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita Tú
eres entre todas las mujeres…
Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús
Bendita la flor, bendito también el fruto. Jesús, el amado del Padre ha
nacido de Ti como la rosa del rosal. Jesús te pertenece, es tuyo, hijo tuyo, fruto
de tus purísimas entrañas.
Y Tú eres de Jesús, toda de Jesús, pues Él, además de ser hijo tuyo, es tu
Dios omnipotente.
Jesús y Tú sois, además, de nosotros.
Jesús, porque Tú nos lo diste, en un gesto de amor único y lleno de
misericordia…
Y Tú nos perteneces porque Él te convirtió en Madre, en Madre nuestra.
Entre las palabras que siempre meditas en tu corazón, están éstas:
“Ahí tienes a tu hijo, ahí tienes a tu madre”.
Para nosotros esta sola frase constituye todo un evangelio, una buena
nueva.
Si Jesús es nuestro, si María es nuestra, ¿qué dificultad no se podrá
derrotar?
¡Qué poco felices nos atrevemos a ser cuando nos han dado la llave de la
felicidad, de la felicidad completa y eterna!
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú
eres entre todas las mujeres y bendito es
el fruto de tu vientre Jesús.
Santa María
Si María es tu nombre, santa, santísima es tu sobrenombre,
Por eso tu nombre nos produce inmensa alegría y al mismo tiempo gran
respeto. Espiga dorada pletórica de fruto, mística rosa perfumada.
Santa María, dulce Madre, Virgen pura, Reina bellísima y sencilla campesina
de la entrañable campiña de Nazaret.
Madre de Dios
Te amamos como Madre nuestra y te veneramos como madre de Dios, grandeza incomparable
que te ennoblece y nos llena de orgullo santo, porque nuestra madre es también
madre de Dios.
Para tan alto privilegio se requería una Madre virgen, una virgen santa, una
mártir del alma, una criatura llena de gracia y una humildísima esclava del
Señor, que supiera decir: Hágase en Mí según tu palabra.
¿Cómo pudiste poseer al mismo tiempo la máxima grandeza y la más fina y
profunda humildad?
Dios te consideró digna madre suya. Aceptó ser Hijo de tus entrañas. Te
hizo grande el que todo lo puede y tú te hiciste pequeña como una esclava al
completo servicio de tu Señor. Madre y esclava del Señor.
Como Madre de Dios me infundes un respeto inmenso.
Como esclava del Señor una ternura infinita.
Ruega por nosotros, pecadores
Somos tus hijos pecadores. Somos hijos pródigos que hemos recorrido los
senderos del pecado y del hastío. Fuimos hijos de una madre pecadora, antes de
ser aceptados por una Madre Inmaculada.
Ruega a tu Hijo omnipotente, Tú que eres la omnipotencia suplicante.
Ruega siempre para que no nos engañe más el padre de la mentira.
Dile a Jesús que no tenemos vino, que se nos ha terminado la alegría y el
amor.
Pide para nosotros el milagro de la resurrección cuando caemos muertos de
cansancio y de dolor.
El que dijo ser la resurrección y la vida es hijo tuyo.
El que dijo ser la Verdad y la Vida, te llama Madre.
Entonces, suplícale que nos otorgue la resurrección y la vida.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores…
Ahora…
El día de hoy, El día de las oportunidades de santificarnos o de pecar. Hoy,
el día al que le basta su afán. El único día que tenemos en las manos. Que lo
llenemos de amor y de bondad.
Ahora líbranos de caer en la tentación. Hoy que sepamos amar a nuestros
prójimos. Hoy que no endurezcamos el corazón. Hoy que oigamos la voz del
Espíritu Santo. Ahora, en este presente que se transforma constantemente en
futuro.
Hoy, que el día de hoy amemos, nos santifiquemos, seamos instrumentos de la
paz de Jesús. Hoy, en esta pequeña vida que es el día presente.
Y en la hora de nuestra muerte. Amén.
En ese momento en el que se juega nuestra salvación eterna. Ese último día
que sepamos decir un último “Te amo en este mundo” para repetirlo en la otra
vida por siempre.
Ruega por los que en ese momento no están preparados, para que si no
vivieron en gracia, mueran en gracia de Dios y no vayan al eterno dolor.
Ruega por los niños cuyo primer día de vida coincide con el de su terrible muerte.
Así como lograste que el buen ladrón se arrepintiera el día de su muerte, consigue
esa misma gracia a los pecadores más rudos, a los que no aceptan a tu Hijo.
Une a la misericordia de Dios, tu bondad maternal para salvarles.
Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
MÚSICA:
María Mírame - Yuli & Josh
https://www.youtube.com/watch?v=KZpTMZy65y8
ORACIÓN FINAL:
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa,
Virgen sagrada, María,
te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
¡Mírame con compasión!
¡No me dejes, Madre mía¡
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE JUNIO DE 2022
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Termina Junio, el mes del Santísimo Sacramento y del Sagrado Corazón de Jesús. Por ello, hoy vamos a reflexionar sobre ese corazón de Dios-Hombre que se da y se entrega por amor a nosotros.
Ofrecemos esta oración por todos los que aman sin condición de ningún tipo. Los que son capaces de dar testimonio de inmenso amor a los hermanos.
Comencemos sin
perder la actitud de silencio con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del Santo Evangelio según San Juan 1 4:9
El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de El. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.
Palabra de Dios.
MÚSICA:
Canción al Corazón de Jesús.
https://www.youtube.com/watch?v=JIMBt4fTj2M
REFLEXIÓN: “AMOR POR AMOR”
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús tiene por objeto el Corazón de Jesucristo y el amor inmenso en que se abraza por nosotros.
Tiene por fin devolverle amor por amor, darle gracias por sus beneficios y
reparar las ofensas que no cesa de recibir.
Esta devoción es el corazón de carne del Hombre Dios, manantial de la sangre que ha salvado al mundo, sea sobre todo por su objeto espiritual que es el amor de este divino Salvador.
Este Corazón ha sido formado para nosotros en el seno de María; ha palpitado, ha orado, se ha conmovido, ha sufrido. Él ha dictado las hermosas páginas del Evangelio; es la fuente de los Sacramentos.
Él es quien, desde el Tabernáculo santo, sostiene, dirige, consuela a las almas; este Corazón es el que inspira todos los sacrificios, el que santifica todos nuestros dolores, el que hace nacer todas nuestras virtudes.
Este Corazón es el que perdona en el santo sacramento de la Penitencia, que se manifiesta a nosotros por sus inspiraciones interiores; es el que nos ha dado por madre a María, y el que, en la Eucaristía, hace sus delicias al habitar entre los hijos de los hombres.
Esta devoción resume la religión entera, que no es otra cosa sino un intercambio de amor entre Dios y el hombre, es una de las más amables y más consoladoras, puesto que nos muestra todos nuestros padecimientos sufridos por el corazón de nuestro Dios, antes de llegar a nuestros corazones; porque nos da a conocer el Corazón de Jesús, ese Corazón en el cual abundan todas las cualidades que forman los corazones buenos, los corazones nobles, grandes, generosos, heroicos.
El Corazón de Jesús es el corazón del amigo más fiel, el corazón del mejor y del más tierno de los padres, el corazón del libertador más desinteresado y magnánimo, el corazón de un Dios que posee todos los atractivos, todas las perfecciones que puedan agradar, conmover y atraer.
Y precisamente, en ese corazón abierto y herido se ha concentrado todo el amor de Dios. En ese Corazón traspasado está el auténtico rostro de Dios. ¿Cuál es ese rostro? El rostro de amor que se da hasta el extremo. El amor que abruma. El amor que no atiende a razones y destroza cualquier planteamiento humano. Es un amor tan exagerado, que solo puede ser divino.
Un amor así no se puede contar ni definir. Solamente se puede aceptar y
disfrutar.
MÚSICA:
Consagración al Corazón de Jesús
https://www.youtube.com/watch?v=X21HiNAnyik
ORACIÓN FINAL:
Corazón de Jesús, acudo a Ti porque eres mi refugio, mi esperanza; el remedio de todos mis males, el alivio de mis miserias, la reparación de todas mis faltas, la seguridad de todas mis peticiones, la fuente inagotable para mí, y para todos la luz, fuerza, constancia, paz y bendición.
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE JULIO DE 2022
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Cerramos Julio, y hemos vivido festividades especiales; como la de la Virgen del Carmen, el apóstol Santiago y Santa Ana. Pero hoy, en nuestra reflexión versará sobre la Apóstol de los apóstoles, la Santa que nos da ejemplo de que todo cambio de vida es posible, hablamos de Santa María Magdalena.
Dedicaremos la oración a todos los pecadores, a todos aquellos que son victima de los prejuicios sociales, que caen en la tentación, que se equivocan, para que encuentren en Cristo la fuerza para la conversión.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos aquí.
MÚSICA:
María Magdalena. Cristobal Fones
https://www.youtube.com/watch?v=qK8EKeDU1-g&list=RDNyBcAV6AO6I&index=15
LECTURA DEL EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según San Juan 20, 1-2. 11-18
El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien
Jesús amaba, y les dijo:
«Se han llevado del sepulcro al señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó
al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y
otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.
Ellos le preguntan:
«Mujer, ¿por qué lloras?».
Ella les contesta:
«Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
Jesús le dice:
«Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?».
Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:
«Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré».
Jesús le dice:
«¡María!».
Ella se vuelve y le dice:
«¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!».
Jesús le dice:
«No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”».
María la Magdalena fue y anunció a los discípulos:
«He visto al Señor y ha dicho esto».
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no turbe vuestro corazón ni se acobarde.
Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
1. María Magdalena es ejemplo de “mujer libre y
liberada”.
San Marcos dice que Jesús había expulsado de ella siete demonios. No sabemos en qué consistía este mal que atormentaba a la Magdalena, pero sí estamos seguros de que Jesucristo la convirtió en una mujer completamente libre, pues solamente quien es libre está en situación de decir sí a Jesús y de seguirlo con todas sus consecuencias. Así hizo el Señor con sus discípulos. A Pedro y Andrés, a Santiago y Juan, los liberó de las redes de un trabajo alienante, ingrato, sin horizontes de futuro, aplastados por el peso de una administración extranjera cuyos impuestos devoraban la mayor parte de sus sudores. Un trabajo que, lejos de dignificarlos como personas, los esclavizaba más y más. Jesús responde a sus anhelos de libertad: “Yo os haré pescadores de hombres”. Y, dejando las redes, lo siguieron. A Mateo, el cobrador de impuestos, lo liberó de un oficio degradante, mal visto por sus propios paisanos, y que convertía a quienes lo ejercían en personas sin escrúpulos, colaboracionistas del poder romano y codiciosos acumuladores de riqueza.
A María Magdalena la liberó de esos espíritus inmundos que la esclavizaban. Y nosotros, ¿Qué espíritus inmundos necesitamos que sean expulsados por Cristo? Tal vez el espíritu de la envidia, del egoísmo y la soberbia, del odio y el rencor, el espíritu de venganza… ¿Qué cadenas nos atenazan en nuestra vida y deben ser quebrantadas? Posiblemente, las cadenas del consumismo irrefrenable, del placer egoísta, de la acumulación ilimitada de bienes materiales… ¿Qué redes debemos dejar en la orilla para convertirnos en “pescadores de hombres”? Quizás, las redes del negocio fácil, las redes del alcohol, la droga o el juego, las redes de unas relaciones personales basadas en el propio interés o en el abuso de los otros… Está bien claro, sin libertad no hay seguimiento de Cristo. “Ser cristiano” y “ser esclavo” son realidades irreconciliables, contradictorias.
2. María Magdalena es la fiel discípula de Cristo.
Después de su liberación, María ya no abandonará a su Señor, y estará con Él en tiempos de bonanza y en tiempos de tormenta. Sin duda, su seguimiento se caracterizó por una actitud de escucha atenta de Cristo. Y hacía lo posible por no perderse ni una sola palabra de su Maestro, ni un solo gesto suyo, presenciando sus milagros, curaciones y prodigios. Y todo ello lo vivía nuestra santa no aisladamente, sino en el seno de una comunidad de discípulos. Y nosotros, como discípulos de Cristo, ¿buscamos los momentos necesarios para escuchar la palabra de Dios, para leer y meditar con sosiego el Evangelio? ¿Participamos asiduamente en los gestos de Jesucristo, en sus acciones milagrosas que hoy llamamos sacramentos? ¿Nos damos cuenta del gran milagro que se produce cada vez que se celebra la santa misa? ¿Vivimo nuestra fe no individualmente, sino en comunidad, sabiendo que somos Iglesia, que vivimos en una parroquia, que todos somos hermanos?
Por otra parte, María Magdalena, no lo olvidemos, era una mujer. En aquella época no era nada corriente que un grupo de mujeres anduviera mezclado con aquellos hombres que seguían al profeta de Nazaret. La actitud de estas mujeres era todo un desafío y una provocación a los ojos de cualquier judío. No es difícil imaginar el desprecio de la gente por este pequeño grupo femenino, e incluso no sería descabellado pensar en las miradas de reprobación de algunos de entre los discípulos. Jesucristo rompió con estos prejuicios y clichés, y María Magdalena actuó sin preocuparse de qué dirían los demás. Ella supo entender con claridad aquello que, más tarde, diría San Pedro: “hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”.
Los cristianos del siglo XXI: ¿tenemos la fortaleza suficiente para enfrentarnos a determinados prejuicios y esquemas ya establecidos? ¿O más bien nos preocupa qué dirán los demás, intentando ser “políticamente correctos” en todo? ¿Somos cristianos únicamente si nadie nos molesta o nos critica? ¿O sabemos defender nuestra fe contra viento y marea, sin negar a Cristo cuando las circunstancias no son tan propicias?
3. María Magdalena es la mujer “enamorada de Dios”.
Ella es, un “corazón inquieto”, un corazón rendido a los pies de su Amado, como la mujer del Cantar de los cantares. Ese amor tan profundo e incondicional ya no le permitirá separarse de su Maestro y Señor, incluso en los momentos de mayor dolor. San Juan nos dice que, al pie de la cruz, se encontraban la madre del Señor, María Cleofás y María Magdalena. Su ejemplo nos increpa a los cristianos de hoy y nos invita a ser fieles a Jesucristo, incluso hasta la cruz si es necesario. Su corazón de mujer, resquebrajado por la muerte de quien le había dado una nueva vida, la lleva hasta el sepulcro. No se resigna a despegarse del cuerpo del Nazareno. Sin embargo, éste es el momento en que su fe ha de superar una prueba de madurez. Aún no entiende que Él tenía que resucitar de entre los muertos. Cuando acude al sepulcro, no busca a Cristo vivo y resucitado, busca el cadáver de un muerto. Por eso, no reconoce a Jesús en aquel hortelano. Sólo cuando Jesús la mira a los ojos y pronuncia su nombre, ella se estremece en su interior y exclama: “¡Maestro!”. Para la Magdalena, contemplar el Rostro, la santa Faz del Resucitado, debió de ser como el primer amanecer de una nueva existencia, de un nuevo modo de vivir y ver las cosas.
Ante esta escena, me pregunto: ¿a qué Cristo
estamos siguiendo: al que está muerto en el sepulcro, o al que ha vencido a la muerte?
Seguimos a un Cristo muerto cada vez que vivimos nuestra fe de una forma
rutinaria, cuando tenemos los sacramentos como una obligación que cumplir,
cuando consideramos la fe como un conjunto de normas antes que como un sí a
Cristo en nuestras vidas, cuando vemos a la Iglesia no como madre sino como madrastra,
y a la parroquia como un grupo cerrado y no como familia abierta y misionera.
Quisiera que nos diéramos cuenta del tremendo misterio que acontece diariamente al celebrar la Santa Misa. El Señor hace cosas grandes a través de las cosas pequeñas. Cristo ha querido servirse de algo tan sencillo como el pan y el vino para estar realmente presente entre nosotros. Quiso servirse de unos pocos panes y peces para alimentar a una multitud. Y quiso servirse de una mujer, cuyo testimonio apenas era tenido en cuenta por los hombres de aquel tiempo, para que comunicara la noticia más importante que el mundo ha podido escuchar: Jesucristo, el Señor, ha resucitado.
¿Cómo podemos tener tan poca confianza en nosotros y en nuestras posibilidades? ¿Cómo nos atrevemos a pensar que somos incapaces de hacer realidad el Reino de Dios en medio del mundo? ¿Acaso la Virgen María no se alegró porque Dios se había fijado en la humildad de su sierva, ese mismo Dios que enaltece a los humildes? ¿Acaso Dios no manifiesta su fuerza a través de nuestra debilidad? No podemos poner excusas ante la misión que Cristo ha confiado a sus discípulos, a nosotros, a su Iglesia. Y solamente un corazón locamente enamorado de su Señor puede exclamar con júbilo, como la Magdalena, que Cristo sigue vivo, aunque los demás no quieran escucharnos y digan que estamos locos de atar. Sólo un corazón inquieto y anhelante corre detrás de su Amado, como leemos en San Juan de la Cruz, cuyas palabras –con las que termino- bien podría haber pronunciado nuestra querida Santa María Magdalena.
MÚSICA:
Alma Misionera - Yuli y Josh
https://www.youtube.com/watch?v=ocuzgjznqfY
ORACIÓN FINAL: Oración a Santa Mª Magdalena
Santa María Magdalena, perla preciosa de Cristo, caída de la Mesa del Amor de Dios, profundamente perdida durante un tiempo, pero buscada y encontrada por Jesús y los suyos con inmensa solicitud y Amor.
Tú, que escuchaste su poderosa Palabra invitándote con urgencia al arrepentimiento y a la conversión, alcánzame de Él, por tu intercesión, escuchar también yo su llamada y decidirme al arrepentimiento y a la conversión.
Tú, que en un instante fuiste perdonada por Jesús, y te encontraste de repente libre de tus graves extravíos, alcánzame de Él, por tu intercesión, la gracia de reconocer mis culpas y de recibir su perdón.
Tú, que fuiste liberada por Jesús del dominio de Satanás, y de las fuertes ataduras que te ataban a él, alcánzame de Jesús, por tu intercesión, la gracia de verme libre de todas las ataduras de pecado que no me dejan romper con él.
Tú, qué después de tu conversión lo acompañaste como discípula suya, guardando en tu corazón sus Palabra de Vida, su divino perdón, siendo testigo privilegiada de sus milagros de Amor, alcánzame de Jesús, por tu intercesión, la gracia de seguirle también yo, acogiendo su Palabra, recibiendo su perdón, siendo testigo también hoy de su Misericordia y su Amor
Tú, que no desperdiciaste ocasión alguna para demostrarle tu gratitud y amor, que ungiste sus pies en Betania seis días antes de su muerte y con tus propios cabellos los secaste, alcánzame de Él, por tu intercesión, la gracia de mostrarle siempre mi humilde agradecimiento y mi delicado amor, sobre todo en el precioso Sacramento de su Cuerpo, la Santísima Eucaristía y en mis hermanos los hombres donde se esconde Él.
Tú, que no dudaste en seguirle hasta la Cruz, en Jerusalén, y que fuiste testigo privilegiada de su resurrección, alcánzame de Jesús, por tu intercesión, la gracia de enamorarme de Él y de seguirle fielmente hasta el final
Tú, que fuiste la primera testigo de la resurrección de Jesús, y por encargo suyo te convertiste en la Apóstol de los Apóstoles; tú que seguiste cumpliendo esta misión hasta el último instante de tu vida, y continuas realizándola entre nosotros hasta el fin de los tiempos, alcánzame de Jesús, por tu intercesión, la gracia de ser Apóstol de su Misericordia, como tú, hasta el último aliento de mi vida.
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE AGOSTO DE 2022
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que cada último miércoles de mes nos reúne al lado del Señor.
Hemos vivido festividades importantes como la Asunción de la Virgen, Santa Clara de Asís, San Roque o San Bartolomé, Cotitular de nuestra Hermandad. Termina Agosto, hemos pasado las hojas del almanaque contando los días de este caluroso verano y por ello, nuestra reflexión de hoy versará sobre el valor del tiempo.
Dedicaremos la oración a todos aquellos que no tienen conciencia del tiempo a causa de la vejez, de enfermedades mentales o simplemente se hayan en un momento difícil de incertidumbre.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos
aquí.
MÚSICA:
Rosana. Llegaremos a tiempo
https://www.youtube.com/watch?v=FNGGhuKd7eo
LECTURA DEL EVANGELIO
“Así pues, mirad atentamente cómo vivís; que no sea como imprudentes, sino
como prudentes; aprovechando bien el tiempo presente, porque los días son
malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino comprended cuál es la voluntad de
Señor” (Ef 5, 15-17).
Palabra de Dios.
REFLEXIÓN: El valor del tiempo
Una vez alguien, a modo de anécdota me contó esta
breve historia:
–
Maestro Kin ¿Por qué no mejoro en mi Kung-Fu?
-¿Has
visto un atardecer desde las montañas?
-Sí,
maestro.
-¿Has
visto el agua golpear las rocas?
-Sí,
maestro.
-¿Has
visto la luna reflejada en el lago?
-Sí,
maestro.
-¿Lo ves? Te pasas el día haciendo otras cosas en vez
de practicar…
Tampoco quiero que se piense mal. Yo no estoy en
contra de que dediquemos tiempo a la contemplación, tanto de la naturaleza como
de uno mismo en forma de meditación y prácticas introspectivas. Es más. Yo
disfruto mucho haciéndolo, pero el tema de la reflexión de hoy tiene otra
perspectiva, que viene a ser: ¿Qué valor le doy a mi propio tiempo?
Aunque parezca una obviedad, el tiempo no se puede
almacenar. Simplemente transcurre. Se dice que cuando nacemos somos ricos en
tiempo, puesto que tenemos toda la vida por delante, pero nadie puede
cuantificar esa riqueza, ya que nadie puede saber cuánto va a durar la vida de
una persona.
Pero esa riqueza es una certeza, ya que ese tiempo se
puede dedicar a tantas cosas como la libertad humana nos permita. Teniendo en
cuenta que esa misma libertad nos marca el camino, puesto que con cada decisión
que tomamos abrimos nuevos caminos y abandonamos otros.
Como el discípulo del cuento, que opta por la
contemplación y la admiración de la naturaleza, así que su Kung-Fu se ve
afectado. Seguramente valora más la meditación sin darse cuenta de dos cosas.
Por un lado, que la práctica de una habilidad la mejora. Y por otra, y muy
importante, que no son dos actividades incompatibles. Se puede dedicar tiempo a
contemplar un atardecer y también dedicárselo a la práctica para mejorar en la
habilidad del Kung-Fu. Simplemente hay que ser consciente del reparto del
tiempo y de la importancia que le demos a cada actividad.
Esto nos lleva a una consecuencia: dedicamos más
tiempo a lo que más nos motiva. Esta motivación puede ser afectiva, económica,
de prestigio, por sentido del deber, etc. Curiosamente, en muchas ocasiones
utilizamos este tiempo como moneda de cambio.
En el campo afectivo, entregamos parte de nuestro
tiempo gratuitamente a las personas que apreciamos, pero ellas, a cambio,
también nos entregan parte del suyo en esa convivencia. Por ejemplo, ahora
podemos dedicar mucho tiempo en el cuidado de nuestros hijos y lo hacemos
generosamente, pero también esperamos que cuando seamos mayores, estos hijos no
nos abandonen y, aunque solo sea una vez a la semana, vengan a visitarnos a la
residencia de ancianos. En realidad, es un intercambio de tiempo que se realiza
de forma generosa y sin cuantificar.
En el campo laboral lo que acabamos haciendo es
cambiar nuestro tiempo por una remuneración económica. En definitiva. Vendemos
las ocho horas diarias de la jornada laboral a una persona, que puede ser
nuestro jefe o nuestro cliente. En esta consideración hay que tener en cuenta
ciertos matices. No solo vendemos nuestro tiempo, también vendemos nuestras
habilidades para realizar el trabajo correctamente.
Unas habilidades a la que, posiblemente, hemos
dedicado bastante tiempo y esfuerzo en formación y en práctica para
adquirirlas, mejorarlas y mantenerlas. Con lo cual vendemos nuestro tiempo
presente y también el tiempo pasado empleado en nuestra educación y formación.
A veces este tiempo es muy amplio. Pensemos, por
ejemplo, en un médico, que además de una carrera universitaria ha tenido que
realizar una especialización que dura varios años y que ha de continuar
formándose y actualizándose.
Por eso, yo me pregunto ¿Cuánto vale mi tiempo? Y
también os pregunto ¿Cuánto vale vuestro tiempo? Y no solo a nivel económico.
Creo que este es un aspecto importante cuando hablamos de relaciones laborales,
puesto que gracias a la economía podemos vivir. Pero en las actividades que
hacemos hay mucho de motivación y de emoción. Y eso no se paga con dinero. El
beneficio es de otro tipo: reconocimiento personal, satisfacción interna,
sentido de hacer algo bien hecho, etc.
El tiempo, en definitiva, es algo que tenemos y que
“perdemos a lo largo de la vida”. Que esta pérdida de tiempo se sienta como algo
provechoso solo depende de nosotros y de la capacidad de valorar el día a día,
de encontrar razones para vivir con intensidad cada momento y de sentir que la
vida tiene muchas experiencias distintas.
Todas las experiencias son válidas. Solo hay que dar el
valor oportuno a cada una de ellas.
Volviendo al cuentecillo del inicio. Tan importante es
ver un atardecer como practicar el Kung-Fu si queremos mejorarlo.
Pensemos que quizá a aquello a lo que nos es más fácil
dedicar nuestro tiempo es aquello que más nos motiva porque de hecho es para lo
que dedicamos lo más valioso que tenemos: Nuestro tiempo.
Reflexión
-
¿A qué dedicamos nuestro tiempo?
-
¿Lo aprovechamos?
-
¿Repartimos bien nuestro tiempo?
-
¿Qué valor le doy a mi tiempo?
-
¿Nos motiva la palabra de Dios para dedicarle nuestro
tiempo?
- ¿Queremos mejorar nuestra opción de Dios o andamos en otras cosas?
MÚSICA:
Abriendo Caminos Diego Torres/ Juan Luis Guerra
ORACIÓN FINAL:
Tengo ante mí unos minutos, unas horas, unos días. ¿Qué voy a hacer? La decisión está en mis manos. Si no hay urgencias inmediatas, si la enfermedad no corta las alas de mi vida, soy plenamente libre para escoger.
No quiero, sin embargo, decidir a solas. Sé que hay un Dios que es Padre y me ama. Sé que Cristo me ha enseñado el camino de la vida. Sé que el Espíritu Santo habita en mi alma y me invita a optar p
Por eso, Señor, te pido luz para usar bien el
tiempo que ahora me concedes. Ayúdame a renunciar a un uso egoísta del mismo.
Ayúdame a dejar de lado caprichos, placeres malsanos, deseos de venganza,
obsesiones que encadenan.
Permíteme la gracia de arrepentirme de mis pecados y de llegar a una conversión profunda, sincera, completa, decidida, desde la certeza de tu misericordia eterna.
Concédeme ver con claridad qué deseas de mí ahora, cómo puedo ayudar mejor a mis hermanos.
Fortalece mi voluntad para que la pereza no me detenga, para que el miedo no me paralice, para que esté dispuesto a arriesgar mi fama si se trata de defender la justicia, de ayudar al pobre, de proteger a la viuda, de corregir al que yerra, de consolar al triste, de transmitir tu Evangelio.
Ayúdame a tomar buenas decisiones. La vida pasa, y no puedo desgastarme en lo inútil y en lo dañino. Sólo tiene sentido escoger lo que me lleva a amarte a Ti y a servir a mis hermanos.
Señor, tengo ante mí este tiempo que me concedes. Haz que se convierta en un momento bello para acercarme más a Ti, para conocer mejor mi fe, para dejarme impulsar por la esperanza, para avanzar por el camino maravilloso del amor, del servicio, de la entrega hasta “dar la vida por los hermanos” (1Jn 3,16).
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE SEPTIEMBRE DE 2022
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Termina Septiembre, mes de nuestra Señora de la Estrella, de la Madre de los villarrenses y de todos los cristianos. Mes de encuentro de la Madre con los Hijos. Por ello, hoy vamos a reflexionar sobre ellas, las madres, que bien reflejan las virtudes de María; Madre de Dios y nuestra.
Ofrecemos esta oración por todas las madres que aman sin condición de ningún tipo. Por todas aquellas que sufren circunstancias difíciles o desvelos familiares.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del Santo Evangelio según San Juan 19, 25-27.
Cerca de la cruz de Jesús estaba su madre, con María, la hermana de su madre, esposa de Cleofás, y María de Magdala. Jesús, al ver a la Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Después dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa. Palabra de Dios.
MÚSICA:
Madre mía. Grupo Luz y Vida.
https://www.youtube.com/watch?v=hYAAaRs6ljw
REFLEXIÓN: “Carta a mi madre, por su amor verdadero”
Madre, no sabes cuánto te quiero y te querré. Eso sí, debes de poder imaginártelo muy bien porque no hay persona en este mundo que sea capaz de amar de una forma tan inmensa como tú. Lo estoy intentando, te lo aseguro, pero no soy capaz de expresar todo lo que me viene al corazón cuando pienso en ti. Eres una gran mujer, llena de títulos de los que no te vanaglorias, y tan fuerte que puedes con todo antes de que algo se lleve por delante la felicidad de los que más quieres.
Cuando era niño creía que eras una especie de superheroína, de eso ya hace mucho tiempo…, pero hoy en día estoy plenamente convencido de que lo eres. Titulada en amor, en cada momento te has hecho cargo de mis heridas en las rodillas y en el corazón, curando con tus besos todos mis dolores.
Madre, fuiste mi niñera, mi enfermera, mi confesora, mi maestra de la vida, mi eterna acompañante… Siempre has sabido cómo sellar mis desvelos y mis preocupaciones, algún día me contarás cómo adquiriste esa gran habilidad, porque ser tu hijo es un gran privilegio y quiero que mis hijos sientan lo mismo.
Aunque a veces te sientas vencida, veo en tus ojos que las batallas del día a día y de la vida nunca te han doblegado. También sé que ya nunca lo harán porque tu valentía y tu fuerza han servido para sacar adelante a una familia, eso tiene un poder inmenso.
¿Por qué estoy tan seguro? Por muchas razones, pero, entre otras, porque te has pasado años forjando espadas y escudos para toda la familia con el más duro y puro de los aceros y ahora tienes un gran ejército que protegerá siempre tu corazón.
Tu amor es el culpable de que no me conforme con cualquier cosa, de que siempre quiera más y de que necesite reaprender a mirar la vida con cada puesta de sol. Has predicado con tu ejemplo los valores más importantes que hoy tengo y que siempre conservaré: a amar con todo mi corazón, a tener una mano para dar y otra para recibir, a ser humilde y a sentirme orgulloso de mí mismo y de mi familia.
Has luchado contra viento y marea, has calmado las más siniestras
tempestades y aunque te haya hecho daño con mi indiferencia o mi inconsciencia
siempre he tenido un hueco para cobijarme a medio camino entre tu corazón y tus
brazos.
Gracias a ti hoy sé que mis logros me pertenecen y que mis sueños no tienen
fecha de caducidad. Y cuando más pequeño me he sentido, más me has acurrucado,
llenando con tus besos el vacío que la desesperación provocó. Gracias por
colmarte de paciencia a la hora de hacerme ver mis errores y por tener esa
fuerza sobrehumana con la que siempre consigues descargar mi espalda para que
no sufra.
Eres mi mayor privilegio y regalo. Te lo mereces todo porque me has entregado a la vida y por muchísimo más. Es probable que no alcance a entenderlo, pero hoy sé que por mí son tus desvelos y tus anhelos, así como tu mayor felicidad y tu gran orgullo.
Porque has aprendido a hacer todo con una sola mano, porque has “dormido” con un ojo abierto hasta que has oído que llegaba a casa después de una noche de fiesta, porque me has dado tu trozo de pastel, porque has tenido la paciencia de conocerme hasta saber qué es lo que pienso y siento.
“Una madre es alguien que a pesar de todos tus fallos te sigue queriendo y
cuidando como si fueras la mejor persona del mundo”
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
-
¿Valoramos el valor de entrega de una madre?
-
¿Y la de María que se pone al servicio de Dios hasta ofrecer lo que más ama?
-
María se entrega a los planes de Dios y se hace madre nuestra ¿Reconocemos
su intercesión por cada uno de nosotros?
-
¿Agradecemos a nuestras madres y a la Madre del cielo su desvelo, su
incuestionable sacrificio?
MÚSICA:
La fe de María
https://www.youtube.com/watch?v=zNqllGm9RwQ
ORACIÓN FINAL:
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa,
Virgen sagrada, María,
te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
¡Mírame con compasión!
¡No me dejes, Madre mía!
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE OCTUBRE DE 2022
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Termina Octubre, mes de celebraciones como las de la Virgen del Rosario o de Pilar, además de las fiestas de la familia Franciscana y de Santa Teresa de Jesús, entre otros.
Todos ellos ejemplo de santidad y sobre todo de valentía. No se dejaron turbar por el miedo a proclamar las grandezas de Dios y del ser humano en su mejor versión. Por ello, hoy vamos a reflexionar sobre el miedo que nos paraliza y nos hace conformarnos en una esclavitud confortable que no nos hace crecer.
Ofrecemos esta oración por todas aquellas personas que sienten miedo. Para que sean capaces de romper las barreras que les impiden manifestarse y realizarse en lo que realmente son.
Comencemos sin perder la actitud de silencio con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 10,24-33
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: "El discípulo no es más que el maestro, ni el criado más que su señor. Si al señor de la casa lo han llamado Satanás, ¡qué no dirán de sus servidores!
No teman a los hombres. No hay nada oculto que no llegue a descubrirse; no hay nada secreto que no llegue a saberse. Lo que les digo de noche, repítanlo en pleno día, y lo que les diga al oído, pregónenlo desde las azoteas.
No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman, más bien, a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo.
¿No es verdad que se venden dos pajaritos por una moneda? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae por tierra si no le permite el Padre. En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo, porque ustedes valen mucho más que todos los pájaros del mundo.
A quien me reconozca delante de los hombres, Yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos; pero al que me niegue delante de los hombres, Yo también lo negaré ante mi Padre, que está en los cielos".
Palabra de Dios.
MÚSICA:
Porque tengo miedo. Hermana Glenda Low
https://www.youtube.com/watch?v=Z_aH_mFc6Zg
REFLEXIÓN: La cárcel del miedo
En la Columbia Británica, las autoridades decidieron sustituir la vieja prisión de Fort Alcan. Había estado en servicio durante centenares de años, pero se necesitaban unas instalaciones nuevas.
Cuando la nueva prisión estuvo terminada, los reclusos fueron trasladados al nuevo edificio y se los puso a trabajar en el derribo de la vieja estructura. Entonces encontraron algo que los dejó atónitos.
Los muros de la vieja prisión no estaban hechos con acero, como todos pensaban. Estaban hechos de papel y arcilla pintados para que tuvieran el aspecto del acero. Las puertas de las celdas eran de acero, así como los barrotes de cinco centímetros de las ventanas. Pero las paredes eran solo arcilla y papel. Si los prisioneros hubiesen golpeado la pared con una silla, podrían haber roto la pared. Pero el aspecto de los muros los convenció de que la fuga era imposible.
Algunas personas están prisioneras de sus miedos. Temen probar cosas nuevas porque podrían ponerse en evidencia.
Hay niños que son tímidos, tan vergonzosos, que se sientan en un rincón mientras los demás se divierten. Si pudiesen derribar el muro de su sentido del ridículo, podrían tener amigos y disfrutar mucho más de la vida.
Hay jóvenes a los que les encantaría volver a la universidad y prepararse en una carrera, pero tienen miedo de no poder lograrlo.
Hay gente de todas las edades que querría hablar a los demás de Jesús, pero temen el rechazo. Alguien podría hacer broma de ellos o enojarse. Por eso se quedan sentados y dejan pasar las oportunidades de dar testimonio.
Hay tres características del miedo que pueden estar en juego en tu vida.
Nuestra capacidad de tener miedo es dada por Dios. Parte de nuestra constitución emocional como seres humanos es la capacidad de experimentar emociones angustiantes provocadas por la anticipación de dolor, daño o pérdida. Al igual que la ira o el dolor, el miedo es un regalo para nosotros, útil para fines específicos, pero Dios nunca tuvo la intención de que sea el marco permanente de nuestras vidas. Si tenemos miedo a algo de manera continua, ese miedo no es de Dios.
Podemos identificar tres características del espíritu de temor en el pasaje de la tierra prometida que pueden estar obrando en tu propia vida:
1. Un espíritu de miedo abraza lo negativo. Es evidente cuán rápido reaccionó la nación israelita con un miedo enorme a las noticias de los diez espías. La gente insistió en que la causa se perdió antes de que comenzara la pelea. Los diez habían informado que la tierra que Dios había prometido fluía leche y miel. Pero cuando mencionaron la desventaja, la gente repentinamente olvidó las características atractivas de la tierra.
2. Un espíritu de miedo aumenta al enemigo. De repente, la tierra prometida estaba plagada de gigantes. Y cuanto más grandes veían a los enemigos, más pequeños se veían a sí mismos, hasta que “nos parecíamos a nosotros mismos como saltamontes, y así nos parecía a ellos” Se menospreciaron tanto que creyeron que eran insignificantes. Un espíritu de miedo mira los obstáculos con una lupa que hace que el obstáculo u obstáculos sean insuperables y la oposición inconquistable. Qué momento para que la Palabra de Dios interrumpa tal pensamiento con la verdad: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.”
3. Un espíritu de miedo enfrenta tus peores temores. No solo se magnifica la amenaza, sino que el resultado también se ve de la peor manera posible. Un patrón de pensamiento temeroso se convierte en una sobrecarga. La gente declaró en voz alta que todas las esperanzas para su futuro y el futuro de sus hijos se habían perdido.
Dios ha dotado a nuestro espíritu de tres características: poder, amor y
autocontrol, que son sus antídotos elegidos para nuestro espíritu de temor,
nuestra disposición negativa y nuestra manera derrotista de pensar. Cuanto más
miedo se establece, menos racionales nos volvemos.
El Señor está conmigo; no tengo miedo. ¿Qué me puede hacer el hombre? Salmo 118:6.
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
-
¿A qué tienes miedo?
-
¿Vives en el conformismo a causa del miedo?
- ¿Estamos sumidos tras esta pandemia en un mundo de miedos y de no
atreverse? O al contrario ¿En una sociedad que ha perdido el miedo a todo?
-
¿Hay algo que te impida afrontar un desafío que merece la pena?
-
¿Permites que los muros de la inseguridad te tengan atrapado?
-
Sabes que Dios, siempre, siempre está a tu lado: en los momentos de miedo,
de cobardía, ¿Por qué como Padre-creador sabe de la condición humana?
MÚSICA:
Dios háblame.
Natalia Latorre
https://www.youtube.com/watch?v=GvHAvTQuF8k
ORACIÓN FINAL: Salmo 27.
1. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién podré temer? El Señor es la
fortaleza de mi vida, ¿ante quién puedo temblar?
2. Cuando me asaltan los criminales para destrozarme, son ellos, mis
opresores y enemigos, los que tropiezan y sucumben.
3. Aunque un ejército acampe contra mí, mi corazón no teme; aunque una
guerra estalle contra mí, estoy tranquilo.
4. Una cosa pido al Señor, sólo eso busco: habitar en la casa del Señor
todos los días de mi vida para gustar la dulzura del Señor y contemplar la
belleza de su templo.
5. Él me dará cobijo el día de la desgracia, me esconderá en lo oculto de
su tienda, me subirá a lo alto de la roca;
6. Así mi cabeza dominará a los enemigos que me cercan, en su tienda podré
ofrecer sacrificios entre aclamaciones, cantando y ensalzando al Señor.
7. Escucha, Señor, mi grito suplicante, ten compasión de mí, respóndeme.
8. De ti mi corazón me ha dicho: "Busca su rostro"; es tu rostro,
Señor, lo que yo busco;
9. No me ocultes tu rostro, no rechaces con cólera a tu siervo; tú eres mi
auxilio, no me abandones, no me dejes, oh Dios, salvador mío.
10. Mi padre y mi madre me han abandonado, y el Señor me ha recogido.
11. Enséñame, Señor, tus sendas y guíame por el camino recto, pues me están acechando;
12. No me entregues al capricho de mis perseguidores, pues se han alzado
contra mí testigos falsos que respiran violencia.
13.Yo estoy seguro que he de ver los bienes del Señor en el mundo de los
vivos.
14. Espera en el Señor, ten ánimo, sé fuerte, espera en el Señor."
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE NOVIEMBRE DE 2022
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Termina noviembre, un mes en el que festejamos la santidad de tantos hermanos del cielo y la tierra. Un mes en el que rememoramos a los que ya no están con nosotros de manera física, pero sí en el corazón.
Quizá, sea el mes que más favorece el silencio, en mayúsculas, y por ello, hoy vamos a reflexionar sobre este con un hermoso texto de Jorge Enrique Mújica.
Ofrecemos esta oración por todos aquellos necesitados de silencio en el que grita la voz de Dios.
Comencemos sin perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 6, 5-8.
Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar
de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les
aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, retírate
a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu
Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando oren, no hablen mucho,
como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No
hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que
les hace falta, antes de que se lo pidan.
Palabra de Dios.
MÚSICA:
Nadie te ama como yo. Martin Valverde.
https://www.youtube.com/watch?v=1qdVRV3xCxU
REFLEXIÓN: El silencio.
El silencio es virtud desde el momento en que se busca, provoca la escucha de la voz divina y mueve a la acción de lo que esa voz pide.
Decía santo Tomás de Aquino que la Oración del “Padre Nuestro” es la más perfecta de las oraciones. En ella, no sólo se pide todo lo que se puede desear con rectitud, sino que además según el orden en que conviene desearlo. De modo que esta oración no sólo enseña a pedir, sino que también forma toda la afectividad.
Una de las peticiones más bellas del “Padre Nuestro” es esa que solicita se haga su voluntad. En ésta quiero fijarme especialmente.
Hace algún tiempo me escribió una lectora para preguntarme cómo podía
conocer la voluntad de Dios en su vida, cuál es la voluntad de Dios en cada
momento de su vida. Recuerdo que le respondí que la primera voluntad de Dios es
que hagamos el bien y evitemos mal y que por eso mismo había depositado en lo
más profundo de nuestra conciencia esa ley interior que nos invita buscar esos
objetivos en cada uno de nuestros actos.
Así, Dios nos habla desde esa ley interior. Dios nos habla así desde nosotros mismos. Es una voz interior, una voz clara y decisiva que, sin embargo, muchas veces no se escucha no por falta de capacidad sino por falta de las disposiciones que propicien el hacerlo.
Si queremos ser excelentes profesionistas, seres humanos capaces y competentes en las diversas áreas humana, se pone atención a las lecciones, a las clases o conferencias que nos ayudarán a ser tales. Se precisa la escucha atenta y silenciosa. Lo mismo debería ocurrir respecto a esa voz de Dios que quiere expresar su voluntad en cada circunstancia del día a día.
Sin embargo, la experiencia común es que se experimenta dificultad para percibir esa voz interior de Dios que nos habla. ¿Por qué? Porque falta silencio.
¿Cómo escuchar la voz de Dios cuando en la propia existencia reina el rumor, el barullo, el ruido? Sí, se carece de un silencio de los ojos, de un silencio de los oídos: de un silencio interior.
¡Cómo invaden el interior las imágenes, los anuncios, la publicidad o la televisión haciendo, poco a poco, incapaces de poder poner en blanco la mente para recogerse, escuchar y meditar! ¡Cuánto lugar ocupan en la mente canciones, estribillos, música…! ¡Cuánto ruido a los ojos, a los oídos, en el interior!
Parece que hay una cierta incapacidad de vivir sin imágenes, sin sonidos; parece que se tiene miedo al silencio, miedo, en definitiva, a Dios. Miedo a escucharle y dejarle ser protagonista en nuestra vida.
Pero quizá lo más grave de todo es ese dato de hecho que parece ya irreversible, esa renuncia al silencio plasmada en los anuncios que pululan por las avenidas, en la televisión, en las paredes, en pegatinas; esa abdicación reflejada en el afán excesivo y obsesivo de permanecer conectados a internet, en la música omnipresente en coches, aviones, casas, habitaciones, universidades, salas de espera…; esa renuncia al silencio manifestada en la plaga del uso innecesario de teléfonos móviles que sólo por moda se van adquiriendo.
Y ante todo ese panorama puede nacer la pregunta: ¿hay algo que hacer? ¿Debemos resignarnos pasivamente a enterrar esa voz de amor que parece no resignarse a morir dentro de nosotros mismos?
No, ciertamente no hay que resignarnos. Es aquí cuando la búsqueda de ese silencio se convierte en virtud. Porque la virtud no es más que el trabajo esforzado por la adquisición de hábitos buenos y ¿no será acaso el silencio una de esas experiencias que nos ayudará a percibir con mayor nitidez cada día la voz de Dios en el momento a momento de cada jornada?
Por eso: silencio de los ojos que invita a ver lo que necesariamente se debe ver y no lo que pueda robarnos la paz y causar un desasosiego que distraiga la atención de lo esencial. Silencio de los oídos que nos motive a prescindir de la música para poder estar atentos a esa sonora voz que quiere retumbar en nuestro ser y orientar hacia el bien, hacia el conocimiento de su voluntad.
Sí, el silencio es virtud desde el momento en que se busca, provoca la escucha de la voz divina y mueve a la acción de lo que esa voz pide. Es ahí donde, además, ese “Hágase tu voluntad” del “Padre Nuestro” cobra sentido; porque ahora se está abierto ya no sólo a escuchar cuál es esa voluntad, sino que además se ponen los medios para cumplirla, vivirla y transmitirla.
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
-
¿Cuánto tiempo te entregas a la experiencia del silencio?
-
¿Te da miedo enfrentarte a él?
-
¿Vives en un mundo de ruido externo y mental?
- ¿Estamos sumidos en tanto ruido que así no podemos discernir lo que nos
dice Dios desde nuestro interior?
- ¿Sabes que desde el silencio la voz de Dios se hace fuerte para indicarte
cuáles son sus caminos para ti?
MÚSICA:
Dios háblame.
Natalia Latorre
https://www.youtube.com/watch?v=GvHAvTQuF8k
ORACIÓN FINAL: Sonidos de Silencio.
Qué bien suena tu voz en el silencio.
Qué lucidez, qué dulzura, que clara.
Remanso de quietud,
invitación a la reflexión,
elocuente decir insinuado,
siempre velado, siempre velado.
Cómo impresiona tu silencio, Señor;
silencio de entrega,
silencio de espera,
silencio de Dios.
Cuánto provecho causa tu silencio…
Vienen a la mente las victorias vividas,
las derrotas sufridas,
las vigilias cansadas,
las alegrías encausadas,
los triunfos conseguidos…
Y la vida: su pasado, su presente
y su futuro…
Y Tú en silencio, pero siempre al lado.
Tú en silencio, mas acompañando.
Tú en silencio; fiel, fiel, fiel; siempre fiel.
¿Cómo no va a estremecerme tu silencio?
¿Cómo no va a ser fuente de cuestionamientos?:
¿a dónde voy, por qué existo,
de dónde vengo y para qué vivo?
Pero en Ti
-¡ay, cómo escucho tus gritos!-
todo esto tiene un sentido.
Señor de la boca callada;
Señor de las palabras tan amplias;
Señor de la voz disimulada;
Señor de cara blanca:
¡luna llena eucarística!
Y si esto me dices en silencio,
qué sería si de la otra forma hablaras.
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE DICIEMBRE DE 2022
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Termina el año y termina diciembre, un mes en el que hemos festejado la Inmaculada Concepción de María y, sobre todo, desde hace unos días, la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo.
Pero en este caso, vamos a reflexionar sobre el Evangelio y la festividad que celebramos hoy: los Santos Inocentes. Tomaremos conciencia de la actitud de José y María ante los planes de Dios y el dolor del pueblo que sufre la perdida injustificada de los más pequeños
Ofrecemos esta oración por los santos inocentes de nuestro tiempo: por los no nacidos, y los que sufren indefensión en el mundo.
Comencemos sin perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 2, 1-3.
«Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y quédate allí hasta
que yo te diga, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». Palabra de
Dios.
REFLEXIÓN: La fe y el realismo de José; los Inocentes y el dolor de las madres.
Con estas pocas palabras del Evangelio que hemos leído, el ángel despierta a José para que salve la vida del Niño Jesús. Quizá nos ha llamado la atención que esta vez el relato no comenzase por un consolador no temas; esta vez sí que hay motivos para temer porque lo que está a punto de suceder es dramático. Un rey, por envidia y miedo, busca a Cristo para matarle. Jesús encuentra enemigos siendo todavía un niño frágil.
José, sin embargo, no se deja dominar por miedo y despierta delicadamente a María. Ayer mismo han disfrutado de la visita de los Magos. El olor a incienso y el brillo del oro que les han regalado siguen llenando el lugar donde descansan. Y, sin embargo, ya es necesario escapar, salir sin llamar la atención.
Podemos aprender del contraste de esta escena evangélica, al no perder de vista las sufrientes circunstancias en las que Dios quiso hacerse Niño. «Contemplar el pesebre es también contemplar este llanto, es también aprender a escuchar lo que acontece a su alrededor y tener un corazón sensible y abierto al dolor del prójimo. Contemplar el pesebre aislándolo de la vida que lo circunda sería hacer de la Navidad una linda fábula que nos generaría buenos sentimientos, pero nos privaría de la fuerza creadora de la Buena Noticia que el Verbo Encarnado nos quiere regalar. Y la tentación existe».
En el corazón de María se empieza a hacer presente la profecía de Simeón: «A tu misma alma la traspasará una espada». La madre de Cristo se está acostumbrando a salir enseguida, sin precipitación, pero sin demoras innecesarias. Esta vez tampoco hay tiempo para despedirse.
¿Por qué Jesús es una amenaza para Herodes? María y José tal vez no lo entienden, pero no juzgan los planes divinos. No se rebelan. Rezan antes de salir para que Dios les proteja y les bendiga en este nuevo viaje. Las dificultades no les nublan la vista, aunque temen por el Niño.
A José, quizá, una vez más, le asalta la misma incertidumbre que en ocasiones anteriores: ante el embarazo de María, cuando partieron hacia Belén a pocos días de dar a luz, la falta de lugar en la posada y ahora la necesidad de huir en medio de la noche.
«¿Habéis visto qué hombre de fe? ¡Cómo obedece! “Toma al Niño y a su Madre y huye a Egipto”, le ordena el mensajero divino. Y lo hace. ¡Cree en la obra del Espíritu Santo! El padre terrenal de Jesús ha asumido su misión y sabe que un minuto de retraso puede ser perjudicial. Contempla a María absolutamente abandonada en Dios y en él, así que deciden partir en medio de la oscuridad.
«San José fue el primer invitado a custodiar la alegría de la Salvación. Frente a los crímenes atroces que estaban sucediendo, san José –testimonio del hombre obediente y fiel– fue capaz de escuchar la voz de Dios y la misión que el Padre le encomendaba. Y porque supo escuchar la voz de Dios y se dejó guiar por su voluntad, se volvió más sensible a lo que le rodeaba y supo leer los acontecimientos con realismo. Al igual que san José, necesitamos coraje para asumir esta realidad, para levantarnos y tomarla entre las manos».
Por orden de Herodes, un pelotón de soldados sale de Jerusalén para «matar a todos los niños que había en Belén y toda su comarca, de dos años para abajo, con arreglo al tiempo que cuidadosamente había averiguado de los Magos». La entera ciudad de David se llena del quejido de unas criaturas inocentes y del dolor de sus madres. «Se cumplió entonces lo dicho por medio del profeta Jeremías: una voz se oyó en Ramá, llanto y lamento grande: es Raquel que llora por sus hijos, y no admite consuelo, porque ya no existen»
¿Cómo puede despertar tanta violencia una criatura indefensa? Esos niños han dado la vida por Jesús. Mueren sin saber siquiera que mueren. Sus madres ven truncadas aquellas vidas inocentes y no saben por qué. Aparentemente no hay explicación para este suceso; representa el sufrimiento a primera vista inútil e injusto de unos niños que sellan con sus vidas la verdad que aún no conocen. María quizá imagina a estas madres rotas por el dolor, sin lágrimas suficientes para llorar tanto sufrimiento. No lo entiende, pero sabe que tiene un sentido y posiblemente empieza a atisbar que los planes de Dios no saldrán adelante sin mucho sacrificio.
El lenguaje se queda mudo ante semejante sufrimiento. María lo acoge en su corazón y guardó ese recuerdo toda la vida. Aquellos Inocentes dieron testimonio de Cristo, no hablando, sino muriendo, como «primicias para Dios y para el Cordero». Quizá, con el pasar de los años, María encontró a alguna de aquellas mujeres de Belén. No sería fácil consolarla, pero seguramente tendría palabras para serenar y curar esos corazones: las vidas de aquellos Santos Inocentes se unirían a la de su Hijo.
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
-
¿Es nuestra actitud de fe como la de José?
-
¿Obedecemos los planes de Dios o nos resistimos?
-
¿Cuáles son los santos inocentes de hoy?
- ¿Cómo María, nos unimos al dolor de los que sufren la indefensión por el
fanatismo, la barbarie de la guerra o cualquier tipo de violencia?
MÚSICA:
Navidad.
Pablo Dazán
https://www.youtube.com/watch?v=rP95D2qdW0I
ORACIÓN FINAL: Himno a los Santos Inocentes
Tanto al tirano le place hacer de su orgullo ley,
que por deshacer a un Rey un millar de reyes hace.
Por matar a un enemigo siembra de sangre Belén,
y en Belén, Casa del trigo, no muere un Rey, nacen cien.
Y así su cólera loca no puede implantar su ley,
pues quiere matar a un Rey y corona a cuantos toca.
La furia del mal así no puede vencer jamás,
pues, cuando me hiere a mí, estás tú, Señor, detrás.
Estás para convertir en corona cada muerte,
para decirnos que el fuerte es el que sabe morir. Amén.
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE ENERO DE 2023
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Empieza un nuevo año y con él vienen nuevos propósitos y metas. Termina enero, un mes en el que cerramos las fiestas navideñas y hemos conmemorado el nacimiento de María Ana, fundadora de las Franciscanas. Además, hoy, estamos de aniversario pues son ya cinco los años que llevamos reuniéndonos a los pies del Señor de la Humildad cada último miércoles de mes.
Vamos a reflexionar sobre el Evangelio y la conversión de uno de los mayores enemigos del cristianismo; Pablo de Tarso, y de la fuerza que Dios y el espíritu dispuso en él para llegar a ser el apóstol de Jesús.
Ofrecemos esta oración por todos aquellos que se encuentran perdidos y hallen, como Pablo, el camino de la conversión en hombres y mujeres nuevos.
Comencemos sin perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 22, 3-16.
Entre tanto, Saulo, que seguía respirando amenazas de muerte contra los
discípulos del Señor, se presentó al Sumo Sacerdote en Jerusalén y le pidió
cartas para las sinagogas de Damasco, con el fin de llevar encadenados a
Jerusalén a cuantos seguidores de este camino, hombres o mujeres, encontrara.
Cuando estaba ya cerca de Damasco, de repente lo envolvió un resplandor del
cielo, cayó a tierra y oyó una voz que le decía:
-Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?
Saulo preguntó:
-¿Quién eres, Señor?
La voz respondió:
-Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, entra en la ciudad y
allí te dirán lo que debes hacer.
Los hombres que lo acompañaban se detuvieron atónitos; oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, pero, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada; así que lo llevaron de la mano y lo introdujeron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver y sin comer y sin beber. Palabra de Dios.
MÚSICA:
Todo Lo Haces Nuevo. Athenas.
https://www.youtube.com/watch?v=yJTmiht-UR
REFLEXIÓN:
Hoy, 25 de enero, se hace memoria de la "Conversión de San Pablo" (...) En el caso de Pablo, algunos prefieren no utilizar el término conversión, porque -dicen- él ya era creyente, es más hebreo ferviente y por ello no pasó de la no-fe a la fe, de los ídolos a Dios, ni tuvo que abandonar la fe hebrea para adherirse a Cristo. En realidad, la experiencia del Apóstol puede ser el modelo de toda auténtica conversión cristiana.
La de Pablo maduró en el encuentro con el Cristo resucitado; fue este encuentro el que le cambió radicalmente la existencia. En el camino de Damasco sucedió para él lo que Jesús pide en el Evangelio de hoy: Saulo se convirtió porque, gracias a la luz divina, “creyó en el Evangelio”. En esto consiste su conversión y la nuestra: en creer en Jesús muerto y resucitado, y en abrirse a la iluminación de su gracia divina.
En aquel momento, Saulo comprendió que su salvación no dependía de las obras buenas realizadas según la ley, sino del hecho que Jesús había muerto también por él -el perseguidor- y que estaba, y está, resucitado. Esta verdad, que gracias al Bautismo ilumina la existencia de cada cristiano, alumbra completamente nuestro modo de vivir.
Convertirse significa, también para cada uno de nosotros, creer que Jesús “se ha entregado a sí mismo por mí”, muriendo en la cruz y, resucitado, vive conmigo y en mí. Confiándome al poder de su perdón, dejándome tomar la mano por Él, puedo salir de las arenas movedizas del orgullo y del pecado, de la mentira y de la tristeza, del egoísmo y te toda falsa seguridad, para conocer y vivir la riqueza de su amor.
Queridos amigos, la invitación a la conversión, valorada por el testimonio de San Pablo, resuena hoy. El Apóstol nos indica la actitud espiritual adecuada para poder progresar en el camino de la comunión. “Ciertamente no he llegado a la meta -escribe a los Filipenses -, no he llegado a la perfección; pero me esfuerzo en correr para alcanzarla, habiendo sido yo mismo alcanzado por Cristo Jesús”.
Ciertamente, nosotros los cristianos no hemos conseguido llegar aún a la meta de la unidad plena, pero si nos dejamos continuamente convertir por el Señor Jesús, llegaremos seguramente.
La Virgen María, Madre de la Iglesia una y santa, nos obtenga el don de una conversión verdadera, para que cuanto antes se realice el anhelo de Cristo: "Ut unum sint". ”Que seamos uno”
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
-¿Qué es para ti la conversión?
¿En qué aspectos crees que debe haber conversión en tu vida?
¿Estamos en una verdadera actitud espiritual de conversión?
¿Nos autoengañamos con un concepto
practico de la conversión en acciones puntuales y no profundas?
¿Crees que Jesús se ha entregado a sí mismo por ti?
MÚSICA:
Yo me rindo a ÉL. Dami Rojas
https://www.youtube.com/watch?v=IpNddW_tCbA
ORACIÓN FINAL: Para pedir la gracia de la Conversión.
Aquí estoy, Señor, delante de ti, con mi presente y con mi pasado a
cuestas; con lo que he sido y con lo que soy ahora; con todas mis capacidades y
todas mis limitaciones; con todas mis fortalezas y todas mis debilidades. Te
doy gracias por el amor con el que me has amado, y por el amor con el que me
amas ahora, a pesar de mis faltas.
Sé bien, Señor, que por muy cerca que crea estar de Ti, por muy bueno que me juzgue a mí mismo, tengo mucho que cambiar en mi vida, mucho de qué convertirme, para ser lo que Tú quieres que yo sea, lo que pensaste para mí cuando me creaste.
Ilumina, Señor, mi entendimiento y mi corazón, con la luz de tu Verdad y de tu Amor, para que yo me haga cada día más sensible al mal que hay en mí, y que se esconde de mil maneras distintas, para que no lo descubra.
Sensible a la injusticia que me aleja de Ti y de tu bondad para con todos
los hombres y mujeres del mundo.
Sensible a los odios y rencores que me separan de aquellos a quienes debería amar y servir.
Sensible a la mentira, a la hipocresía, a la envidia, al orgullo, a la idolatría, a la impureza, a la desconfianza, para que pueda rechazarlos con todas mis fuerzas y sacarlos de mi vida y de mi obrar.
Ilumina, Señor, mi entendimiento y mi corazón, con la luz de tu Verdad y de tu Amor, para que yo me haga cada día más sensible a la bondad de tus palabras, a la belleza y la profundidad de tu mensaje, a la generosidad de tu entrega por mi salvación.
Ilumina, Señor, mi entendimiento y mi corazón, para que yo sepa ver en cada instante de mi vida, lo que Tú quieres que yo piense, lo que Tú quieres que yo diga, lo que Tú quieres que yo haga; el camino por donde Tú quieres llevarme, para que yo sea salvo.
Ilumina, Señor, mi entendimiento y mi corazón, para que yo crea de verdad en el Evangelio, la Buena Noticia de tu salvación, y para que dejándome llevar por Ti, trabaje cada día con mayor decisión, para hacerlo realidad activa y operante en mi vida personal y en la vida del mundo.
Ilumina, Señor, mi entendimiento y mi corazón, para que yo me haga cada día más sencillo, más sincero, más justo, más servicial, más amable en mis palabras y en mis acciones.
Ilumina, Señor, mi entendimiento y mi corazón, para que Tú seas cada día con más fuerza, el dueño de mis pensamientos, de mis palabras y de mis actos; para que todo en mi vida gire en torno a Ti; para que todo en mi vida sea reflejo de tu amor infinito, de tu bondad infinita, de tu misericordia y tu compasión.
Perdona Señor, mi pasado. El mal que hice y el bien que dejé de hacer. Y ayúdame a ser desde hoy una persona distinta, una persona totalmente renovada por tu amor; una persona cada día más comprometida contigo y con tu Buena Noticia de amor y de salvación.
Dame, Señor, la gracia de la conversión sincera y constante.
Dame, Señor, la gracia de mantenerme unido a Ti siempre, hasta el último instante de mi vida en el mundo, para luego resucitar contigo a la Vida eterna. Amén.
PADRENUESTRO/GLORIA/AVEMARÍA
DESPEDIDA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE MARZO DE 2023
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor. Esta vez por motivos de organización y espacio en la Parroquia a través de la web y redes sociales de la Hermandad.
Cercano ya el Viernes de Dolores, y aprovechando esa bella iconografía del corazón de la Virgen atravesado por los siete puñales, le daremos significado y trascendencia reflexionando sobre “Los siete Dolores de María”.
Ofrecemos esta oración por todos aquellos que sufren la enfermedad física o mental, por los que sufren la perdida de seres queridos… y en general, por todos aquellos cuyo sentimiento humano se defina como sufrimiento.
Comencemos sin perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del Santo Evangelio según San Juan 19. 27-27.
Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María,
mujer de Cleofás, y María Magdalena.
Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien Él amaba, Jesús le dijo:
“Mujer, aquí tienes a tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Aquí tienes a tu
madre”. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como suya. Palabra del
Señor.
MÚSICA:
Dios háblame. Natalia Latorre.
https://www.youtube.com/watch?v=GvHAvTQuF8k
REFLEXIÓN: Los siete Dolores de María.
1er Dolor: La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús
Virgen María: por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que una espada de dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús, y ya en cierto modo te manifestó que tu participación en nuestra redención sería a base de dolor; te acompañamos en este dolor... Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar tus virtudes.
Dios te salve María, llena eres de gracia, El Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.
2º Dolor: La huida a Egipto con Jesús y José
Virgen María: por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente tan lejos, pasando grandes penalidades, sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; al poco de nacer, ya era perseguido de muerte el que precisamente había venido a traernos vida eterna; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos huir siempre de las tentaciones del demonio.
Dios te salve María, llena eres de gracia, El Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.
3er Dolor: La pérdida de Jesús
Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al perder a tu Hijo; tres días buscándolo angustiada; pensarías qué le habría podido ocurrir en una edad en que todavía dependía de tu cuidado y de San José; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que los jóvenes no se pierdan por malos caminos.
Dios te salve María, llena eres de gracia, El Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.
4º Dolor: El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario
Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el instrumento de su propio suplicio de muerte; Él, que era creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan grande de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, después de haber sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo verdadero Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún mayor sería el dolor espiritual por ser una burla y una humillación tan grande; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos vasallos de tan gran Rey y sepamos ser humildes como Él lo fue.
Dios te salve María, llena eres de gracia, El Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.
5º Dolor: La crucifixión y la agonía de Jesús
Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste era el momento cumbre de su pasión; Tú misma también te sentirías morir de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, no permitas que jamás muramos por el pecado y haz que podamos recibir los frutos de la redención.
Dios te salve María, llena eres de gracia, El Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.
6º Dolor: La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto
Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la lanzada que dieron en el corazón de tu Hijo; sentirías como si la hubieran dado en tu propio corazón; el Corazón Divino, símbolo del gran amor que Jesús tuvo ya no solamente a Ti como Madre, sino también a nosotros por quienes dio la vida; y Tú, que habías tenido en tus brazos a tu Hijo sonriente y lleno de bondad, ahora te lo devolvían muerto, víctima de la maldad de algunos hombres y también víctima de nuestros pecados; te acompañamos en este dolor... Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos amar a Jesús como Él nos amó.
Dios te salve María, llena eres de gracia, El Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.
7º Dolor: El entierro de Jesús y la soledad de María
Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al enterrar a tu Hijo; El, que era creador, dueño y señor de todo el universo, era enterrado en tierra; llevó su humillación hasta el último momento; y aunque Tú supieras que al tercer día resucitaría, el trance de la muerte era real; te quitaron a Jesús por la muerte más injusta que se haya podido dar en todo el mundo en todos los siglos; siendo la suprema inocencia y la bondad infinita, fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa; tan caro pagó nuestro rescate por nuestros pecados; y Tú, Madre nuestra adoptiva le acompañaste en todos sus sufrimientos: y ahora te quedaste sola, llena de aflicción; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, concédenos a cada uno de nosotros la gracia particular que te pedimos…
Dios te salve María, llena eres de gracia, El Señor es contigo, bendita tu
eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa
María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte, Amén.
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
-
¿Vemos en María el dolor del mundo?
- ¿Ponemos en las manos Jesús o de su Madre nuestros “dolores”?
-
¿Estamos atentos a los “dolores” de nuestros hermanos?
-
¿Somos conocedores de que más allá de los “dolores” del cuerpo están los
del alma y el corazón?
- ¿En nuestra oración diaria están aquellos que sufren?
MÚSICA:
La Fe de María. Ítala Rodríguez
https://www.youtube.com/watch?v=RBQJeG84nbo
ORACIÓN FINAL: Oración a la Virgen de los Dolores
Oh Madre de los dolores y reina de los mártires, que tanto sufriste al ver a tu Hijo flagelado, escarnecido y muerto para salvarme, acoge mis plegarias.
Madre amable, concédeme una verdadera contrición de mis pecados y un sincero cambio de vida.
Nuestra Señora de los Dolores, que estuviste presente en el calvario de Nuestro Señor Jesucristo, permanece también presente en mis calvarios. Te suplico esta gracia de la que tanto necesito: (Haz tu petición)
Por piedad, oh abogada de los pecadores, no dejes de amparar mi alma en aflicción y en el combate espiritual que estoy atravesando en todo momento.
Nuestra Señora de los Dolores, cuando los dolores y los sufrimientos
lleguen, no dejes que me desanime.
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE ABRIL DE 2023
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Sumidos ya en este tiempo de Pascua, un tiempo especial para todos los cristianos reflexionaremos hoy sobre como esa Resurrección debe hacer mella en nosotros, como debe identificarnos.
Ofrecemos esta oración por todos aquellos que están desanimados, que se sienten sin vida, que no tienen motivos, ni metas. Para que el Espíritu Santo los llene de la luz y la fuerza de la Resurrección de Cristo. Para que se conviertan en sal de la tierra y luz del mundo.
Comencemos sin perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del santo evangelio según San Mateo 5, 13-16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué
la salarán?
No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo
alto de un monte.
Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para
ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas
obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo».
Palabra de Dios.
MÚSICA:
Alex Sampedro - SAL
https://www.youtube.com/watch?v=QujvMrcPIgY
REFLEXIÓN: “Vosotros sois la sal de la tierra, y la luz del mundo”
El evangelio de hoy transcurre inmediatamente después de las
bienaventuranzas, Jesús contemplando a sus discípulos les dice: “Vosotros sois
la sal de la tierra” “Vosotros sois la luz del mundo”. Al escuchar esta
presentación que Jesús manifiesta ante sus discípulos, suscita en mí, en nosotros,
diferentes emociones: ¡Qué dicha la nuestra, la mía…!, el Maestro me considera
a mí, ser sal de la tierra y luz del mundo. Tomo aliento y enseguida pienso:
¡Cuánta responsabilidad deposita en mi vida, en nuestra vida…!, porque Jesús no
dice “tienen que ser”, sino “son”. Y lo somos porque hemos entrado por nuestro
bautismo a formar parte de su reino y, desde ese momento, nuestra vida se ha de
asociar con la de Él. Esta es mi identidad cristiana.
Vuelvo sobre la imagen que nos presenta el Evangelio y me pregunto: ¿Quiénes son los que Jesús tiene delante? ¿Quiénes son esos discípulos? Sí es verdad que Él les ha llamado, los conoce, pero son simples pescadores, gente sencilla, sin estudios... Pero, Jesús los mira con los ojos de Dios, y su afirmación se comprende precisamente como consecuencia de las Bienaventuranzas. Vivirlas, es decir, ser pobres de espíritu, ser mansos, ser misericordiosos…entonces sois la sal de la tierra y la luz del mundo. Así de sencillo, así de exigente.
Tenemos un rol vital, una vocación que desempeñar “Vosotros sois la sal de la tierra” “Vosotros sois la luz del mundo” No recibimos este tesoro para guárdale en un cofre y que no se deteriore o para emplearlo sólo en beneficio propio. Jesús al expresarse así está añadiendo un plus a nuestro ser cristiano acentuando para quienes somos, es como si nos dijese: os envío para toda la tierra y para todo el mundo, necesito personas que encarnen mi mensaje de amor, sean amplios de miras, salgan a la luz y no se escondan.
En esta misión no caben medias tintas para trabajar en la construcción del
Reino de Dios. Nuestra vida ha de ser como la sal, dar sabor al mundo, y como
la luz, que alumbra a otros. Voy a terminar con unas palabras del Papa
Francisco: “No se dejen impresionar por sus límites ni por su pobreza. Mediante
su Espíritu, que habita en ustedes, Cristo les da el ser sal de la tierra.
Dirijan su mirada hacia él para recibir lo que les pide.” (Francisco, 29/12/2014).
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
- ¿Con mi presencia, con mis palabras, con
mi actuar… estoy siendo sal y luz para los demás?
-
¿Somos conscientes del regalo que Dios nos
hace en esta misión?
-
¿Somos testimonio de la Resurrección
siendo luz y sal?
- ¿Nos hemos vuelto sosos o personas sin luz por la monotonía, la apatía y la desgana en nuestra parroquia, nuestro entorno, nuestro trabajo?
MÚSICA:
Sois la sal. Luis Guitarra.
https://www.youtube.com/watch?v=qOHhYr0LxbE
ORACIÓN FINAL: Ser SAL y LUZ
Lo sé.
Soy sal y luz;
sal para salar y luz para alumbrar.
Lo mío es deshacerme como la sal
salando a los demás,
y consumirme como el fuego,
alumbrando y calentando a los demás.
Lo mío es ser salero de la vida
y clarear el horizonte de la historia,
de la historia cotidiana de cada día.
Lo mío es ser digno hijo tuyo.
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE MAYO DE 2023
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Alegres tras la fiesta de Pentecostés en este que se termina, mes de mayo, reflexionaremos hoy, sobre ese estar al servicio, esa vitalidad cristiana que nos pide Cristo inspirada por el Espíritu Santo.
Ofrecemos esta oración por todos aquellos que están al servicio de los enfermos, los pobres y de todo aquel que lo necesita. Por todos aquellos que se ponen en la piel de quien tiende una mano en circunstancias difíciles.
Comencemos sin perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del santo evangelio según San Lucas 1, 39-56
En aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la
montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura
en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y levantando la voz, exclamo:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu Vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues en cuanto tu
saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
Bienaventurada la que ha creído, porque lo que te ha dicho el Señor se
cumplirá».
María dijo:
«Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi
salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha
hecho obras grandes por mi: “su nombre es santo, y su misericordia llega a sus
fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, “derriba
del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los
colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia - como lo había
prometido a nuestros padres - en favor de Abrahán y su descendencia por
siempre».
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa. Palabra
de Dios.
MÚSICA:
Quiero seguirte. Celinés
https://www.youtube.com/watch?v=h0BYdnyFQIs
REFLEXIÓN: Jorge Bucay en su libro “El camino de la espiritualidad”.
“Cuentan que había una parroquia en la que era habitual que los domingos, después de misa, todos los fieles se sentaran a una mesa y compartieran frutas y algunos zumos naturales. Charlaban sobre las cosas cotidianas, y así pasaban juntos un largo rato.
Un día llegaron a la parroquia dos hombres muy poderosos que asistieron a misa. Después de la eucaristía, se reunieron con los demás alrededor de la mesa. Cuando se hubieron ido todos los fieles, se acercaron al párroco para comentar lo que habían visto.
Le dijeron que todo les pareció muy lindo, especialmente el ágape que celebraban después de la misa.
Lástima, dijo uno de ellos después de los piropos, que, entre tu gente, como en todos lados, haya también algunas ovejas descarriadas…
¿Por qué decís eso?, les preguntó el párroco.
Lo hemos notado cuando todos salían hacia el encuentro después de la misa, explicó el otro. Vimos con alegría que algunos de tus parroquianos son, efectivamente, personas muy solidarias. Sin que nadie se lo pida, salen de la iglesia llevando dos sillas, evidentemente una es para sentarse ellos mismos y la otra para ofrecérsela a alguien. Pero también vimos a los otros: los “cómodos”; esos pasotas y aprovechados, que salen sin llevar ninguna silla y se sientan en alguna que encuentren libre sin hacer ningún esfuerzo.
Pero esos no son peores, intervino su compañero, porque pienso que, alguno de esos, no son cómodos, sino ignorantes; a mí los que más me inquietan son los egoístas, los miserables, los que saben que necesitan sillas pero solo llevan una para ellos.
Te lo decimos, concluyó el otro, porque sabemos que te llenas la boca alardeando de que tu gente es maravillosa. Debes saber que tienes de todo… como es lógico.
El párroco, que había escuchado atentamente la explicación, respondió:
La verdad es que de lo único que hago alarde es de conocer bien a mi gente, aunque soy consciente de que solo puedo verlos desde mis propios ojos, que quizá no sean los que están debajo de mis cejas. Es cierto que hay gente solidaria que lleva una silla para sí y otra para alguien más, pero a esos que salen sin ninguna silla, y a los que tú llamas “cómodos”, “pasotas” o “aprovechados”, los conozco muy bien. Son aquellos que confían tanto en sus hermanos de comunidad, que saben que no necesitan llevar una silla porque siempre habrá una para ellos.
El párroco hizo una pausa, miró a los dos hombres y se dirigió al segundo.
A los otros, esos que tú llamas “egoístas”, también los conozco. A mis ojos, ellos son los mejores; son los que han aprendido a combinar la vocación de servir, con la mayor de las confianzas.
Ellos llevan una única silla para ofrecérsela a alguien que la pueda necesitar; no llevan la propia porque también saben, de sobra, que alguien llevará la de ellos. Está claro que los ojos con los que yo los veo no son los mismos con los que miráis vosotros…”
¡Hay que ser muy grande para tener esa actitud de servicio! Para que tu estado habitual sea el de estar pendiente a las necesidades de los demás, adelantarte a ellas y conseguir que los que te rodean sean un poco más felices. ¿Y no es una maravilla conseguirlo? ¡Yo creo que sí! Porque cuando se logra que una comunidad entera, como la del cuento de Bucay, tenga esa actitud de servicio, se alcanza la tranquilidad, ¿no os parece?
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
- ¿Os habéis preguntado
alguna vez si tenéis esa actitud de servicio?
Rasgos:
Cuando hacéis algo por
otra persona, no esperáis que os lo agradezca. ¡Por supuesto que es
gratificante recibir el agradecimiento de los demás!, pero cuando ayudas a los
demás desde una actitud de servicio no lo haces con el objetivo de recibir
ningún tipo de agradecimiento.
Conocéis las necesidades
de los demás. Sabéis qué necesitan y en qué podéis ayudarles. Porque estáis
pendientes de las personas que os rodean. Sois capaces de escucharlas y de que
se abran con vosotros, que os muestren sus necesidades. De esta forma, os
podéis adelantar y actuar antes de que os lo pidan.
Siempre estáis
dispuestos a ayudar. No importa el cansancio. Vuestra actitud es la de estar
dispuesto siempre que surja la necesidad. Porque es tu estado habitual.
Y siempre prestáis esta ayuda con alegría. Porque conocéis la satisfacción que se siente cuando se contribuye a que otra persona sea un poco más feliz porque tú has estado a su lado.
- ¿Os habéis reconocido en alguno de estos rasgos?
- ¿Os preguntéis al final de cada día, si habéis tenido la oportunidad de
ayudar a alguien?
- Si has ayudado a esa persona: ¿Cómo te has sentido?
- ¿Os animáis a adoptar una actitud de servicio?
MÚSICA:
Alma misionera. Yuli y Josh. Cover
https://www.youtube.com/watch?v=ocuzgjznqfY
ORACIÓN FINAL: Oración del prójimo.
Vuelve mis ojos al prójimo,
que pueda ver a cada uno como tú me ves a mí…
con una dignidad innata que trasciende apariencias, circunstancias, clase y
todo estatus terrenal, que son temporales.
Ayúdame a ver al prójimo como tu hijo amado, eternamente.
Vuelve mis oídos al prójimo, que pueda escuchar su clamor tal como tú escuchas el mío… con una compasión y ternura que me acerca más en medio del sufrimiento.
Ayúdame a escuchar al prójimo como tu hijo amado, eternamente.
Vuelve mi mente al prójimo, que yo pueda llegar a entenderlos como tú me entiendes… luchando por encontrar sentido y plenitud en un mundo que está fragmentado, y tu luz en un mundo sombrío.
Ayúdame a comprender al prójimo como tu hijo amado, eternamente.
Vuelve mis pies al prójimo, que pueda acercarme a ellos a través de las brechas que nos separan… brechas ampliadas con demasiada frecuencia por las ilusiones de la familia, la tribu, credo, raza… incluso la propia alteridad.
Ayúdame a acercarme al prójimo como tu hijo amado, eternamente.
Vuelve mis manos al prójimo, que los pueda servir como tú me sirves…
con un toque que purifica, que sana, que alimenta, y que tranquiliza.
Ayúdame a servir al prójimo como tu hijo amado, eternamente.
Vuelve mi corazón al prójimo, que pueda amarlos como tú me amas…
firme, clemente, siempre misericordioso, con paciencia, viendo mi alegría
en la suya.
Ayúdame a amar al prójimo como tu hijo amado, eternamente.
Dios amoroso, vuelve mi vida al prójimo, que pueda vivir en solidaridad con ellos, y por lo tanto contigo, para siempre.
Amén.
ENCUENTRO DEL GRUPO DE ORACIÓN. JUNIO 2023
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Alegres por la llegada del tiempo estival, y con él, las ansiadas vacaciones para muchos de nosotros, cerramos un mes lleno de festividades importantes, como el Corpus, el Sagrado Corazón de Jesús, y entre otras, la fiesta de San Juan Bautista, San Pedro y San Pablo.
En resumen, todas ellas nos hablan del Amor de Dios a los hombres a través de la santidad y del amor en el que deben basarse las relaciones humanas. Sobre ese amor reflexionaremos hoy.
Ofrecemos esta oración por todos aquellos que están faltos de amor, y de todos los que no han entendido que el principal de los mandamientos es amar a Dios y al hermano como a uno mismo.
Comencemos sin
perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 7,15-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por
dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Así, todo árbol sano da frutos buenos; pero el árbol dañado da frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis».
Palabra de Dios.
MÚSICA:
El amor de mi Dios.
https://www.youtube.com/watch?v=BbBsUgUjw00
REFLEXIÓN: “La casa”
Un empresario le dijo a su empleado... Quiero que me construyas una casa; aquí están los planos, ¡Quiero que la hagas conforme este diseño!... ¡No quiero que falte nada!
El empleado tomó los planos y molesto porque le faltaban sólo tres meses
para jubilarse, comenzó a decirse: ¡Me faltan tres meses para jubilarme y este
hombre me da un trabajo para seis meses, pues lo haré!... ¡Pero voy a utilizar
materiales de segunda, no me voy a esmerar mucho, haré lo que pueda, y así me
quedará dinero para mí!
Las columnas las hizo sin mucho esmero, usó materiales baratos y de segunda, en toda la edificación de la casa utilizo materiales no acordes a la estructura y solo se esmeró en la fachada para engañar al dueño, y lo que podía saltarse en la fabricación lo hizo, de tal manera se "ahorraría" el tiempo que necesitaba normalmente para hacerlo y así irse lo más pronto posible.
Cuando terminó la edificación, se presentó el dueño y miró la casa, observó que había solo algunos de los detalles que le había pedido, pero se acercó a su empleado y le dijo: ¡Toma las llaves!... ¡Este es tu regalo!... ¡Por todos los años que me has servido!... ¡¡¡Esta es tu casa!!!
¿Cómo cree usted que se sintió este hombre al oír aquello?... Él lamentablemente había cosechado lo que había sembrado...
Todo lo que hagas hazlo con AMOR, no dañes a nadie, sé un buen ejemplo, da lo mejor y recibirás lo mejor...
¡La vida es un bumerán, todo regresa a ti!... Porqué el primer cliente que
tienes es tu integridad y esta no se equivoca a la hora de pagar.
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
- ¿Ponemos amor en todo aquello que hacemos?
- ¿Somos personas integras?
- ¿Alguna vez te has sentido mal contigo mismo por ese comportamiento erróneo que no busca el amor al prójimo?
- ¿Somos ejemplo del amor sencillo, del amor sin intereses, de la ayuda sin recompensa, del amor que construye una sociedad mejor?
- ¿Puedes decir, como en el Evangelio que pueden reconocerte por tus hechos?
MÚSICA:
El amor es nuestro canto. Coral Católica.
https://www.youtube.com/watch?v=mZAF75RxrEI
ORACIÓN FINAL: Salmo del Amor de Dios conmigo
Te doy gracias, Señor, porque eres bueno,
porque es constante y eterno tu amor conmigo.
Te doy gracias, Señor, Dios de todo,
porque en todo lo mío Tú intervienes,
porque es constante y eterno tu amor conmigo.
Tú haces grandes maravillas:
la potencia del Universo, el misterio de la Vida,
la fuerza del Amor, mi propio ser...
porque es constante y eterno tu amor con todo
y también conmigo.
Me sacaste de aquello que un tiempo me hizo esclavo,
con mano tensa y fuerte brazo como tira de uno aquel que es buen amigo...
porque es constante y eterno tu amor conmigo.
Cuando no tenía fuerzas, me abriste el camino:
pasé y fui salvado por Ti desde la experiencia
del antiguo Egipto sentí en mi vida una vez más
que es constante y eterno tu amor conmigo.
Me llevas al desierto, pero vienes conmigo, me sacas...
y me guías a tu estilo haciendo brotar fuera aquello que, en mí, Tú pusiste
escondido, pero yo nunca supe por qué no había podido:
quitaste de muy dentro «poderes escondidos», rompiste mis cadenas y viniste
conmigo; yo, a tientas, descubría,
porque es constante y eterno tu amor conmigo.
Tú me das, Señor, el pan que necesito, el pan que me da vida y aunque me canso... ¡vivo!
Si recuerdo mi historia... has puesto en cada instante el pan que necesito.
No me dejes, ahora que estoy cansado hazme experimentar que es constante y
eterno tu amor conmigo.
PADRENUESTRO/AVEMARIA
ENCUENTRO DEL GRUPO DE ORACIÓN. JULIO. 2023
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Inmersos en pleno verano, cerramos un mes lleno de festividades
importantes; como la Virgen del Carmen, el apóstol Santiago y San Joaquín y
Santa Ana. Hoy reflexionaremos sobre el papel de estos últimos, los abuelos en
el devenir de la vida.
Ofrecemos esta oración por todos los abuelos y por todos los mayores que
viven en soledad, en residencias, o culminan su vida entregada a cualquier
orden religiosa. En general, por todos los que han sido testimonio de Fe para
las generaciones venideras.
Comencemos sin perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del libro del Eclesiástico. 44,1.10-15
Hagamos el elogio de los hombres de bien, de la serie de nuestros
antepasados. Fueron hombres de bien, su esperanza no se acabó; sus bienes
perduran en su descendencia, su heredad pasó de hijos a nietos. Sus hijos
siguen fieles a la alianza, y también sus nietos, gracias a ellos. Su recuerdo
dura por siempre, su caridad no se olvidará. Sepultados sus cuerpos en paz,
vive su fama por generaciones; el pueblo cuenta su sabiduría, la asamblea
pregona su alabanza.
Palabra de Dios.
MÚSICA:
Dedicada a los abuelos.
https://www.youtube.com/watch?v=8G8YGy7aaWs
REFLEXIÓN: Abuelos.
(Basado en un artículo “Juventud y valores” de Edgardo Palacios)
Pasa un niño corriendo, llevando todo por delante, como que no mira el
camino. Es mi nieto y me preocupa su futuro.
Lo llamo. Como todo niño moderno, la tecnología es parte de su vida.
- Querido nieto, trae tu móvil que vamos a grabar.
Sin preguntar, lo trae y con cara pícara, pregunta:
- ¿Qué vamos a grabar abuelo? Te contaré mi historia.
Fue una vida común. Ni soñamos con este progreso. Imagínate que enfriábamos
las botellas en un barreño, en un pozo de agua y la carne, a la sombra, colgaba
de un árbol frondoso, en un cajón y con tela metálica, para que no entraran los
bichos. Ahora existen los frigoríficos, para conservar por más tiempo.
Donde yo vivía, no había agua para beber. Esperábamos el tren cisterna que
traía agua una vez a la semana, no había remedios, ni leche para un niño, la
ropa era siempre la misma y estrenar alpargatas nos hacía importantes.
- ¿Te das cuenta, querido nieto, cómo vivía?
Cuántas cosas trajo el progreso. Aquí me tienes, disfrutando de tantos
adelantos, el mes que viene cumplo noventa años. Ya sé que me voy, me queda
poco y a ti querido nieto te va a quedar este recuerdo.
A pesar de no tener comodidades, había gente muy buena, nos criamos con el
valor de la palabra, no se firmaban papeles, éramos como hermanos con los
vecinos. Ahora hasta se reniega para cobrar lo firmado, la amistad está llena
de traiciones y una firma de garantía te deja de patitas en la calle. A un
vecino se le mira de reojo y si te saluda parece que te va a morder.
Había una diferencia entre quien era el padre y quien era el hijo, no
sabíamos enseñar mucho porque la mayoría no fuimos a la escuela. Ahora van
todos y los padres educan menos que antes.
Antes un chico como tu respetaba a un mayor desconocido, y ningún hijo
levantaba la voz a su padre, fumar era de grandes y pedíamos permiso. Ahora mi
niño, el progreso ha traído algunos dolores de cabeza, con falta de respeto a
la familia y a la gente porque no les costó sacrificios ganar esas comodidades.
Hoy, hay jóvenes que no respetan, no valoran y buscan sensaciones nuevas en
drogas y en otras opciones poco saludables.
Los abuelos no eran meros niñeros en unas sociedad fría y fugaz, sino que
eran el motivo de encuentro y reunión de toda la familia.
Éramos felices con poco, suponíamos una fuente de sabiduría y valores de la
vida. Y más allá de todo eso, éramos pilares de Fe educando en el amor a Dios y
a su Madre, María. Desde la más sencilla oración a pie de cama hasta acompañar
a nuestros hijos y nietos en los sacramentos más importantes.
Estas son las palabras de tu abuelo, no sé cuánto viviré todavía, pero sí
puedo decirte, que deseo que seas un hombre con valores y seas feliz teniendo
sentido de servicio y entrega a los demás tengan la edad que tengan.
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
- ¿Exigimos demasiado a los abuelos?
- ¿Damos por hecho que tienen que sacrificarse por la forma de vida que
lleva la sociedad actual? ¿Acaso no les ha llegado el momento de descansar y
disfrutar? ¿Valoramos su papel lo suficiente?
- ¿Cuándo fue la última vez que compartí con mis abuelos lo que significan
para mí?
- ¿Qué recuerdos tengo de mis abuelos y cuánto influyeron en el desarrollo
de mi fe?
- Respecto a mis nietos, ¿me preocupo de sus valores y de su cercanía a
Dios?
- ¿Visito y atiendo las necesidades de mis abuelos?
- ¿Valoro su labor y la capacidad de trabajo y esfuerzo que han realizado
por la familia a pesar de los años?
- ¿Comprendo y acepto sus limitaciones mostrándoles cariño y atendiéndolos
para que se encuentren asistidos en todos los sentidos?
MÚSICA:
Quiero servirte. Celines.
https://www.youtube.com/watch?v=h0BYdnyFQIs
ORACIÓN FINAL: Oración por loa abuelos.
Señor Jesús: Tú naciste de la Virgen María, hija de San Joaquín y Santa
Ana. Mira con amor a los abuelos de todo el mundo.
¡Protégelos! Son una fuente de enriquecimiento para las familias, para la
Iglesia y para toda la sociedad. ¡Sosténlos! Que, cuando envejezcan, sigan
siendo para sus familias pilares fuertes de la fe evangélica, custodios de los
nobles ideales hogareños, tesoros vivos de sólidas tradiciones religiosas.
Haz que sean maestros de sabiduría y valentía; que transmitan a las
generaciones futuras los frutos de su madura experiencia humana y espiritual.
Señor Jesús, ayuda a las familias y a la sociedad a valorar la presencia y
el papel de los abuelos. Que jamás sean ignorados o excluidos, sino que siempre
encuentren respeto y amor.
Ayúdales a vivir serenamente y a sentirse acogidos durante todos los años
de vida que les concedas.
María, Madre de todos los vivientes, cuida constantemente a los abuelos.
Acompáñalos durante su peregrinación terrena y, con tus oraciones, haz que
todas las familias se reúnan un día en nuestra patria celestial, donde esperas
a toda la humanidad para el gran abrazo de la vida sin fin. Amén.
PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
ENCUENTRO DEL GRUPO DE ORACIÓN. AGOSTO 2023
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Estamos cerrando el verano y, a la vez, un mes lleno de festividades importantes: entre otras, la Asunción de la Stma. Virgen, San Roque o el Apóstol Bartolomé.
En este tiempo hemos disfrutado de muchas fiestas relacionadas con lo religioso y sería buen momento tras la lectura de hoy, para reflexionar sobre la hipocresía y nuestra vida como cristianos.
Ofrecemos esta oración por todos aquellos que actúan con crueldad. Por todos aquellos que no se atreven a dar el paso, a crecer personalmente, a ser fieles a Cristo a causa del miedo o de decisiones difíciles. Por todos aquellos que bajo la hipocresía llevan una vida que no es la suya, o meramente viven una realidad que no se sostiene. Para que encuentren en Jesús la fuerza y la Fe en Cristo.
Comencemos sin perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 23, 27-32
En aquel tiempo, Jesús dijo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros blanqueados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre; lo mismo vosotros: por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crueldad.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a
los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos, diciendo: “Si
hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices
suyos en el asesinato de los profetas”!. Con esto atestiguáis en vuestra
contra, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas. ¡Colmad también
vosotros la medida de vuestros padres!».
Palabra de Dios.
MÚSICA:
Tu modo. Cristóbal Fones, SJ
https://www.youtube.com/watch?v=5wXCLdnOQj4
REFLEXIÓN: El Hipócrita
(Cuentos espirituales del Tíbet – Ramiro A. Calle)
Era un padre muy anciano con dos hijos. Uno de estos hijos era muy
bondadoso, en tanto que el otro sólo había demostrado interés por el padre
cuando necesitaba algo de él. El hijo bondadoso había cuidado con enorme cariño
a su padre cuando estaba enfermo, en tanto que el otro hijo se había
despreocupado de él por completo.
Cuando iba a morir hizo testamento en un pliego de papel, señalando que el
ochenta por ciento de la herencia sería para el hermano bondadoso y sólo el
veinte por ciento para el otro hermano. Pero he aquí que, por los caprichos
imprevisibles del destino, una jarra de manteca cayó sobre el pliego del papel
tras la muerte del anciano y los nombres de los hijos no eran visibles.
El hijo egoísta, gimoteando, fue al juez para decir que a él le habían
dejado el ochenta por ciento de la herencia, porque había sido siempre un hijo
modelo. Pero el juez no sabía que determinación tomar. Así que decidió no tomar
ninguna resolución hasta que viese el asunto más claro.
Llegó el día del entierro. Como el anciano era muy querido, todas las
gentes del pueblo asistieron al sepelio. El hermano bondadoso caminaba en
silencio, sin aspavientos, sufriendo íntimamente su dolor; pero el hermano
hipócrita daba gritos desgarradores, se golpeaba en el pecho y se desplomaba
contra el suelo de vez en cuando para que los asistentes creyeran que sufría
mucho.
Cuando el cadáver fue puesto sobre la pira funeraria, ambos hermanos comenzaron a llorar. Entonces sucedió un suceso portentoso: las lágrimas del hermano bondadoso se fueron convirtiendo en pétalos y los del hermano egoísta en piedras. Ni que decir tiene que a partir de ese momento el juez encontró elementos fiables con los que juzgar.
“No hay hipócrita tan perfectamente hipócrita que no quede antes o después
al descubierto”
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
- ¿Somos ejemplo de verdad?
- ¿Nos dejamos llevar por las apariencias y las exigencias de la sociedad
actual?
- ¿Somos sinceros con nosotros mismos? ¿Conocemos nuestras imperfecciones e
intentamos mejorar?
- ¿Buscamos una vida cristiana en verdad, o solo cuando nos interesa?
- ¿Somos valientes a la hora de defender a Cristo o elegimos la hipocresía
o la vergüenza en el conflicto?
MÚSICA:
Quiero servirte. Celines.
https://www.youtube.com/watch?v=h0BYdnyFQIs
ORACIÓN FINAL: Oración por los Hipócritas.
¡Señor, no permitas que mi vida quede enmascarada por la mediocridad, que
sea capaz de reconocer siempre mis imperfecciones y crecer conforme a la
verdad! ¡Ayúdame a moldear mi carácter, a asumir mis debilidades, a cambiar lo
que anida en mi corazón y dejarme transformar por tu Santo Espíritu!
¡Concédeme la gracia de ser testimonio de tu verdad, un auténtico embajador
de Tu Reino! ¡Que cuando los demás me vean actuar piensen que soy un cristiano
veraz! ¡Qué nada me detenga, Señor, en esta tarea, que no me amedrente ni el
qué dirán, ni el abandono de los demás, ni los obstáculos que se vayan
presentando en el camino! ¡Envía, Señor, tu Espíritu sobre mi para que me
otorgue la fortaleza de afrontar la vida con plenitud, para mirar en lo más
íntimo de corazón y tenga la valentía de cambiarlo por amor a ti y por mi
propio bien! ¡Ayúdame a hacer siempre la voluntad de Dios! ¡Que esta vasija
frágil que soy, Señor, esté siempre moldeada por tus manos amorosas y tiernas
para que nadie pueda decir nunca que vivo en la hipocresía o alejado de la
realidad!
Amén.
PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Estamos cerrando el mes de septiembre, un nuevo curso ha comenzado, una nueva etapa, un nuevo ritmo de vida tras las vacaciones. Disfrutamos aún de la presencia de nuestra Madre de la Estrella en nuestra Parroquia y hemos celebrado festividades importantes como la Natividad de la Stma. Virgen, la Exaltación de la Cruz, o los Dolores de María, entre otras.
En este tiempo que comienza, volvemos al curso escolar, al trabajo, a las reuniones y a los avatares diarios que llenan nuestro horario. Por ello, hoy vamos a reflexionar sobre el valor del compromiso, sobre la dinámica social impuesta y cambiante en la que cada vez más se desenvuelven nuestras vidas.
Ofrecemos esta oración por todos aquellos que hemos dejado de comprometernos con lo verdaderamente importante. Que hemos dejado de lado los valores de la amistad o de servicio por comodidad o nos hemos dejado llevar por esta sociedad fugaz, materialista e insensible a los valores cristianos.
Comencemos sin perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del santo evangelio según San Lucas (9,1-6)
En aquel tiempo, habiendo convocado Jesús a los Doce, les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades.
Luego los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles: «No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco tengáis dos túnicas cada uno.
Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio.
Y si algunos no os reciben, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de vuestros pies, como testimonio contra ellos».
Se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la Buena
Noticia y curando en todas partes.
Palabra de Dios.
MÚSICA:
Hombres de valor. Love Casa.
https://www.youtube.com/watch?v=7OhBbHvRjOA
REFLEXIÓN: El valor del compromiso
Hoy quería compartir con ustedes, algunas inquietudes sobre cambios que van naturalizándose en nuestra vida cotidiana y hablan de valores que imprime el discurso actual, lejos de ser humanitario.
Me preguntaba por qué los ámbitos escolares tienen horarios y actividades fijos. Posiblemente la respuesta sea para que, los niños desde pequeños aprendan a organizarse, proyectar sus tiempos y sus obligaciones.
Escuchamos que en los últimos años maestros, profesores y personal de la institución educativa se encuentran cada vez más preocupados por el aumento de ausencias, llegadas tardes, y, incrementándose la cantidad de padres que buscan tardíamente a sus hijos a la hora de la salida escolar. Seguramente hay algo que está ocurriendo que va de la mano con la valoración y el compromiso.
La necesidad de organizarnos con antelación temporal, también funcionan en los distintos servicios como: el turno de un médico, el mecánico, y otros, donde se refleja una falta total de respeto al tiempo y a la palabra en la que las personas se comprometen.
Hay otros espacios, que no se regulan obligatoriamente, que son los encuentros afectivos. En otros tiempos eran regulados por el valor que tenía el compromiso verbal para poder concretarlos: sean compañeros de la escuela, padres, amigos, etc.
La apuesta era que no quedaran en el azar, porque, eso compromisos afectivos eran quizás más importante que todos los otros espacios obligatorios. Eran espacios elegidos y, que no estaban dispuestos a dejarlos pasar.
Por eso, se organizaba con antelación, era un espacio especial, esperado, deseado, cuya concreción estaba bañada de deseo, valor, reconocimiento, orgullo, inquietud, y respeto, porque era un compromiso de palabra.
Ese tiempo parece haber caducado, el hoy, ha impuesto otro funcionamiento. En el tiempo de los avances tecnológicos, cada vez menos palabra, y los encuentros afectivos parecen flaquear bajo la bandera de no perder tiempo, de aprovechar….
¿No perder que tiempo?… ¿Aprovechar qué?… preguntas que seguramente no tienen respuestas fáciles.
Se escucha permanentemente dichos como: “ya que estoy cerca, de paso…” …de paso esto, o lo otro…. “tomamos un café en 10 o 5 minutitos…” ….”mira estoy cerca, quieres que nos reunamos aunque sea un ratito….”…”bueno después quedamos ni sé cuándo puedo…”…”viste te llamo y arreglamos a última hora…”.
Los dichos hablan por sí mismos, no se escucha una falta de tiempo real, más pareciera tratarse de no parar, valorar y comprometerse con el deseo, interés y afectos, de cada uno. Se repite la palabra “paso…” “veo…”, “estoy cerca…” Si nos detenemos a escucharlas, no suena muy bien, …algo de paso? …Porqué, sino, no iría? ¿Comodidad? “Si se puede bien y sino ya se verá…? “.
La pregunta es… ¿Dónde quedaron esos encuentros deseados y esperados, por los que la gente se comprometía? ….
Esto es lo que escuchan los niños todo el tiempo, donde si les queda bien viene un compañero, y si no puede otro, y, en cuantas instancias se pide disculpas y no se sostiene ese compromiso porque me salió otro programa mejor...
Así va desvaneciéndose paso a paso ese compromiso de palabras que construye espacios en cada encuentro sea: una tarea, una salida con compañeros del jardín, la escuela, o del colegio, la dedicación en hacer una tarea y disfrutarla en familia, el encuentro para festejar los cumpleaños, los saludos de las fiestas, el encuentro con amigos, y muchos otros espacios que para cada uno tienen un valor, que no ha podido ser verdaderamente analizado, y, muchas veces, lo dejamos escapar.
Se trata, ni más ni menos, que el valor de los compromisos con quienes consideramos o podremos considerar importantes en nuestra vida.
No existen muchas huellas de amor, de verdadero interés, de valor…. en esos dichos donde se escucha, donde impera ese “último…momento”, “ese ya ahora”, que habita hoy… Donde pareciera, que se trata solo de acomodarnos, mover las piezas a último momento, si algo me falla, se canjear por otras…es cosa de conveniencias.
Se podría pensar que esto, “de pasada” deja afuera todo el espacio del valor, del querer, del saber que alguien ha dejado cosas importantes por otro; quitando así no solo la importancia que tiene ese otro para mí, sino, quitando la importancia que tengo yo mismo, para mí y para todos los otros.
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
- ¿Hemos caído en esta dinámica de la que nos habla el texto?
- ¿Damos valor al compromiso, a la palabra dada?
- ¿Hemos dejado de comprometernos por comodidad?
- ¿Somos víctima de la prisa, del poco interés, de querer llegar a todo y
no resolver nada con calidad?
- ¿Determinamos los momentos especiales que solo por fuerza mayor no se realizarán?
- ¿Ponemos a Cristo en esa lista, en también se ha caído de nuestra agenda?
- Uniendo el tema de hoy a la lectura ¿ponemos nuestras acciones en oración
y nuestra acción es fruto de la oración?
MÚSICA:
Hombres de compromiso. José Adrián Romero.
https://www.youtube.com/watch?v=rcb0NPMx3dU
ORACIÓN FINAL:
¡Señor, hazme comprender siempre que en mi dar desde la generosidad y la
gratuidad recibiré de ti en abundancia! ¡Concédeme la gracia, Señor, de ser
generoso en todo momento y que la generosidad basada en el amor sea el signo de
mi vida! ¡Concédeme la gracia, Señor, de ser generoso en el dar y hacerlo con
amor, afecto, ternura y alegría!
¡Ayúdame, con la fuerza de tu Santo Espíritu, a poner siempre el corazón en cada gesto, en cada palabra, en cada acción! ¡Hazme comprender, Señor, que compartir no es sólo dar lo material sino que es dar mi tiempo, mi amor, mis atenciones, mis sentimientos! ¡Concédeme la gracia, Señor, de dejar de centrarme en mi mismo y aprender a darme a los demás, no dar lo que me sobra sino darme lo que soy aprovechando las cualidades y los dones que he recibido del Padre! ¡Ayúdame, Señor, con la gracia de tu Santo Espíritu, a estar atento a las necesidades del prójimo, a reconocer lo que falta y lo que necesita, a abrirme siempre a los demás y ser sensible a sus carencias! ¡Que mi entrega, Señor, esté basada en la solidaridad y no anteponga nunca mi propio beneficio! ¡Concédeme la gracia, Señor, de apartar mis comodidades e intereses personales y ponerme siempre al servicio de la comunidad! ¡Me abandono a Ti, Señor, para que me hagas instrumento de tu amor!
Amén.
PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Estamos cerrando octubre, un mes en el que hemos festejado advocaciones importantes de la Virgen; como El Rosario o El Pilar, entre otras. Y, por supuesto en el santoral, los días de nuestro querido San Francisco y María Ana.
Hoy vamos a reflexionar sobre el valor de la paz en las palabras de nuestro “Santo de Asís” en una actualidad violenta, dura y llena de competitividad.
Ofrecemos esta oración por todos los violentos: de manera física y mental. Para que la paz impregne el corazón de tantas personas de las que depende el bienestar social y la construcción de un mundo más justo y fraterno. Por los que sufren las guerras; especialmente las de Rusia-Ucrania y de Israel-Palestina.
Comencemos sin perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del santo evangelio según San Juan 14, 27-31
Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se
turbe vuestro corazón ni se acobarde. Habéis oído que os he dicho: "Me voy
y volveré a vosotros." Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al
Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y os lo digo ahora, antes de que
suceda, para que cuando suceda creáis. Ya no hablaré muchas cosas con vosotros,
porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder; pero ha de
saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado.
Palabra de Dios.
MÚSICA:
Hazme instrumento de tu paz. Dulce Compañía.
https://www.youtube.com/watch?v=rZ5dMyTJWs8
REFLEXIÓN: Francisco, una propuesta firme de paz.
Es un hecho que vivimos en un mundo afectado profundamente por la falta de paz. La violencia afecta la vida pública en todo el mundo. Y no sólo está fuera, en la vida pública, sino también puede estar en el interior de nuestros corazones y de nuestras familias. En plena guerra en Irak una señora dijo: “Se habla mucho de la guerra en Irak, pero fíjese que mi familia es un campo de batalla”. La falta de paz se manifiesta de muchas maneras: en la violencia doméstica, los divorcios, las adicciones dañinas, las tensiones en las empresas, escuelas e incluso en las iglesias. La violencia se esconde detrás de la avaricia y del engaño, de la soberbia y la injusticia. Se encuentra en la hipocresía religiosa que atrofia nuestra sensibilidad espiritual y roba credibilidad a la Iglesia.
Pero más que hablar de la falta de paz, hablemos de lo positivo, hablemos de la paz y cómo disfrutarla. La paz es uno de los anhelos más profundos del corazón. Ansiamos armonía, serenidad, una mente sana. En este deseo por alcanzar la paz, Francisco de Asís se alza como uno de los grandes maestros.
Francisco vivió en un mundo peligroso, donde la guerra y la violencia eran
el pan de cada día. Aquel mundo era mucho más peligroso que el mundo en el que
vivimos actualmente. Él mismo participó, antes de su conversión, en varias
guerras y fue prisionero de guerra. Francisco y sus hermanos entraron en aquel
hervidero de pasiones, rivalidades y odios con una sorprendente simplicidad
para vivir y anunciar la paz.
En este contexto bélico Francisco y sus hermanos tomaron una decisión descabellada: recorrer el mundo desarmados y sin provisiones, llevando solamente la confianza en Dios y en la bondad de los demás. A la gente razonable esta empresa le parecía, por supuesto, bastante torpe e ingenua. Pero el hecho es que muchas veces les funcionó.
¿Cuál fue el plan de paz diseñado por Francisco? En realidad, no tenía ningún programa sofisticado: no tenía la capacidad analítica ni la estructura mental para hacerlo. Imaginemos que san Francisco es invitado hoy a una conferencia mundial sobre la paz. ¿Qué hubiera dicho? ¿Qué hubiera propuesto? Quizá algunas palabras apasionadas, pero medio deshilvanadas, y un gesto simbólico. Y sin embargo este hombre ha contribuido a la paz mundial de una manera extraordinaria.
En sus biografías encontramos muchos relatos en donde se narra la manera como Francisco contribuyó a la paz en ciudades dividas por odios y enemistades ancestrales. Quizá el relato más famoso sea el del lobo de Gubio. Los habitantes de la ciudad de Gubio habían emprendido una guerra interminable con el lobo feroz hasta que Francisco los invitó a cambiar de estrategia: no traten al lobo como enemigo, sino como hermano. Y cuando los habitantes de Gubio trataron al lobo como hermano, se acabó la guerra y vino una paz sabrosa.
Menos famoso es el relato de los que sucedió en Bolonia. Un testigo cuenta lo que vio un día en la plaza de esta ciudad. “Yo estudiaba en aquella ciudad, cuando tuve la ocasión de escuchar un sermón de Francisco en la Plaza del Palazzeto. Estaban presentes casi todos los habitantes de la ciudad. El sermón no tenía nada de oratorio. Sólo era un llamado a desarmar los espíritus y restaurar la paz.
El predicador vestía pobremente, su semblante era tosco y carente de toda belleza. Y, sin embargo, logró reconciliar con sus palabras a los nobles de Bolonia, enfrentados a muerte durante siglos. El entusiasmo de los oyentes fue tan arrollador que hombres y mujeres se abalanzaron sobre él, le desgarraron los vestidos y se llevaron los trozos como reliquias”
Lo que sucedió en Gubio, en Bolonia y en otros lugares sólo se explica por una fuerza trascendente que emanaba de aquel hombre sin atractivos físicos. Digámoslo en clave religiosa: los oyentes se sintieron envueltos, de pronto, en la paz de Dios.
La sencillez de Francisco trasparentaba la paz y la belleza de Dios. Había descubierto la paz en el corazón de Dios y en su propio corazón habitado por el Dios de la paz. Por eso, transparentaba y comunicaba esta verdad con emocionante simplicidad.
Así de sencillo. El secreto de Francisco es este: llevar la paz de Dios en el corazón e irradiarla a los demás. Lo que convencía no era el discurso más o menos bonito, sino su experiencia personal. Francisco les decía a sus Hermanos: “Que la paz que anuncian de palabra, la tengan, y en mayor medida, en sus corazones”. Lo que Francisco y sus Hermanos daban era lo que habían recibido, pero también lo que habían conquistado con esfuerzo. A ellos no les correspondía negociar acuerdos de paz. Esta es tarea de juristas, diplomáticos y políticos. A ellos les correspondía crear las condiciones espirituales que permitieran a cada persona decidirse, desde el fondo del corazón, por la paz y la concordia. Francisco confiaba en que la paz podía pasar del corazón de los Hermanos al corazón de los demás. La paz, más que predicarse, se contagia.
Pero Francisco no siempre tuvo éxito. Por ejemplo, en Perusa los nobles de
la ciudad no le hicieron caso. Prefirieron la diversión. Ni siquiera lo
escucharon. Pero el Santo de Asías sabía lo que iba a suceder si no cambiaban
de actitud. En un último intento, advierte que vendrá una guerra civil causada
por el orgullo y la injusticia de los nobles hacia sus vecinos. En este relato
se mencionan dos grandes enemigos de la paz: el orgullo y la injusticia.
Como podemos ver, la paz franciscana no se impone, se propone. Jesús había
dicho: “En la casa en que entren, digan primero: Paz a
esta casa. Y si en ella vive un hombre de paz, recibirá la paz que ustedes
le traen; de lo contrario, la paz volverá a ustedes” Si nuestra propuesta de
paz es rechazada, la paz se nos devuelve, es decir, el rechazo no nos hace
perder la paz.
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
- ¿Somos ejemplo de paz en nuestros hogares, en nuestros lugares de trabajo,
en nuestras relaciones?
- ¿Cómo Francisco, transparentamos la paz? ¿Contagiamos la paz?
- ¿Estamos presos del orgullo y la injusticia, principales enemigos de la
paz?
- ¿Evangelizamos y creamos las condiciones espirituales que permitieran, a
cada persona, decidirse, desde el fondo del corazón, por la paz y la concordia?
- ¿Ponemos en nuestra oración la paz individual, social y del mundo?
MÚSICA:
Cantaré, cantarás.
https://www.youtube.com/watch?v=FiqVKUGy4ec&list=PLD714620EF7695F08
ORACIÓN FINAL: Oración por la Paz. Papa Francisco.
Señor Jesús, ante ti quiero volcar el espanto por el horror y el error de la guerra.
Me sangra el corazón a causa del sufrimiento de miles de seres humanos que se ven envueltos en un conflicto que no quieren ni han creado.
Ante ti, Señor, me pregunto:
«¿Qué precio tiene la paz?, ¿a qué acciones nos reta?».
Ayúdanos, Señor, a humanizar la sociedad, abriendo nuestro corazón a una cultura de la ternura y la paz, favorecedora de bienestar social. Para que la paz sea eficaz, todos debemos comprometernos con actitudes auténticas de sana humildad.
Una actitud del corazón y una comprensión de la mente que deja a los otros ser ellos mismo, con todos los derechos de ser humanos.
Dios Padre de todos, danos ojos grandes para ver y mirar a los demás como hermanos y hermanas a quienes debemos solo amar y respetar. Y saca de nuestro interior la violencia y el gesto amenazador que hiere y aplasta a los demás.
Tú nos dices: «Mi paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde».
Que tu Espíritu nos infunda la serena confianza.
Tú fuiste víctima de la violencia que te llevó a la muerte en cruz
Que tu resurrección nos lleve a realizar el sueño amoroso de la paz y de la felicidad que Dios quiere para sus hijos e hijas amadas.
PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
ENCUENTRO GRUPO DE ORACIÓN. NOVIEMBRE 2023
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Estamos cerrando noviembre, un mes en el que hemos festejado la Santidad de cuantos han sido y son ejemplo para los cristianos y rememorado a todos aquellos que ya están en presencia del Padre.
Por ello, hoy vamos a reflexionar sobre la vida y la muerte con un bello texto de Monserrat Simón.
Ofrecemos esta oración por todas aquellas personas que necesitan tener otra perspectiva de la vida para disfrutar del inmenso regalo que nos ofrece. Por aquellos que mueren poco a poco, día a día, sumidos en la tristeza o la desesperación sin tener conciencia que la vida pasa, y por aquellos que han muerto en la esperanza de la Resurrección.
Comencemos sin perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del santo evangelio según San Juan 11, 25-26
Entonces Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en
mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás.
Palabra de Dios.
MÚSICA:
Déjame nacer de nuevo.
https://www.youtube.com/watch?v=6QqOu2pKub8
REFLEXIÓN: Reflexiones sobre la muerte y la vida.
Pascal decía que “Quien enseña al hombre a morir, le enseña a vivir”.
Quisiera en las líneas que siguen proponer una reflexión acerca de la muerte y del modo en que la consciencia de que vamos a morir afecta a nuestra forma de vivir.
La muerte consiste en “la cesación o término de la vida”. El sustantivo muerte procede del verbo morir, y es que la muerte se define por una acción, una acción que parece que nos sobreviene, y por norma general de modo involuntario e incluso contra voluntad, pero de la cual también cabe plantearse qué parte de dicha acción depende de mí.
La muerte, al igual que el amor, recibe su sentido en tanto que es un hecho, pero en este caso el propio hecho anula la posibilidad de conocerlo. Podemos conocer el proceso de morir, pero no la muerte como final, ya que una vez muertos o no conocemos nada, o bien lo que se conoce no es comunicado a los vivos en su lenguaje y forma de conocimiento.
Al hablar de la muerte como final, me doy cuenta de que es necesario distinguir esa “última” muerte de las pequeñas muertes que vivimos en la vida: muere el niño para que nazca el adulto, muere una forma de pensar con la que nos identificábamos para dar lugar a una nueva visión, muere en nosotros un sentir y nace otro en su lugar.
Tanto en lo físico como en lo emocional, lo psicológico y lo espiritual, la vida se expresa a través de un flujo constante en el que muerte y vida se dan la mano y existen simultáneamente, lo que a veces hace que nos pase desapercibida la muerte. Es decir, al coexistir la desaparición de un estado y la aparición de otro ni siquiera lo percibimos como muerte. Esto resulta muy evidente en la naturaleza: la semilla que muere da lugar al árbol, el huevo que se rompe da lugar al polluelo, o el capullo de seda da lugar a la mariposa… Ante la observación del flujo constante y de cómo la vida y la muerte coexisten en cada momento.
Volviendo a las “pequeñas” muertes que vivimos a lo largo de la vida, quisiera destacar que no sólo experimentamos la muerte de otros, o de algo externo, sino que, ante esas pérdidas, cuando hay un afecto de por medio, se produce un desgarro en nosotros que implica una muerte.
El duelo es un morir, morir a lo que conocía, a lo que me habría gustado, morir a lo que era para dar lugar a algo nuevo, que de inmediato se muestra incierto, indefinido, vacío…
Sin embargo, ese vacío puede ser fértil y al igual que del silencio profundo emergen palabras sinceras, del fondo del vacío surgen formas creativas, surge más vida. Y esas formas, por definición, en tanto que son expresión de vida, están en constante cambio, no son fijas sino móviles, no son eternas sino perecederas y ¡qué gran noticia! porque de lo contrario no habría expresión de vida. Todo sería exactamente igual en todo momento y la vida por definición implica energía, implica cambio.
Tal vez, uno de los errores que hemos cometido es el de considerar la vida y la muerte como opuestos, pasando por alto que sin muerte no hay vida. Morir forma parte de la acción del vivir, y al igual que la forma en que miremos la vida hará que la vivamos de determinada manera, la forma en que miremos la muerte hará también que la muramos de un modo u otro, porque morir, como final, es la última acción de una determinada expresión de la Vida. Y cuando digo que la acción de morir depende de nosotros en cierto grado, no me refiero a las formas, ni a las circunstancias sino a la actitud interna, a la mirada que conforma nuestra verdadera libertad.
La cuestión acerca de la mirada resulta fundamental, ya que cabe la posibilidad de que las pequeñas muertes que vivimos a lo largo de la vida sean una fuente de aprendizaje, una muestra a pequeña escala de la muerte “final”.
De nuevo, mi forma de niño tiene que morir para dar lugar a la forma adulta y la forma adulta tiene que morir para dar lugar a la vejez… ¿Y qué es lo que une esa continuidad? El sentido de yo ¿Y quién es ese yo?: ¿el niño?, ¿el adulto?, ¿el viejo? Al investigar me doy cuenta de que hay algo que es testigo de ese hilo conductor, algo que es autoconsciente más allá de las formas cambiantes en las que se expresa. Ese algo no muere cuando muero yo. La continuidad le pertenece al yo, pero la eternidad que la sostiene es impersonal.
Cuando me planteo en qué consiste la muerte y cómo la percibo, resulta ineludible mirar hacia la vida. Y la vida, no es algo fijo, sino que es-en-constante-movimiento, es un devenir, que se expresa en una infinidad de formas. Y en concreto, la vida es para nosotros lo que nos contamos de ella. Según lo que nos decimos la vemos de esta o aquella forma filtrando el mundo a través de nuestros pensamientos y creencias.
¿Cómo sería si comprendiésemos que la muerte forma parte de la vida y que es el movimiento a través del cual se expresa dicha vida?, ¿Cómo sería si dejásemos de atribuir a la muerte un sentido de oposición a la vida, concibiendo lo primero como algo negativo y lo segundo como un principio positivo?, ¿y si dejásemos de valorar la vida por la cantidad de años vividos y la comenzásemos a valorar según la autenticidad (en eso consistiría la calidad) con la que se ha vivido?
Que la muerte pueda irrumpir en cualquier momento es en realidad prueba de que estamos vivos y además puede ser una inspiración para que esta expresión de vida sea vivida de la mejor manera con respecto a todo aquello que está en nuestra mano. ¿A caso no se convierte la muerte en una llamada al Amor?
Saber que en cualquier momento puede presentarse el “final” me llama a
tratar de vivir de la mejor manera posible en cada momento, lo cual implica
vivir con la mayor veracidad posible, descubrir la Vida que alienta el universo
entero y vivir abrazando todas las formas en las que se expresa esta Vida… Sólo
cuando dejamos de proyectar lo que somos en un futuro, cuando dejamos de pensar
que hay algo incompleto que tenemos que completar en el tiempo, sólo entonces
podemos aceptar que la muerte se presente aquí y ahora, porque donde hay
plenitud no hay tiempo, no hay nada que lograr, nada a lo que llegar.
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
- ¿De qué manera percibes la muerte y de qué manera influye en tu vida? ¿La
vemos como algo opuesto a la vida, oscuro y poco constructivo?
- ¿Somos conscientes de las pequeñas muertes que vivenciamos a lo largo de
la vida?
- ¿Valoramos la vida en calidad o por los años vividos?
- ¿A caso no se convierte la muerte en una llamada al Amor durante la vida?
¿No coincide esto con lo que Dios nos pide a los cristianos?
- ¿No es esta la promesa de Vida eterna que Jesús nos hace en el Evangelio?
MÚSICA:
La Muerte no es el Final. Coro Cantaré.
https://www.youtube.com/watch?v=NBAXYoCCI4g
ORACIÓN FINAL: Salmo. El Señor es mi
Pastor.
El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan.
Preparas una mesa ante mí enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.
PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
ENCUENTRO GRUPO DE ORACIÓN DICIEMBRE. 2023.
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Estamos cerrando el año y un mes en el que dentro del tiempo de Adviento, hemos festejado la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, la Festividad de la Esperanza y, sobre todo, el misterio más importante para los cristianos en el que Dios se hace hombre: la Natividad de Ntro. Señor Jesucristo.
Por ello, hoy reflexionaremos sobre este bello texto de Ginger Garrett sobre la Navidad y la actitud que tomamos ante ella.
Ofrecemos esta oración por todos aquellos que no tienen Paz, ya sea por situación de guerra o por la paz interior personal. Por los que basan su vida en buscar la perfección obviando los momentos reales y especiales que nos regala la vida desde lo imperfecto. Por todos los seres humanos, para que vivan una verdadera Navidad en Paz.
Comencemos sin perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 2:8-21.
Esa misma noche, unos pastores estaban cuidando sus ovejas cerca de Belén.
De pronto, un ángel de Dios se les apareció, y la gloria de Dios brilló
alrededor de ellos. Los pastores se asustaron mucho, pero el ángel les dijo:
«No tengan miedo. Les traigo una buena noticia que los dejará muy contentos:
¡Su Salvador acaba de nacer en Belén! ¡Es el Mesías, el Señor! Lo reconocerán
porque está durmiendo en un pesebre, envuelto en pañales.» De pronto, muchos
ángeles aparecieron en el cielo y alababan a Dios cantando: «¡Gloria a Dios en
el cielo, y paz en la tierra para todos los que Dios ama!»
Palabra de Dios.
MÚSICA:
Paz, Señor. Coro Sentimiento
https://www.youtube.com/watch?v=4qXYu399LqY
REFLEXIÓN: La Navidad es Paz, no perfección.
Un hombre parcialmente paralizado estaba teniendo problemas para desplazarse por el pasillo de la tienda abarrotada de compradores navideños. Mientras pasaba frente a mí, el bullicioso gentío nos empujó el uno hacia el otro, y entonces lo escuche susurrar tímidamente: Feliz Navidad. Su cuerpo estaba enfermo, pero él irradiaba paz.
Eso me hizo recordar que la Navidad es la paz de Dios que viene a habitar en medio de nuestras circunstancias. Después de todo, la primera Navidad no parecía perfecta.
Ninguna mujer quiere dar a luz rodeada de animales y cabalgar sobre un asno durante el noveno mes de embarazo. Sin embargo, cada detalle, cada inconveniente y cada humillación, eran parte del misterioso plan de Dios.
Podemos quedar atrapados por el mito de la celebración perfecta cuando ella refleja nuestros propios deseos. Pero la Navidad se trata del regalo de Dios para nosotros: la paz en un mundo caído y llamado a confiar en su plan.
La Navidad llega, estemos listos o no para recibirla. Las bendiciones de Dios no están cautivas por agendas apretadas. La paz no es una recompensa para aquellos que terminan de hacer todo el 24 de diciembre. Ella simplemente nos llena el corazón cualesquiera que sean nuestras circunstancias. De manera muy parecida, Cristo no necesitó que termináramos de hacer nuestro trabajo antes de que Él pudiera salvarnos. El Mensaje de Navidad es "Paz a Vosotros".
La salvación de Dios siempre nos ha encontrado en las circunstancias y
realidades más insólitas —incluso de rodillas junto a un pesebre.
En verdad ese era un lugar insólito, especialmente para una madre primeriza. Pienso que, si José lo hubiera planeado mejor, podrían haber llegado a Belén antes. Podrían haber conseguido una habitación. María habría estado más cómoda.
Pero en ese establo, Dios celebró el nacimiento de su Hijo y la culminación de siglos de espera y preparativos. Si alguien tenía derecho a exigir que todo fuera perfecto en ese día, ese era Dios.
Quizás el Padre celestial quería privacidad —un ambiente íntimo y tranquilo para el nacimiento de su Hijo. Después de todo, si María hubiera conseguido una habitación en la posada, habría estado rodeada de gente, y no hay nada más perturbador que un extraño que quiere ser servicial.
Pero Dios nos dio a Jesús en sus términos y a su manera. Si esa primera mañana de Navidad parecía menos que ideal, era porque se trataba de algo totalmente distinto, era divina.
Puede ser que usted no pase la mañana de Navidad en un establo. Puede ser que consiga una habitación en la posada. Puede ser, incluso, que termine de hacer sus compras, preparar la comida y decorar el árbol. Pero si se le cansa el cuerpo, si su camino se le vuelve difícil y si nada le sale conforme a lo planeado, recuerde que usted puede abrazar la Navidad tal y como se encuentre.
Rechacemos las falsas promesas de perfección. Usted no tiene que esperar
por la paz, porque la paz no esperó por usted. Ella está aquí y ahora mismo.
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
- ¿Aceptamos nuestras circunstancias o perdemos nuestra paz por la
impaciencia o porque no salen las cosas como planeamos?
- ¿Respetamos y aceptamos los tiempos de Dios?
- ¿Cómo estas viviendo esta Navidad? ¿Desde lo perfecto de los regalos, la
cena, las compras o desde la Paz, el encuentro y la aceptación de tus
circunstancias?
- ¿Sabes que la Navidad es la paz de Dios que viene a habitar en medio de tus
circunstancias?
- ¿Abrazas la Navidad, pones a Jesús en el centro de la celebración y de tu
vida?
MÚSICA:
Noche de Paz.
https://www.youtube.com/watch?v=PhYyMndHPLg
ORACIÓN FINAL: Oración de la Alegría por el Nacimiento.
¡Qué alegría!
Sí, qué alegría cuando me dijeron: ven, vamos a la casa del Señor,
¡ha llegado el Mesías esperado!, ¡ha nacido Jesús, el Salvador!.
¡Qué alegría!
Yo dejé todo cuanto allí tenía, sólo elegí el cordero más hermoso
y corrí por los montes y cañadas al encuentro del Todopoderoso.
Brillaban las estrellas en el cielo, más grandes, más espléndidas, más puras, las voces de los ángeles cantaban: ¡Hosanna! ¡Gloria a Dios en las alturas!¡Aleluya!¡Aleluya!
El sol resplandecía en el pesebre, la noche de repente se hizo día,
se rasgaron de golpe las tinieblas y una luz celestial nos envolvía.
¡Qué alegría!
Allí estaba, en los brazos de María, el niño-Dios, el trigo de Belén.
Mi corazón latía apresurado pues quería abrazarle yo también.
Me acerqué vacilante y vi en sus ojos el fuego del amor que me ofrecía, ¡y me llené de Dios en ese instante! y comprendí el porqué de mi alegría.
PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
ENCUENENTRO GRUPO DE ORACIÓN. ENERO 2024.
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Comenzamos un nuevo año, terminada la Navidad se acaba el primer mes del año y lo hacemos con esta Oración en la que, además, celebramos seis años de reunión de este grupo.
En pocos días vendrá de nuevo la Cuaresma y mientras, en el que llamamos tiempo ordinario hemos vivido la celebración del Nacimiento de Mª Ana y las festividades que nos recuerdan la valentía y entrega de los primeros mártires de la Iglesia.
Por ello, hoy reflexionaremos sobre un bello texto que nos habla de la búsqueda del sentido de nuestra vida.
Ofrecemos esta oración por todos aquellos que se hayan en la búsqueda de ese sentido, de esa misión terrenal a la que estamos llamados. Por todos aquellos que se encuentran perdidos y ponen en Cristo su Esperanza.
Comencemos sin perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURA:
Del Santo Evangelio según San Juan 14:6.
Si el hombre desea conocer el verdadero propósito de la vida, debe vivir
por algo que sea superior a sí mismo, y escuchar la voz del Salvador, diciendo:
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”.
Palabra de Dios.
MÚSICA:
Quiero servirte. Celinés.
https://www.youtube.com/watch?v=h0BYdnyFQIs
REFLEXIÓN: ¿Te has preguntado si Jesús buscaba sentido a la vida?
¿Qué sentido tiene la vida? Es una pregunta que me hago siempre y que cuestiono a Dios, si nos ama, ¿Para qué sufrir tanto? ¿Por qué tanta discordia? Cuestiono al mundo, a la persona que tengo al lado. Cuestiono a mis padres, ¿Por qué no darme más herramientas para vivir mi vida? Me cuestiono a mí, ¿Por qué no he aprendido ya lo que tengo que hacer?
Jesús, pudiendo vivir como Dios en ese Edén eterno, decidió venir a nuestro caótico mundo y ser Hombre. ¿Para qué? Si yo, siendo humano, quiero irme ya corriendo y me lo paso fantaseando con esa eternidad de gozo.
Cuando me doy cuenta de que el mismo Dios quiso venir acá, a este mundo, pienso que algo muy grande debe de haber encontrado. Dios sería un tonto si sufriera sin sentido.
Voy entendiendo que Jesús vino a enseñarme a tenerme paciencia, a tenerle paciencia a Dios y paciencia al mundo. Vino a mostrarme una vida de gozo, a pesar del dolor.
Él vino a enseñarme que vivir quejándose no consigue la paz ni la muerte más rápido. A cada día le basta su propio afán: si es pasar con los amigos y comer, si es trabajar, ir a estudiar, tener que aclarar temas con las autoridades, ir a acompañar a los que sufren, estar con la familia, caminar solo por el desierto y contemplar, hacer sentir a otros que Dios los ama incondicionalmente. Jesús me forma en lo cotidiano.
Pienso que Jesús compuso las parábolas por experiencia interna de lo que iba siendo la vida, su vida con nosotros. Me pregunto si cada reflexión la hacía también para encontrar consuelo de Dios, su Padre, en un camino que parecía muchas veces difícil, sin sentido, arduo, atemorizante, casi de huérfano.
Pero Jesús no se quedó en las confusiones, ni en la traición, ni en la soledad. Más bien logró encontrarles sentido en el corazón de Dios que nos habla en todas las cosas de la vida. Ese es el sentido de vivirla.
Treinta años necesita para Jesús evidenciar su misión y, cuando finalmente la muestra, mil obstáculos aparecen. Sabe que no será fácil. Algunos amigos lo abandonarán cuando todo sea más crítico, quienes lo juzguen serán nada menos que los mayores en la pirámide social y Él será un perseguido. Y aun así, nos dice: «Nadie me quita la vida, Yo la entrego».
Jesús caminó y su camino y Él se convirtió en el nuestro. Jesús no quiso acabar con todos los males, no quiso dejar satisfechos a todos, no quiso convencer a los opositores sobre el Reino para hacerse amigo de todos y vivir en una realidad perfecta. El respetó nuestra libertad y mostró el sentido del dolor.
¿Por qué no dejó el mundo perfecto? ¿Qué quiso demostrar? Jesús reta no sólo a los que vivieron en su tiempo, sino a todos, en todos los tiempos. La idea que tengo yo de vida plena, ¿es acabar con todos los obstáculos, dejar a todos felices con quien soy, hacer entender todo a todos? Tal vez eso no sería respetar el pensamiento y la libertad de cada uno. Tal vez eso no significaría amor.
Quizá la respuesta es vivir un día a la vez. «A cada día le basta su propio
afán», encontrando lo que Dios me pide hoy, eso que me llena de amor y llena a
otros de ese amor. Aquello que dejará fruto y podrá traer, aunque sea un poco
de luz, amor y provecho al mundo que hoy me toca, aunque sea en un pueblito
desconocido, oprimido por un reino, en las periferias del mundo, sin mucho
éxito con los grandes del entorno, haciendo lo que hoy más deja sentir que Dios
está aquí.
MÚSICA:
El valor de seguir adelante. Laura Pausini
https://www.youtube.com/watch?v=f6TgfEdIvPY
ORACIÓN FINAL: Canto de David
Repetimos: Guárdame, Dios mío, pues me refugio en ti.
- Yo digo al Señor: "Tú eres mi Señor, mi bien sólo está en ti".
- Ellos, en cambio, veneran a los dioses que hay aquí en la tierra, malditos los que en ellos se complacen.
- Los que corren tras ellos aumentan sus desgracias. Yo jamás tendré parte en sus cruentos sacrificios, mis labios no pronunciarán jamás su nombre.
- Señor, tú eres mi copa y mi porción de herencia, tú eres quien mi suerte garantiza.
- Me han caído las cuerdas en la tierra más fértil, me encanta la heredad que me ha tocado.
- Yo bendigo al Señor, que me aconseja, hasta de noche mi conciencia, me advierte; tengo siempre al Señor en mi presencia, lo tengo a mi derecha y así nunca tropiezo.
- Por eso se alegra mi corazón, se gozan mis entrañas, todo mi ser descansa bien seguro, pues tú no me entregarás a la muerte ni dejarás que tu amigo fiel baje a la tumba.
- Me enseñarás el camino de la vida, plenitud de gozo en tu presencia,
alegría perpetua a tu derecha.
PADRENUESTRO, AVEMARÍA Y GLORIA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE FEBRERO DE 2024
TEXTO INTRODUCTORIO
Hoy hemos vuelto a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Inmersos ya en el tiempo de Cuaresma, tras celebrar la Presentación de Jesús en el templo y otras festividades importantes, reflexionaremos hoy sobre nuestras actitudes y forma de ver al prójimo con una bella historia que lleva por título “La carpintería”.
Ofrecemos esta oración por todos aquellos que viven emitiendo críticas y juicios sin prestar atención a lo importante y especial de cada persona. Para que mejoremos, entendamos y seamos capaces de analizarnos y mejorar la forma en que miramos a los demás.
LECTURA: Santo Evangelio según San Mateo 20, 17-28
En aquel tiempo, subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino:
«Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará».
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición.
Él le preguntó: «¿Qué deseas?».
Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?».
Contestaron: «Podemos».
Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo:
«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.
Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».
MÚSICA: Háblame.
https://www.youtube.com/watch?v=qXYNK1EM5Ak
REFLEXIÓN: “La carpintería”
Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y, además, se pasaba el tiempo golpeando.
El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. Ante el ataque, el tornillo aceptó también su culpa, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con todos los demás.
Y la lija estuvo de acuerdo: “Me voy, pero siempre y cuando sea echado fuera la cinta métrica, pues siempre se la pasa midiendo a todos los demás según su medida, como si fuera el único perfecto”.
Otros acusaban al serrucho por lastimarles tanto. En fin, que la carpintería era un caos. Todos se acusaban de diversos “defectos” al notarse tan diferentes unos de otros.
En eso entró el carpintero y todos se callaron. El buen hombre se puso el delantal e inició su trabajo. Primero tomó la cinta métrica y comenzó a medir unos tablones de madera y a marcarlos con un lápiz. Utilizó el serrucho para hacer las tablas precisas. Luego las unió con tornillos y se ayudó del martillo. Por último, les dio un acabado perfecto y liso con la lija. Así fue que la tosca
madera inicial se había convertido en una linda y útil mesa para comer. El carpintero entonces se fue a su casa con su familia.
Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo: "Señores, óiganme todos. Ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades, no con nuestros defectos. Eso es lo que nos hace muy valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos".
La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas, el serrucho permitía moldear la madera y observaron que el metro era preciso y exacto.
Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
- ¿Qué herramienta te parece más necesaria de todas ellas?
- ¿Con qué utensilio te identificas tú?
- ¿Estamos pendientes de los defectos de los demás emitiendo juicios en vez de valorar lo positivo del otro?
- ¿Reconoces lo que sucede en la carpintería, ocurre en el trabajo, en las relaciones, etc.?
- ¿Cómo cada una de las herramientas, nos ponemos al servicio del carpintero?
- ¿Esta historia demuestra que la unidad es la que hace la fuerza?
- ¿Quién es el que hace posible esa unión? ¿Reconocemos en el carpintero a un Dios que nos ama como somos, que sabe nuestras flaquezas, pero se vale de todos los dones que tenemos?
MÚSICA: Me has seducido Señor. Hermana Glenda.
https://www.youtube.com/watch?v=P_uBTQIpznA
ORACIÓN FINAL:
Señor mío, Jesucristo, creo firmemente que estás aquí; en estos pocos minutos de oración que terminan quiero pedirte y agradecerte. Pedirte la gracia de darme más cuenta de que tú vives, me escuchas y me amas; tanto, que has querido morir libremente por mí en la cruz y renovar cada día en la misa ese sacrificio. Y agradecerte con obras lo mucho que me amas:
¡Tuyo soy, para ti nací! ¿Qué quieres, ¿Señor, de mí?
Amén.
PADRENUESTRO/AVE MARÍA/ GLORIA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE ABRIL DE 2024
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Inmersos ya en el tiempo pascual, tras celebrar la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo y plenos por la llegada del tiempo primaveral y de multitud de festividades ofrecidas a la Madre de Dios, reflexionaremos hoy sobre nuestras metas, y nuestros sueños con una bella historia que lleva por título “Los tres arboles”
Ofrecemos esta oración por todos aquellos que no confían en que Dios guía nuestros pasos por senderos desconocidos pero certeros.
Comencemos sin perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURA: Lectura Evangelio según San Juan 12, 44-50
En aquel tiempo, Jesús gritó diciendo:
«El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me ha enviado. Y el que
me ve a mí, ve al que me ha enviado. Yo he venido al mundo como luz, y así, el
que cree en mí no quedará en tinieblas.
Al que oiga mis palabras y no las cumpla, yo no lo juzgo, porque no he
venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no
acepta mis palabras tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he pronunciado,
esa lo juzgará en el último día. Porque yo no he hablado por cuenta mía; el
Padre que me envió es quien me ha ordenado lo que he de decir y cómo he de
hablar. Y sé que su mandato es vida eterna. Por tanto, lo que yo hablo, lo
hablo como me ha encargado el Padre».
Palabra de Dios.
MÚSICA:
En mi debilidad
https://www.youtube.com/watch?v=dZPDpB2MpvI
REFLEXIÓN: “Los tres árboles”
Había una vez tres árboles en una colina de un bosque. Hablaban acerca de sus sueños y planes de futuro.
– “Algún día seré cofre de tesoros. Estaré lleno de oro, plata y piedras preciosas. Todos verán mi belleza”. – dijo el primer árbol.
El segundo árbol dijo: “Algún día seré un gran barco donde viajen los más grandes reyes y reinas a través de los océanos. Todos se sentirán seguros por mi fortaleza y mi poderoso casco”.
Finalmente, el tercer árbol dijo:
“Yo quiero crecer para ser el más alto de todos los árboles en el bosque. Así estaré cerca de Dios. Seré el árbol más grande de todos los tiempos y la gente siempre me recordará”.
Durante años, los tres árboles oraban a Dios para que sus sueños se convirtieran en realidad.
Un día, un leñador los taló y se los vendió a unos carpinteros. Con el primer árbol hicieron un cajón de comida para animales, y fue puesto en un pesebre y llenado con paja. Se sintió muy mal pues eso no era lo que él había pedido tanto.
El segundo árbol fue cortado y convertido en una pequeña barquita de pesca, y fue puesto en un lago. Sus sueños de ser una gran embarcación habían llegado a su fin.
El tercer árbol fue cortado en largas y pesadas tablas y lo abandonaron en la oscuridad de un almacén.
Al verse así, los tres árboles sintieron que sus planes habían fracasado.
Sin embargo, una noche, José y María llegaron al establo y pusieron al Niño Jesús en el pesebre. Entonces el primer árbol descubrió que había contenido el mayor tesoro de la humanidad.
Años más tarde, Jesús y algunos discípulos subieron a la pequeña barca para cruzar el lago de Galilea. Durante la travesía, una gran tormenta se desató y el árbol pensó que no sería lo suficientemente fuerte para salvarlos. Pero Jesús se levantó y calmó la tempestad. Y el segundo árbol descubrió que llevaba al Rey de todos los reyes y Señor de señores.
Finalmente, alguien cogió dos de las tablas que estaban en el almacén y
sobre ellas crucificaron a Jesús. Cuando llegó el domingo, Jesús resucitó y el
tercer árbol sintió que había estado más cerca de Dios de lo que nunca pudo
imaginar.
Cuando parece que las cosas no van de acuerdo con tus planes, debes saber que siempre Dios tiene el mejor plan para ti.
Cada árbol consiguió lo que había soñado, aunque no de la forma que habían planeado.
No siempre sabemos lo que Dios planea para nosotros, sólo sabemos que sus
planes siempre son los mejores y solamente Él los conoce.
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
- ¿Tenemos presentes en nuestras metas los planes de Dios?
- ¿Somos conscientes de que Dios tiene el mejor de los planes para cada uno
de nosotros?
- ¿Comprendemos que hay momentos de la vida que no entendemos, pero que
debemos vivirlos para crecer aprendiendo?
- ¿Vemos esos momentos difíciles como aprendizaje o nos regodeamos en la
tristeza o el desánimo?
- ¿Entendemos que Dios nos ofrece lo que necesitamos y que nunca, nunca nos
abandona?
- ¿Está presente Jesús Resucitado en esa fuerza, en ese espíritu de seguir
adelante, aprender y superarse?
- ¿Podemos entender esos momentos como pequeñas Resurrecciones de cada uno
de nosotros?
MÚSICA:
El Señor es mi Pastor
https://www.youtube.com/watch?v=nP5N-wey6V8
ORACIÓN FINAL: Alegre la mañana que nos haba de ti.
ALEGRE LA MAÑANA QUE NOS HABLA DE TI. ALEGRE LA MAÑANA
1. En nombre de Dios Padre, del Hijo y del Espíritu salimos de la noche y estrenamos la aurora; saludamos el gozo de la luz que nos llega, resucitada y resucitadora.
2. Tu mano acerca el fuego a la sombría tierra, y el rostro de las cosas se alegra en tu presencia. Silabeas el alba igual que una palabra. Tu pronuncias el mar como sentencia.
3. Regresa, desde el sueño, el hombre a su memoria acude a su trabajo, madruga a sus dolores; le confías la tierra, y a la tarde la encuentras rica de pan y amarga de sudores.
4. Y tú te regocijas, oh Dios, y Tú prolongas en sus pequeñas manos, tus manos poderosas. Y estáis de cuerpo entero los dos así creando, los dos así velando por las cosas.
PADRE NUESTRO/AVE MARÍA/ GLORIA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE MAYO DE 2024
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a
celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Cerramos en el mes de mayo, mes de María, tras celebrar la Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo y de multitud de festividades ofrecidas a la Madre de Dios, reflexionaremos hoy sobre Ella, con un bello texto que nos habla de las cualidades se María.
Ofrecemos esta oración por todos aquellos que ponen en María su confianza, que la hacen intercesora ante Dios.
Comencemos sin
perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
MÚSICA:
María. Verónica Sanfilippo.
https://www.youtube.com/watch?v=FbzrfArbs9A
REFLEXIÓN: Quiero ser como tú, María…
María, nuestra Madre, fue siempre una mujer humilde.
María nunca buscó destacar ni ser ensalzada, nunca se lee en el Evangelio
que María se presentase en público cuando Jesús era recibido en triunfo, como
cuando entró en Jerusalén con tantos honores entre palmas y vítores, pero sin
embargo sí lo acompañó en los momentos más difíciles y no le importó estar
presente en el Calvario a la vista de todos, sin importarle la deshonra, ante
todo el pueblo, de darse a conocer como la madre de un condenado que moría como
un criminal.
Por eso Madre hoy queremos ser HUMILDES como Tú.
María, nuestra Buena Madre, fue siempre una mujer servicial.
Siempre estuvo atenta a las necesidades de su hijo, Jesús, y de sus amigos,
los apóstoles, y de todos aquellos que la rodeaban, como nos cuenta el
Evangelio en el pasaje de las bodas de Caná, donde preocupada por los novios
convenció a Jesús para que les ayudara a resolver el problema que se les
presentaba.
Por eso Madre hoy queremos estar atentos a las necesidades de todos los que
nos rodean y ayudarles, queremos ser SERVICIALES como Tú.
María, nuestra Buena Madre, fue siempre una mujer fuerte.
Pero su fortaleza no fue una fortaleza física, sino de espíritu. Durante
toda su vida fue capaz de afrontar las dificultades y momentos duros que se le
presentaron. Dio a luz a Jesús en establo, después no dudó en afrontar un duro
viaje y huir a Egipto para proteger a su hijo recién nacido.
Pero sobre todo fue capaz de estar siempre junto a Jesús incluso cuando lo abandonaron
sus amigos, los discípulos, y tuvo que ver como lo maltrataron y lo
crucificaron.
Por eso Madre hoy queremos ser capaces de afrontar los problemas grandes o
pequeños que se nos presentan en nuestra vida con fortaleza, queremos ser como
FUERTES como Tú.
Toda la vida de María está llena de una profunda sencillez. Era la Madre del Hijo
de Dios y llevó a cabo esa tarea con gran naturalidad. En ningún momento de su
vida buscó privilegios especiales, prefería pasar inadvertida, como una más
entre las mujeres de su pueblo.
La sencillez y naturalidad hicieron de la Virgen, en lo humano, una mujer
especialmente atrayente y acogedora, asequible y cercana a todos.
Estas son virtudes extraordinariamente atrayentes, pero difíciles porque
son muchas las veces que queremos ser más que los demás y tener más que los
demás, y cuando no es así queremos aparentar ante los demás por encima de los
que somos y tenemos, algo que no nos termina alejando de los que nos rodean, de
nuestros compañeros, de nuestros amigos y de nuestra familia.
Por eso Madre hoy queremos aprender a vivir cada día con naturalidad, a ser
cercanos con los demás y mostrarnos tal como somos, sin falsas apariencias,
queremos ser SENCILLOS como Tú.
María es un modelo de fe. La fe que siempre tuvo nuestra Madre
María es una de sus virtudes más ejemplares. Aceptó todo lo que Dios había
pensado para ella sin dudar en ningún momento, nunca exigió a Dios alguna
prueba para justificar su fe.
María guardaba en su corazón un secreto que ni Ella misma conocía, el ser
la Madre de Jesús, y cuando le fue revelado en la anunciación no dudó ni un
instante en volcarse en esa tarea. Incluso en los momentos más difíciles
mantuvo la fe en Dios y en su hijo Jesús y continuó ejerciendo su vocación de
Madre.
Por eso Madre hoy queremos tomarte como modelo de confianza en Dios, que
siempre quiere nuestro bien, y ser capaces de no olvidarnos de que siempre está
con nosotros, queremos tener una FE fuerte y constante como la tuya.
Como María, por la virtud de la paciencia nos habituaremos a sobrellevar las
dificultades habituales, iremos dominando nuestra natural impaciencia y
aprenderemos a imitarla: Paciente y Humilde de Corazón.
Con la paciencia manifestamos, que no es el amor de un día lo que nosotros le ofrecemos a Dios sino el de toda la vida, un amor que crece día a día y que nos ayuda a crecer como cristianos y como personas. Por eso Madre hoy queremos ser PACIENTES como Tú.
María mostró respeto a Dios Padre durante toda su vida incluso antes de
recibir la noticia de llevar a Jesús en su vientre, siempre respetó a Dios,
pero no por miedo sino por fe. Un respeto que demostraba cumpliendo sin dudar
todo lo que estaba preparado para Ella.
Fue también siempre respetuosa con su hijo, Jesús, y con todo lo que hacía durante
su vida pública. Seguro que al principio no debía ser fácil para una madre de
la época ver como su hijo abandonaba su vida normal acorde a lo que hacían los
hijos y dejaba su trabajo de carpintero para hacer cosas diferentes a las de
los demás y decir cosas diferentes que a muchos les sonaban extrañas y al
principio no comprendían bien. Una madre normal se hubiera opuesto y hubiera
intentado convencer a su hijo para que volviera a tener una vida como la de los
demás, pero María confió en Jesús, respetó su decisión y le apoyó siempre.
Por eso María nosotros hoy queremos ser personas respetuosas que amen y
acepten a todos con sus defectos y sus virtudes, aceptando que todos somos
diferentes y esa es la riqueza que nos hace especiales y únicos. Por eso Madre
hoy queremos ser RESPETUOSOS como Tú.
María, nuestra Buena Madre, siempre estuvo disponible para Dios nunca dijo “NO” siempre
escucho e hizo lo que Dios le deparaba y cuando alguien le pidió algo o
necesitó de ella siempre estuvo disponible y no puso escusas para ayudarle.
Por eso Madre nosotros también queremos estar siempre disponibles, y no
dudar nunca en emplear nuestro tiempo para atender a todo aquel que solicite
algo de nosotros, y estar siempre DISPONIBLES como Tú.
La Generosidad de María nuestra Buena Madre fue infinita, nos entregó lo más
valioso que puede tener una madre, a su hijo. Desde el momento en que María
dijo sí a ser la madre del Hijo de Dios aceptó una tarea complicada, y lo hizo
por todos nosotros. No dudó en ningún momento en dedicar su propia vida a su Hijo,
para que Jesús nos dejara la Buena Noticia del amor y ver como Jesús moría en
la cruz por todos nosotros.
Al igual que María entregó su vida entera, y lo más preciado que tenía, su
Hijo, nosotros hoy queremos comprometernos a no dudar en ayudar si se nos
ofrece la oportunidad. Queremos estar dispuestos a compartir, recordando que
Dios quiere que tratemos a los demás como nos gustaría que nos trataran a
nosotros. Por eso Madre hoy queremos ser GENEROSOS como Tú.
María, nuestra Buena Madre fue un perfecto modelo de modestia; San Epitafio dice que:
“su modestia parecía ante los hombres un prodigio que hacía decir que no se
había visto otro semejante”. La modestia de sus actos hacía que todo pareciera
en Ella algo sobrehumano y celestial. La Modestia destacó en María por su silencio,
por no querer ser protagonista en los momentos de gloria de su hijo Jesús.
Dicen que la modestia es la Virtud que arregla el exterior de los hombres y
mujeres y que surge de un cuidado interior. Dice la Biblia que el vestido, el
reír, el andar, el hablar, anuncian lo que hay en el interior de las personas,
así como lo grande que es su corazón.
La arrogancia, y la falta de modestia debilitan las demás virtudes que podamos tener. Así que debemos ser prudentes, y buscar la oportunidad adecuada para hablar, tenemos que evitar las palabras que puedan herir a los demás, y no presumir de nuestros actos, ya que como nos dice Jesús «Que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha». Por eso Madre hoy queremos ser MODESTOS como Tú.
María, nuestra Buena Madre, llevó una vida de oración constante. Confiaba en Dios y su
relación con él era estrecha.
Tenemos muchas oportunidades de hablar con Dios a lo largo del día y
debemos aprovecharlas. Podemos rezar de forma comunitaria, con nuestros
compañeros en la oración de la mañana, ahora al finalizar el recreo, o cuando
acudimos a misa. O también podemos tener momentos de oración personal y rezar
al final del día antes de dormir, o mientras caminamos hacia el colegio cada
mañana. Cualquier oportunidad es buena para hablar con Dios, y contarle lo que
nos preocupa, lo que nos ilusiona y las cosas que hemos hecho bien y mal
durante el día; algo que nos ayuda a crecer como personas y a ser mejores
cristianos. Por eso Madre hoy queremos que la ORACIÓN esté presente en nuestra
vida cada día, como lo estaba en la tuya.
María siempre brilló por su alegría. María tenía muchos motivos para ser una
mujer alegre, se sabía Madre del hijo de Dios, y estaba convencida de la buena
noticia que Jesús nos daba. Siempre confió en que todo lo que le ocurrió a su
hijo tenía un sentido, y vivió la alegría de la resurrección junto a los
apóstoles.
El Señor quiere que siempre tengamos una sonrisa en la cara. Por eso Madre
hoy queremos que la sonrisa sea una constante en nosotros y queremos ser
ALEGRES como Tú.
María, nuestra Madre, es un modelo de caridad: modelo de amor a Dios y
modelo de amor al prójimo. Ella es toda bondad, toda dulzura, siempre le
conmovió la necesidad del que tenía cerca.
Por eso Madre, hoy queremos que nos mueva por dentro el conocer las
dificultades y las necesidades de los demás, que no miremos para otro lado, que
no veamos como normal que haya gente más cerca o más lejos de nosotros que
sufran y que carezcan de lo más necesario. Queremos que nos arda el corazón al
ver que hay gente que sufre, queremos ser CARITATIVOS como Tú.
María, mujer con espíritu de sacrificio. Tuvo que sacrificar y arriesgar muchas
cosas de su vida para realizar la misión que Dios le tenía encomendada. Tuvo
que abandonar la vida de una muchacha normal de Nazaret. Llevó una vida
ejemplar y sacrificada, una vida humilde y entregada al amor por su Hijo hasta
el pie de la Cruz, pero siempre lo hizo confiando en que contaba con el apoyo
del Padre.
Nosotros debemos ser capaces de superar las dificultades y cargar con las
pequeñas cruces de nuestro camino. Debemos ser constantes en el trabajo diario,
en el estudio, en ayudar en las tareas de casa… Pero sobre todo en nuestra
entrega a lo que los demás, nuestros amigos, nuestros compañeros de clase,
nuestros hermanos… necesiten de nosotros. Por eso madre hoy queremos tener
ESPÍRITU DE SACRIFICIO como lo tenías Tú.
María, nuestra Buena Madre, fue una mujer de esperanza, porque ante toda prueba o dificultad, su fe permanecía firme, su fe era una roca, sólida, estable, porque su fe estaba fundamentada y sostenida por su amor a Dios. Las dificultades para María eran una oportunidad para demostrarle a Dios que le amaba y que creía.
El ejemplo de esperanza que nos ofreció María durante toda su vida nos debe
llevar a cambiar, a tener confianza en las pruebas que se nos van presentando
en nuestra vida cotidiana, cuando los planes se vienen abajo, cuando tenemos
problemas, enfermedades, discusiones con nuestros amigos, nuestros hermanos o
nuestros padres. Ahí, en esos momentos, es cuando la confianza se hace viva,
cuando la fe entra en juego, y cuando nosotros actuamos por amor a Dios y a los
que nos rodean, no por lógica humana. Por eso Madre hoy queremos tener
ESPERANZA como Tú.
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
- ¿Qué cualidades de María te ayudan para acercarte a Dios?
- ¿Pones en Ella tu ofrenda por todo lo bueno y le confías tus
preocupaciones y problemas?
- ¿Aprovechamos los dones de María para que sean ejemplo en nuestra vida
cristiana?
- ¿María bendice tu casa y los acontecimientos importantes de la familia?
MÚSICA:
Santa María del Camino.
https://www.youtube.com/watch?v=5Jkw-cvGwAE
ORACIÓN FINAL: Salve Madre.
Salve, Madre, en la tierra de tus amores, te saludan los cantos que alza el amor.
Reina de nuestras almas, flor de las flores, muestra aquí de tu gloria los resplandores; que en el cielo tan sólo te aman mejor.
Reina, aquí todo es tuyo; tu gloria y hermosura bendicen hoy tus hijos en cántico triunfal.
El sol de nuestro cielo con tu esplendor fulgura, y aquí, Madre, las almas olvidan su amargura para entonarte el himno del amor inmortal.
Virgen santa, Virgen pura, vida, esperanza y dulzura, del alma que en ti confía; Madre de Dios, Madre mía, mientras mi vida alentare, todo mi amor para ti; más si mi amor te olvidare, Madre mía, Madre mía, aunque mi amor te olvidare, tú no te olvides de mí.
PADRE NUESTRO/AVE MARÍA/ GLORIA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE JUNIO DE 2024
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.
Cerramos el mes de Junio tras celebrar el Día del Corpus, el Sagrado Corazón de Jesús y multitud de festividades de santos y santas como San Antonio, San Juan Bautista o los Apóstoles Pedro y Pablo, que nos han dejado testimonio de la superación de los problemas y conflictos a través del amor a Cristo.
Ofrecemos esta oración por todos aquellos que son capaces de afrontar los problemas que la vida nos ofrece, por todos los que los que intentan superarlos, que ponen en Dios su confianza y los enfrentan desde el crecimiento y la superación personal.
Comencemos sin
perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURAS: Santiago 1:2-4 (NTV)
«Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar cualquier tipo de problemas,
considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho porque ustedes saben que,
siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para
desarrollarse. Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya
desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada.»
Busca a Dios - José Daniel
https://www.youtube.com/watch?v=I6EjCmwuZWg
REFLEXIÓN: La roca en el camino.
En un reino lejano, hubo una vez un rey que colocó una gran roca en medio del camino principal de entrada al reino, obstaculizando el paso. Luego se escondió para ver si alguien la retiraba.
Los comerciantes más adinerados del reino y algunos cortesanos que pasaron simplemente rodearon la roca. Muchos de ellos se quedaron un rato delante de la roca quejándose, y culparon al rey de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo nada para retirar el obstáculo.
Entonces llegó un campesino que llevaba una carga de verduras. La dejó en el suelo y estudió la roca en el camino observándola. Intentó mover la roca empujándola y haciendo palanca con una rama de madera que encontró a un lado del camino, después de empujar y fatigarse mucho, finalmente logró apartar la roca. Mientras recogía su carga, encontró una bolsa, justo en el lugar donde había estado la roca. La bolsa contenía una buena cantidad de monedas de oro y una nota del rey, indicando que esa era la recompensa para quien despejara el camino.
El campesino aprendió lo que los otros nunca aprendieron:
Cada obstáculo superado es una oportunidad para mejorar la propia condición.
Esquivar los problemas, buscar «culpables» o simplemente quejarnos no solucionará nada, y la «roca» seguirá estando allí. Afrontar los obstáculos, actuar, esforzarse… es lo que nos hará crecer como persona.
Mover las «rocas» seguramente implicará esfuerzo, sufrimiento, capacidad de
análisis, constancia …y todo ello nos hará más fuertes y sabios. Superar los
obstáculos nos hace mejorar nuestra condición, crecer, evolucionar.
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
¿Nos instalamos en la queja constante ante los problemas, ante la vida?
- ¿Se puede vivir evitando los problemas?
- ¿Nos damos cuenta de que, si no los afrontamos, nos estancamos?
- ¿Tenéis alguna roca en vuestro camino por mover?
- ¿Ponemos en Dios nuestros momentos difíciles y le ofrecemos nuestro
esfuerzo, comprensión y superación?
MÚSICA:
El valor de seguir adelante. Laura Pausini-Biagio Antonacci
https://www.youtube.com/watch?v=f6TgfEdIvPY&list=RDjNv9zgJHVoA&index=2
ORACIÓN FINAL: Oración a Jesús en tiempos difíciles.
“Baña mi ser con honestidad, que mi vida sea un resplandor de rectitud y de felicidad, acorde a los principios de tu amor y de tu gracia.
Querido señor mío, quédate en mi corazón, con una unión tan íntima a la verdad y a la entrega diaria hacia mis hermanos, que pueda servirles con agrado y pasión, como quiera que sea tu voluntad.
Que mis acciones sean fieles a mi esencia de integridad y que quienes entren en contacto conmigo puedan sentir en mí, tu presencia, para gloria tuya.
Hermoso padre, estoy dispuesto a recibir tu ayuda para librarme de los defectos de mi carácter, de los cuales ahora me doy cuenta, son un obstáculo en el camino de mi salvación.
Ayúdame a ser una persona honesta conmigo misma y a actuar con serenidad y con justicia en todas las decisiones que tomé en mi vida.
Que mis pensamientos guarden coherencia con mi sentir y que tú estés en medio de ellos. Ayúdame a irradiar la luz que proviene de tu santo espíritu, aléjame de la corrupción, de la envidia, de la rivalidad, del rencor y de la ira.
Señor, en estos momentos de angustia, quiero que seas tú el que actúe en mi vida, y soluciones estos problemas que no he podido resolver:
Escucha mi oración, oh Señor Jesús, porque en mis fuerzas no está poder resolver mis conflictos, en cambio cuando eres tú el que actúa en mi vida, todo sale mucho mejor.
Señor, sé que en ocasiones me angustio porque en el mundo a diario hay violencia, inseguridad, y otras duras situaciones que me hacen temer, que me llenan de desesperanza, tristeza y angustia, pero hoy sé que cuando estás a mi lado, la vida cambia, pues contigo puedo tener tranquilidad, sensatez, paciencia y caridad, frente a las cosas que no puedo cambiar.
Ayúdame a perdonar y a olvidar las ofensas que me hacen y a alcanzar la armonía, la fe y la paz que sobrepasa todo entendimiento.
De igual manera, te ruego que llenes de amor el corazón de mis hermanos y me puedan perdonar por mis ofensas, las que hago consciente o inconscientemente, pero que en alguna medida lastiman su ser.
Perdóname tú también por mis pecados y permíteme escuchar tu voz, para hacer lo correcto, para salir de mi egoísmo y donarme a los demás constantemente y sin reproches, porque sé que eso me llenará de verdadera felicidad.
Padre eterno, guía mis acciones y mis palabras, para que mi vida sea de tu agrado y sea para ti, un sembrador de esperanza, sinceridad y alegría”.
PADRE NUESTRO/AVE MARÍA/ GLORIA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE AGOSTO DE 2024
TEXTO INTRODUCTORIO
Compartimos la oración que nos reúne al lado del Señor.
Termina el mes de agosto tras celebrar días importantes como “el Perdón de Asís”, los santos franciscanos: como Roque y Clara, y, por supuesto, la Solemnidad de la Asunción de la Virgen.
En pocos días cerraremos el tiempo vacacional y volveremos a nuestros puestos en la vida como si de una expedición espacial se tratara. ¿Y cómo nos enfrentamos a ello, desde la alegría o desde la pesadumbre de la vuelta a la rutina?
Ofrecemos esta oración por todos los que comienzan esta nueva etapa. Por aquellos que se encuentran hundidos en la tristeza y hallen en Jesús la fuente de la alegría cristiana.
Comencemos sin
perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURAS: Filipenses (4,4-13)
Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
MÚSICA: La alegría de mi Dios.
https://www.youtube.com/watch?v=vHibk6F05uI
REFLEXIÓN: La botella de la felicidad.
En un establecimiento se vendían al peso alegría y felicidad. Un día, llevado por los rumores, llegó a la tienda un hombre muy triste. Iba encorvado y arrastrando los pies. Se plantó delante del tendero y preguntó con voz lánguida:
- ¿Venden aquí alegría?
- ¡Claro! - le dijo corriendo a la trastienda.
El tendero volvió enseguida y dejó encima del mostrador una botella transparente, aparentemente vacía. La envolvió cuidadosamente y la introdujo en una bolsa.
- Aquí tiene - le dijo, ofreciéndole la compra con una gran sonrisa.
El hombre lo miró extrañado, pero viendo al tendero tan seguro, le pagó y salió de la tienda con la sensación de haber sido estafado.
Cuando llegó a casa abrió el envoltorio y encontró un papel en el que decía: Cuando lo embargue la tristeza, siga las instrucciones:
1. Quitar el tapón y aspirar profundamente el aire de la botella.
2. Taponar inmediatamente la botella.
Se recomienda no hacer más de una aspiración al día. Puede ocasionar empacho de felicidad.
El hombre triste siguió cuidadosamente las instrucciones, y decidió en ese mismo instante probar sus efectos.
Destapó la botella y aspiró con fuerza.
Rápidamente, siguiendo las instrucciones, volvió a taponar la botella.
A los pocos minutos empezó a sentirse muy contento. Canturreaba y bailaba dando vueltas por toda la casa. Salió a la calle y, sonriendo a todos, vio que todo el mundo le devolvía la sonrisa. A la hora de regresar el efecto milagroso se iba pasando y, poco a poco, se volvió a poner triste. Se acostó pensando que hacía años que no se había sentido tan feliz.
Al día siguiente, nada más despertar, destapó la botella y aspiró con mucha fuerza tapándola inmediatamente.
Al momento, le entró apetito y se preparó un zumo de naranja, unas tostadas con aceite y jamón y unas ciruelas, que le supieron a gloria. Se puso de muy buen humor.
Salió a la calle y, lo mismo que el día anterior, empezó a cantar y bailar demostrando a todos su alegría. No fue hasta el anochecer cuando notó que de nuevo la tristeza se apoderaba de su ánimo. A pesar de saber que no debía hacerlo, fue a buscar la botella, la destapó y aspiró con todas sus fuerzas tres veces seguidas.
Al momento, comenzó a reír como un loco. No paró de bailar, cantar y reír en toda la noche, hasta que estuvo tan cansado que cayó embriagado.
No despertó hasta el atardecer del día siguiente. Efectivamente, había tenido un empacho de felicidad tan grande que estaba exhausto. No aspiró el aire milagroso esa tarde.
A la mañana siguiente no se despertó tan triste como en otras ocasiones, era como si el efecto del aire se mantuviera. Decidió no aspirar de la botella hasta casi mediodía.
Ahora, solo una vez. Y de nuevo se puso muy alegre contagiando a todo el que veía.
Así estuvo un tiempo. Notó que cada vez tenía menos necesidad de aspirar el
aire de la botella, porque sin apenas darse cuenta fue olvidando su tristeza.
Tanto, que un día se olvidó de ella por completo.
PARA REFLEXIÓN:
- ¿Qué es
para ti la felicidad? ¿Y la tristeza?
- ¿Te
acuerdas de algún momento de tu vida en el que hayas sido especialmente feliz?
¿Y triste?
- ¿Qué haces
tú cuando estás triste? ¿Dónde encuentras la fuerza para seguir adelante, para
sostenerte? ¿La Fe en Dios es ese aliento como cuando el personaje aspira de la
botella?
- ¿Vivimos
alegres, contagiamos esa alegría como cristianos o caemos en la desgana y la
tristeza de un mundo negativo?
- ¿Cómo puedes
ayudar a tus amigos, padres o hermanos para que sean más felices?
- ¿Cómo
enfrentas este nuevo ciclo, este nuevo curso después de las vacaciones?
- ¿Ofreces a
Dios todo lo bueno vivido en el verano?
MÚSICA: Himno de la Alegría
https://www.youtube.com/watch?v=lKPWZi25DA0
ORACIÓN FINAL: Oración de la alegría
¡Qué alegría! saber que estás de mi parte, haga lo que haga…
¡Qué alegría! sentir que me aceptas como soy, y que no necesitas que me
justifique…
¡Qué alegría comprobar tu fidelidad inagotable, inamovible como la Roca!
¡Qué alegría! poder decirte «Te quiero», y Tú creértelo a pesar de todo…
¡Qué alegría hacer contigo de la vida una historia de amor…
Qué alegría descubrir que otros te aman y que Tú les amas,
y saber que sus amores, como el mío, los necesitas…
¡Qué alegría poder regalarte algo de todo lo que tú me has dado antes!
¡Qué alegría! tenerlo todo en Ti, no teniendo yo nada.
¡Qué alegría me da Señor, que me quieras tanto!
PADRE NUESTRO/AVE MARÍA/ GLORIA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE SEPTIEMBRE DE 2024
TEXTO INTRODUCTORIO
Compartimos la oración que nos reúne al lado del Señor.
Termina el mes de septiembre habiendo celebrado los días grandes en honor a nuestra patrona, nuestra Señora de la Estrella Coronada, y festividades como la Exaltación de la Cruz o de la Virgen de los Dolores, volvemos a los quehaceres diarios de trabajo, familia, en definitiva, un tiempo más apropiado para el recogimiento.
Hoy teníamos prevista una oración muy diferente, pero hace tan solo un par de días fallecía de manera repentina un chaval, Diego Barbado Calleja, costalero de nuestro Señor. Por ello, hemos creído oportuno reflexionar sobre la importancia de la vida y de la fe en un Dios que todo lo puede, a través de una reflexión del Padre Nicolás Schwizer.
Ofrecemos esta oración por su alma y la de todos aquellos que han marchado jóvenes a la presencia del Padre. Por su familia, y por todos los que por nuestra condición humana no alcanzamos a entender los planes de Dios, pero si debemos en estos momentos aumentar nuestra fe con la fuerza del Espíritu Santo.
Comencemos sin
perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
MÚSICA: La muerte
no es el final. Coro Cantaré.
https://www.youtube.com/watch?v=NBAXYoCCI4g
LECTURAS: Lectura Santo Evangelio según San Juan Lucas 7, (11-17):
En aquel tiempo, Jesús se dirigió a una ciudad llamada Naím, acompañado de
sus discípulos y de una gran multitud. Justamente cuando se acercaba a la
puerta de la ciudad, llevaban a enterrar al hijo único de una mujer viuda, y
mucha gente del lugar la acompañaba. Al verla, el Señor se conmovió y le dijo:
"No llores". Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban
se detuvieron y Jesús dijo: "Joven, yo te lo ordeno, levántate". El
muerto se incorporó y empezó a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre. Todos
quedaron sobrecogidos de temor y alababan a Dios, diciendo: "Un gran
profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo".
El rumor de lo que Jesús acababa de hacer se difundió por toda la Judea y en
toda la región vecina.
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN:
- Acabamos de escuchar uno
de los milagros de Jesús que transformó la vida de los que lo presenciaron: no
tuvieron más remedio que creer. Para ellos todo cambió. La vida no era la
misma: la muerte podía ser un hecho discutible. Tenían que admitir la presencia
de otro mundo que podía en cualquier momento irrumpir en el nuestro. Habían
perdido toda su seguridad razonable, las condiciones normales de su vida.
- Los milagros del tiempo
de Cristo eran pruebas y demostraciones de fe. ¿Y qué son para nosotros? Creemos
en ellos por obligación, porque tenemos fe. Pero no son ellos los que nos dan
la fe. ¿Cómo vamos a creer que estas cosas son posibles? ¿Cómo es que ahora ya
no se producen? ¿Ante un muerto, quién de nosotros cree en la resurrección, en
la posibilidad de un milagro como el del hijo de la viuda de Naím? Quizás no
tengamos más que la fe poco entusiasta de Marta, la hermana de Lázaro que dijo:
Sí, Señor, ya sé que resucitaré el último día.
- Sin embargo, Cristo no
ha hecho este milagro para trastornar las leyes naturales y suprimir en este
mundo la muerte. Cristo quiere enseñarnos que Él es el Señor, el dueño de la
vida, y que cuantos se ponen en sus manos, vivirán. La resurrección del hijo de
la viuda de Naím no es la resurrección que se nos ha prometido a todos. No es
una resurrección satisfactoria, ya que no es definitiva y en nada cambia la
condición humana. Pero es el signo de la presencia y del poder del Señor. Realmente,
el plan de Dios no es suprimir en este mundo la muerte. No se trata de hacer
que nuestros muertos tengan que volver a esta vida terrenal.
- Existen otras restricciones mejores y mucho más bellas que las restricciones corporales. Lo que hemos de pedir para los demás y para nosotros mismos, son esas restricciones espirituales: que Dios nos dé su vida, que Dios nos devuelva la vida, que nosotros vivamos de verdad, la vida de Dios. A cada uno de nosotros nos dice Jesús, en el Evangelio que hemos leído: ¡Joven, a ti te lo digo, levántate!
Todos nosotros estamos muertos de alguna zona de nosotros mismos: somos
inertes, indiferentes, fríos, estamos muertos a una fe viva, a una esperanza
alegre, a un amor activo y generoso. O nos cuesta comprometernos, entregarnos,
renunciar a algo.
Tendríamos que preguntarnos: ¿En qué parte o zona de nosotros mismos
estamos espiritualmente muertos y necesitamos renunciar? Pienso que existen
partes de nuestro ser a las que no descendemos nunca, por miedo al espectáculo
que tendríamos que presenciar, a la desesperación que se apoderaría de
nosotros.
Sí, también las almas pueden morir, en cierto modo. Y el peor de los
cadáveres resulta menos hediondo que algunas descomposiciones espirituales.
-Porque Dios es capaz de resucitar a los muertos, incluso a aquellos
muertos que se creen vivos. Y la resurrección que Dios es capaz de obrar en
nosotros, es una resurrección constante e inmediata: es capaz de cambiarnos.
La fe consiste en creer que Dios puede hacer de cada uno de nosotros un
hombre nuevo, un ser nuevo algo así como un niño recién nacido.
MÚSICA: La Esperanza de María. (Durante la Oración)
https://www.youtube.com/watch?v=DALVq-thPJc
ORACIÓN FINAL: Oración por Diego.
Señor de todo consuelo que con tu infinito amor y misericordia por nosotros transformas la oscuridad de la muerte en un amanecer de nueva vida. Ten compasión de esta familia que sufre y de todos los que han compartido la vida de Diego.
Sé tú, Señor, nuestro refugio; danos la paciencia y la templanza en estos momentos, y que, con el tiempo, seamos capaces de levantarnos de esta pena tan oscura hacia la paz y la luz de tu presencia.
Aprendamos los que aún estamos aquí a aprovechar la vida, a amar y a darnos a los demás.
Señor de la Humildad, Tú que al morir por nosotros venciste a la muerte y resucitaste a la vida, acoge en tus brazos a tu hijo Diego y llénalo de esa vida eterna que solo tú puedes dar.
Él se hizo pies en tu peregrinar el Miércoles Santo, ahora tú llévalo a la Casa del Padre, no apartes de él Tu dulce mirada hasta que después de nuestra vida aquí en la tierra, volvamos a reunirnos con él en tu cielo, donde no habrá lágrimas porque Diego ya ha Resucitado y nos llama a vivir la vida.
Dani Martin. ¡Qué Bonita la Vida!
https://www.youtube.com/watch?v=XBuYmneAQ28
PADRE NUESTRO/AVE MARÍA/ GLORIA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE OCTUBRE DE 2024
TEXTO INTRODUCTORIO
Compartimos la oración que nos reúne al lado del Señor.
Termina el
mes de septiembre habiendo celebrado los días grandes en honor a nuestra
patrona, nuestra Señora de la Estrella Coronada, y festividades como la
Exaltación de la Cruz o de la Virgen de los Dolores, volvemos a los quehaceres
diarios de trabajo, familia y quizá un tiempo más apropiado para el
recogimiento.
Reflexionaremos hoy sobre una bella historia originaria de la india que nos habla de la verdad.
Ofrecemos esta oración por todos los que buscan la verdad de Dios y están abiertos al respeto y la solidaridad con aquellos que no tienen el mismo punto de vista que nosotros.
Comencemos sin
perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURAS: Lectura Santo Evangelio según San Juan (14,6-14):
En aquel tiempo, dijo Jesús a Tomás: «Yo soy el camino, y la verdad, y la
vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a
mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.»
Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.»
Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, hace sus obras, Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre; y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.»
Palabra del Señor.
https://www.youtube.com/watch?v=QASFh7f6DPI
REFLEXIÓN: Los seis sabios ciegos y el elefante
En una ocasión había seis ancianos sabios que no gozaban del don de la vista, siendo ciegos y empleando el sentido del tacto para experimentar y conocer las diferentes realidades, seres y objetos del mundo. Ninguno de estos sabios había visto jamás un elefante, y tras conocer que su rey disponía de uno le solicitaron con humildad poder conocerlo. El monarca decidió concederles su petición y los llevó ante el paquidermo, permitiendo que los ancianos se acercaran y lo tocaran.
Los sabios se aproximaron al animal y, uno por uno, tocaron al elefante con el fin de saber cómo era dicho ser.
El primero le tocó un colmillo, y consideró que el elefante era liso y agudo cual lanza. El segundo sabio se aproximó y tocó la cola del elefante, respondiendo que en realidad era más bien como una cuerda. El tercero entraría en contacto con la trompa, refiriendo que el animal se parecía más a una serpiente. El cuarto indicaría que los demás debían estar errando, ya que tras tocar la rodilla del elefante llegó a la conclusión de que se trataba de algo semejante a un árbol. El quinto lo desmintió al tocar la oreja del ser, valorando que se parecía a un abanico. Por último, el sexto sabio llegó a la conclusión de que en realidad el elefante era como una fuerte pared rugosa, al haber tocar su lomo.
Tras haber llegado a distintas conclusiones, los sabios empezaron a discutir respecto a quién poseía la verdad. Dado que todos defendían sus posiciones con ahínco, recurrieron a la ayuda de un séptimo sabio el cual podía ver. Este les hizo ver que en realidad todos ellos tenían parte de la razón, dado que habían estado describiendo una única parte del conjunto del animal, a la vez que aún sin equivocarse ninguno de ellos había podido conocerlo en su totalidad".
Esta historia nos habla de la necesidad de tener en cuenta que nuestro punto de vista no es el único que existe sobre la realidad: debemos valorar que las opiniones, creencias o conocimientos de otras personas pueden ser tan válidas y verdaderas como las nuestras, sin necesidad de que ninguno de los dos esté equivocado.
PARA REFLEXIÓN:
- ¿Emitimos
juicios sin conocer plenamente la verdad?
- ¿Somos
capaces de enfrentarnos a los demás imponiendo nuestra verdad?
- ¿Tenemos
una mente más abierta a la hora de comprender al otro y comprobar que podemos
tener diferentes puntos de vista sobre una misma cosa?
-
¿Descubrimos que podemos enriquecernos cuando tomamos en cuenta las opiniones
de los demás?
-
¿Reconocemos a Dios en la diversidad humana, en las diferencias y a la vez en
las cosas que nos unen?
- ¿Nos
invita Jesús al encuentro con los hermanos a pesar de las diferencias?
- ¿Ponemos
en oración nuestros enfrentamientos, nuestras diferencias con los amigos,
familia o compañeros de trabajo?
-
¿Recordamos que solo Jesús es camino, verdad y vida?
MÚSICA: Rey. Christine D'Clario.
https://www.youtube.com/watch?v=-5P_f-ed13s&list=PL4fM2S0hNlbpC8FkgrYemc1dLaOkFJ2x1
ORACIÓN FINAL: Oración por la caridad en la verdad
Padre, tu verdad se da a conocer en tu Palabra.
Guíanos a buscar la verdad de la persona humana.
Enséñanos el camino para amar porque tú eres Amor.
Jesús, tú encarnas el Amor eterno y la Verdad absoluta.
Ayúdanos a reconocer tu rostro en los pobres.
Permítenos vivir nuestra vocación de llevar el amor y la justicia a tu
pueblo.
Espíritu Santo, tú nos inspiras a transformar nuestro mundo.
Fortalécenos para buscar el bien común de todas las personas.
Danos un espíritu de solidaridad y haznos una familia humana.
Amén.
PADRE NUESTRO/AVE MARÍA/ GLORIA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE NOVIEMBRE DE 2024
TEXTO INTRODUCTORIO
Compartimos la oración que nos reúne al lado del Señor.
Termina el mes de noviembre habiendo celebrado, entre otras festividades importantes para los cristianos, la Solemnidad de todos los Santos, la Memoria de los Fieles Difuntos y recientemente, la fiesta de Cristo Rey del Universo.
Hoy reflexionaremos sobre la importancia de la autoestima, de reconocernos en nuestras debilidades y fortalezas. De la necesidad de amarnos a nosotros mismos, como Dios nos ha creado y reconocernos como sus hijos; únicos e irrepetibles.
Ofrecemos esta oración por todos aquellos que no se valoran como personas, que se sienten desgraciados o inferiores a los demás y buscan fuera el reconocimiento y la forma de ser valorados. También, vamos a tener presentes a todos aquellos que han sufrido pérdidas personales y materiales por la DANA que atravesó nuestro país a principio de mes.
Comencemos sin
perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURAS: Lectura Santo Evangelio según San Mateo 22:37-39
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Palabra del Señor
MÚSICA: Te amo. Mary Carmen Barría.
https://www.youtube.com/watch?v=ENWpY49CDe0
REFLEXIÓN: El verdadero valor del anillo.
Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda.
- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para
hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y
bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar, maestro? ¿Qué puedo hacer para que me
valoren más?
El maestro, sin mirarlo, le dijo:
- ¡Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis
propios problemas! Quizás después… Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría
resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.
- E… encantado, maestro
Titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas.
- Bien.
Asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la
mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó:
- Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.
El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo.
Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban
vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia
de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de
un anillo. En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un
cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una
moneda de oro, así que rechazó la oferta. Después de ofrecer su joya a toda
persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su
fracaso, montó su caballo y regresó. ¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él
mismo esa moneda de oro! Podría habérsela entregado al maestro para liberarlo
de su preocupación y recibir entonces su consejo y su ayuda.
-
Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás
pudiera conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a
nadie respecto del verdadero valor del anillo.
- ¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:
- Dile al maestro, muchacho que si lo quiere vender ya, no puedo darle más
que 58 monedas de oro por su anillo.
- ¿58 monedas? -exclamó el joven-.
- Sí, -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé… Si la venta es urgente…
El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-.
Tú eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede
evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que
cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano
izquierda.
Preguntas reflexión:
-
¿Sabemos que
somos personas únicas e irrepetibles y que Dios nos ama con nuestros defectos y
virtudes?
-
¿Nos amamos, como somos e intentamos aceptarnos, sin
juzgarnos?
-
¿Nos conocemos e intentamos mejorar aquello que
sabemos no nos hace bien personalmente?
-
¿Buscamos el
reconocimiento o la valoración de los demás para sentirnos bien?
-
¿Quién pone
valor a como somos?, ¿La sociedad?, ¿La apariencia física? ¿Lo que tenemos?
-
¿Nos
olvidamos de que somos templos de Dios, nos amamos, nos respetamos a nosotros
mismos?
- ¿Cuándo llegamos a estar bien con nosotros mismos somos más capaces de darnos a los demás?
MÚSICA: La alegría de mi Dios. Maikka.
https://www.youtube.com/watch?v=vHibk6F05uI
ORACIÓN FINAL: Oración para recuperar la autoestima.
Señor, ten misericordia de mí.
Señor Jesús, llévate mis sentimientos de fracaso, de vergüenza, decepción, culpabilidad, timidez, ira o enfado. Te pido que me liberes de ellos que me han mantenido en la esclavitud y me han apartado de vivir una vida plena.
Señor, ten misericordia de mí.
Amado Señor, hazme saber cuánto me amas. Me dirijo a Ti, para que sepan que Tú has muerto en la Cruz, no sólo por mis pecados, sino también por mis profundas heridas emocionales y mis recuerdos dolorosos.
Señor, ten misericordia de mí.
Te Ruego Señor, que sanes todo lo herido y roto que hay en mi persona. Ayúdame a amarme, a aceptar tu perdón, a perdonarme a y perdonar a todos aquellos que me hayan causado injusticias, cualquiera, Señor, que no me haya mirado con cariño y me haya rechazado consciente o inconscientemente.
Señor, ten misericordia de mí.
Jesús, llena el vacío de mi vida. Dame, el amor y la seguridad, que no he recibido. Dame confianza, alegría y energía nuevas para que pueda hacer todas las cosas a través tuyo.
Señor, ten misericordia de mí.
Señor devuélveme una buena imagen de mí mismo,
aquella con la que yo fui concebido y que pueda verme como Tú me ves: especial,
único, digno, hermoso, para que yo llegue a ser la persona que Tú creaste y
quieres que sea.
Por Jesucristo Nuestro Señor, Amén”
PADRE NUESTRO/AVE MARÍA/ GLORIA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE DICIEMBRE 2024
TEXTO INTRODUCTORIO
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al
lado del Señor. Termina Diciembre; mes que iniciamos recodando la grandeza del
Dogma de la Virgen Inmaculada Concepción, titular de nuestra Parroquia, y hoy,
último miércoles de mes, la fiesta más importante para los cristianos: Dios
nace, Dios se hace hombre.
Ofrecemos nuestra oración por todos aquellos que no
creen en Dios, ni en su encarnación en su hijo Jesús. Por todos lo que se
encuentran perdidos en la fe y por aquellos que andan en tinieblas y encontrarán
la luz en el Cristo que nace.
Comencemos esta oración sin perder la actitud de silencio y reflexión que nos traen aquí.
MÚSICA:
Allá en el pesebre
https://www.youtube.com/watch?v=EYZLo_buUdU
LECTURA DEL EVANGELIO
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 2,1-20.
En aquella época apareció un decreto del
emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este
primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. Y cada uno iba a
inscribirse a su ciudad de origen. José, que pertenecía a la familia de David,
salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad
de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada.
Mientras se encontraban en Belén, le llegó el
tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en
pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el
albergue.
En esa región acampaban unos pastores, que
vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el
Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron
un gran temor, pero el Ángel les dijo: «No teman, porque les traigo una buena
noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les
ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor.
Y esto les servirá de señal: encontrarán a un
niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Y junto con
el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a
Dios, diciendo: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los
hombres amados por él”.
Después que los ángeles volvieron al cielo, los
pastores se decían unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido
y que el Señor nos ha anunciado».
Fueron rápidamente y encontraron a María, a José,
y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían
oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados
de que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las
meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a
Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían
recibido. Palabra de Dios.
MÚSICA AMBIENTAL DE ORACIÓN
https://www.youtube.com/watch?v=QOAkVCigk5Y
REFLEXIÓN
La Navidad es una de esas fechas donde pareciera que todo o casi todo a sido dicho ya, lo cual, en parte, es cierto.
Pero no por cierto es que podemos dejar pasar esta fecha sin que nos demos cuenta de lo que estamos festejando, porque en una sociedad tan atada al consumo, parece que la Navidad es sólo una oportunidad donde nos vemos casi obligados a consumir más que en otras fechas, primando el tener por sobre todo lo demás.
A la gran mayoría de los que festejan la Navidad se les escapa por completo el acontecimiento que dio nacimiento a dicho festejo, quedando el hecho divino de la encarnación de Cristo como algo que difícilmente la gente ligue a esta fecha, mostrando así el desconocimiento completo de lo que debiera ser la razón y el corazón de la Navidad.
¿Tiene algo que decirnos a nosotros la Navidad?
Si la despojamos de todos los adornos artificiales, de las reuniones familiares y los días feriados, para muchos no tiene más para decir. Creo que eso, en sí, constituye un verdadero drama navideño, pues la gente no se da cuenta que la venida del Hijo de Dios para habitar como uno de nosotros es el mayor bien que se nos podría haber hecho jamás. No hay regalo, por más precioso que resulte que se pueda comparar siquiera a lo que Dios Padre nos regaló esa noche en un pesebre de la pequeña aldea de Belén. Una humanidad corrompida entonces y ahora, recibía, sin percibirlo, a aquel que es el único que puede brindarles lo que tanto se dice por estas fechas, pero que tan poco se vive en la realidad: paz y salvación.
Pero parece que ello queda en segundo plano cuando se trata de la Navidad, pues sólo comprando y teniendo la gente parece ser feliz, cuando dejan pasar lo único verdaderamente necesario para ellos: el regalo de Dios en Cristo.
La Navidad es la llegada de todo el bien que Dios deseaba hacerle a una humanidad necesitada de dicho bien. Por más auto suficiente que la humanidad se crea, desde la perspectiva de la eternidad, es desdichada, desnuda y pobre, carente de todo lo que pueda conducirla al bienestar verdadero y a una relación gozosa con la deidad. Despreciar, ignorando, el regalo de Cristo llegando a nuestro mundo para compartir nuestra experiencia humana, enseñarnos, dejarnos ejemplo y, sobre todo y ante todo, para morir por nuestros pecados, hacer a un lado ese regalo es condenarnos a una vida que apenas merece el nombre de tal.
Navidad es la llegada del Hijo de Dios a los hombres para ser su Salvador y Señor. Es el hecho que abre las puertas para la salvación de todos los hombres y mujeres que crean en él y lo reciban para llenar de sentido sus vidas, darles vida abundante y eterna y llenarlos de una felicidad que vas más allá de lo que podamos experimentar fuera de él.
Para aquellos que hemos tenido nuestra Navidad, es decir el momento en que Cristo vino a nuestros corazones, podemos decir que la luz llegó a nuestras vidas, que fueron totalmente cambiadas por su llegada.
Hoy Cristo puede venir a tu vida también, para que compruebes por ti mismo que él es realidad y que la Navidad no es una feria más, sino que es el festejo del momento donde la eternidad tocó la historia para hacerse carne por amor por cada uno de nosotros.
Reflexión personal:
- ¿En qué notas en tu interior que llegó la
Navidad?
- ¿Has vivido tu Navidad particular: esa que nos
habla del encuentro personal con Cristo vivo?
- ¿Imitamos a ese Dios hombre que viene a ser
ejemplo de Humildad y de sencillez?
- ¿Llevamos a los demás a ese Jesús: admirable, consejero,
Dios fuerte, Padre Eterno, Príncipe de paz?
MÚSICA:
Hallelujah – Pentatonix
https://www.youtube.com/watch?v=haFHrfmfHbc
SALMO 129:
Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha
mi voz;
estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿Quién
podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón, y así infundes
respeto.
Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la
aurora.
Aguarde Israel al Señor, como el centinela la
aurora;
porque del Señor viene la misericordia, la
redención copiosa;
y él redimirá a Israel de todos sus delitos.
PADRENUESTRO/ AVE MARÍA/ GLORIA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE ENERO DE 2025
TEXTO INTRODUCTORIO
Compartimos la oración que nos reúne al lado del Señor.
Comienza un nuevo año y a la vez, alegres, cumplimos hoy el séptimo aniversario de este Grupo de Oración.
Además, seguimos celebrando por tercer año consecutivo el Centenario franciscano que rememora los últimos años de nuestro Padre Francisco, más en concreto en 2025 los 800 Años del “Cántico de las Criaturas”.
Y también por delante se abre el Jubileo de las Cofradías en el que estas, y todos nosotros, estamos llamados a ser “Peregrinos de la Esperanza”.
Hoy reflexionaremos sobre esa Esperanza en la que depositamos nuestra Fe, esa que nos acerca a Dios y nos hace comprender sus tiempos y sus formas.
Ofrecemos esta oración por todos aquellos que han perdido la Esperanza, que se encuentran en la oscuridad, en el miedo o en la desesperación, para que Jesús de la Humildad siembre en ellos esa luz de Esperanza que los hace volver a caminar, a creer y a crecer en el amor a Dios.
Comencemos sin
perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURAS: Lectura Santo Evangelio según San Juan 3:2–3.
Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que
hemos de ser; pero sabemos que cuando él aparezca, seremos semejantes a él,
porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él
se purifica, así como él es puro.
Palabra del Señor
MÚSICA: Mi Esperanza está en Jesús. Bethany
Wohrle.
https://www.youtube.com/watch?v=Z3KqXRIdAYk
REFLEXIÓN: Un cuento sobre la Esperanza.
Existían millones de estrellas en el cielo. Estrellas de todos los colores: blancas, plateadas, verdes, doradas, rojas y azules. Un día inquietas, ellas se acercaron a Dios y Le dijeron:
- Señor, nos gustaría vivir en la tierra, entre los hombres.
- Así será hecho, respondió el Señor. Las conservaré a todas ustedes pequeñitas, como son vistas para que puedan bajar para la Tierra.
Aquella noche, hubo una linda lluvia de estrellas. Algunas se acurrucaron en las torres de las iglesias, otras fueron a jugar y a correr junto con las luciérnagas por los campos, otras se mezclaron con los juguetes de los niños y la tierra quedó maravillosamente iluminada.
Pero con el pasar del tiempo, las estrellas resolvieron abandonar a los hombres y volver al cielo, dejando la tierra oscura y triste.
- ¿Por qué volvieron? -Preguntó Dios, a medida que ellas iban llegando al cielo-.
- Señor, nos fue imposible permanecer en la tierra. Allá existe mucha
miseria y violencia, mucha maldad, mucha injusticia.
Y el Señor les dijo:
- ¡Claro! El lugar de ustedes es aquí en el cielo. La tierra es el lugar de lo transitorio, de aquello que pasa, de aquel que cae, de aquel que yerra, de aquel que muere, nada es perfecto. El cielo es el lugar de la perfección, de lo inmutable, de lo eterno, donde nada perece.
Después que llegaron todas las estrellas y verificando su número, Dios habló de nuevo:
- Nos está faltando una estrella. ¿Será que se perdió en el camino?
Un ángel que estaba cerca replicó:
-No Señor, una estrella resolvió quedarse entre los hombres.
Ella descubrió que su lugar es exactamente donde existe la imperfección, donde hay límite, donde las cosas no van bien, donde hay lucha y dolor.
- ¿Qué estrella es esa?
- Es la Esperanza Señor. La estrella verde. La única estrella de ese color.
Y cuando miraron para la tierra, la estrella no estaba sola. La Tierra estaba nuevamente iluminada porque había una estrella verde en el corazón de cada persona. Porque el único sentimiento que el hombre tiene y Dios no necesita tener es la Esperanza.
Dios ya conoce el futuro y la Esperanza es propia de la persona humana, propia de aquel que yerra, de aquel que no es perfecto, de aquel que no sabe cómo será el futuro.
Preguntas reflexión:
- ¿Nos reconocemos como peregrinos de Esperanza?
- ¿Somos hombres y mujeres positivos, creyentes, decididos, valientes, impregnados de esa Esperanza?
- ¿Ayudamos a los demás a tener Esperanza en los momentos difíciles?
- ¿Sabemos que la Esperanza es la virtud que capacita al hombre para tener confianza y plena certeza de conseguir la vida eterna?
- ¿Sembramos Esperanza apoyados en el auxilio omnipotente de Dios?
- ¿A que nos comprometemos en este año de la Esperanza?
MÚSICA: Color Esperanza 2020. Varios artistas.
https://www.youtube.com/watch?v=GqOvxbFLwjY
ORACIÓN FINAL: Oración para pedir la
Esperanza.
Dios de la gracia y de la vida eterna, aumenta y fortalece en nosotros la esperanza; danos esta virtud de los fuertes, esta fuerza de los confiados, este ánimo de los inconmovibles.
Haz que sintamos siempre ansia de ti, que eres cumplimiento infinito del ser, haz que siempre confiemos en ti y en tu fidelidad, haz que, sin vacilación, nos agarremos siempre a tu poder haz que por tu Espíritu que actúa en nosotros sintamos ese sentimiento.
Entonces, Señor y Dios nuestro, tendremos la virtud de la esperanza.
Entonces podremos acometer animosos, una y otra vez, la tarea de nuestra vida, entonces vivirá en nosotros la gozosa seguridad de que no trabajamos en balde; entonces haremos nuestra obra y sabremos que, cuando fallan nuestras fuerzas, tú, Dios omnipotente, operas en nosotros, por nosotros y sin nosotros, tu gloria y nuestra salvación eterna, según tu beneplácito.
Fortalece en nosotros tu esperanza. Hijo del Padre, Cristo que vives en nosotros, tú eres la esperanza de nuestra gloria.
Vive en nosotros, somete nuestra vida a las leyes de tu vida, haz nuestra vida semejante a la tuya.
Vive tú en nosotros, ora tú en nosotros, padece
tú en nosotros, y nada más deseamos.
Porque si a ti te tenemos, somos ricos. El que te
ha hallado, ha hallado la fuerza y la victoria de su vida.
Amén.
PADRE NUESTRO/AVE MARÍA/ GLORIA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE FEBRERO DE 2025
Compartimos la oración que nos reúne al lado del Señor.
Termina febrero, y habiendo celebrado festividades como la Presentación de Jesús en el templo nos encaminamos ya hacia una Cuaresma que se presenta llena de momentos especiales de acercamiento a Dios y a nuestros hermanos más débiles.
Por ello hoy, aprovechando las palabras del Papa Francisco en la Jornada Mundial del Enfermo de este año jubilar y, dándose la circunstancia de su ingreso hospitalario por su salud, reflexionaremos hoy sobre Dios en la enfermedad.
Ofrecemos esta oración por todos aquellos que sufren o padecen enfermedad, por aquellos que los asisten y, especialmente por nuestro querido Papa Francisco.
Comencemos sin
perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURAS: Lectura Santo Evangelio según San Mateo 14:34–36.
Después de cruzar el lago, desembarcaron en Genesaret. Los habitantes de
aquel lugar reconocieron a Jesús y divulgaron la noticia por todos los
alrededores. Le llevaban todos los enfermos, suplicándole que les permitiera
tocar siquiera el borde de su manto, y quienes lo tocaban quedaban sanos.
Palabra del Señor.
MÚSICA: Si te tengo a ti lo tengo todo. Yohan y Sofi.
https://www.youtube.com/watch?v=llbh-N2xPFk
REFLEXIÓN: La presencia de Dios en la enfermedad.
“La Esperanza no defrauda” Son palabras consoladoras de San Pablo, que
pueden suscitar algunos interrogantes, especialmente en los que sufren. Por
ejemplo: ¿cómo permanecer fuertes, cuando sufrimos en carne propia enfermedades
graves, invalidantes, que quizás requieren tratamientos cuyos costos van más
allá de nuestras posibilidades? ¿Cómo hacerlo cuando, además de nuestro
sufrimiento, vemos sufrir a quienes nos quieren y que, aun estando a nuestro
lado, se sienten impotentes por no poder ayudarnos? En todas estas situaciones
sentimos la necesidad de un apoyo superior a nosotros: necesitamos la ayuda de
Dios, de su gracia, de su Providencia, de esa fuerza que es don de su Espíritu.
Detengámonos pues un momento a reflexionar sobre la presencia de Dios que
permanece cerca de quien sufre, en particular bajo tres aspectos que la
caracterizan: el encuentro, el don y el compartir.
1. El encuentro. Jesús, cuando envió en misión a los
setenta y dos discípulos, los exhortó a decir a los enfermos: «El Reino de Dios
está cerca de ustedes». Les pidió concretamente ayudarles a comprender que
también la enfermedad, aun cuando sea dolorosa y difícil de entender, es una
oportunidad de encuentro con el Señor. En el tiempo de la enfermedad, en
efecto, si por una parte experimentamos toda nuestra fragilidad como criaturas
—física, psicológica y espiritual—, por otra parte, sentimos la cercanía y la
compasión de Dios, que en Jesús ha compartido nuestros sufrimientos. Él no nos
abandona y muchas veces nos sorprende con el don de una determinación que nunca
hubiéramos pensado tener, y que jamás hubiéramos hallado por nosotros mismos.
La enfermedad entonces se convierte en ocasión de un encuentro que nos
transforma; en el hallazgo de una roca inquebrantable a la que podemos
aferrarnos para afrontar las tempestades de la vida; una experiencia que,
incluso en el sacrificio, nos vuelve más fuertes, porque nos hace más
conscientes de que no estamos solos. Por eso se dice que el dolor lleva siempre
consigo un misterio de salvación, porque hace experimentar el consuelo que
viene de Dios de forma cercana y real, hasta «conocer la plenitud del Evangelio
con todas sus promesas y su vida».
2. El don. Ciertamente, nunca como en el sufrimiento nos damos
cuenta de que toda esperanza viene del Señor, y que por eso es, ante todo, un
don que hemos de acoger y cultivar, permaneciendo “fieles a la fidelidad de
Dios”,
Por lo demás, sólo en la resurrección de Cristo nuestros destinos
encuentran su lugar en el horizonte infinito de la eternidad. Sólo de su Pascua
nos viene la certeza de que nada, «ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni
los principados, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes espirituales, ni
lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá separarnos jamás del
amor de Dios». Y de esta “gran esperanza” deriva cualquier otro rayo de luz que
nos permite superar las pruebas y los obstáculos de la vida. No sólo eso, sino
que el Resucitado también camina con nosotros, haciéndose nuestro compañero de
viaje, como con los discípulos de Emaús. Como ellos, también nosotros podemos
compartir con Él nuestro desconcierto, nuestras preocupaciones y nuestras
desilusiones, podemos escuchar su Palabra que nos ilumina y hace arder nuestro
corazón, y nos permite reconocerlo presente en la fracción del Pan,
vislumbrando en ese estar con nosotros, aun en los límites del presente, ese
“más allá” que al acercarse nos devuelve valentía y confianza.
3. Compartir. Los lugares donde se sufre son a menudo lugares de
intercambio, de enriquecimiento mutuo. ¡Cuántas veces, junto al lecho de un
enfermo, se aprende a esperar! ¡Cuántas veces, estando cerca de quien sufre, se
aprende a creer! ¡Cuántas veces, inclinándose ante el necesitado, se descubre
el amor! Es decir, nos damos cuenta de que somos “ángeles” de esperanza,
mensajeros de Dios, los unos para los otros, todos juntos: enfermos, médicos,
enfermeros, familiares, amigos, sacerdotes, religiosos y religiosas; y allí
donde estemos: en la familia, en los dispensarios, en las residencias de
ancianos, en los hospitales y en las clínicas.
Y es importante saber descubrir la belleza y la magnitud de estos
encuentros de gracia y aprender a escribirlos en el alma para no olvidarlos;
conservar en el corazón la sonrisa amable de un agente sanitario, la mirada
agradecida y confiada de un paciente, el rostro comprensivo y atento de un
médico o de un voluntario, el semblante expectante e inquieto de un cónyuge, de
un hijo, de un nieto o de un amigo entrañable. Son todas luces que atesorar
pues, aun en la oscuridad de la prueba, no sólo dan fuerza, sino que enseñan el
sabor verdadero de la vida, en el amor y la proximidad
Queridos enfermos, queridos hermanos y hermanas que asisten a los que
sufren, en este Jubileo ustedes tienen más que nunca un rol especial. Su
caminar juntos, en efecto, es un signo para todos, «un himno a la dignidad
humana, un canto de esperanza, cuya voz va mucho más allá de las habitaciones y
las camas de los sanatorios donde se encuentren, estimulando y animando en la
caridad “el concierto de toda la sociedad”, en una armonía a veces difícil de
realizar, pero precisamente por eso, muy dulce y fuerte, capaz de llevar luz y
calor allí donde más se necesita.
Toda la Iglesia les está agradecida. También yo lo estoy y rezo por ustedes
encomendándolos a María, Salud de los enfermos, por medio de las palabras con
las que tantos hermanos y hermanas se han dirigido a ella en las dificultades:
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro,
¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita! Los bendigo, junto con sus familias y
demás seres queridos, y les pido, por favor, que no se olviden de rezar por mí.
Preguntas reflexión:
- ¿Nos quedamos solo en el aspecto negativo de la enfermedad?
- Como cristianos, ¿La aprovechamos para encontrarnos con Cristo, para llevar el don de la Esperanza y para compartir lo mejor de nosotros mismos con quién sufre?
- ¿Vemos a Jesús en la humanidad del que atiende, del que vela, del que cura al enfermo a través de la medicina y de la palabra?
- ¿Ponemos en nuestra oración a todos aquellos que sufren enfermedad?
- ¿Damos gracias a Dios por cada minuto de nuestra salud y la de nuestros seres queridos?
MÚSICA: Dios te sanará,
derrotará la enfermedad.
https://www.youtube.com/watch?v=NYS1iKqhjF
ORACIÓN FINAL: Oración por los enfermos.
Padre santo y Padre bueno, gracias por tu bondad para con todos nosotros. Gracias por todas las cosas buenas que nos has concedido a lo largo de nuestra vida. Me acerco a ti, Señor, para pedir que les concedas salud a aquellos que sufren alguna enfermedad en este momento. Señor, te pido que tu mano poderosa llegue hasta cada uno de ellos, concediéndoles alivio para sus dolores y ánimo para el espíritu.
Sobre todas las cosas te pido, Padre, que los enfermos puedan tener un encuentro contigo. Ayúdales a sentir tu presencia y tu mano sobre ellos. Que cada uno de ellos pueda tener contacto con personas que te aman y puedan escuchar el mensaje de salvación. Revela tu amor y tu cuidado a través de tus hijos. Que cada enfermo pueda escuchar sobre Jesús y su sacrificio de amor en la cruz. Que abran sus corazones a ti, Señor, mi Dios, para que reciban la sanidad del alma.
Muestra tu poder en medio de las enfermedades,
Padre amado. Sabemos que tú puedes sanar cualquier enfermedad y en ti está
puesta nuestra confianza. Queremos verte obrar en este día. En el nombre de
Jesús, amén.
Amén.
PADRE NUESTRO/AVE MARÍA/ GLORIA
ENCUENTRO DE ORACIÓN DE MARZO DE 2025
TEXTO INTRODUCTORIO
Termina marzo, y volvemos a las plantas del Señor Humilde a compartir el mensaje cuaresmal de nuestro querido Papa Francisco que nos llama a caminar juntos en este tiempo hacía la Pascua.
Ofrecemos esta oración por todos aquellos que deciden no caminar como hermanos, no compartir sus dones, no sentirse comunidad cristiana. Por aquellos que andan perdidos en una soledad, no buscada, sino enfermiza y egoísta. También por la salud de nuestro querido Santo Padre.
Comencemos sin perder la actitud con la que siempre venimos aquí.
LECTURAS: Lectura Santo Evangelio según San Mateo 7:13-14
Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el
camino que conduce a la destrucción, y muchos entran por ella. Pero estrecha es
la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la
encuentran.
Palabra del Señor.
MÚSICA: Déjame Nacer de Nuevo - Athenas | Música Católica para Cuaresma
https://www.youtube.com/watch?v=IgHllDdkTmM
REFLEXIÓN: Cuaresma, caminemos juntos en Esperanza.
En esta cuaresma, enriquecida por la gracia del Año jubilar, deseo ofrecerles algunas reflexiones sobre lo que significa caminar juntos en la esperanza y descubrir las llamadas a la conversión que la misericordia de Dios nos dirige a todos, de manera personal y comunitaria.
Antes que nada, caminar. El lema del Jubileo, “Peregrinos de esperanza”, evoca el largo viaje del pueblo de Israel hacia la tierra prometida, narrado en el libro del Éxodo; el difícil camino desde la esclavitud a la libertad, querido y guiado por el Señor, que ama a su pueblo y siempre le permanece fiel. No podemos recordar el éxodo bíblico sin pensar en tantos hermanos y hermanas que hoy huyen de situaciones de miseria y de violencia, buscando una vida mejor para ellos y sus seres queridos. Surge aquí una primera llamada a la conversión, porque todos somos peregrinos en la vida. Cada uno puede preguntarse: ¿cómo me dejo interpelar por esta condición? ¿Estoy realmente en camino o un poco paralizado, estático, con miedo y falta de esperanza; o satisfecho en mi zona de confort? ¿Busco caminos de liberación de las situaciones de pecado y falta de dignidad? Sería un buen ejercicio cuaresmal confrontarse con la realidad concreta de algún inmigrante o peregrino, dejando que nos interpele, para descubrir lo que Dios nos pide, para ser mejores caminantes hacia la casa del Padre. Este es un buen “examen” para el viandante.
En segundo lugar, hagamos este viaje juntos. La vocación de la Iglesia es caminar juntos. Los cristianos están llamados a hacer camino juntos, nunca como viajeros solitarios. El Espíritu Santo nos impulsa a salir de nosotros mismos para ir hacia Dios y hacia los hermanos, y nunca a encerrarnos en nosotros mismos. Caminar juntos significa ser artesanos de unidad, partiendo de la dignidad común de hijos de Dios; significa caminar codo a codo, sin pisotear o dominar al otro, sin albergar envidia o hipocresía, sin dejar que nadie se quede atrás o se sienta excluido. Vamos en la misma dirección, hacia la misma meta, escuchándonos los unos a los otros con amor y paciencia.
En esta cuaresma, Dios nos pide que comprobemos si en nuestra vida, en nuestras familias, en los lugares donde trabajamos, en las comunidades parroquiales o religiosas, somos capaces de caminar con los demás, de escuchar, de vencer la tentación de encerrarnos en nuestra autorreferencialidad, ocupándonos solamente de nuestras necesidades. Preguntémonos ante el Señor si somos capaces de trabajar juntos como obispos, presbíteros, consagrados y laicos, al servicio del Reino de Dios; si tenemos una actitud de acogida, con gestos concretos, hacia las personas que se acercan a nosotros y a cuantos están lejos; si hacemos que la gente se sienta parte de la comunidad o si la marginamos.
En tercer lugar, recorramos este camino juntos en la esperanza de una promesa. La esperanza que no defrauda, mensaje central del Jubileo, sea para nosotros el horizonte del camino cuaresmal hacia la victoria pascual. Como nos enseñó el Papa Benedicto XVI «el ser humano necesita un amor incondicionado. Necesita esa certeza que le hace decir: “Ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro”. Jesús, nuestro amor y nuestra esperanza, ha resucitado, y vive y reina glorioso. La muerte ha sido transformada en victoria y en esto radica la fe y la esperanza de los cristianos, en la resurrección de Cristo.
Esta es, por tanto, la tercera llamada a la conversión: la de la esperanza, la de la confianza en Dios y en su gran promesa, la vida eterna. Debemos preguntarnos: ¿poseo la convicción de que Dios perdona mis pecados, o me comporto como si pudiera salvarme solo? ¿Anhelo la salvación e invoco la ayuda de Dios para recibirla? ¿Vivo concretamente la esperanza que me ayuda a leer los acontecimientos de la historia y me impulsa al compromiso por la justicia, la fraternidad y el cuidado de la casa común, actuando de manera que nadie quede atrás?
Hermanas y hermanos, gracias al amor de Dios en Jesucristo estamos protegidos por la esperanza que no defrauda. La esperanza es “el ancla del alma”, segura y firme. En ella la Iglesia suplica para que «todos se salven» y espera estar un día en la gloria del cielo unida a Cristo, su esposo. Así se expresaba santa Teresa de Jesús: «Espera, espera, que no sabes cuándo vendrá el día ni la hora. Vela con cuidado, que todo se pasa con brevedad, aunque tu deseo hace lo cierto dudoso, y el tiempo breve largo».
Que la Virgen María, Madre de la Esperanza, interceda por nosotros y nos acompañe en el camino cuaresmal.
Preguntas reflexión:
- ¿Vivimos la Cuaresma como un camino compartido?
-¿Nos quedamos solo en las costumbres de este tiempo?
- Como cristianos, ¿Aprovechamos la Cuaresma para encontrarnos con Cristo, para llevar la Esperanza y para compartir lo mejor de nosotros mismos con quién sufre?
-¿Nos sumimos en tal soberbia que pensamos que podemos salvarnos solos?
- ¿Hacemos una oración verdadera, no vacía o llena de frases repetidas y no interiorizadas?
- ¿Vivimos la Cuaresma como una oportunidad de reinicio, de reseteo, de mirar hacia adentro para saber dar lo mejor a los de fuera?
- ¿Estoy realmente en camino o un poco paralizado, estático, con miedo y falta de esperanza; o satisfecho en mi zona de confort?
- ¿Espero siempre en el Señor, en sus tiempos y en sus formas sustentado por la fuerza del Espíritu Santo?
MÚSICA: "En mi Getsemaní" (Más allá de mis
miedos) - Eduardo Meana | Cover by CORO LARALAND
https://www.youtube.com/watch?v=vTDvcmtFKRs
ORACIÓN FINAL: Salmo 27. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿A quién
temeré?
El Señor es la defensa de mi vida, ¿Quién me hará
temblar? R/.
Una cosa pido al Señor, eso buscaré:
habitar en la casa del Señor por los días de mi
vida;
gozar de la dulzura del Señor, contemplando su templo. R/.
Escúchame, Señor, que te llamo; ten piedad,
respóndeme.
Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. R/.
Espero gozar de la dicha del Señor en el país de
la vida.
Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. R/.
PADRE NUESTRO/AVE MARÍA/ GLORIA
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