31 octubre 2012

FESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS

SER SANTO HOY

Hoy en día hablar de santidad resulta poco menos que chocante para la sensibilidad moderna, tan ocupada en asuntos más importantes. El dinamismo secularizante de nuestros tiempos ha relegado la santidad al campo de lo mítico e incluso de lo anecdótico. Los santos aparecen como seres cuasi legendarios, cuyas pálidas imágenes adornan los oscuros rincones de las iglesias.


Para muchos bautizados el tema de la santidad se presenta no menos distante y ajeno, como un ideal muy digno y encomiable, pero totalmente lejano e inalcanzable. Existe, sí, una profunda veneración y respeto hacia aquellos hombres y mujeres que hicieron de su vida cristiana un testimonio heroico de virtudes, pero también se les percibe como un grupo de elegidos, una suerte de aristocracia espiritual para quienes están exclusivamente reservadas las altas cumbres de la unión con Dios.

Sin embargo, el Concilio Vaticano II nos recuerda una verdad fundamental, siempre presente en la vida de la Iglesia pero que hoy en día adquiere una especial resonancia para los hombres y mujeres de nuestro tiempo: "Todos los fieles cristianos, de cualquier condición y estado, fortalecidos con tantos y tan poderosos medios de salvación, son llamados por el Señor, cada uno por su camino, a la perfección de aquella santidad con la que es perfecto el mismo Padre" (Lumen gentium, 11).

¡Sí! ¡Todos estamos llamados a ser santos! Dios mismo "nos ha elegido en Él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor" (Ef 1, 4). Ése es el camino de plenitud al cual nos invita el Señor Jesus: "Sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial" (Mt 5, 48). No basta, pues, con ser buenos, con llevar una vida común y corriente como todo el mundo, sin hacerle mal a nadie. El Señor Jesús nos invita a conquistar un horizonte muchísimo más grande y pleno: la gran aventura de la santidad. Ésa es la grandeza de nuestra vocacion: "Porque ésta es la voluntad de vuestro Dios: vuestra santificación" (1Tes 4, 3).


SANTIDAD Y REALIZACIÓN PERSONAL

Este camino de plenitud que todos estamos invitados a recorrer es el único que verdaderamente conduce hacia nuestra plena realización personal. En efecto, santidad y realización personal se identifican. El llamado a ser santos es un llamado a ser persona humana abierta al encuentro con Dios.

Y es que el ser humano está sellado en lo más hondo de su mismidad por una intensa necesidad de infinito, por una profunda hambre de trascendencia y plenitud. Esta dimensión tan esencial de la persona se traduce en aquella aspiración al encuentro presente de manera constitutiva en sus dinamismos fundamentales. El ser humano, imagen y semejanza de Dios, ha sido creado para abrirse desde su libertad al encuentro con Dios, Comunión de Amor, y, análogamente, con los demás hombres. De ahí que el hombre sólo puede encontrar su realización plena y definitiva recorriendo la dirección hacia donde apuntan los dinamismos fundamentales presentes en su yo profundo.

En el Señor Jesús, fuente y modelo de toda santidad, encontramos la verdadera identidad de nuestro ser, el horizonte al que debemos dirigirnos para alcanzar la plenitud que anhelamos. Al adherirnos existencialmente a Él ingresamos en la dinámica del encuentro. La santidad es un proceso configurante que se da a través de una profunda transformación interior, de manera que pueda repetir con el Apóstol: "Vivo yo, mas no yo, sino que es Cristo quien vive en mi" (Gál 2, 20).

La opción fundamental por el Señor Jesús se presenta, pues, como camino ineludible para todo aquel que desde su libertad busca ser fiel a su propia humanidad.


GRACIA Y LIBERTAD

La santidad aparece ante nosotros como un apasionante desafío. Se trata de un largo camino por recorrer, no exento de dificultades. Ser santos no es algo fácil. Nunca lo ha sido. Pero tampoco se trata de algo imposible, pues es la fuerza de la gracia la que nos guía y sostiene.

Sin embargo, para que la acción de la gracia sea eficaz, requiere de nuestra cooperación libre y activa. No basta con decir "Señor, Señor" (Mt 7, 21). Es necesario realizar un esfuerzo serio y responsable por corresponder a los dones de Dios, despojándonos de todo aquello que impide al don de la reconciliación fructificar en nosotros, buscando reordenar nuestras facultades y potencias heridas por el pecado, así como revistiéndonos de los hábitos y virtudes contrarios, según el Plan de Dios. De esta manera, gracia y libertad humana se encuentran en un fructífero proceso que conduce hacia nuestra santificación.

SANTOS EN MEDIO DEL MUNDO

Las características de nuestro tiempo nos muestran un modelo de santidad para el creyente moderno. Sin negar la validez de otros modelos de santidad, el santo de nuestro tiempo no destaca por una forma de existencia extraordinaria, llamativa y fuera de lo común, sino que es aquel que vive su vida ordinaria con tal intensidad, que hace de ella un culto agradable a Dios, así como un elocuente testimonio del amor de Cristo en medio del mundo.

El santo de nuestro tiempo descubre en las realidades terrenas un ámbito de realización personal querido por Dios. Su presencia y compromiso en medio del mundo según el designio divino configuran tanto su identidad personal como su propia realización y felicidad. Esta presencia se traduce en acción transformante por medio del amor, acción que brota de un compromiso profundo con el Señor y que se manifiesta en el silencio de las actividades ordinarias de cada día, a semejanza de nuestra Madre María.

29 octubre 2012

MADRE ELVIRA UN EJEMPLO DE SENCILLEZ



Hoy nos ha dejado Madre Elvira, Religiosa Franciscana de la Divina Pastora;
una mujer ejemplo de "Humildad y Sencillez" lema y vida de San Francisco de Asís.

CÁNTICO DE LAS CRIATURAS
San Francisco de Asís

Altísimo, omnipotente, buen Señor,
tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, corresponden,
y ningún hombre es digno de hacer de ti mención.

Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas,
especialmente el señor hermano sol,
el cual es día, y por el cual nos alumbras.
Y él es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.

Loado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las has formado luminosas y preciosas y bellas.
Loado seas, mi Señor, por el hermano viento,
y por el aire y el nublado y el sereno y todo tiempo,
por el cual a tus criaturas das sustento.

Loado seas, mi Señor, por la hermana agua,
la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta.
Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual alumbras la noche,
y él es bello y alegre y robusto y fuerte.

Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra,
la cual nos sustenta y gobierna,
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba.
Loado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor,
y soportan enfermedad y tribulación.
Bienaventurados aquellos que las soporten en paz,
porque por ti, Altísimo, coronados serán.

Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
¡Ay de aquellos que mueran en pecado mortal!:
bienaventurados aquellos a quienes encuentre en tu santísima voluntad,
porque la muerte segunda no les hará mal.

Load y bendecid a mi Señor,
y dadle gracias y servidle con gran humildad.

Desde nuestra Hermandad el más sincero pésame a la Congregación 
y el mejor de los recuerdos de una vida de "Amor y Sacrificio".

El funeral tendrá lugar mañana día 30 de octubre a las 12 de la mañana en la Parroquia.

DESCANSE EN PAZ

23 octubre 2012

FESTIVIDAD DEL PAPA JUAN PABLO II

 
 


Recordamos hoy al Papa Juan Pablo II, sin duda, un HOMBRE DE DIOS.

15 octubre 2012

NADA TE TURBE DE SANTA TERESA DE JESÚS


Con motivo de la Festividad de Santa Teresa de Jesús, traemos el video que la Hermandad publicó en la Cuaresma del presente año. Este tenía como hilo catequético la oración "Nada te turbe" de la Santa de Ávila. Todo un lema para la vida de hoy en la que la PACIENCIA no es una de las grandes virtudes.

12 octubre 2012

LA VIRGEN DE LA ESTRELLA DE VUELTA A CASA


Mañana día 13 a las siete y media de la tarde, Nuestra Madre de la Estrella Coronada partirá a su ermita. Se cierra así su estancia en nuestra Parroquia, su visita anual a la casa de todos.

Desde la Hermandad de la Humildad, gracias Madre por volver a traernos la fuerza
y la fe en estos tiempos dificiles.

Te vas de nuevo Estrella de Villa del Río, aunque sabemos que siempre estás con nosotros.

11 octubre 2012

12 DE OCTUBRE: DÍA DE LA HISPANIDAD


HIMNO A LA STMA. VIRGEN DEL PILAR

Virgen Santa, Madre mía.
Luz hermosa, claro día.
Que la tierra aragonesa
Te dignaste visitar,
Este pueblo que te adora,
De tu amor favor implora,
Y te aclama y te bendice
Abrazada a tu Pilar.
Pilar sagrado
Faro esplendente,
Rico presente
De caridad,
Pilar bendito
Trono de gloria.
Tú a la victoria
Nos llevarás.
Cantad, cantad
Himnos de honor y alabanza
A la Virgen del Pilar.

07 octubre 2012

HISTORÍA DEL SANTO ROSARIO


En la antigüedad, los romanos y los griegos solían coronar con rosas a las estatuas que representaban a sus dioses como símbolo del ofrecimiento de sus corazones. La palabra rosario significa "corona de rosas".

Siguiendo esta tradición, las mujeres cristianas que eran llevadas al martirio por los romanos, marchaban por el Coliseo vestidas con sus ropas más vistosas y con sus cabezas adornadas de coronas de rosas, como símbolo de alegría y de la entrega de sus corazones al ir al encuentro de Dios. Por la noche, los cristianos recogían sus coronas y por cada rosa, recitaban una oración o un salmo por el eterno descanso del alma de las mártires.

La Iglesia recomendó rezar el rosario, el cual consistía en recitar los 150 salmos de David, pues era considerada una oración sumamente agradable a Dios y fuente de innumerables gracias para aquellos que la rezaran. Sin embargo, esta recomendación sólo la seguían las personas cultas y letradas, pero no la mayoría de los cristianos. Por esto, la Iglesia sugirió que aquellos que no supieran leer, suplantaran los 150 salmos por 150 Avemarías, divididas en quince decenas. A este rosario corto se le llamó el salterio de la Virgen.

A finales del siglo XII, Santo Domingo de Guzmán sufría al ver que la gravedad de los pecados de la gente estaba impidiendo la conversión de los albigenses y decidió ir al bosque a rezar. Estuvo en oración tres días y tres noches haciendo penitencia y flagelándose hasta perder el sentido. En este momento, se le apareció la Virgen con tres ángeles y le dijo que la mejor arma para convertir a las almas duras no era la flagelación, sino el rezo de su salterio.

Santo Domingo se dirigió en ese mismo momento a la catedral de Toulouse, sonaron las campanas y la gente se reunió para escucharlo. Cuando iba a empezar a hablar, se soltó una tormenta con rayos y viento muy fuerte que hizo que la gente se asustara. Todos los presentes pudieron ver que la imagen de la Virgen que estaba en la catedral, alzaba tres veces los brazos hacia el Cielo. Santo Domingo empezó a rezar el salterio de la Virgen y la tormenta se terminó.

En otra ocasión, Santo Domingo tenía que dar un sermón en la Iglesia de Notre Dame en París con motivo de la fiesta de San Juan y, antes de hacerlo, rezó el Rosario. La Virgen se le apareció y le dijo que su sermón estaba bien, pero que mejor lo cambiara y le entregó un libro con imágenes, en el cual le explicaba lo mucho que gustaba a Dios el rosario de Avemarías porque le recordaba ciento cincuenta veces el momento en que la humanidad, representada por María, había aceptado a su Hijo como Salvador.

Santo Domingo cambió su homilía y habló de la devoción del Rosario y la gente comenzó a rezarlo con devoción, a vivir cristianamente y a dejar atrás sus malos hábitos.

Santo Domingo murió en 1221, después de una vida en la que se dedicó a predicar y hacer popular la devoción del Rosario entre las gentes de todas las clases sociales para el sufragio de las almas del Purgatorio, para el triunfo sobre el mal y prosperidad de la Santa Madre de la Iglesia.

El rezo del Rosario mantuvo su fervor por cien años después de la muerte de Santo Domingo y empezó a ser olvidado.

En 1349, hubo en Europa una terrible epidemia de peste a la que se le llamó ¨la muerte negra� en la que murieron muchísimas personas.
Fue entonces cuando el fraile Alan de la Roche, superior de los dominicos en la misma provincia de Francia donde había comenzado la devoción al Rosario, tuvo una aparición, en la cual Jesús, la Virgen y Santo Domingo le pidieron que reviviera la antigua costumbre del rezo del Santo Rosario. El Padre Alan comenzó esta labor de propagación junto con todos los frailes dominicos en 1460. Ellos le dieron la forma que tiene actualmente, con la aprobación eclesiástica. A partir de entonces, esta devoción se extendió en toda la Iglesia.

¿Cuándo se instituyó formalmente esta fiesta?

El 7 de octubre de 1571 se llevó a cabo la batalla naval de Lepanto, en la cual los cristianos vencieron a los turcos. Los cristianos sabían que si perdían esta batalla, su religión podía peligrar y por esta razón confiaron en la ayuda de Dios a través de la intercesión de la Santísima Virgen. El Papa San Pío V pidió a los cristianos rezar el rosario por la flota. En Roma estaba el Papa despachando asuntos cuando de repente se levantó y anunció que la flota cristiana había sido victoriosa. Ordena el toque de campanas y una procesión. Días más tarde llegaron los mensajeros con la noticia oficial del triunfo cristiano. Posteriormente, instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias el 7 de octubre.

Un año más tarde, Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de Nuestra Señora del Rosario y determinó que se celebrase el primer domingo de Octubre (día en que se había ganado la batalla). Actualmente se celebra la fiesta del Rosario el 7 de Octubre y algunos dominicos siguen celebrándola el primer domingo del mes.

03 octubre 2012

FESTIVIDAD DE SAN FRANCISCO DE ASIS

 
CÁNTICO DE LAS CRIATURAS
San Francisco de Asís