11 febrero 2018

EL SEÑOR EN CUARESMA


El Señor de la Humildad ya está preparado para recibir la Cuaresma. Nos espera en su altar en este tiempo de Oración y Conversión para los cristianos.

10 febrero 2018

09 febrero 2018

COMENZAMOS A ANDAR!


En esta noche fría de viernes han empezado los ensayos de nuestra cuadrilla de Hermanos Costaleros.  La Junta agradece a todos ellos su presencia y les desea una ilusionante Cuaresma llena de vivencias y hermandad.

08 febrero 2018

MENSAJE DEL PAPA PARA LA CUARESMA 2018


«Al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría» (Mt 24,12)

Queridos hermanos y hermanas:

Una vez más nos sale al encuentro la Pascua del Señor. Para prepararnos a recibirla, la Providencia de Dios nos ofrece cada año la Cuaresma, «signo sacramental de nuestra conversión», que anuncia y realiza la posibilidad de volver al Señor con todo el corazón y con toda la vida. Como todos los años, con este mensaje deseo ayudar a toda la Iglesia a vivir con gozo y con verdad este tiempo de gracia; y lo hago inspirándome en una expresión de Jesús en el Evangelio de Mateo: «Al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría» (24,12). Esta frase se encuentra en el discurso que habla del fin de los tiempos y que está ambientado en Jerusalén, en el Monte de los Olivos, precisamente allí donde tendrá comienzo la pasión del Señor. Jesús, respondiendo a una pregunta de sus discípulos, anuncia una gran tribulación y describe la situación en la que podría encontrarse la comunidad de los fieles: frente a acontecimientos dolorosos, algunos falsos profetas engañarán a mucha gente hasta amenazar con apagar la caridad en los corazones, que es el centro de todo el Evangelio.

Los falsos profetas

Escuchemos este pasaje y preguntémonos: ¿qué formas asumen los falsos profetas?

Son como «encantadores de serpientes», o sea, se aprovechan de las emociones humanas para esclavizar a las personas y llevarlas adonde ellos quieren. Cuántos hijos de Dios se dejan fascinar por las lisonjas de un placer momentáneo, al que se le confunde con la felicidad. Cuántos hombres y mujeres viven como encantados por la ilusión del dinero, que los hace en realidad esclavos del lucro o de intereses mezquinos. Cuántos viven pensando que se bastan a sí mismos y caen presa de la soledad.

Otros falsos profetas son esos «charlatanes» que ofrecen soluciones sencillas e inmediatas para los sufrimientos, remedios que sin embargo resultan ser completamente inútiles: cuántos son los jóvenes a los que se les ofrece el falso remedio de la droga, de unas relaciones de «usar y tirar», de ganancias fáciles pero deshonestas. Cuántos se dejan cautivar por una vida completamente virtual, en que las relaciones parecen más sencillas y rápidas pero que después resultan dramáticamente sin sentido. Estos estafadores no sólo ofrecen cosas sin valor sino que quitan lo más valioso, como la dignidad, la libertad y la capacidad de amar. Es el engaño de la vanidad, que nos lleva a pavonearnos… haciéndonos caer en el ridículo; y el ridículo no tiene vuelta atrás. No es una sorpresa: desde siempre el demonio, que es «mentiroso y padre de la mentira» (Jn 8,44), presenta el mal como bien y lo falso como verdadero, para confundir el corazón del hombre. Cada uno de nosotros, por tanto, está llamado a discernir y a examinar en su corazón si se siente amenazado por las mentiras de estos falsos profetas. Tenemos que aprender a no quedarnos en un nivel inmediato, superficial, sino a reconocer qué cosas son las que dejan en nuestro interior una huella buena y más duradera, porque vienen de Dios y ciertamente sirven para nuestro bien.

Un corazón frío

Dante Alighieri, en su descripción del infierno, se imagina al diablo sentado en un trono de hielo; su morada es el hielo del amor extinguido. Preguntémonos entonces: ¿cómo se enfría en nosotros la caridad? ¿Cuáles son las señales que nos indican que el amor corre el riesgo de apagarse en nosotros?

Lo que apaga la caridad es ante todo la avidez por el dinero, «raíz de todos los males» (1 Tm 6,10); a esta le sigue el rechazo de Dios y, por tanto, el no querer buscar consuelo en él, prefiriendo quedarnos con nuestra desolación antes que sentirnos confortados por su Palabra y sus Sacramentos. Todo esto se transforma en violencia que se dirige contra aquellos que consideramos una amenaza para nuestras «certezas»: el niño por nacer, el anciano enfermo, el huésped de paso, el extranjero, así como el prójimo que no corresponde a nuestras expectativas.

También la creación es un testigo silencioso de este enfriamiento de la caridad: la tierra está envenenada a causa de los desechos arrojados por negligencia e interés; los mares, también contaminados, tienen que recubrir por desgracia los restos de tantos náufragos de las migraciones forzadas; los cielos —que en el designio de Dios cantan su gloria— se ven surcados por máquinas que hacen llover instrumentos de muerte.

El amor se enfría también en nuestras comunidades: en la Exhortación apostólica Evangelii gaudium traté de describir las señales más evidentes de esta falta de amor. estas son: la acedia egoísta, el pesimismo estéril, la tentación de aislarse y de entablar continuas guerras fratricidas, la mentalidad mundana que induce a ocuparse sólo de lo aparente, disminuyendo de este modo el entusiasmo misionero.

¿Qué podemos hacer?

Si vemos dentro de nosotros y a nuestro alrededor los signos que antes he descrito, la Iglesia, nuestra madre y maestra, además de la medicina a veces amarga de la verdad, nos ofrece en este tiempo de Cuaresma el dulce remedio de la oración, la limosna y el ayuno.

El hecho de dedicar más tiempo a la oración hace que nuestro corazón descubra las mentiras secretas con las cuales nos engañamos a nosotros mismos, para buscar finalmente el consuelo en Dios. Él es nuestro Padre y desea para nosotros la vida.

El ejercicio de la limosna nos libera de la avidez y nos ayuda a descubrir que el otro es mi hermano: nunca lo que tengo es sólo mío. Cuánto desearía que la limosna se convirtiera para todos en un auténtico estilo de vida. Al igual que, como cristianos, me gustaría que siguiésemos el ejemplo de los Apóstoles y viésemos en la posibilidad de compartir nuestros bienes con los demás un testimonio concreto de la comunión que vivimos en la Iglesia. A este propósito hago mía la exhortación de san Pablo, cuando invitaba a los corintios a participar en la colecta para la comunidad de Jerusalén: «Os conviene» (2 Co 8,10). Esto vale especialmente en Cuaresma, un tiempo en el que muchos organismos realizan colectas en favor de iglesias y poblaciones que pasan por dificultades. Y cuánto querría que también en nuestras relaciones cotidianas, ante cada hermano que nos pide ayuda, pensáramos que se trata de una llamada de la divina Providencia: cada limosna es una ocasión para participar en la Providencia de Dios hacia sus hijos; y si él hoy se sirve de mí para ayudar a un hermano, ¿no va a proveer también mañana a mis necesidades, él, que no se deja ganar por nadie en generosidad?

El ayuno, por último, debilita nuestra violencia, nos desarma, y constituye una importante ocasión para crecer. Por una parte, nos permite experimentar lo que sienten aquellos que carecen de lo indispensable y conocen el aguijón del hambre; por otra, expresa la condición de nuestro espíritu, hambriento de bondad y sediento de la vida de Dios. El ayuno nos despierta, nos hace estar más atentos a Dios y al prójimo, inflama nuestra voluntad de obedecer a Dios, que es el único que sacia nuestra hambre.

Querría que mi voz traspasara las fronteras de la Iglesia Católica, para que llegara a todos ustedes, hombres y mujeres de buena voluntad, dispuestos a escuchar a Dios. Si se sienten afligidos como nosotros, porque en el mundo se extiende la iniquidad, si les preocupa la frialdad que paraliza el corazón y las obras, si ven que se debilita el sentido de una misma humanidad, únanse a nosotros para invocar juntos a Dios, para ayunar juntos y entregar juntos lo que podamos como ayuda para nuestros hermanos

El fuego de la Pascua

Invito especialmente a los miembros de la Iglesia a emprender con celo el camino de la Cuaresma, sostenidos por la limosna, el ayuno y la oración. Si en muchos corazones a veces da la impresión de que la caridad se ha apagado, en el corazón de Dios no se apaga. Él siempre nos da una nueva oportunidad para que podamos empezar a amar de nuevo.

Una ocasión propicia será la iniciativa «24 horas para el Señor», que este año nos invita nuevamente a celebrar el Sacramento de la Reconciliación en un contexto de adoración eucarística. En el 2018 tendrá lugar el viernes 9 y el sábado 10 de marzo, inspirándose en las palabras del Salmo 130,4: «De ti procede el perdón». En cada diócesis, al menos una iglesia permanecerá abierta durante 24 horas seguidas, para permitir la oración de adoración y la confesión sacramental.

En la noche de Pascua reviviremos el sugestivo rito de encender el cirio pascual: la luz que proviene del «fuego nuevo» poco a poco disipará la oscuridad e iluminará la asamblea litúrgica. «Que la luz de Cristo, resucitado y glorioso, disipe las tinieblas de nuestro corazón y de nuestro espíritu», para que todos podamos vivir la misma experiencia de los discípulos de Emaús: después de escuchar la Palabra del Señor y de alimentarnos con el Pan eucarístico nuestro corazón volverá a arder de fe, esperanza y caridad.

Los bendigo de todo corazón y rezo por ustedes. No se olviden de rezar por mí.
FRANCISCO

03 febrero 2018

01 febrero 2018

ME HAS SEDUCIDO SEÑOR


Ayer celebramos el Primer Encuentro de Oración de nuestro Grupo. En la intimidad de la Capilla hemos podido reflexionar sobre la necesidad de ser semillas fértiles del Evangelio, de la Palabra. Tras la introducción y la canción "Me has seducido Señor" y la lectura de la Parábola del Sembrador, hemos meditado sobre la disposición de nuestro corazón para acoger y vivir esa siembra que Jesús hace. 

En el silencio, nos hemos puesto ante el Señor para dar gracias y pedir que siempre estemos dispuestos a proclamar y vivenciar su Palabra, como lo hacen sus Apóstoles en los Evangelios de este mes de enero.

31 enero 2018

27 enero 2018

24 enero 2018

ESTOS SERÁN NUESTROS HERMANOS MAYORES


En la pasada reunión de la Junta de Gobierno de la Hermandad del día 17 de Enero de 2008, 
se procedió al sorteo para la elección de los Hermanos Mayores de 2018 y estos son  los Hermanos que han sido elegidos y que han aceptado el cargo.

20 enero 2018

14 enero 2018

13 enero 2018

09 enero 2018

NACE EL GRUPO DE ORACIÓN HVMILITAS

Este grupo es una apuesta por parte de la Vocalía de Atención Espiritual al Cofrade y de la Junta
de Gobierno de la Hermandad para brindar a los hermanos, y a cualquier persona que lo desee, la posiblidad de tener un momento de encuentro con el Señor desde la Oración y la Reflexión.

Las reuniones del grupo serán los últimos miércoles de mes, en torno a las 8'30 de la tarde en la Capilla de nuestro titular, en la Parroquia de la Inmaculada Concepción.

1ª Reunión: 31 de Enero de 2018.
2ª Reunión: 21 de Febrero de 2018. (28 de Febrero festivo)
3ª Reunión: 7 de Marzo de 2018. (28 de Marzo Miércoles Santo)
4ª Reunión: 25 de Abril de 2018.
5ª Reunión: 30 de Mayo de 2018.
6ª Reunión: 27 de Junio de 2018.

08 enero 2018

VOLVEMOS A LA NORMALIDAD


Hoy miembros de la Junta han procedido al desmontaje de la carroza de la cabalgata. A veces parece que tras la fiesta las cosas desaparecen como si de un truco de magia de tratara, pero sin duda, eso no es así: son muchas las horas de montaje, pero tambien de deshacer, de recoger y dejar todo como si no hubiese pasado nada. Volvemos a la normalidad y a arrancar motores para preparar una Semana Santa baja en el calendario pero ilusionante y llena de horas que compartir y vivenciar.

07 enero 2018

06 enero 2018

UN BELÉN GOSPEL



A pesar de las inclemencias meteorológicas la ilusión pudo a la lluvia y aunque con un recorrido más corto los más pequeños vivieron otro año más la noche más mágica del año.




Este año la carroza de la Hermandad se inspiraba en las catedrales góticas con una falsa vidriera que representaba el nacimiento de Cristo. De esta capilla surgía un gran resplandor y dos bandadas de palomas. Los niños/as escenificaban los coros gospel americanos con túnicas azules y pelos a lo afro.



La Hermandad quiere agradecer a todos aquellos que han hecho posible la Carroza del Belén, así como a las empresas que han colaborado desinteresadamente: Don Colchón, Grafícas Galán, Conforquivir e Impacto. Tambien al Ilmo. Ayuntamiento por confiar en nosostros cada año para esta labor.

05 enero 2018

04 enero 2018

¡Y ARMAMOS EL BELÉN!


Pedimos a los papas que los niños/as de la Hermandad estén puntuales 
en la Glorieta de entrada a Villa del Río.

03 enero 2018

31 diciembre 2017