23 septiembre 2012

COMIENZA LA RESTAURACIÓN DE LA CANASTILLA DEL PASO DE MISTERÍO

El pasado Viernes se demontó el frontal de la canastilla del paso para someterlo a restauración: saneamiento, limpieza, lijado y pintado a mano en caoba.  

La canastilla es obra del escultor Juan Martínez Cerrillo, ejecutada para la Hermandad cordobesa de la Paz. Posteriormente adquirió el paso la Cofradía del Buen Suceso.  La Hermandad villarrense lo compró en 1996 y procedió a eliminar de manera sustancial las capas de purpurina de las décadas de los setenta y ochenta, que habían tapado los desperfectos del pan de oro original.

En torno al año 2000, se realiza una nueva mesa, se rediseña el canasto desechando las maderas en mal estado y se conserva la canastilla, adaptándola al nuevo armazón. Algunas de las tallas de la parte central, que no son utilizadas, se destinan al retablo actual del Señor.

Tras varios años en los que se había proyectado la posibilidad del dorado de la canastilla, la Hermandad rediseña de nuevo su proyecto y comienza con la restauración de la misma. Poco a poco, en varias fases, se irá dotando al paso de la orfebrería en plata, que aportará luz y contraste a la caoba.

La canastilla será enriquecida con un moldurón que le dará fuerza visual, ampliando y potenciando la parte inferior del paso.

12 septiembre 2012

MARÍA Y SU DULCE NOMBRE




Si la mar que por el mundo se derrama
tuviera tanto amor como agua fría
se llamaría por amor María
y no tan sólo mar como se llama…”

“Si la llama que el viento desparrama,
por amor se quemara noche y día,
esta llama de amor se llamaría
María, simplemente, en vez de llama.”

“Pero ni el mar de amor inundaría
con sus aguas eternas otra cosa
que los ojos del ser que sufre y ama.”

“ni la llama de amor abrasaría
con su energía misericordiosa
sino el alma que llora cuando llama.”


Eduardo González Viaña

03 septiembre 2012

LLEGA LA BAJÁ...


Bienvenido sea Septiembre cuando la Reina de Villa del Río baja a su pueblo a ver a los suyos.
En su brazos, como custodia primera, su Niño bendito de la Humildad.

Bienvenida Madre Nuestra de la Estrella Coronada