El pasado Viernes se demontó el frontal de la canastilla del paso para someterlo a restauración: saneamiento, limpieza, lijado y pintado a mano en caoba.

En torno al año 2000, se realiza una nueva mesa, se rediseña el canasto desechando las maderas en mal estado y se conserva la canastilla, adaptándola al nuevo armazón. Algunas de las tallas de la parte central, que no son utilizadas, se destinan al retablo actual del Señor.
Tras varios años en los que se había proyectado la posibilidad del dorado de la canastilla, la Hermandad rediseña de nuevo su proyecto y comienza con la restauración de la misma. Poco a poco, en varias fases, se irá dotando al paso de la orfebrería en plata, que aportará luz y contraste a la caoba.
La canastilla será enriquecida con un moldurón que le dará fuerza visual, ampliando y potenciando la parte inferior del paso.