Hoy a la Aurora del seno:
¡Qué glorioso que está el heno,
Porque ha caído sobre el.
Cuando el silencio tenía
todas las cosas del suelo,
y, coronada de yelo
reinaba la noche fría,
en medio la monarquia
de tieniebla tan cruel.
Caído se le ha un clavel
Hoy a la Aurora del seno:
¡Qué glorioso que está el heno,
Porque ha caído sobre el!
De un solo clavel ceñida,
la Virgen, de Aurora bella,
al mundo se lo dió, y ella
quedó cual antes florida:
a la púrpura caída
solo fue el heno fiel.
Caído se le ha un clavel
Hoy a la Aurora del seno:
¡Qué glorioso que está el heno,
Porque ha caído sobre el!
El heno, pues, que fue dino
a pesar de tantas nieves,
de ver en sus brazos leves
este rosicler divino
para su lecho fue lino,
oro para su dosel.
Caído se le ha un clavel
Hoy a la Aurora del seno:
¡Qué glorioso que está el heno,
Porque ha caído sobre el!
Luis de Góngora
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