08 diciembre 2014

INMACULADA CONCEPCIÓN


Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios te salve.
A ti clamamos, los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos
y, después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh, clemente!, ¡oh, piadosa!, ¡oh, dulce Virgen María!

V./ Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

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