Se marcha una mujer coraje, una Franciscana de la Divina Pastora que lo ha dado todo por la Iglesia de Villa del Río. Se va, obediente a su voto como religiosa de vida consagrada, dejándonos testimonio del AMOR Y SACRIFICIO que bien entendió de la fundadora de su orden, María Ana Mogas.
Una mujer de carácter fuerte, sencilla y con un corazón grande, entregada a su Comunidad, a su Colegio, a su Parroquia y a nuestro pueblo. Echaremos de menos su energía en la Misa de Niños y en el grupo de catequistas de Primera Comunión y de Confirmación. Su incansable tarea con los enfermos y mayores en su visitas domiciliarias llevando la comunión, o el calor de una simple conversación. Entendió el servicio a la comunidad de Villa del Río echándose a la calle, llevando su carisma franciscano por bandera.
Seguramente en su nuevo destino, seguirá regalando a los demás esa entrega gratuita que la hace ejemplo para muchos en estos tiempos que corren.
GRACIAS MADRE BALBINA.... nos vemos pronto!
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