Ayer realizó una subida histórica
a la Ermita de la Virgen de la Estrella con motivo de la Clausura del Año de la
Misericordia. A las 5’30 de la tarde, muy
puntual, salía de la Iglesia de la Inmaculada Concepción el titular de la
Hermandad del Miércoles Santo.
En un traslado muy cuidado en
detalles, el Señor impactó apareciendo tras el umbral con una túnica
tornasolada en terciopelo azul- grisáceo, donada por hermana de la Cofradía
para esta ocasión.
Tras la valiosa Cruz Parroquial de Damián de Castro, uno de los tesoros de la Parroquia villarrense, se abría el cortejo dos filas de promesas que portaban luz. Detrás, Hermanos Mayores y cuerpo de acólitos turiferarios y ceriferarios abrían paso a la parihuela donde el Señor, más Humilde que nunca, cautivó a los muchos fieles que se congregaron.
Un exorno floral muy elegante e
inusual en el paso del Señor, conformado por astromelias, lisiamtum y static
blancos y eucalipto, sirvió de hermoso calvario en una tarde donde la música de
un sexteto de la Agrupación Musical Cristo del Amor de Córdoba sumergieron a
los asistentes en un ambiente de respeto y de verdadera peregrinación hacía la
ermita de la Señora Coronada.
Se dieron momentos nunca antes
vividos, estampas imborrables del Señor subiendo por la calle José Sánchez,
donde los vecinos habían adornado sus fachadas con macetas, mantones y
colgaduras. Instantes inolvidables atravesando el puente y subiendo la empinada
cuesta hasta el santuario.
Ya en el atrio, instantáneas
históricas de la Hermandad de la Patrona recibiendo al Señor en la puerta de la
ermita y atravesando el dintel hasta llegar al altar Mayor, donde lo esperaba
la “Estrella de Septiembre”.
Comenzó la Solemne Eucaristía en
la que intervinieron las sopranos María Córdoba y Estrella Castro. Desde la
monición de entrada se advertía una misa que llamaba a la emoción; evocando la
alegría de una madre que recibe al hijo en casa, el regocijo y el amor con que
acoge al primogénito que vuelve tras un largo tiempo de ausencia por trabajo o
por tantas otras causas que pueden vivirse en cualquier hogar. En la homilía el
Párroco hizo un cantico a la Misericordia del Dios de la Humildad y de su Madre
bendita.
Tras las ofrendas y un momento de
la comunión inagotable, dada la masiva afluencia de personas que abarrotaron el
templo, la Hermandad de la Humildad daba las gracias a todos los asistentes,
hermandades, instituciones y personas que han colaborado en este acto
religioso, así como a la Hermandad de la Virgen de la estrella por su caluroso
recibimiento.
El Consiliario despidió a los
fieles agradeciendo el ambiente de recogimiento y de solemnidad que se había
vivido durante toda la tarde. También recordó que el próximo domingo, con
motivo de la Festividad de Cristo Rey del Universo, el Señor realizará su
bajada hasta la Parroquia a las 11 de la mañana, y que se realizará como viene
siendo costumbre la ofrenda de productos no perecederos destinados a Cáritas Parroquial.
El 12 de Noviembre de 2016,
quedará marcado en la historia cofrade
de Villa del Río y en las retinas de todas aquellas personas que vivenciaron el
encuentro misericordioso de Jesús de la Humildad con su Madre de la Estrella.
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