23 diciembre 2019

¿TIENE ALGO QUE DECIRNOS A NOSOTROS LA NAVIDAD?


En el último Encuentro de Oración del año que ha tenido lugar esta noche, hemos reflexionado sobre la Navidad.

A la gran mayoría de los que festejan la Navidad se les escapa por completo el acontecimiento que dio nacimiento a dicho festejo, quedando el hecho divino de la encarnación de Cristo como algo que difícilmente la gente ligue a esta fecha, mostrando así el desconocimiento completo de lo que debiera ser la razón y el corazón de la Navidad.

Si la despojamos de todos los adornos artificiales, de las reuniones familiares y los días de fiesta, para muchos no tiene más para decir. En sí, constituye un verdadero drama navideño, pues la gente no se da cuenta que la venida del Hijo de Dios para habitar como uno de nosotros es el mayor bien que se nos podría haber hecho jamás.

No hay regalo, por más precioso que resulte que se pueda comparar siquiera a lo que Dios Padre nos regaló esa noche en un pesebre de la pequeña aldea de Belén.

La Navidad es la llegada de todo el bien que Dios deseaba hacerle a la humanidad. Para aquellos que hemos tenido nuestra Navidad, es decir el momento en que Cristo vino a nuestros corazones, podemos decir que la luz llegó a nuestras vidas, que fueron totalmente cambiadas por su llegada. Hoy Cristo puede venir a tu vida también, para que compruebes por ti mismo que él es realidad y que la Navidad no es una feria más, sino que es el festejo del momento donde la eternidad tocó la historia para hacerse carne por amor por cada uno de nosotros.

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