Encuentro del Grupo de Oración. Septiembre 2020
En la noche de ayer celebramos el encuentro de oración que nos reúne cada último miércoles de mes. Y en esta ocasión pusimos sobre el altar nuestra reflexión sobre la fe como forma de amor a Dios.
Extraemos una parte del texto que sirvió de guion:
Te invito a hacer un análisis de
tu entorno y de ti mismo sobre lo que sientes por ti y por los que te rodean en
tu cotidianidad, ya sea a distancia o por cercanía. Tal vez estés sentado y te
vienen a la mente tus padres, hijos, hermanos, sobrinos, primos, tíos, amigos,
gente que ya no está en este mundo terrenal, sin embargo, siguen y seguirán
trascendiendo por el legado que lograron sembrar en ti.
Mientras tu mente hace este
recorrido, en un instante, experimentas los sentimientos que evocan a cada
persona. Sin duda, habrá una mezcla de ellos y el común denominador que une los
buenos pensamientos de todos los seres vivos que nos rodean y nos hacen sentir
bien es el AMOR.
El hecho que todos los días hagas
tu rutina y te enfrentes al mundo tiene un sentido y es el AMOR ya sea por ti
mismo o por los demás, por buscar siempre que quien te importa esté bien y cada
día, en la medida de lo posible, sea mejor en todos los aspectos.
Jesús está vivo en todo momento y
en cada instante de la vida de cada uno de los seres vivos. Dios es la verdad
absoluta y perfecta que para nuestra salvación nos entregó a su Hijo Redentor,
Jesucristo que fue crucificado, muerto y sepultado y RESUCITÓ para nuestra
gloria eterna.
Hay que entender el término
“resucitar” más allá de la simple reanimación física de un cadáver pues Jesús
resucitó y sigue vivo y seguirá por toda la eternidad y está entre nosotros.
Simplemente es cuestión de observarlo con los ojos de la fe.
¿Qué es la Fe? La fe es tener la
certeza de tener algo que aún no se puede tener o ver.
Eso es la fe y vivirla significa
practicar la esperanza y caridad en el día a día con nosotros mismos y con
todos los que nos rodean.
¿Crees que no tienes Fe?
Te voy a demostrar que en algún
momento la has practicado y en algo muy sencillo que lo puedes extrapolar a
otros temas. El hecho que estés leyendo este artículo, me demuestra tu fe pues
sabes leer. Alguien te enseñó y sin duda empezaste con algo que no tenías (no
sabías leer) y terminaste leyendo. Así con todo lo que emprendes, persigues y
luchas. La fe no es cuestión “mágica” pues para que lo sepas los creyentes
católicos en lo que menos creemos es en las cosas “mágicas,” eso va en contra
de la naturaleza de Cristo.
Jesús está vivo en el amor que le
tienes a tu familia, amigos, animales y ese amor te perfecciona y te hace
asemejarte a ÉL.
Basta de creer que el creyente católico viene a este mundo a sufrir pues eso es una interpretación errónea de las enseñanzas de Cristo. Creas en lo que creas, nadie está exento de sufrimiento y adversidades, sin embargo, sí está en tu libertad decidir qué hacer con ese sufrimiento. Jesús está vivo en la transformación positiva de las personas que logran convertir lo “malo” en oportunidades de ser mejores personas que los acercan más a Jesús mismo, en ser dignos de Él. Sin embargo, con tu libre albedrío, también tienes la opción de elegir un camino que te aleja de Él, sin duda, será el que no implique esfuerzo interno y a la larga te creará más problemas y adversidades que, finalmente, te vuelven a colocar en la disyuntiva de elegir a Jesús (AMOR) o no.
PUEDE VISUALIZARSE COMPLETA EN LA PESTAÑA GRUPO DE ORACIÓN
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