25 agosto 2021

EL PODER DE LA ORACIÓN

 

ENCUENTRO DE ORACIÓN. AGOSTO 2021

El verano termina y tras este tiempo de esparcimiento, de descanso y de días de relax con nuestras familias, hoy nuestro encuentro se ha centrado en la Oración. A través de esta bella historia, del Evangelio y de la música hemos tenido presentes a nuestros hermanos de Afganistan y Haití, que viven momentos tan difíciles:

Un barco naufragó en una tormenta y sólo dos hombres pudieron nadar hasta una isla desierta. Los dos hombres no sabían qué hacer y decidieron que ambos debían orar a Dios.

Decidieron que para saber cuál de los dos haría las oraciones más eficaces iban a separarse; y, así, decidieron establecerse en lados opuestos de la isla.

Lo primero por lo que oraron fue por alimentos.   A la mañana siguiente, el primer hombre vio un frondoso árbol de frutas en su territorio, del cual pudo comer. El segundo hombre no recibió nada.

Varios días después el primer hombre se sintió solo y oró por una mujer que le acompañase.

Al próximo día, otro barco naufragó y la única sobreviviente fue una mujer que llegó a su territorio y allí se estableció como su compañera.

Los dos hombres siguieron orando y el primero pidió en sus oraciones casa, ropa y más alimentos. Como por arte de magia el primer hombre recibió todos sus deseos, mientras el segundo nada recibía.

Finalmente, el primer hombre oró por un barco de manera que él y su compañera pudieran dejar la isla.  Al día siguiente, un barco llegó milagrosamente al lado donde él vivía, y decidió dejar al segundo hombre abandonado en la isla, pues consideró que sus oraciones no habían recibido la bendición de Dios y por eso no habían sido respondidas.

Cuando el barco zarpaba de la isla escuchó una voz resonando desde los cielos que le preguntó:

-¿Por qué dejaste a tu compañero abandonado en la isla?

El primer hombre respondió a la voz:

-Mis bendiciones son sólo mías porque fui yo quien las pidió. Las súplicas de mi compañero no fueron escuchadas por Dios, porque Dios no tenía nada para él.

La voz le respondió:

-Estás totalmente equivocado, él sólo tuvo una súplica que yo le respondí.

A lo cual el primer hombre preguntó:

-Dime entonces, ¿Qué pidió él para que yo le deba algo en pago?

La voz le respondió:

-Él oró sencillamente para que todas tus súplicas fueran concedidas.

 

REFLEXIÓN:

1. ¿Es la oración nuestro motor como cristianos?

2. ¿Sabemos encontrar y buscar los momentos para ella en esta vida llena de ruidos?

3.  ¿Qué pedimos a Dios?

4. ¿A quién tenemos presentes en nuestras oraciones?

5. ¿Somos empáticos, o por el contrario, somos egoístas y pedimos solo por nuestros problemas y necesidades?

6. ¿Ponemos por delante al hermano sufriente y abatido por sus circunstancias?

7. ¿Entendemos que la Oración por los demás y en comunidad es fuente de fraternidad y agrada al Padre?

Puede visualizarse completa en humildadvilladelrio.blogspot.com en la pestaña Grupo de Oración.

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