Hoy la Familia franciscana celebra el día en que San Francisco experimentó el dolor de Cristo en la cruz, tras recibir los estigmas en pies, manos y costado.
Dios como a su espejo os trata,
Francisco; que gusta Dios
de ver retratado en vos
el mismo amor que le mata.
Tan bien a Dios retratáis,
que el mismo Dios parecéis,
aunque en la cruz excedéis;
que en él os crucificáis.
Dios sus heridas retrata
en vos, porque gusta Dios
de ver retratado en vos
el mismo amor que le mata.
Es de Dios tanto el amor,
aunque en sí te considere,
que tener espejo quiere
para que le haga mayor.
Y como tanto retrata
el vuestro, santo, al de Dios,
gusta de mirar en vos
el mismo amor que le mata.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
por los siglos de los siglos. Amén
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