Encuentro del Grupo de Oración. Octubre 2022.
En la noche de hoy hemos vuelto a reunirnos a los pies del señor. Termina Octubre, mes de celebraciones como las de la Virgen del Rosario o de Pilar, además de las fiestas de San Francisco y de María Ana, de la familia Franciscana y de Santa Teresa de Jesús, entre otros.
Todos ellos
ejemplo de santidad y sobre todo de valentía. No se dejaron turbar por el miedo
a proclamar las grandezas de Dios y del ser humano en su mejor versión. Por
ello, hoy vamos a reflexionar sobre el miedo que nos paraliza y nos hace conformarnos
en una esclavitud confortable que no nos hace crecer.
Ofrecemos esta oración por todas aquellas personas que sienten miedo. Para que sean capaces de romper las barreras que les impiden manifestarse y realizarse en lo que realmente son.
REFLEXIÓN: La cárcel del miedo
En la Columbia Británica, las autoridades decidieron sustituir la vieja prisión de Fort Alcan. Había estado en servicio durante centenares de años, pero se necesitaban unas instalaciones nuevas.
Cuando la nueva prisión estuvo terminada, los reclusos fueron trasladados al nuevo edificio y se los puso a trabajar en el derribo de la vieja estructura. Entonces encontraron algo que los dejó atónitos.
Los muros de la vieja prisión no estaban hechos con acero, como todos pensaban. Estaban hechos de papel y arcilla pintados para que tuvieran el aspecto del acero. Las puertas de las celdas eran de acero, así como los barrotes de cinco centímetros de las ventanas. Pero las paredes eran solo arcilla y papel. Si los prisioneros hubiesen golpeado la pared con una silla, podrían haber roto la pared. Pero el aspecto de los muros los convenció de que la fuga era imposible.
Algunas personas están prisioneras de sus miedos. Temen probar cosas nuevas porque podrían ponerse en evidencia.
Hay niños que son tímidos, tan vergonzosos, que se sientan en un rincón mientras los demás se divierten. Si pudiesen derribar el muro de su sentido del ridículo, podrían tener amigos y disfrutar mucho más de la vida.
Hay jóvenes a los que les encantaría volver a la universidad y prepararse en una carrera, pero tienen miedo de no poder lograrlo.
Hay gente de todas las edades que querría hablar a los demás de Jesús, pero temen el rechazo. Alguien podría hacer broma de ellos o enojarse. Por eso se quedan sentados y dejan pasar las oportunidades de dar testimonio.
Nuestra capacidad de tener miedo es dada por Dios. Parte de nuestra
constitución emocional como seres humanos es la capacidad de experimentar
emociones angustiantes provocadas por la anticipación de dolor, daño o pérdida.
Al igual que la ira o el dolor, el miedo es un regalo para nosotros, útil para
fines específicos, pero Dios nunca tuvo la intención de que sea el marco
permanente de nuestras vidas. Si tenemos miedo a algo de manera continua, ese
miedo no es de Dios.
El Señor está conmigo; no tengo miedo. ¿Qué me puede hacer el hombre? Salmo 118:6.
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
-
¿A qué tienes miedo?
-
¿Vives en el conformismo a causa del miedo?
- ¿Estamos sumidos tras esta pandemia en un mundo de miedos y de no
atreverse? O al contrario ¿En una sociedad que ha perdido el miedo a todo?
-
¿Hay algo que te impida afrontar un desafío que merece la pena?
-
¿Permites que los muros de la inseguridad te tengan atrapado?
-
¿Sabes que Dios, siempre, siempre está a tu lado: en los momentos de miedo,
de cobardía por que como Padre-creador sabe de la condición humana?
ORACIÓN FINAL: Salmo 27.
1. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién podré temer? El Señor es la
fortaleza de mi vida, ¿ante quién puedo temblar?
2. Cuando me asaltan los criminales para destrozarme, son ellos, mis
opresores y enemigos, los que tropiezan y sucumben.
3. Aunque un ejército acampe contra mí, mi corazón no teme; aunque una
guerra estalle contra mí, estoy tranquilo.
4. Una cosa pido al Señor, sólo eso busco: habitar en la casa del Señor
todos los días de mi vida para gustar la dulzura del Señor y contemplar la
belleza de su templo.
5. Él me dará cobijo el día de la desgracia, me esconderá en lo oculto de
su tienda, me subirá a lo alto de la roca;
6. Así mi cabeza dominará a los enemigos que me cercan, en su tienda podré
ofrecer sacrificios entre aclamaciones, cantando y ensalzando al Señor.
7. Escucha, Señor, mi grito suplicante, ten compasión de mí, respóndeme.
8. De ti mi corazón me ha dicho: "Busca su rostro"; es tu rostro,
Señor, lo que yo busco;
9. No me ocultes tu rostro, no rechaces con cólera a tu siervo; tú eres mi
auxilio, no me abandones, no me dejes, oh Dios, salvador mío.
10. Mi padre y mi madre me han abandonado, y el Señor me ha recogido.
11.Enséñame, Señor, tus sendas y guíame por el camino recto, pues me están
acechando;
12. No me entregues al capricho de mis perseguidores, pues se han alzado
contra mí testigos falsos que respiran violencia.
13.Yo estoy seguro que he de ver los bienes del Señor en el mundo de los
vivos.
14. Espera en el Señor, ten ánimo, sé fuerte, espera en el Señor."
Puede visualizarse completa en:
https://humildadvilladelrio.blogspot.com/p/grupo-de-oracion-hvmilitas.html
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