Encuentro del Grupo de Oración. Febrero 2023.
Hoy, Miércoles de Ceniza hemos celebrado oración. Empieza la Cuaresma, un tiempo nuevo y especial para todos los cristianos que nos preparamos para uno de los momentos más importantes; la redención de Jesús que se entrega y resucita por los hombres.
Hemos reflexionado sobre el Evangelio y a través de una bella historia que nos dará buenas pautas a poner en práctica esta Cuaresma.
Ofrecimos esta oración por todos aquellos que están enfrentados a la familia o amigos, que no perdonan, que se sumen en el orgullo y no reconocen sus debilidades. Para que, en este tiempo, se tiendan puentes de acercamiento, de amistad y solidaridad para con nuestros hermanos.
REFLEXIÓN: “Construir puentes”
No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas adyacentes empezaron a discutir. Ésta fue su primera discusión seria que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro con hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes de forma continua.
Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente.
Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta llegar a ser una diferencia mayor entre ellos, hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas, seguido de semanas de silencio.
Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero. "Estoy buscando trabajo por unos días", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso". "Sí", dijo el mayor de los hermanos, "tengo un trabajo para usted”.
Mire al otro lado del arroyo aquella granja, ahí vive mi vecino, bueno, de hecho, es mi hermano menor". "La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros y él cogió su tractor y desvió el cauce del río para que quedara entre nosotros". "Bueno, él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor.
¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero?"
"Quiero que construya una cerca, una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más."
El carpintero le dijo: "Creo que comprendo la situación”. Muéstreme donde están los clavos y la pala para hacer los hoyos de los postes y le entregaré un trabajo que lo dejará satisfecho."
El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja durante todo el día para ir al pueblo a por comida. El carpintero trabajó duro todo el día midiendo, cortando, clavando. El granjero regresó cuando se acercaba la noche, el carpintero justo había terminado su trabajo.
El granjero quedó con los ojos completamente abiertos y la boca abierta. ¡¡¡No había ninguna cerca de dos metros!!! En su lugar había un puente. ¡¡Un puente que unía las dos granjas por encima del río!!- Era un bonito puente con pasamanos.
En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano le dijo: "Eres un gran tipo, ¡¡mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho!!".
Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas. "¡No, espera!", le dijo el hermano mayor. "Quédate unos cuantos días. Tengo muchos proyectos para ti", le dijo el hermano mayor al carpintero.
"Me gustaría quedarme", dijo, "pero tengo muchos puentes que construir".
PREGUNTAS REFLEXIÓN:
¿Cómo te has sentido con esta lectura?
¿En qué ocasiones actuamos como el hermano mayor y construimos cercas o vallas que nos separan de los demás?
¿Valoramos los momentos de paz cuando los enfados, riñas, peleas nos separen de las personas a las que queremos?
¿Qué actitudes son constructoras de puentes como el que hizo el carpintero?
¿Aprovecharás el tiempo de Cuaresma para tender puentes?
¿Somos capaces de abajarnos, de soltar nuestro orgullo en beneficio de las relaciones humanas?
¿Nos escondemos en ritos o en exposiciones publicas hipócritas en vez den momentos de oración, caridad y ayuno verdadero?
ORACIÓN FINAL:
Invitados al comienzo de esta cuaresma, a “hablar con el Padre que está en lo profundo de nuestro corazón” a encontrarnos con El a través de nuestra oración comunitaria o personal, a mirar a nuestro alrededor, a lo más débil y necesitado porque allí también está Dios.
Invitados también a dar, a tener una mirada solidaria, a dar ¿qué? Dar de nuestro dinero, dar de nuestro tiempo, dar de nuestra alegría, dar de … para que no exista tanta desigualdad, para que el otro se sienta un poco menos sólo, un poco más querido dar ¿qué? La llamada de Jesús es personal, la respuesta también.
Y, por último, invitados a ayunar. Y es importante tener un sentido de disciplina frente a lo que instintivamente nos apetece. Ayunar de todo aquello que puede lastimar a otra persona, de lo que pueda lastimarme a mí. El ayuno no se refiere sólo a la comida, aunque también, pero, los dietistas también lo recomiendan y este es un ayuno que Jesús lo retoma para darle su verdadero significado.
Señor, al iniciar este camino cuaresmal, ayuda nuestra fragilidad,
fortalece nuestra voluntad para vivir la Pascua, experiencia de encuentro con
el Resucitado con un espíritu “en forma”. Te lo pedimos Señor. Ven en ayuda de
nuestra fragilidad.
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