31 mayo 2023

LA SILLA

 

Encuentro del Grupo de Oración. Mayo 2023.

Hoy hemos vuelto a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor.

Alegres tras la fiesta de Pentecostés en este que se termina, mes de mayo, Hemos reflexionado sobre ese estar al servicio, esa vitalidad cristiana que nos pide Cristo inspirada por el Espíritu Santo.

Ofrecemos esta oración por todos aquellos que están al servicio de los enfermos, los pobres y de todo aquel que lo necesita. Por todos aquellos que se ponen en la piel de quien tiende una mano en circunstancias difíciles.

REFLEXIÓN: Jorge Bucay en su libro “El camino de la espiritualidad”.

“Cuentan que había una parroquia en la que era habitual que los domingos, después de misa, todos los fieles se sentaran a una mesa y compartieran frutas y algunos zumos naturales. Charlaban sobre las cosas cotidianas, y así pasaban juntos un largo rato.

Un día llegaron a la parroquia dos hombres muy poderosos que asistieron a misa. Después de la eucaristía, se reunieron con los demás alrededor de la mesa. Cuando se hubieron ido todos los fieles, se acercaron al párroco para comentar lo que habían visto.

Le dijeron que todo les pareció muy lindo, especialmente el ágape que celebraban después de la misa.

Lástima, dijo uno de ellos después de los piropos, que, entre tu gente, como en todos lados, haya también algunas ovejas descarriadas…

¿Por qué decís eso?, les preguntó el párroco.

Lo hemos notado cuando todos salían hacia el encuentro después de la misa, explicó el otro. Vimos con alegría que algunos de tus parroquianos son, efectivamente, personas muy solidarias. Sin que nadie se lo pida, salen de la iglesia llevando dos sillas, evidentemente una es para sentarse ellos mismos y la otra para ofrecérsela a alguien. Pero también vimos a los otros: los “cómodos”; esos pasotas y aprovechados, que salen sin llevar ninguna silla y se sientan en alguna que encuentren libre sin hacer ningún esfuerzo.

Pero esos no son peores, intervino su compañero, porque pienso que, alguno de esos, no son cómodos, sino ignorantes; a mí los que más me inquietan son los egoístas, los miserables, los que saben que necesitan sillas pero solo llevan una para ellos.

Te lo decimos, concluyó el otro, porque sabemos que te llenas la boca alardeando de que tu gente es maravillosa. Debes saber que tienes de todo… como es lógico.

El párroco, que había escuchado atentamente la explicación, respondió:

La verdad es que de lo único que hago alarde es de conocer bien a mi gente, aunque soy consciente de que solo puedo verlos desde mis propios ojos, que quizá no sean los que están debajo de mis cejas. Es cierto que hay gente solidaria que lleva una silla para sí y otra para alguien más, pero a esos que salen sin ninguna silla, y a los que tú llamas “cómodos”, “pasotas” o “aprovechados”, los conozco muy bien. Son aquellos que confían tanto en sus hermanos de comunidad, que saben que no necesitan llevar una silla porque siempre habrá una para ellos.

El párroco hizo una pausa, miró a los dos hombres y se dirigió al segundo.

A los otros, esos que tú llamas “egoístas”, también los conozco. A mis ojos, ellos son los mejores; son los que han aprendido a combinar la vocación de servir, con la mayor de las confianzas.

Ellos llevan una única silla para ofrecérsela a alguien que la pueda necesitar; no llevan la propia porque también saben, de sobra, que alguien llevará la de ellos. Está claro que los ojos con los que yo los veo no son los mismos con los que miráis vosotros…”

¡Hay que ser muy grande para tener esa actitud de servicio! Para que tu estado habitual sea el de estar pendiente a las necesidades de los demás, adelantarte a ellas y conseguir que los que te rodean sean un poco más felices. ¿Y no es una maravilla conseguirlo? ¡Yo creo que sí! Porque cuando se logra que una comunidad entera, como la del cuento de Bucay, tenga esa actitud de servicio, se alcanza la tranquilidad, ¿no os parece?

PREGUNTAS REFLEXIÓN:

- ¿Os habéis preguntado alguna vez si tenéis esa actitud de servicio?

Rasgos:

Cuando hacéis algo por otra persona, no esperáis que os lo agradezca. ¡Por supuesto que es gratificante recibir el agradecimiento de los demás!, pero cuando ayudas a los demás desde una actitud de servicio no lo haces con el objetivo de recibir ningún tipo de agradecimiento.

Conocéis las necesidades de los demás. Sabéis qué necesitan y en qué podéis ayudarles. Porque estáis pendientes de las personas que os rodean. Sois capaces de escucharlas y de que se abran con vosotros, que os muestren sus necesidades. De esta forma, os podéis adelantar y actuar antes de que os lo pidan.

Siempre estáis dispuestos a ayudar. No importa el cansancio. Vuestra actitud es la de estar dispuesto siempre que surja la necesidad. Porque es tu estado habitual.

Y siempre prestáis esta ayuda con alegría. Porque conocéis la satisfacción que se siente cuando se contribuye a que otra persona sea un poco más feliz porque tú has estado a su lado.
- ¿Os habéis reconocido en alguno de estos rasgos?
- ¿Os preguntéis al final de cada día, si habéis tenido la oportunidad de ayudar a alguien?
- Si has ayudado a esa persona: ¿Cómo te has sentido?
- ¿Os animáis a adoptar una actitud de servicio?

Puede visualizarse completa en:
https://humildadvilladelrio.blogspot.com/p/grupo-de-oracion-hvmilitas.html

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