ENCUENTRO DE ORACIÓN DE DICIEMBRE 2024
Volvemos a celebrar la oración que nos reúne al lado del Señor. Termina Diciembre; mes que iniciamos recodando la grandeza del Dogma de la Virgen Inmaculada Concepción, titular de nuestra Parroquia, y hoy, último miércoles de mes, la fiesta más importante para los cristianos: Dios nace, Dios se hace hombre.
Ofrecemos nuestra oración por todos aquellos que no creen en Dios, ni en su encarnación en su hijo Jesús. Por todos lo que se encuentran perdidos en la fe y por aquellos que andan en tinieblas y encontrarán la luz en el Cristo que nace.
Comencemos esta oración sin perder la actitud de
silencio y reflexión que nos traen aquí.
MÚSICA:
Allá en el pesebre
https://www.youtube.com/watch?v=EYZLo_buUdU
LECTURA DEL EVANGELIO
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 2,1-20.
En aquella época apareció un decreto del
emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este
primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. Y cada uno iba a
inscribirse a su ciudad de origen. José, que pertenecía a la familia de David,
salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad
de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada.
Mientras se encontraban en Belén, le llegó el
tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en
pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el
albergue.
En esa región acampaban unos pastores, que
vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el
Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron
un gran temor, pero el Ángel les dijo: «No teman, porque les traigo una buena
noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les
ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor.
Y esto les servirá de señal: encontrarán a un
niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Y junto con
el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a
Dios, diciendo: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los
hombres amados por él”.
Después que los ángeles volvieron al cielo, los
pastores se decían unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido
y que el Señor nos ha anunciado».
Fueron rápidamente y encontraron a María, a José,
y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían
oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados
de que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las
meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a
Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían
recibido. Palabra de Dios.
MÚSICA AMBIENTAL DE ORACIÓN
https://www.youtube.com/watch?v=QOAkVCigk5Y
REFLEXIÓN
La Navidad es una de esas fechas donde pareciera que todo o casi todo a sido dicho ya, lo cual, en parte, es cierto.
Pero no por cierto es que podemos dejar pasar esta fecha sin que nos demos cuenta de lo que estamos festejando, porque en una sociedad tan atada al consumo, parece que la Navidad es sólo una oportunidad donde nos vemos casi obligados a consumir más que en otras fechas, primando el tener por sobre todo lo demás.
A la gran mayoría de los que festejan la Navidad
se les escapa por completo el acontecimiento que dio nacimiento a dicho
festejo, quedando el hecho divino de la encarnación de Cristo como algo que
difícilmente la gente ligue a esta fecha, mostrando así el desconocimiento
completo de lo que debiera ser la razón y el corazón de la Navidad.
¿Tiene algo que decirnos a nosotros la Navidad?
Si la despojamos de todos los adornos artificiales, de las reuniones familiares y los días feriados, para muchos no tiene más para decir. Creo que eso, en sí, constituye un verdadero drama navideño, pues la gente no se da cuenta que la venida del Hijo de Dios para habitar como uno de nosotros es el mayor bien que se nos podría haber hecho jamás. No hay regalo, por más precioso que resulte que se pueda comparar siquiera a lo que Dios Padre nos regaló esa noche en un pesebre de la pequeña aldea de Belén. Una humanidad corrompida entonces y ahora, recibía, sin percibirlo, a aquel que es el único que puede brindarles lo que tanto se dice por estas fechas, pero que tan poco se vive en la realidad: paz y salvación.
Pero parece que ello queda en segundo plano cuando se trata de la Navidad, pues sólo comprando y teniendo la gente parece ser feliz, cuando dejan pasar lo único verdaderamente necesario para ellos: el regalo de Dios en Cristo.
La Navidad es la llegada de todo el bien que Dios deseaba hacerle a una humanidad necesitada de dicho bien. Por más auto suficiente que la humanidad se crea, desde la perspectiva de la eternidad, es desdichada, desnuda y pobre, carente de todo lo que pueda conducirla al bienestar verdadero y a una relación gozosa con la deidad. Despreciar, ignorando, el regalo de Cristo llegando a nuestro mundo para compartir nuestra experiencia humana, enseñarnos, dejarnos ejemplo y, sobre todo y ante todo, para morir por nuestros pecados, hacer a un lado ese regalo es condenarnos a una vida que apenas merece el nombre de tal.
Navidad es la llegada del Hijo de Dios a los hombres para ser su Salvador y Señor. Es el hecho que abre las puertas para la salvación de todos los hombres y mujeres que crean en él y lo reciban para llenar de sentido sus vidas, darles vida abundante y eterna y llenarlos de una felicidad que vas más allá de lo que podamos experimentar fuera de él.
Para aquellos que hemos tenido nuestra Navidad, es decir el momento en que Cristo vino a nuestros corazones, podemos decir que la luz llegó a nuestras vidas, que fueron totalmente cambiadas por su llegada.
Hoy Cristo puede venir a tu vida también, para
que compruebes por ti mismo que él es realidad y que la Navidad no es una feria
más, sino que es el festejo del momento donde la eternidad tocó la historia
para hacerse carne por amor por cada uno de nosotros.
Reflexión personal:
- ¿En qué notas en tu interior que llegó la
Navidad?
- ¿Has vivido tu Navidad particular: esa que nos
habla del encuentro personal con Cristo vivo?
- ¿Imitamos a ese Dios hombre que viene a ser
ejemplo de Humildad y de sencillez?
- ¿Llevamos a los demás a ese Jesús: admirable, consejero,
Dios fuerte, Padre Eterno, Príncipe de paz?
MÚSICA:
Hallelujah – Pentatonix
https://www.youtube.com/watch?v=haFHrfmfHbc
SALMO 129:
Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿Quién podrá resistir? Pero de ti procede el perdón, y así infundes respeto.
Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra; mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor, como el centinela la aurora; porque del Señor viene la misericordia, la redención copiosa; y él redimirá a Israel de todos sus delitos.
PADRENUESTRO/ AVE MARÍA/ GLORIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario