En la tarde de ayer, convocados por la Comunidad de Franciscanas de la Divina Pastora y nuestra Hermandad de la Humildad, se celebró la oración de Navidad que llevaba por lema "Encendiendo luces de Esperanza".
En este tiempo de adviento, María se convierte en nuestra Esperanza, Ella nos trae al Divino Salvador, luz del mundo, y en Ella se basó esta primera parte de la oración.
Como decía el texto: los grandes acontecimientos se anunciaban con un pregón, nosotros hoy vamos a pregonar, a anunciar con fuerza y alegría este Pregón de Adviento.
Despertad, que empieza un nuevo día, un día que alumbra la esperanza. Quitad de vuestras vidas la rutina, que la tristeza no invada vuestras almas.
Abrid, todas las puertas, que entre la luz, abrid que entre la brisa, abrid las ventanas. Que brote la flor y la sonrisa y se limpien todas las miradas.
Id a gritarlo por las plazas: El Dios del amor y la ternura pasará por la puerta de tu casa. Vigila, estate atento, pues seguro, te pide que le dejes visitarla.
No durmáis, esperad pacientes, a veces la noche es larga. Mirad que se acerca sin ruidos, ni estruendos, sencillamente pasa, y si velas Él te aguarda.
Traerá vestidos nuevos para todos. Vestidos con su gracia. Y las viejas rutinas que nos dejan dormidos, quedarán para siempre apagadas, porque siempre su luz y su presencia nos regalan la vida renovada.
Que el miedo no reine entre nosotros, cuando vemos que el mundo tanto cambia. El Señor está cerca, ¿No lo sientes?, Él pasa a nuestro lado y nos levanta.
¡Es Adviento! Que es tiempo inundado por la gracia. María con su cálida voz nos acompaña. A los desencantados y aturdidos, a los enfermos sin esperanza.
Acompaña a los que nada ven, ni esperan nada, a los que la injusticia ha empobrecido, a los que el virus del egoísmo mata. ¡Qué alumbre a todos con más fuerza la esperanza!.
Velemos, Velemos juntos, se acerca la Gracia, viene nuestra ESPERANZA.
De manera simbólica, presentamos las peticiones al Jesús que nace por las necesidades del mundo, la paz, la fraternidad, la solidaridad, la
La oración concluyó con la acción de gracias compartiendo la alegría de sentirnos familia franciscana.
Queremos dar las gracias a Madre Toñi Caballero y a la Comunidad en general, por estrechar lazos con nuestra Hermandad y que esta sea una de las muchas actividades que realicemos juntos.
Contemplando con Francisco y Mª Ana la pequeñez y humildad del Enmanuel, deseamos a todos la Paz y una feliz bendecida Navidad.
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