04 marzo 2014

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2014

Papa Francisco

Se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (cfr. 2 Cor 8, 9)

Queridos hermanos y hermanas:

Con ocasión de la Cuaresma os propongo algunas reflexiones, a fin de que os sirvan para el camino personal y comunitario de conversión. Comienzo recordando las palabras de san Pablo: «Pues conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza» (2 Cor 8, 9). El Apóstol se dirige a los cristianos de Corinto para alentarlos a ser generosos y ayudar a los fieles de Jerusalén que pasan necesidad. ¿Qué nos dicen, a los cristianos de hoy, estas palabras de san Pablo? ¿Qué nos dice hoy, a nosotros, la invitación a la pobreza, a una vida pobre en sentido evangélico?

La gracia de Cristo

Ante todo, nos dicen cuál es el estilo de Dios. Dios no se revela mediante el poder y la riqueza del mundo, sino mediante la debilidad y la pobreza: «Siendo rico, se hizo pobre por vosotros…». Cristo, el Hijo eterno de Dios, igual al Padre en poder y gloria, se hizo pobre; descendió en medio de nosotros, se acercó a cada uno de nosotros; se desnudó, se “vació”, para ser en todo semejante a nosotros (cfr. Flp 2, 7; Heb 4, 15). ¡Qué gran misterio la encarnación de Dios! La razón de todo esto es el amor divino, un amor que es gracia, generosidad, deseo de proximidad, y que no duda en darse y sacrificarse por las criaturas a las que ama. La caridad, el amor es compartir en todo la suerte del amado. El amor nos hace semejantes, crea igualdad, derriba los muros y las distancias. Y Dios hizo esto con nosotros. Jesús, en efecto, «trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros excepto en el pecado» (Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, 22).

La finalidad de Jesús al hacerse pobre no es la pobreza en sí misma, sino —dice san Pablo— «…para enriqueceros con su pobreza». No se trata de un juego de palabras ni de una expresión para causar sensación. Al contrario, es una síntesis de la lógica de Dios, la lógica del amor, la lógica de la Encarnación y la Cruz. Dios no hizo caer sobre nosotros la salvación desde lo alto, como la limosna de quien da parte de lo que para él es superfluo con aparente piedad filantrópica. ¡El amor de Cristo no es esto! Cuando Jesús entra en las aguas del Jordán y se hace bautizar por Juan el Bautista, no lo hace porque necesita penitencia, conversión; lo hace para estar en medio de la gente, necesitada de perdón, entre nosotros, pecadores, y cargar con el peso de nuestros pecados. Este es el camino que ha elegido para consolarnos, salvarnos, liberarnos de nuestra miseria. Nos sorprende que el Apóstol diga que fuimos liberados no por medio de la riqueza de Cristo, sino por medio de su pobreza. Y, sin embargo, san Pablo conoce bien la «riqueza insondable de Cristo» (Ef 3, 8), «heredero de todo» (Heb 1, 2).

¿Qué es, pues, esta pobreza con la que Jesús nos libera y nos enriquece? Es precisamente su modo de amarnos, de estar cerca de nosotros, como el buen samaritano que se acerca a ese hombre que todos habían abandonado medio muerto al borde del camino (cfr. Lc 10, 25ss). Lo que nos da verdadera libertad, verdadera salvación y verdadera felicidad es su amor lleno de compasión, de ternura, que quiere compartir con nosotros. La pobreza de Cristo que nos enriquece consiste en el hecho que se hizo carne, cargó con nuestras debilidades y nuestros pecados, comunicándonos la misericordia infinita de Dios. La pobreza de Cristo es la mayor riqueza: la riqueza de Jesús es su confianza ilimitada en Dios Padre, es encomendarse a Él en todo momento, buscando siempre y solamente su voluntad y su gloria. Es rico como lo es un niño que se siente amado por sus padres y los ama, sin dudar ni un instante de su amor y su ternura. La riqueza de Jesús radica en el hecho de ser el Hijo, su relación única con el Padre es la prerrogativa soberana de este Mesías pobre. Cuando Jesús nos invita a tomar su “yugo llevadero”, nos invita a enriquecernos con esta “rica pobreza” y “pobre riqueza” suyas, a compartir con Él su espíritu filial y fraterno, a convertirnos en hijos en el Hijo, hermanos en el Hermano Primogénito (cfr Rom 8, 29).

Se ha dicho que la única verdadera tristeza es no ser santos (L. Bloy); podríamos decir también que hay una única verdadera miseria: no vivir como hijos de Dios y hermanos de Cristo.

Nuestro testimonio

Podríamos pensar que este “camino” de la pobreza fue el de Jesús, mientras que nosotros, que venimos después de Él, podemos salvar el mundo con los medios humanos adecuados. No es así. En toda época y en todo lugar, Dios sigue salvando a los hombres y salvando el mundo mediante la pobreza de Cristo, el cual se hace pobre en los Sacramentos, en la Palabra y en su Iglesia, que es un pueblo de pobres. La riqueza de Dios no puede pasar a través de nuestra riqueza, sino siempre y solamente a través de nuestra pobreza, personal y comunitaria, animada por el Espíritu de Cristo.

A imitación de nuestro Maestro, los cristianos estamos llamados a mirar las miserias de los hermanos, a tocarlas, a hacernos cargo de ellas y a realizar obras concretas a fin de aliviarlas. La miseria no coincide con la pobreza; la miseria es la pobreza sin confianza, sin solidaridad, sin esperanza. Podemos distinguir tres tipos de miseria: la miseria material, la miseria moral y la miseria espiritual. La miseria material es la que habitualmente llamamos pobreza y toca a cuantos viven en una condición que no es digna de la persona humana: privados de sus derechos fundamentales y de los bienes de primera necesidad como la comida, el agua, las condiciones higiénicas, el trabajo, la posibilidad de desarrollo y de crecimiento cultural. Frente a esta miseria la Iglesia ofrece su servicio, su diakonia, para responder a las necesidades y curar estas heridas que desfiguran el rostro de la humanidad. En los pobres y en los últimos vemos el rostro de Cristo; amando y ayudando a los pobres amamos y servimos a Cristo. Nuestros esfuerzos se orientan asimismo a encontrar el modo de que cesen en el mundo las violaciones de la dignidad humana, las discriminaciones y los abusos, que, en tantos casos, son el origen de la miseria. Cuando el poder, el lujo y el dinero se convierten en ídolos, se anteponen a la exigencia de una distribución justa de las riquezas. Por tanto, es necesario que las conciencias se conviertan a la justicia, a la igualdad, a la sobriedad y al compartir.

No es menos preocupante la miseria moral, que consiste en convertirse en esclavos del vicio y del pecado. ¡Cuántas familias viven angustiadas porque alguno de sus miembros —a menudo joven— tiene dependencia del alcohol, las drogas, el juego o la pornografía! ¡Cuántas personas han perdido el sentido de la vida, están privadas de perspectivas para el futuro y han perdido la esperanza! Y cuántas personas se ven obligadas a vivir esta miseria por condiciones sociales injustas, por falta de un trabajo, lo cual les priva de la dignidad que da llevar el pan a casa, por falta de igualdad respecto de los derechos a la educación y la salud. En estos casos la miseria moral bien podría llamarse casi suicidio incipiente. Esta forma de miseria, que también es causa de ruina económica, siempre va unida a la miseria espiritual, que nos golpea cuando nos alejamos de Dios y rechazamos su amor. Si consideramos que no necesitamos a Dios, que en Cristo nos tiende la mano, porque pensamos que nos bastamos a nosotros mismos, nos encaminamos por un camino de fracaso. Dios es el único que verdaderamente salva y libera.

El Evangelio es el verdadero antídoto contra la miseria espiritual: en cada ambiente el cristiano está llamado a llevar el anuncio liberador de que existe el perdón del mal cometido, que Dios es más grande que nuestro pecado y nos ama gratuitamente, siempre, y que estamos hechos para la comunión y para la vida eterna. ¡El Señor nos invita a anunciar con gozo este mensaje de misericordia y de esperanza! Es hermoso experimentar la alegría de extender esta buena nueva, de compartir el tesoro que se nos ha confiado, para consolar los corazones afligidos y dar esperanza a tantos hermanos y hermanas sumidos en el vacío. Se trata de seguir e imitar a Jesús, que fue en busca de los pobres y los pecadores como el pastor con la oveja perdida, y lo hizo lleno de amor. Unidos a Él, podemos abrir con valentía nuevos caminos de evangelización y promoción humana.

Queridos hermanos y hermanas, que este tiempo de Cuaresma encuentre a toda la Iglesia dispuesta y solícita a la hora de testimoniar a cuantos viven en la miseria material, moral y espiritual el mensaje evangélico, que se resume en el anuncio del amor del Padre misericordioso, listo para abrazar en Cristo a cada persona. Podremos hacerlo en la medida en que nos conformemos a Cristo, que se hizo pobre y nos enriqueció con su pobreza. La Cuaresma es un tiempo adecuado para despojarse; y nos hará bien preguntarnos de qué podemos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza. No olvidemos que la verdadera pobreza duele: no sería válido un despojo sin esta dimensión penitencial. Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele.


Que el Espíritu Santo, gracias al cual «[somos] como pobres, pero que enriquecen a muchos; como necesitados, pero poseyéndolo todo» (2 Cor 6, 10), sostenga nuestros propósitos y fortalezca en nosotros la atención y la responsabilidad ante la miseria humana, para que seamos misericordiosos y agentes de misericordia. Con este deseo, aseguro mi oración por todos los creyentes. Que cada comunidad eclesial recorra provechosamente el camino cuaresmal. Os pido que recéis por mí. Que el Señor os bendiga y la Virgen os guarde.

27 febrero 2014

CULTOS CUARESMALES DE NUESTRA HERMANDAD


CULTOS CUARESMALES EN HONOR 
DEL STMO. CRISTO DE LA HUMILDAD Y SAN BARTOLOMÉ APÓSTOL
6,7 Y 9 DE MARZO DE 2014.
Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción.
7'30 de la tarde

Predica: D. Manuel Tirado Fernández
Párroco-Consiliario

Domingo día 9: Fiesta de Regla y Solemne Besapies a la Imagen del Señor.

24 febrero 2014

NUESTROS HERMANOS MAYORES 2014


Como está estipulado en las Reglas de nuestra Hermandad, en reunión de la Junta de Gobierno del mes de Febrero se ha procedido al sorteo para elegir a los Hermanos Mayores de 2014.

   Las obligaciones de los Hermanos Mayores son las de asistir si lo creen conveniente con voz pero sin voto a las reuniones durante su cargo. Representar a la Hermandad en la Estación de Penitencia, Cultos y momentos en los que la Hermandad sea requerida; como el Corpus o la Ofrenda a la Virgen de la Estrella.

   De manera voluntaria, los Hermanos Mayores podrán ponerse de acuerdo o bien individualmente para realizar un regalo a la Hermandad como testimonio del paso por este cargo. La Hermandad recomienda en ese caso pedir información sobre las necesidades de la misma.

HERMANOS MAYORES 2014
D. Bartolomé Carpio Navarro.
                                                     Dña. Rafaela Pastilla Navarro.
                                                  D. José Joaquín Molina Gallardo.


22 febrero 2014

TRASLADO DEL PASO DEL SEÑOR 2014



Hoy día 22 se ha procedido al traslado del paso desde la nave a la Parroquia para comenzar los ensayos de la cuadrilla de Hermanos Costaleros para el Miércoles Santo de 2014.



Treinta y un costaleros que se han reencontrado bajo las trabajaderas del paso del Señor.



La Junta agradece y felicita a su cuadrilla que hoy ha sabido estar, los anima a continuar con el arduo esfuerzo y compromiso en los ensayos que nos encaminaran a la noche del Miércoles Santo.

 



Al final hemos desfrutado de un día estupendo de sol y un arroz gracias a Manolo y a la excelente cocinera madre de nuestro capataz.

13 febrero 2014

IGUALÁ DE LA CUADRILLA DE HERMANOS COSTALEROS


Mañana viernes 14 de febrero a las 9 de la noche, en la Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción, tendrá lugar la Igualá de la cuadrilla de Hermanos Costaleros.

Se ruega confirmar asistencia y puntualidad.

02 febrero 2014

FESTIVIDAD DE SAN BLAS


Mañana día 3 de Febrero como viene siendo costumbre con motivo de la Festividad de San Blas se celebrará durante la Eucaristía la tradicional bendición del pan.

Presidirá el altar el óleo anónimo con la efigie de San Blas que forma parte del patrimonio de nuestra Hermandad.

06 enero 2014

UN BELÉN MUY ORIGINAL PARA LA CABALGATA



La Hermandad puso en la calle una recreación muy atractiva para los niños del tradicional Belén. 
En esta ocasión realizado en su mayoría con esponja de colores. 

Cerca de treinta niños vestidos de pastores dieron vida lanzando caramelos a los asistentes.

Agradece a cuantos han colaborado y hecho posible la Carroza de 2014, con su aportación de tiempo, de material o económica.

28 diciembre 2013

DE NUEVO PRESENTES EN LA CABALGATA DE REYES


Por cuarto año consecutivo la Hermandad de la Humildad estará presente en el desfile de carrozas del próximo cinco de enero. De nuevo, será la encargada de recrear la escena del Belén que abre la popular Cabalgata de Reyes Magos.

Invitamos a los niños de la Hermandad a participar vestidos de Pastores.

23 diciembre 2013

NACE EL DIOS DE LA HUMILDAD


Que el bendito niño que hoy nace nos regale la alegría de sentirnos hijos de Dios y hermanos en la Humildad.

FELIZ NAVIDAD

07 diciembre 2013

INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA


Bendita sea tu Pureza

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea, en tan graciosa belleza. A Ti celestial princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día, alma vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía hasta morir en tu amor, hermosísima María. Amén.

ABRE LA EXPOSICIÓN "REGALARTE"








A las ocho y media de ayer abría esta preciosa exposición fruto de la donación de numerosos artistas a beneficio de nuestra Hermandad.

La exposición consta de 43 obras de arte a precio muy asequible, un buen momento para hacer nuestras compras navideñas.

La Hermandad quiere dar las gracias por su colaboración a Don Ginés Liébana  y a todos los pintores locales que han hecho posible esta exposición. También agradece al Ayuntamiento la oportunidad de hacer esta muestra en la Casa de las Cadenas. 

Permanecerá abierta hasta el próximo día 22 de Diciembre.

27 noviembre 2013

PRÓXIMA INAUGURACIÓN DE REGALARTE


EXPOSICIÓN COLECTIVA BENÉFICA DE PINTURA Y DIBUJO 
DE PEQUEÑO FORMATO A FAVOR DE LA HERMANDAD

24 noviembre 2013

EL SEÑOR DE LA HUMILDAD EN EL VÍA CRUCIS DE LA FE


El Señor vistíó de blanco tras muchos años en esta salida extraordinaria 
con motivo del Año de la Fe.




Flores especiales para un momento especial; nunca el Señor
había salido a la calle con flor blanca


Los costaleros vistieron chaqueta en la mañana de Cristo Rey


La luz del sol nos regaló estampas inéditas del Señor de la Humildad


La Hermandad quiere agradecer a todas las personas que nos han acompañado multitudinariamente en la mañana de hoy en el rezo del Santo Vía Crucis. 

Agradece de corazón a todos aquellos que han ofrecido al Señor los alimentos no perecederos que se destinarán a Cáritas Parroquial y que estarán en la mesa de aquellos vecinos que pasan necesidades.

También da la gracias a las diferentes Hermandades que han colaborado montando los altares que han ilustrado el paso del Vía Crucis. Gracias a los Catequistas y padres que han hecho posible este acto que cierra el Año de la Fe.

05 noviembre 2013

EL SEÑOR DE LA HUMILDAD SALDRÁ EN VÍA CRUCIS


Con motivo de la Clausura del Año de la Fe el próximo 24 de noviembre, Festividad de Cristo Rey la Junta de Gobierno ha decidido la próxima salida en Vïa Crucis de la Imagen del Señor de la Humildad.

En colaboración con la Parroquia y el Grupo de Catequistas, el acto tendrá lugar a las 11 de la mañana y tras el mismo se celebrará la Santa Misa.

La Hermandad invita a los hermanos de la Cofradía y al pueblo en general a acompañar al Señor, en este acto que cierra el año proclamado por Benedicto XVI, como año de la Fe.

01 noviembre 2013

RECORDANDO A LOS FIELES DIFUNTOS DE NUESTRA HERMANDAD


Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; 
y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás
Juan 11, 25-26

Jesús se compadece de quien pierde un ser querido
“A continuación (Jesús) se fue a una ciudad llamada Naín. Iban con él sus discípulos y una gran muchedumbre. Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; la acompañaba mucha gente de la ciudad. Al verla, el Señor tuvo compasión de ella y le dijo: «No llores.» Y, acercándose, tocó el féretro. Los que lo llevaban se pararon, y él dijo: «Joven, a ti te digo: Levántate.» El muerto se incorporó y se puso a hablar, y él se lo dio a su madre.” Lucas 7, 11-15

Resurrección de Lázaro
“Había un enfermo, Lázaro, de Betania, pueblo de María y de su hermana Marta. María era la que ungió al Señor con perfumes y le secó los pies con sus cabellos; su hermano Lázaro era el enfermo. Las hermanas enviaron a decir a Jesús: «Señor, aquel a quien tú quieres, está enfermo.» Al oírlo Jesús, dijo: «Esta enfermedad no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.»

Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro.
Cuando se enteró de que estaba enfermo, permaneció dos días más en el lugar donde se encontraba. Al cabo de ellos, dice a sus discípulos: «Volvamos de nuevo a Judea.»” (Luego dijo Jesús): “«Nuestro amigo Lázaro duerme; pero voy a despertarle.» Le dijeron sus discípulos: «Señor, si duerme, se curará.» Jesús lo había dicho de su muerte, pero ellos creyeron que hablaba del descanso del sueño. Entonces Jesús les dijo abiertamente: «Lázaro ha muerto, y me alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis. Pero vayamos allá.»

Entonces Tomás, llamado el Mellizo, dijo a los otros discípulos: «Vayamos también nosotros a morir con él.» Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén como a unos quince estadios, y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano. Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa. Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.» Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará.» Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.» Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?»

Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.» Cuando María llegó donde estaba Jesús, al verle, cayó a sus pies y le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.» Viéndola llorar Jesús y que también lloraban los judíos que la acompañaban, se conmovió interiormente, se turbó y dijo: «¿Dónde lo habéis puesto?» Le responden: «Señor, ven y lo verás.» Jesús derramó lágrimas. Los judíos entonces decían: «Mirad cómo le quería.» Pero algunos de ellos dijeron: «Éste, que abrió los ojos del ciego, ¿no podía haber hecho que éste no muriera?» Entonces Jesús se conmovió de nuevo en su interior y fue al sepulcro. Era una cueva, y tenía puesta encima una piedra. Dice Jesús: «Quitad la piedra.» Le responde Marta, la hermana del muerto: «Señor, ya huele; es el cuarto día.» Le dice Jesús: «¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?» Quitaron, pues, la piedra. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: «Padre, te doy gracias por haberme escuchado. Ya sabía yo que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho por estos que me rodean, para que crean que tú me has enviado.»

Dicho esto, gritó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal afuera!» Y salió el muerto, atado de pies y manos con vendas y envuelto el rostro en un sudario. Jesús les dice: «Desatadlo y dejadle andar.»” Juan 11, 1-7.11-27. 32-44

Esperando una vida mejor
“Por eso no nos desanimamos; al contrario, aunque nuestra condición física se vaya deteriorando, nuestro ser interior se renueva de día en día. Porque momentáneos y leves son los sufrimientos que, a cambio, nos preparan un caudal eterno e insuperable de gloria; a nosotros que hemos puesto la esperanza, no en las cosas que se ven, sino en las cosas que no se ven, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Sabemos, en efecto, que aunque se desmorone esta tienda que nos sirve de morada en la tierra, tenemos una casa hecha por Dios, una morada eterna en los cielos, que no ha sido construida por mano de hombres. Y por eso precisamente suspiramos, deseando ardientemente ser revestidos de nuestra morada celestial, con tal que en ese momento estemos vestidos y no desnudos. Porque los que vivimos en esta tienda terrestre suspiramos angustiados, pues no queremos ser despojados, sino más bien ser revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. Y el que nos ha preparado para ese destino es Dios, el mismo que nos ha dado como garantía el Espíritu.

Así pues, en todo momento tenemos confianza y sabemos que, mientras habitamos en el cuerpo, estamos lejos del Señor, y caminamos a la luz de la fe y no de lo que vemos. Pero estamos llenos de confianza y preferimos dejar el cuerpo para ir a habitar junto al Señor. Sea como sea, en este cuerpo o fuera de él, nos esforzamos en agradarle, ya que todos nosotros hemos de comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba el premio o el castigo que le corresponda por lo que hizo durante su existencia corporal.”2ª Corintios 4, 16 – 5, 10

31 octubre 2013

FESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS


Celebramos la gran fiesta la Solemnidad de Todos los Santos. A nuestra mente vienen todos esos hombres y mujeres, que en distintas épocas y lugares, que vivieron y murieron fieles al Evangelio de Jesús, y ahora ya están disfrutando de la gloria de Dios.

A lo largo de todo el año vamos celebrando a algunos de estos santos y santas. Pero en este día no sólo recordamos y hacemos memoria de aquellos cuyas imágenes están presentes en nuestras iglesias y capillas, o de todos aquellos que aparecen en cada una de las hojas del calendario. Hoy recordamos a todos los santos y santas, a todos aquellos que son santos para Dios.

Son hombres y mujeres que existieron en épocas y lugares diversos. Pero un elemento es común a todos ellos: su fe viva en Cristo, el Señor. Escucharon la llamada universal que Dios nos hace a ser santos, a configurar nuestra vida con la vida de Cristo. Querer ser como Él, amar como Él, entregarse generosamente como Él, ser fieles a Dios Padre como Él lo fue.

El testimonio de los santos nos recuerda que cada época, o que cualquier lugar constituye una oportunidad que Dios nos concede para hacer de Cristo el centro de nuestra vida, el proyecto a seguir. Los santos nos muestran que el Evangelio carece de fecha de caducidad. No es algo que pertenece al pasado, no es algo muerto, sino algo plenamente actual, vivo, creativo e ilusionante.

Al celebrar en este día a Todos los Santos, expresamos de forma celebrativa lo que rezamos en el credo: la comunión de los santos. Estamos unidos a ellos de forma estrecha y vital. Estamos embarcados en la misma tarea, en el mismo viaje. Nosotros todavía caminamos, ellos han llegado a la meta. Ellos gozan totalmente ya de Dios.

Acudimos a los santos, pedimos la ayuda de su intercesión, para que también nosotros vivamos en cristiano cada situación. La existencia de los santos, su testimonio de fe, esperanza y caridad, siempre apuntan al mismo lugar: Jesucristo. El evangelio de las Bienaventuranzas encierra el programa de vida del discípulo y testigo de Jesús. Los santos han encarnado este programa evangélico en las diversas épocas en las que vivieron. Captaron la oportunidad de Dios, e hicieron de sus propias vidas un signo palpable y creíble de Dios y de su Reino.

Las Bienaventuranzas nos invitan a seguir a Jesús incluso en las circunstancias más difíciles, yendo contracorriente, desoyendo la lógica de una sociedad en la que la persona, el pobre, el que sufre no son tenidos en cuenta.

Somos dichosos porque creemos. Y esta Bienaventuranza de la fe en Jesús hace posible las bienaventuranzas que hoy se han proclamado. Si la fe en Cristo no es el centro de nuestras decisiones y proyectos las Bienaventuranzas sólo serán para nosotros un texto conocido que suena bien, pero nada más. La grandeza de este programa de vida radica en Cristo mismo. Él es el primero que encarna y vive cada una de las bienaventuranzas, para después ponerlas ante nuestros ojos como camino a seguir.

En esta gran fiesta de todos los Santos el apóstol San Juan nos recuerda cual es la raíz, el programa y la meta de la vida cristiana. Es una manera complementaria del texto del Evangelio, que hemos escuchado, para hablarnos de la común vocación a la santidad, a la fidelidad a Dios y a la humanidad. El apóstol nos ayuda a recordar que somos hijos de Dios, que Él nos ama. Aquí está el origen de nuestra vocación cristiana a la santidad.

Este amor recibido de Dios nos lleva a creer en este amor, y a responder al amor primero y original de Dios con nuestro amor de criaturas suyas hacia Él y hacia el prójimo. El amor se convierte en programa de vida (concretado en las bienaventuranzas) y en la meta: “Ver a Dios tal cual es”, “ser semejantes a Él”.

Pedimos a Dios Padre, que esta celebración de la Eucaristía, nos ayude a aprovechar la oportunidad que Él nos concede de vivir fielmente desde la fe en Jesucristo este momento actual. Que todos los santos y santas, intercedan por nosotros, para que nuestra existencia sea signo y anticipo de la bienaventuranza del Reino eterno.

JESÚS GRACIA LOSILLA

29 octubre 2013

LOTERÍA Y RIFA DE NAVIDAD


Este es el número de la Lotería de Navidad con el que la Hermandad repartirá la suerte el próximo 22 de diciembre de 2013
23 Euros
¡JUEGA TU DÉCIMO DE LA HERMANDAD!


Calendarios de 2014 para la Rifa de la Cesta de Navidad
1 Euro
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