03 junio 2013

UN ALTAR GRANDE PARA UN DÍA GRANDE


Altar de la Hermandad en la Casa de la Familia Molleja.




Los niños  y niñas de Primera Comunión pasaron por delante del altar. 
Muchos lo eligieron como lugar para fotografiarse en este día tan especial.


La Señora contempla el paso de la Custodía como tantos villarrenses.


La Señora del Sagrario, Ntra. Madre María Stma. del Carmen presidió el altar. Detras, a modo de trono, el recientemente restaurado sillón de Pilatos que ha sido adaptado como mobiliario para la Capilla. 

Como fondo, entre terciopelo  azul, un precioso lienzo de gran formato con  la imagen de Jesús Divino Pastor propiedad de la Familia Molleja. Franqueando el altar, candelabros cedidos por la Hermandad de las Angustias y ánforas con piñas de clavel y espigas. 

Sobre la mesa, al lado de la Virgen, fanales del paso del Señor. Tras la venerada imagen de la Virgen que estrenó hábito pocos días antes, detalle de custodia y espigas.


Nuestros Hermanos Mayores ante el Altar de la Hermandad

Fotografías Álvaro Horcas, Leandro Lara y Archivo de la Hermandad

01 junio 2013

EL AMOR DE LOS AMORES


“Cantemos al Amor de los amores, cantemos al Señor. ¡Dios está aquí! Venid adoradores; adoremos a Cristo Redentor”. Durante más de un siglo hemos cantado una y mil veces este himno del Congreso Eucarístico Internacional de Madrid, debido a la inspiración del P. Restituto del Valle. Un himno que cantaron algunos de nuestros mártires antes de caer acribillados por las balas. Un himno que refleja los grandes “encuentros” a los que aspira nuestro corazón.

- En primer lugar, en la celebración de la eucaristía presentamos sobre el altar el pan y el vino, “fruto de la tierra y del trabajo del hombre”. La naturaleza y la cultura se encuentran y se unen en nuestra celebración. El mundo cósmico y el esfuerzo de toda la humanidad se convierten en ofrenda a Dios. Y en signo de la presencia de Cristo en la tierra y en la historia humana.

- En este fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo recordamos el pan y vino que Melquisedec ofreció a Abraham (Gén 14,18-20). El primero era rey-sacerdote de los cultos cananeos. El segundo iba siguiendo los pasos del Dios que lo había llamado. Dos pueblos, dos culturas y dos creencias se encontraba en la ofrenda. La eucaristía es signo de la unidad por encima de fronteras y prejuicios.

LA ENTREGA DE CRISTO

San Pablo recuerda una tradición que se remonta al Señor y que él trata de transmitir con toda fidelidad (1 Cor 11, 23-26). Al celebrar la eucaristía hacemos memoria de aquella tradición. La “re-cordamos”, es decir, pasamos por nuestro corazón los gestos y palabras de Jesús y de su Apóstol:

- “Esto es mi cuerpo que se entrega por vosotros”.  Con el gesto del pan partido y compartido, Jesús quería expresar su entrega a sus hermanos. Los que participaban en aquella cena y los que habríamos de seguir sus pasos a lo largo de los tiempos.

- “Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre”.  Los pactos y alianzas eran sellados con el sacrificio de un animal. La sangre era símbolo de la vida y de los proyectos comunes. El vino compartido hacía visible el sacrificio de Jesús y sellaba la alianza nueva de Dios con los hombres.

- “Haced esto en memoria mía”. No podemos caer en la amnesia. La muerte del Justo injustamente ajusticiado nos interpela. En la Eucaristía proclamamos que su memoria pervive en nosotros. La presencia de Cristo está viva en medio de su comunidad.

- “Cada vez que coméis de este pan y bebéis de la copa, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva”.  La fe cristiana nos lleva a vivir en una esperanza activa. Deseamos que la presencia de Cristo se haga visible en nuestro mundo. Pablo sabe que la Eucaristía anuncia y anticipa la manifestación de Jesucristo, de su mensaje y de su salvación.

NUESTRA ENTREGA

El evangelio que se proclama en este día nos propone una vez más la meditación sobre el relato de “la multiplicación de los panes y los peces”. Ante la necesidad de la gente y la perplejidad de los discípulos sobresale la decisión de Jesús

• “Dadles vosotros de comer”. Estas palabras no reflejan una opinión personal. No son una simple una llamada a la generosidad personal. Tampoco son solamente una indicación para cambiar un sistema económico-social. Son mucho más.

• “Dadles vosotros de comer”. Estas palabras de Jesús son una interpelación y un mandato. Están  dirigidas a los discípulos que siguen a Jesús. Pero se extienden a todos los cristianos de todos los tiempos. Desenmascaran nuestro egoísmo y nos llaman a la responsabilidad.

• “Dadles vosotros de comer”. Estas palabras de Jesús son un grito profético que anuncia un mundo de bienes compartidos y denuncia nuestra insolidaridad. La Eucaristía que celebramos nos exige hacer nuestra la entrega de Jesús. Vivir un amor sincero a los demás. Y promover una caridad generosa y una justicia eficaz.

-  Señor, en la eucaristía nos has dejado el memorial de tu pasión y la certeza de tu presencia entre nosotros. Que, fieles a tu mandato, aprendamos a pasar a nuestros hermanos el alimento que sacia el hambre y la fe que ilumina el camino. Amén.


D. José-Román Flecha Andrés

31 mayo 2013

LA HERMANDAD ESTARÁ PRESENTE CON SU ALTAR EN LA PROCESIÓN DEL CORPUS

                        Altar Corpus 2008                                     Altar Corpus Año 2010

Altar Corpus 2011                               Altar Corpus Año 2012

Como viene siendo constumbre desde nuestro Cincuentenario la Hermandad volverá a estar presente en la procesión del Corpus con el montaje de un altar en la Casa de la Familia Molleja en la Calle Pablo Picasso. Este año habrá que madrugar ya que la Custodia procesionará por la mañana. Los Hermanos que quieran colaborar pueden acercarse a hacerlo en las horas previas.

27 mayo 2013

FIESTAS DEL CORPUS


Ya está en la calle el Cartel que anuncia las próximas Fiestas del Corpus. Este año tiene como tema principal a un Niño Jesús que sostiene la Custodía de Damián de Castro. Al fondo, a modo de altar, la calle Juan de la Cruz Criado con los tradicionales arcos de lentisco que se instalan para dicha festividad. Bajo la Custodia simbología de uvas y espigas relativas a la Eucaristía y lema "Año de la Fe".
Ha sido realizado por el pintor Enrique Sánchez Collado.

UN OBISPO CERCANO


La Hermandad agradece al Sr. Obispo su reciente Visita Pastoral cargada de actos y momentos muy emotivos. Hemos sido testigos de un Obispo cercano, atento, interesado y preocupado por la comunidad cristiana de Villa del Río.

GRACIAS POR SU VISITA

26 mayo 2013

LA SANTÍSIMA TRINIDAD

MISTERIO DE BONDAD



A lo largo de los siglos, los teólogos se han esforzado por investigar el misterio de Dios ahondando conceptualmente en su naturaleza y exponiendo sus conclusiones con diferentes lenguajes. Pero, con frecuencia, nuestras palabras esconden su misterio más que revelarlo. Jesús no habla mucho de Dios. Nos ofrece sencillamente su experiencia.

A Dios Jesús lo llama “Padre” y lo experimenta como un misterio de bondad. Lo vive como una Presencia buena que bendice la vida y atrae a sus hijos e hijas a luchar contra lo que hace daño al ser humano. Para él, ese misterio último de la realidad que los creyentes llamamos “Dios” es una Presencia cercana y amistosa que está abriéndose camino en el mundo para construir, con nosotros y junto a nosotros, una vida más humana.

Jesús no separa nunca a ese Padre de su proyecto de transformar el mundo. No puede pensar en él como alguien encerrado en su misterio insondable, de espaldas al sufrimiento de sus hijos e hijas. Por eso, pide a sus seguidores abrirse al misterio de ese Dios, creer en la Buena Noticia de su proyecto, unirnos a él para trabajar por un mundo más justo y dichoso para todos, y buscar siempre que su justicia, su verdad y su paz reinen cada vez más en entre nosotros.

Por otra parte, Jesús se experimenta a sí mismo como “Hijo” de ese Dios, nacido para impulsar en la tierra el proyecto humanizador del Padre y para llevarlo a su plenitud definitiva por encima incluso de la muerte. Por eso, busca en todo momento lo que quiere el Padre. Su fidelidad a él lo conduce a buscar siempre el bien de sus hijos e hijas. Su pasión por Dios se traduce en compasión por todos los que sufren.

Por eso, la existencia entera de Jesús, el Hijo de Dios, consiste en curar la vida y aliviar el sufrimiento, defender a las víctimas y reclamar para ellas justicia, sembrar gestos de bondad, y ofrecer a todos la misericordia y el perdón gratuito de Dios: la salvación que viene del Padre.

Por último, Jesús actúa siempre impulsado por el “Espíritu” de Dios. Es el amor del Padre el que lo envía a anunciar a los pobres la Buena Noticia de su proyecto salvador. Es el aliento de Dios el que lo mueve a curar la vida. Es su fuerza salvadora la que se manifiesta en toda su trayectoria profética.

Este Espíritu no se apagará en el mundo cuando Jesús se ausente. Él mismo lo promete así a sus discípulos. La fuerza del Espíritu los hará testigos de Jesús, Hijo de Dios, y colaboradores del proyecto salvador del Padre. Así vivimos los cristianos prácticamente el misterio de la Trinidad.

D. José Antonio Pagola

19 mayo 2013

SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS

 
“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. Había en Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo”.

Hechos de los Apóstoles 2, 1-5

14 mayo 2013

ORACIÓN A SAN ISIDRO


Glorioso San Isidro,
tu vida fue un ejemplo de humildad y sencillez,
de trabajo y oración;
enséñanos a compartir el pan de cada día
con nuestros hermanos los hombres,
y haz que el trabajo de nuestras manos
humanice nuestro mundo y sea,
al mismo tiempo, plegaria de alabanza
al nombre de Dios.
Como tú, queremos acudir confiadamente
a la bondad de Dios
y ver su mano providente en nuestras vidas.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

12 mayo 2013

LA ASCENCIÓN DEL SEÑOR


Hoy recordamos el día que Jesús ascendió al cielo.
Él dijo que nos prepararía un lugar para estar todos con El.
El cielo es estar perfectamente unidos a Dios por medio de Cristo.

¿De verdad queremos ir al cielo?
Si entendemos que ir al cielo es ir a Jesús, dependerá de cuanto amamos a Jesús.
Cuando me despido de personas que posiblemente no vuelva a ver en este mundo, suelo decirles: "espero que nos encontremos en el cielo. Ellos suelen responder algo así: "¡Espero que no sea pronto!"
La verdad es que muy pocas personas desean ir al cielo. Si les damos a escoger entre cielo o infierno, dicen que prefieren el cielo. Pero prefieren aún más su vida en la tierra.
El problema es que conocemos poco a Jesús y por eso lo amamos poco. Hay muchas cosas que ponemos antes que Él.
No digo que despreciemos este mundo. Los santos deseaban ir al cielo y por eso vivían aquí con tanto amor. Porque en el cielo se vive el amor y se comienza a amar aquí.
Cuanto más deseamos a Jesús (estar con Él en el cielo) más vamos a apreciar nuestra vida en la tierra. Él nos da el Espíritu Santo para que podamos amar a todos y todas las cosas en Cristo.
Es como una novia que anhela por casarse con su novio. Cuanto más lo anhela más goza el noviazgo con toda la preparación.
No podemos imaginarnos el cielo porque está fuera de nuestras categorías de conocimiento. No puede una persona completamente ciega de nacimiento imaginarse los colores.
El cielo no es tanto un lugar como un estado de vida muy superior al nuestro. En el cielo no hay tiempo ni espacio. Solo podemos anticipar el cielo basado en el amor. ¡En el cielo todo se conjuga en el amor!
En la tierra empezamos a amar, pero todavía tras velos y límites. En el cielo estaremos en la plenitud del amor.
Por eso, la ascensión NO es una fiesta triste y melancólica.
Al partir hacia el cielo, Cristo comienza a comunicar el Espíritu Santo a sus apóstoles y los frutos son inmediatos:
Jesús los reviste de fortaleza como les había prometido (cf. Evangelio de hoy)
Ellos “se postraron ante él (adoración) y se volvieron con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios (alabanza)." (cf. Evangelio de hoy).
Son hombres nuevos llenos de convicción sobre la realidad de Cristo, llenos de propósito.
La ascensión es la fiesta de la entronización de Cristo.
Sube al cielo y se sienta en Su trono a la derecha del Padre. Significa que Jesús ha transcendido a todas las limitaciones de este mundo y está con Dios. Significa que en Jesús, todos los hombres que creen transcienden también porque somos su Cuerpo.
Jesucristo ejercita ahora soberanía sobre los suyos, dándoles la gracia para llevar a cabo su misión en este mundo. A través de ellos su presencia se hace presente en la tierra.
Esta verdad es el fundamento de la nueva vida de los Apóstoles.
Esta misma experiencia del Señorío de Jesús es expresada por Pablo quien nos dice que Cristo se elevó por encima de todo. Señor “Kyrios”. “puso todas las cosas bajo sus pies”.
Frente a Cristo debe doblarse toda rodilla: en los cielos, la tierra y lo que está bajo la tierra (Cf. Flp. 2,9)
Jesús, lejos de separarse de nosotros nos ha unido a Él para siempre.
En Cristo, nuestra humanidad es elevada hasta Dios.
Nosotros somos miembros de su Cuerpo, unidos a la Cabeza.
Ya desde la tierra somos de su reino y no del mundo.
"He aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo".
En la tierra podemos estar unidos a Cristo, pero hay diferentes capacidades de unidad.
Un novio conoce a su novia y ambos se aman ya. Pero anhelan el día de la boda.
Nosotros conocemos a Jesús pero vivimos en la esperanza firme del cielo. Si no tuviésemos ya los primeros frutos, no anhelaríamos la plenitud.
Ir al cielo significa ir a estar "con Cristo" (Fi. 1,23)

05 mayo 2013

MES DE MAYO, MES DE MARÍA



15 RASGOS DE LA VIRGEN

1.- Bajo su guía maternal nos conduce a estar cada vez más unidos a su Hijo Jesús.

2.- María nos da la salud, es nuestra salud.

3.- María es madre y una madre se preocupa sobre todo por la salud de sus hijos, sabe cuidarla siempre con amor grande y tierno.

4. Es una mamá ayuda a los hijos a crecer y quiere que crezcan bien, por ello los educa a no ceder a la pereza -que también se deriva de un cierto bienestar – a no conformarse con una vida cómoda que se contenta sólo con tener algunas cosas.

5.- Es la mamá cuida a los hijos para que crezcan más y más, crezcan fuertes, capaces de asumir responsabilidades, de asumir compromisos en la vida, de tender hacia grandes ideales.

6.- La Virgen hace precisamente esto con nosotros, nos ayuda a crecer humanamente y en la fe, a ser fuertes y a no ceder a la tentación de ser hombres y cristianos de una manera superficial, sino a vivir con responsabilidad, a tender cada vez más hacia lo alto.

7.- Es una mamá además que piensa en la salud de sus hijos, educándolos también a afrontar las dificultades de la vida. No se educa, no se cuida la salud evitando los problemas, como si la vida fuera una autopista sin obstáculos. La mamá ayuda a los hijos a mirar con realismo los problemas de la vida y a no perderse en ellos, sino a afrontarlos con valentía, a no ser débiles, y saberlos superar, en un sano equilibrio que una madre “siente” entre las áreas de seguridad y las zonas de riesgo. Y esto una madre sabe hacerlo.

8.- Es una madre que lleva al hijo no siempre sobre el camino “seguro”, porque de esta manera no puede crecer. Pero tampoco solamente sobre el riesgo, porque es peligroso. Una madre sabe equilibrar estas cosas. Una vida sin retos no existe y un chico o una chica que no sepa afrontarlos poniéndose en juego ¡no tiene columna vertebral!

9.- María ha vivido muchos momentos no fáciles en su vida, desde el nacimiento de Jesús, cuando para ellos “no había lugar para ellos en el albergue” (Lc 2, 7), hasta el Calvario (cfr. Jn 19, 25). Y como una buena madre está cerca de nosotros, para que nunca perdamos el valor ante las adversidades de la vida, ante nuestra debilidad, ante nuestros pecados: nos da fuerza, nos muestra el camino de su Hijo.

10.- Jesús en la cruz le dice a María, indicando a Juan: “¡Mujer, aquí tienes a tu hijo!” y a Juan: “Aquí tienes a tu madre”(cfr. Jn 19, 26-27). En este discípulo todos estamos representados: el Señor nos confía en las manos llenas de amor y de ternura de la Madre, para que sintamos que nos sostiene al afrontar y vencer las dificultades de nuestro camino humano y cristiano. A no tener miedo de las dificultades. A afrontarlas con la ayuda de la madre

11.- Una buena mamá no sólo acompaña a los niños en el crecimiento, sin evitar los problemas, los desafíos de la vida, una buena mamá ayuda también a tomar las decisiones definitivas con libertad.

12.- María es maestra de la verdadera libertad. Donde reina la filosofía de lo provisorio, ¿qué significa libertad? Por cierto, no es hacer todo lo que uno quiere, dejarse dominar por las pasiones, pasar de una experiencia a otra sin discernimiento, seguir las modas del momento. Libertad no significa, por así decirlo, tirar por la ventana todo lo que no nos gusta. La libertad se nos dona ¡para que sepamos optar por las cosas buenas en la vida!

13.- María como buena madre nos educa a ser, como Ella, capaces de tomar decisiones definitivas, con aquella libertad plena con la que respondió “sí” al plan de Dios para su vida (cfr. Lc 1, 38).

Queridos hermanos y hermanas, ¡qué difícil es, en nuestro tiempo, tomar decisiones definitivas! Nos seduce lo provisorio. Somos víctimas de una tendencia que nos empuja a lo efímero… ¡como si deseáramos permanecer adolescentes para toda la vida! ¡No tengamos miedo de los compromisos definitivos, de los compromisos que involucran y abarcan toda la vida! ¡De esta manera, nuestra vida será fecunda! Y ¡esto es libertad! Tener el coraje de tomar decisiones con grandeza.

14.- Toda la existencia de María es un himno a la vida, un himno de amor a la vida: ha generado a Jesús en la carne y ha acompañado el nacimiento de la Iglesia en el Calvario y en el Cenáculo.

15.- María, la Salus Populi Romani, es la mamá que nos dona la salud en el crecimiento, para afrontar y superar los problemas, en hacernos libres para las opciones definitivas; la mamá que nos enseña a ser fecundos, a estar abiertos a la vida y a ser cada vez más fecundos en el bien, en la alegría, en la esperanza, a no perder jamás la esperanza, a donar vida a los demás, vida física y espiritual.

Danos, María, danos la salud que sólo tú puedes donarnos,
para ser siempre signos e instrumentos de vida.


A luz de la alocución del Papa Francisco en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma ante la Salus Populi Romani, el sábado 4 de mayo de 2013.

24 abril 2013

¡NO TENGAN MIEDO DE SOÑAR COSAS GRANDES!

 
"Jóvenes, a ustedes que están en el comienzo del camino de la vida, pregunto: ¿Han pensado en los talentos que Dios les ha dado? ¿Han pensado en cómo se pueden poner al servicio de los demás? ¡No entierren los talentos! ¡Queridos jóvenes, tengan un corazón grande! ¡No tengan miedo de soñar cosas grandes!"

PAPA FRANCISCO

19 abril 2013

TENER FE


Tener fe es “ACEPTAR” lo que Dios permite en nuestra vida aunque no lo entendamos, aunque no nos guste. Si tuviéramos la capacidad de ver el fin desde el principio tal como Él lo ve, entonces podríamos saber por qué a veces conduce nuestra vida por sendas extrañas y contrarias a nuestra razón y a nuestros deseos.

Tener fe es “DAR” cuando no tenemos, cuando nosotros mismos necesitamos. La fe siempre saca algo valioso de lo aparentemente inexistente; puede hacer que brille el tesoro de la generosidad en medio de la pobreza y el desamparo, llenando de gratitud tanto al que recibe, como al que da.

Tener fe es “CREER” en lugar de recurrir a la duda, que es lo más fácil. Si la llama de la confianza se extingue, entonces ya no queda más remedio que entregarse al desánimo. Para muchos creer en nuestras bondades, posibilidades y talentos, tanto como en los de nuestros semejantes, es la energía que mueve la vida hacia grandes derroteros. Pero todavía hay una forma más elevada de creer. Saber que nuestra vida está en las manos de Dios y que Él es quien cuida de nosotros.

Tener fe es “GUIAR, DIRIGIR” nuestra vida, pero no con la vista, sino con el corazón. La razón necesita muchas evidencias para arriesgarse, el corazón necesita sólo un rayo de esperanza. Las cosas más bellas y grandes que la vida nos regala no se pueden ver, ni siquiera palpar, sólo se pueden acariciar con el espíritu.

Tener fe es “LEVANTARSE” cuando se ha caído. Los reveses y fracasos en cualquier área de la vida nos entristecen, pero es más triste quedarse lamentándose en el frío suelo de la autocompasión, atrapado por la frustración y la amargura.

Tener fe es “ARRIESGAR” todo a cambio de un sueño, de un amor, de un ideal. Nada de lo que merece la pena en esta vida puede lograrse sin esa dosis de sacrificio que implica desprenderse de algo o de alguien, a fin de adquirir eso que mejore nuestro propio mundo y el de los demás.

Tener fe es “VER” positivamente hacia adelante, no importa cuán incierto parezca el futuro o cuán doloroso el pasado. Quien tiene fe hace del hoy un fundamento del mañana y trata de vivirlo de tal manera que cuando sea parte de su pasado, pueda verlo como un grato recuerdo.

Tener fe es “CONFIAR” pero confiar no sólo en las cosas y en las personas, sino en el Dios que obra, actúa y habla a través de las personas. Muchos confían en lo material, pero viven relaciones huecas con sus semejantes. Cierto que siempre habrá gente que lastime y traicione tu confianza, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando y sólo ser más cuidadoso con aquel en quien confías dos veces.

Tener fe es “BUSCAR” lo imposible: sonreír cuando tus días se encuentran nublados y tus ojos se han secado de tanto llorar. Tener fe es no dejar nunca de desnudar tus labios con una sonrisa, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes cuándo tu sonrisa puede dar luz y esperanza a la vida de alguien que se encuentre en peor situación que la tuya.

Tener fe es “ANDAR” por los caminos de la vida de la misma forma en que lo hace un niño. Tomados de la mano de nuestro padre. Tener fe es dejar nuestros problemas en manos de DIOS y arrojarnos a sus brazos antes que al abismo de la desesperación. Fe es descansar en Él para que nos cargue, en vez de cargar nosotros nuestra propia colección de problemas.

“Que en tu vida haya suficiente fe para afrontar y esperar que las situaciones difíciles cambien, y la necesaria humildad para aceptar que muchas veces el que tiene que cambiar, eres tú”

15 abril 2013

RESTAURADO EL ANTIGUO SILLÓN DE PILATOS

 
El antiguo sillón de Pilatos ha sido pintado y tapizado en terciopelo azul marino. A partir de ahora será parte del mobiliario de la Capilla de Nuestro Titular. Todo ello gracias a la labor de nuestro Hermano Manuel Jiménez y su esposa.

14 abril 2013

VIDEOS DEL MIÉRCOLES SANTO 2013

Ya están disponibles en nuestro blog los videos de la Estación de Penitencia de 2013, gracias a la labor de Villa del Río TV. Podrán visualizarlos en la sección de VIDEOS.

¡A disfrutar!

11 abril 2013

30 marzo 2013

RESUCITA EL SEÑOR DE LA HUMILDAD


¿Por qué es importante la Resurrección de Jesucristo?"

La resurrección de Jesucristo es importante por muchas razones. Primero, testifica del inmenso poder de Dios mismo. Creer en la resurrección es creer en Dios. Si Dios existe, y si Él creó el universo y tiene poder sobre él, entonces Él tiene el poder de levantar a los muertos. Si Él no tiene tal poder, Él no es un Dios digno de nuestra fe y adoración. Sólo Él, quien creó la vida, puede resucitar después de la muerte. Sólo Él puede revertir la atrocidad que es la muerte misma, y sólo Él puede quitar el aguijón que es la muerte y dar la victoria sobre la tumba. En la resurrección de Jesús de la tumba, Dios nos recuerda su absoluta soberanía sobre la vida y la muerte.

Segundo, la resurrección de Jesús es un testimonio para la resurrección de los seres humanos, la cual es un principio básico de la fe cristiana. A diferencia de todas las otras religiones, sólo el cristianismo tiene un fundador que trascendió la muerte y quien prometió que Sus seguidores harían lo mismo. Todas las otras (falsas) religiones fueron fundadas por hombres y profetas, cuyo fin fue la tumba. Como cristianos, somos confortados en el hecho de que nuestro Dios se hizo hombre, murió por nuestros pecados, fue muerto y resucitado al tercer día. La tumba no pudo retenerlo. Él vive y ahora está sentado a la diestra de Dios el Padre en el Cielo. La iglesia viviente tiene una Cabeza viviente.

En 1 Corintios 15, Pablo explica en detalle la importancia de la resurrección de Cristo. Algunos en Corinto no creían en la resurrección de los muertos, y en este capítulo, Pablo da seis consecuencias desastrosas si es que no hubiera resurrección; 1) No tendría sentido el predicar a Cristo (v.14); 2) la fe en Cristo sería vana (v. 14); 3) todos los testigos y predicadores de la resurrección serían mentirosos (v. 15); 4) nadie sería redimido del pecado (v. 17); 5) todos los creyentes que nos precedieron, habrían perecido (v. 18); y 6) los cristianos serían la gente más digna de conmiseración en el mundo (v. 19). Pero Cristo, sí, se levantó de entre los muertos y “primicias de los que durmieron es hecho.” (v. 20), asegurando que lo seguiremos en la resurrección.

La inspirada Palabra de Dios garantiza la resurrección de los creyentes cuando Jesucristo venga por Su Cuerpo (La Iglesia) en el Arrebatamiento. Tal esperanza y seguridad surge en un grandioso canto triunfal como lo escribe Pablo en 1 Corintios 15:55, “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?” ¿Cómo describen estos versos la importancia de la resurrección?  Pablo responde, “...sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.” (v. 58). Él nos recuerda que sabiendo que seremos resucitados a una vida nueva, podemos sufrir persecución y peligros por amor a Cristo, tales como Él padeció (vv. 29-31), y al igual que miles de mártires a través de la historia, quienes gustosamente cambiaron sus vidas terrenales por la vida eterna mediante la resurrección.

La Resurrección es una victoria triunfante y gloriosa para cada creyente en Jesucristo, quien murió, fue sepultado, y resucitó al tercer día de acuerdo a las Escrituras. Y, ¡Él vendrá nuevamente! Los muertos en Cristo resucitarán primero, luego nosotros, los que hayamos quedado y vivamos para Su venida, seremos transformados y recibiremos nuevos cuerpos glorificados (1 Tesalonicenses 4:13-18). ¿Por qué es importante la resurrección de Jesucristo? Porque demuestra que Dios aceptó el sacrificio de Jesús a nuestro favor. Comprueba que Dios tiene el poder de levantarnos de los muertos. Garantiza que aquellos que crean en Cristo no permanecerán muertos, sino que serán resucitados a una vida eterna. ¡Esa es nuestra bendita esperanza!

14 marzo 2013

BIENVENIDO PAPA FRANCISCO

 
"Un hombre Humilde como San Francisco"

12 marzo 2013

EL ÚLTIMO MENSAJE CUARESMAL



      Hemos apreciado la profundidad y sencillez de los ocho mensajes que para la cuaresma nos ha dirigido Benedicto XVI durante su pontificado. Su último mensaje, para la cuaresma de este año 2013, ha subrayado la necesaria relación que existe entre la virtud de la fe y la de la caridad.

En el mensaje se rechaza repetidamente la posible oposición y aun la separación entre estas dos virtudes. Uno puede preguntarse si era necesario afirmar una vez más la estrecha vinculación que las une para que ambas sean verdaderas y fructíferas.

Seguramente, cada uno de nosotros puede recordar algunas personas que, en la práctica, parecen vivir como si la fe y la esperanza pudieran existir separadas. Hay algunos que se proclaman creyentes, pero en su vida diaria parecen ignorar las necesidades del prójimo. Otros por el contrario afirman que para dedicarse a la promoción social de los demás no necesitan el apoyo de la fe.

Pero sin necesidad de juzgar a nadie, todos debemos examinar nuestra conciencia  y preguntarnos por la coherencia de nuestra fe.

Pues bien, Benedicto XVI recuerda los puntos fundamentales que exponía ya en su primera carta encíclica, “Dios es amor”. Allí nos decía que el amor al prójimo no es sólo un mandamiento impuesto desde fuera, sino una consecuencia que se desprende de la fe, la cual actúa por la caridad.

En este último mensaje rechaza tanto la tentación del fideísmo como la del activismo moralista. ¿Qué significa esta doble exclusión?  Significa que se equivoca quien hace tanto hincapié en la prioridad y el valor de la fe que subestima y casi desprecia las obras concretas de caridad, reduciéndolas a un humanismo genérico.

Pero se equivoca también quien sostiene “una supremacía exagerada de la caridad y de su laboriosidad, pensando que las obras puedan sustituir a la caridad”. Son numerosos los textos bíblicos que apoyan la unión entre la fe y la caridad. Y es evidente que el sentido común de las gentes critica la separación que a veces establecemos entre ellas.

Como recordando el misterio de la transfiguración de Jesús en el monte y la curación del niño que sigue a ese relato evangélico, Benedicto XVI afirma que “la existencia cristiana consiste en un continuo subir al monte del encuentro con Dios para después volver a bajar, trayendo el amor y la fuerza que de ahí se derivan, a fin de servir a nuestros hermanos y hermanas con el mismo amor de Dios”.

El mensaje de cuaresma señala además dos peligros. El de reducir la caridad a la solidaridad o la ayuda humanitaria, cuando en realidad ha de incluir el anuncio de Cristo como primer factor del desarrollo. Y el peligro de creer que las obras de caridad son fruto del esfuerzo humano, cuando nacen de la fe y de la gracia de Dios.

El mensaje concluye poniendo en relación dos “saberes” imprescindibles. El cristiano parte de la humilde aceptación de la fe, que nos lleva a “saber que Dios nos ama”. Pero debe llegar a la verdad de la caridad, es decir, a “saber amar a Dios y al prójimo”.

José-Román Flecha Andrés

10 marzo 2013

RECONOCIMIENTOS EN LA FIESTA DE REGLA DE LA HERMANDAD

Con motivo de la Fiesta de Regla de la Hermandad hemos podido compartir con nuestro Hermanos Mayores y Hermanos de la Cofradía la Santa Misa, en la que has estado muy presente la figura de Benedicto XVI.
 
 
Tres Hermanos Costaleros han recibido el Homenaje de la Junta de Gobierno
por su vinculación con la Hermandad.
 
 
Al finalizar esta foto de familia en torno a nuestro Señor.
 
Durante el lunes y martes continuarán los Cultos al Stmo. Cristo de la Humildad.


FIESTA DE REGLA DE LA HERMANDAD


Mañana Domingo, a las 7, 30 de la tarde
comenzarán los Cultos Cuaresmales al Señor de la Humildad.

Predica: D. Manuel Tirado Fernández

¡ESTÁIS INVITADOS!